En esta entrada vamos a entretenernos un poco con el subrealismo y los dedos gordos de los pies, gracias al señor Jacques-André Boiffard.
Pero, ¿quién era Boiffard y cual es su relación con los dedos gordos de los pies y la fotografía?. Sigan leyendo y la cosa quedará clara :)
Jacques-André Boiffard nace un 29 de julio de 1902 en Épernon, Francia. De padre notario, decide no seguir la profesión paterna y comienza estudios en Medicina, pero en 1924 conoce a André Bretón de mano de su amigo Pierre Naville y abandona los estudios médicos para unirse al movimiento subrealista cuando se funda la Centrale Surréaliste (Oficina de investigación subrealista). En Diciembre de ese mismo año redacta con Paul Éluard y Roger Vitrac el prefacio del primer número de la revista La Révolution surréaliste. Poco tiempo después decide dedicarse a la fotografía y se hace ayudante de Man Ray, colaborando con la revista aportando fotografías.
En 1928 ilustra con fotografías la novela de André Bretón, Nadja y poco tiempo más tarde publica unas fotografías de la primera mujer de Bretón, Simone Rachel Kahn, lo que le cuesta la enemistad con éste y su expulsión del movimiento subrealista. A partir de ese momento se aproxima a Georges Bataille y colabora en su revista "Documents" y su enemistad con André Bretón llega a cotas insospechadas, escribiendo en 1930 un panfleto en su contra titulado "Un cadáver" y uniéndose a la Association des Escrivains et Artistes Revolutionnaires.
A los subrealistas siempre les interesó captar los fenómenos que escapan a la simple vista, revelar con ello una belleza desconocida y de esa manera mostrar las dos realidades opuestas de un mismo objeto, le realidad objetiva y la realidad metafórica. La cámara fotográfica se mostró ideal para mostrar esa transformación y metamorfosis de lo real, un artilúgio revelador de las maravillas ocultas en los objetos mas vulgares. De hecho, André Breton se basó en la fotografía para establecer su concepto de "belleza convulsiva". En cuadres mostrando objetos aislados, desconectados de cualquier referecia temporoespacial, desgarrados y separados de la realidad objetiva, de su propia existencia natural e incluso de su continuidad, así aparece la belleza convulsiva. Pero para Bretón y Bataille la fotografía no significan lo mismo. Para Bretón el uso de la fotografía en el subrealisto está relacionado con los efectos de instantaneidad capaces de trasmitir la esperiencia del automatismo psíquico, sin embargo, para Bataille, las ilustraciones fotográficas traducen una "historia del ojo": la pulsión escópica por el plano del detalle se pone al servicio de una revelación del "bajo materialismo", es decir, lo que en la vida afecta a la muerte de muy cerca.
Durante su época de artista Boiffard publica entre otras fotografías las de tres dedos gordos, completamente desconectados del resto del cuerpo, ampliadas y antiestéticas por completo, que fueron un verdadero ejemplo de como entendían el subrealismo. Esas fotografias ilustran la capacidad de la cámara fotográfica para convertirse en un operador de lo informe y se publicaron en el nº 6 de "Documentos" de Bataille en 1929 acompañados de un texto del mismo Bataille titulado "Le Gros orteil" en el que se hablaba del pie como fetiche sexual .
Para el que no sepa de que va esto del fetichismo, transcribiré a continuación lo que decía sobre el mismo el Tratado de Psiquiatría (Henry EY, P. Bernard-CH.BRI)- que tuve yo cmo libro de texto de la especialidad en mis dias de estudiante de medicina, que hablaba del fetichismo entre las perversiones sexuales.
"Esta perversión sólo se conoce en el hombre. Se trata de la vinculación erótica a un objeto, que puede ser una cosa inanimada o una parte del cuerpo de otro: vestido, guante, ropa interior, etc. Determinados tejidos o materiales de caucho pueden buscarse para ser tocados, como también los cabellos, las tetinas o las muñecas; o bien los pies y lo que los recubre (zapatos, botas, etc). Cualquiera que sea el objeto es necesario para la excitación sexual, y es manipulado ya sea durante la masturbación ya sea durante la relación sexual."
El fetiche es pues un objeto simbólico del que los psicoanalistas han hablado largo y tendido, pero eso no es materia de esta entrada del blog ;-)
Amenudo calificada de antidealista, y en ese sentido opuesta al espíritu del subrealismo de André Bretón, la revista Documents propone fotografías cuya finalidad no es sorprender. Lo que se intenta espresar es, en palabras del propio Bataille, "afirmar que el universo no se parece a nada y es sólo amorfo, es cmo decir que el universo es como una araña un escupitajo". Las fotografías en cuestión, muestran tres dedos gordos de pies, dos de varon y uno de mujer, desconectados por completo del resto del pie y con un fondo completamente negro, como flotando en la oscuridad, ocupando tres páginas completas de la revista. Bataille tenía fijación con el origen y naturaleza de la seduccción y pensaba que esta podía tener su origen tanto en la belleza ideal y la luz como en las bajas experiencias, lo feo y lo desagradable.
Es en este último contexto en el que se utilizan las fotografias de los pulgares de Boiffard, mostrandolas como objeto fetiche y siendo sin embargo completamente desagradables, grotescas e incluso groseras a la vista. Eso es lo que se buscaba con la fotografía y desde luego es la sensación que produce también en mi. Nunca me gustaron esas fotografías ni las entendía hasta que supe lo que se intentaba con ellas. Hoy en día ya las entiendo y comprendo su valor en la historia del arte y el movimiento subrealista, pero dsde luego, siguen sin gustarme; pero ¡para eso se hieron!
En 1930 Boiffard comparte un estudio fotográfico con Éli Lotar que se cierra en 1931.
Posteriormente, con la muerte de su padre en 1935 decide abandonar la práctica artística, y la fotografía, retomando sus estudios de Medicina, dedicándose a la radiología. Trabajó como radiólogo en el Hospital Saint -Louis en París de 1940-1959 y muere en 1961.
¡De nuevo otro médico muy relacionado con el arte y la fotografía!