lunes, 26 de junio de 2017

Salticidae en la Península Ibérica

La descripción del Orden Araneae la hizo Clerck en 1757 e incluye a las arañas.

Etimológicamente Araneae deriva del griego "arachne", araña. Nombre de una muchacha de Lidia que retó a Atenas a una prueba de tejido y fue convertida en araña por su presunción.

Respecto a la anatomía de las arañas podemos generalizar diciendo que presentan normalmente el cefalotórax (prosoma) indiviso, y el abdomen (opistoma), que sí muestra trazos de segmentación, unido al cefalotórax por un estrecho pedúnculo.  Sus tamaños varían desde menos de 1 milímetro, hasta cerca de los 10 centímetros; con las patas extendidas, algunas especies sobrepasan los 25 centímetros de diámetro.

Tienen los quelíceros con una sola articulación y una uña en el extremo, y suelen estar dotados de glándulas venenosas.

Los pedipalpos son semejantes a las patas, pero no se apoyan en el suelo. En algunas especies sirven a los machos para cortejar a las hembras, y como aparato copulador.

Las patas tienen siete artejos.

En el extremo del opistoma aparecen las hileras, que expelen la seda que producen unas glándulas internas. También aparece el poro genital, los "pulmones en libro" que son cavidades respiratorias y los estigmas del sistema traqueal.

Las especies de este orden son animales depredadores. La mayoría usa el veneno de sus quelíceros para paralizar a la presa y en algunos casos también se emplea para predigerirla. El número, la disposición y el tamaño de los ojos son característicos de cada familia. En general, la vista es pobre, aunque muy eficaz en alguna familia (como en los saltícidos).

Todas las arañas producen seda que usan para tejer redes de caza, tapizar refugios o hacerse llevar por el viento. Se trata de un fluido concentrado de proteínas que se solidifica inmediatamente en contacto con el aire. Tienen desarrollo directo (sin metamorfosis) y pasan por mudas sucesivas hasta madurar sexualmente y convertirse en adultos.

Suelen mostrar un gran dimorfismo sexual siendo  las hembras mucho más grandes que los machos, que suelen ser tomados por presas cuando se acercan a las hembras con fines reproductivos.

En algunas especies, las hembras muestran algunos comportamientos de cuidado parental.

El veneno de unas pocas especies es potencialmente peligroso para los seres humanos.


Lo primero que hay que decir al hablar de arañas en España es que nuestro conocimiento de la fauna arácnida en la Península Ibérica es insuficiente.

Los catálogos de Franganillo (1917), Fernández Galiano (1910) y de Pérez de San Román (1947), para la fauna española; Bacelar (1927 – 1940), para la fauna portuguesa y Bosmans & Keer (1985), para la fauna pirenaica son todos antiguos y desfasados. Los trabajos posteriores a estos autores que constituyen más del 50% del total no están sistematizados, ni analizados y tampoco se ha realizado un catálogo conjunto para la fauna ibérica. 

En las últimas décadas se han publicado numerosos artículos entre los que contamos con unas claves de familias (Barrientos & Ferrández, 1985), varios catálogos faunísticos regionales (Pirineos: Bosmans & Keer, 1985; Aragón: Melic, 2000; Baleares: Pons, 1991) y catálogos que hacen referencia a determinadas familias: Philodromidae (Urones, 1995); Anyphaenidae (Urones, 1996) y Araneidae de la provincia de Madrid (Morano & Ferrández, 1986), así como estudios de diversos géneros y especies de las familias: Oxyopidae , Agelenidae , Hersiliidae, Zodariidae, Dysderidae, especies de migalomorfas, representantes cavernícolas de Linyphiidae, Leptonetidae, Nesticidae, etc., o de Araneidae.

Por lo que sabemos de momento, el número de taxones de arañas citados en la Península Ibérica asciende a 1.352. Puede estimarse que la Península Ibérica posee alrededor de un 3,5 % de la diversidad mundial del orden Araneae. Sin embargo, estas cifras no son ni mucho menos definitivas y deben considerarse con cautela. Melic (2001) estima, provisionalmente, la riqueza araneológica para la Península Ibérica entorno a los 1.600 taxones basándose en la extrapolación de los datos de la fauna italiana.

Familia Salticidae

Dentro del orden Araneae tenemos a las arañas saltarinas o saltícidos (familia Salticidae) con unas 4000 especies descritas.

Son arañas pequeñas, de pocos milímetros en general, que cazan al acecho, sin utilizar redes y en las que destaca su agilidad en el salto y su vista.

Sus ojos tienen una lente protectora encargada de proyectar la imagen en la retina que cuenta con cuatro capas distintas de células fotosensibles. Debido a la distancia entre las respectivas capas de la retina del ojo, la luz verde se centra solo en la capa más profunda del ojo mientras que la otra capa de la retina sensible a la luz verde se encarga de recibir las imágenes borrosas y difusas que se proyectan y combinando así las cuatro capas, la araña saltarina logra conformar una visión en 3 dimensiones y ser capaz de medir distancias. Los ojos frontales proporcionan visión estereoscópica, a la vez que los laterales completan un campo de visión de 360°, así que no necesitan girarse para controlar todo su entorno.

El cuerpo parece cubierto de pelos que a la vez son escamosos, a veces iridiscentes. Los palpos de los machos, pero no los de las hembras, son a menudo grandes y vistosos, empleados durante el cortejo. Las patas anteriores son algo más grandes y sujetan a la presa cuando caen sobre ella.

Pueden saltar hasta 50 veces su tamaño, a pesar de no tener prácticamente músculos en sus patas. Para sus saltos utilizan una especie de bomba hidráulica situada en sus patas traseras que expulsa hemolinfa a gran velocidad impulsando así a la araña. Son capaces de saltar con precisión en cualquier dirección, también de lado o hacia atrás.

Salticidae en la peninsula ibérica:
Género Heliophanus,  C. L Koch in 1833

Su clasificación es realmente amplia y complicada .

A phylogenetic classification of jumping spiders (Araneae: Salticidae). Wayne P. Maddison Journal of Arachnology 43:231–292. 2015

Géneros, antiguamente adscritos a la subfamilia Heliophaninae, se transfieren ahora a Chrysillines.

El concepto principal de la subfamilia se desarrolló gracias a la amplia investigación básica realizada por Wesolowska en 1986, en la que presentó una definición moderna y los contenidos del género Heliophanus y propuso la división en subgéneros. Además agregó un gran número de nuevas especies.


Las arañas pertenecientes a este género se definen por:
  • La posesión de un émbolo verdaderamente inamovible en los machos, que es la continuación directa del endurecido tegumento opaco del bulbo (tegulum).
  • Los palpos en los machos tienen generalmente una, dos o tres apófisis tibiales.
  • El fémur tiene una protuberancia o apófisis femoral robusta y larga, apical, única o bifurcada.
  • La Epigyne tiene forma de placa esclerótica, a menudo cóncava o con ranura central.
  • Los conductos copulatorios son cortos, de paredes gruesas e intensamente esclerotizados, como espermatecas.
  • Tanto machos como hembras son arañas delgadas, con patas delgadas, pequeñas o de tamaño mediano, de color a menudo oscuro y muchas veces con manchas blancas en el abdomen.

Heliophanus cupreus, Walckenaer, 1802


El término Heliophanus deriva de las palabras griegas “helios”, que significa sol y “phaino” que significa brillar. Cupreus viene del latín “cupreus, a, um” que significa de cobre rojo.


Sinónimos:


Aranea cuprea Walckenaer, 1802
Aranea aenea Schrank, 1803
Attus cupreus (Walckenaer, 1802)
Attus atrovirens Sundevall, 1833
Salticus chalybeus Hahn, 1834
Salticus cupreus (Walckenaer, 1802)
Heliophanus chalybeus (Hahn, 1834)
Heliophanus tricinctus C. L. Koch, 1837
Heliophanus micans C. L. Koch, 1837
Heliophanus metallicus C. L. Koch, 1846
Heliophanus tricinctus C. L. Koch, 1846
Heliophanus micans C. L. Koch, 1846


Es una araña de 3.6-4 mm de tamaño los machos y 4.6-5.8 milímetros las hembras.
Heliophanus cupreus mirando muy atenta al fotógrafo
mientras una taimada mariquita se acerca por la espalda

En la hembra los palpos son de color marrón claro o amarillos y contrastan con su apariencia general.
El macho tiene palpos oscuros con los pelos blancos saliendo de frente. La apófisis tibial tiene un proceso fino, largo y puntiagudo, en forma de gancho. El macho tiene un bulbo en los palpos mas largo. El cefalotórax es oscuro, negruzco o marrón, con un brillo metálico y tiene pelos blancos.
En algunos individuos hay 1-2 pares de puntos o hoyuelos brillantes en la parte posterior. El opistosoma es gris-negro, también con un brillo metálico y pelos blancos.
El abdomen de las hembras presenta en el borde anterior una estrecha banda blanca y también suele tener cuatro manchitas blancas en la parte posterior. Las patas son de color amarillo claro, con rayas longitudinales negras aunque en ocasiones pueden ser uniformemente oscuras. Las hembras tienen las patas más claras, amarillas o verdosas.
Heliophanus cupreus tiene una distribución paleártica, encontrándose en toda Europa excepto Islandia.

Heliophanus cupreus puede encontrarse en una amplia variedad de lugares que incluyen bosques, pastizales, pantanos levantados, acantilados costeros así como tierras baldías y canteras. Dentro de sus variados hábitats, Se encuentra comúnmente en los lugares más secos. Se la puede encontrar activa en la superficie o en el suelo.

Heliophanus apiatus, Simon, 1868

Ya dijimos que El término Heliophanus deriva de las palabras griegas “helios”, que significa sol y “phaino” que significa brillar. Apiatus deriva del latín “apiatus, a, um” que significa moteado.
Los adultos de ambos sexos se encuentran principalmente en mayo, junio y julio y las hembras pueden persistir en el otoño.

Esta pequeña araña apenas alcanza los 5 milímetros de tamaño. 

Los machos son de color negro, con brillo metálico con iridiscencias cuando se exponen al sol, mientras que las hembras tienden a lucir coloraciones más claras.

El cefalotórax es moderadamente alto y ovalado, más ancho en la parte posterior y truncado en la anterior, y muestra dos grandes manchas blancas.

El abdomen, que se estrecha significativamente en la parte posterior, muestra cuatro manchas blancas y una estrecha banda, también blanca, en el borde anterior. Los poros de la seda son pequeños y se localizan al final del abdomen.

Las patas son cortas y robustas, de color más claro que el resto del cuerpo, y con pocas espinas. Suelen encontrarse sobre la vegetación herbácea o arbustiva en lugares bien soleados.
Los adultos aparecen desde finales de la primavera hasta finales del verano. Su visión es excelente, y son capaces de saltar de un lugar a otro aseguradas por un hilo de seda.


Género Evarcha

Evarcha es un género de arañas en la familia Salticidae con 89 especies en todo el mundo. En España podemos encontrar cuatro de estas especies: Evarcha arcuata, Evarcha falcata, Evarcha jucunda y E. laetabunda.

Estas arañas se encuentran a menudo en los arbustos y plantas cortas de las zonas húmedas descansando en una hoja.

Suelen ser de colores marronáceos y poco colorido.

Hablaré un poco de las dos especies que he podido de ver de momento por Pontevedra.


Evarcha arcuata (Clerck, 1757)


El nombre de la especie es muy probable que derive de la palabra latina “arcus”  que significa arqueado, haciendo referencia al abdomen arqueado de esta especie.

Es una araña saltarina que vive preferentemente en zonas húmedas, como praderas encharcadas, riberas de ríos y bosques; aunque también puede encontrarse en zonas secas.

Los machos alcanzan un tamaño de unos 5 milímetros, mientras que las hembras pueden superar los  8mm
Presentan patas delanteras muy robustas, con el cuerpo de color pardo oscuro a negro en casi su totalidad, con un llamativo brillo de cobre solo en el dorso.
En la cabeza y por encima de los quelíceros muestra un diseño de listas blancas transversales muy constrastadas.
Las hembras presentan el cefalotórax pardo y blanquecino, y el opistoma con un diseño distintivo de puntos negros dispuestos en diagonal, con una línea blanca por la parte exterior.
Los machos son más frecuentes de ver que las hembras,
que suelen permanecer escondidas en sus guaridas (un saco de seda que construye entre ramas de arbustos o en el interior de una hoja), en especial durante la última parte del verano, en que se encargan de proteger el saco con los huevos fertilizados hasta su eclosión.
La hembra se puede confundir con la de Evarcha laetabunda, pero la de esta última únicamente presenta listas oscuras en la parte posterior del opistosoma.
 
Se distribuyen prácticamente por todo el hemisferio norte. Es posible encontrar los adultos entre los meses de mayo a septiembre.

Evarcha jucunda (Lucas, 1846)


El nombre de la especie se deriva del latín “jucundus" que significa agradable.
Esta araña se distribuye típicamente por la región mediterránea, pero se introdujo en Bélgica y Alemania junto con las importaciones de fruta del mediterráneo.
Se la suele encontrar en especies mediterráneas de arbustos o más raramente en el suelo o en árboles, en cotas que van desde el nivel del mar hasta los 1500 m.
Los machos miden de 5.1-6.3 mm y las hembra entre  5.5-7.4 mm
Los machos son  oscuro con pelos blancos en el margen y una banda blanca en la parte superior del mismo. La región ocular es negra con una gran banda blanca o amarillenta semicircular e inclinada a alrededor de su cabeza, desde los ojos laterales anteriores hasta el borde posterior. Los pedipalpos tienen el émbolo de color ligeramente diferente y la apófisis triangular afilada.
Las hembras tienen la misma coloración que los machos.


Género Salticus

Las especies de este género suelen tener un patrón característico a rayas transversales de colores en general contrastados, blanco y negro o cremosos claro que les ha valido el sobrenombre vulgar de arañas cebra.

Los ejemplares macho tienen un tamaño  de unos 5 mm y de 3,5 – 7 mm las hembras.

Los machos adultos se caracterizan por unos quelíceros muy largos en los que descansan sus delgados  pedipalpos.

Las especies del género Salticus se encuentran en zonas soleadas, a menudo en rocas, troncos de árbol, muros o paredes.

Este género se utilizó durante mucho tiempo como lugar en el que colocar taxonómicamente a todas aquellas especies de Salticidae que no se sabía muy bien como clasificar por lo que hoy en día muchas especies originalmente descritas como Salticus se clasifican en otros géneros.

Las especies de este género son fundamentalmente de distribución paleártica, siendo muy frecuentes en la región mediterránea y Asia del sur. Hay algunas especies que se encuentran en el Nuevo Mundo. S. perogaster es endémico de una pequeña isla en Nueva Guinea, y S. annulatus se encuentra en Sudáfrica. Salticus melanopus, la única especie descrita en el sudeste de Asia (Tailandia).

Esta especie comprende 48 géneros,  pudiendo encontrarse en la Península ibérica solo 7 de ellas: S. cingulatus, S. confusus, S. major, S. mutabilis, S. propinquus, S. scenicus y S. zebraneus.


Salticus scenicus (Clerck, 1757)

El tamaño corporal de las hembras es de 5 - 7 mm y el de los machos de 5 - 6 mm.
Son arañas muy llamativas por sus 8 ojos, de los cuales dos son grandes ojos frontales.
Tienen un color negro o pardusco con bandas transversales blancas (araña cebra)
El prosoma presenta un borde blanco y dos puntos blancos tras los ojos que se unen en ocasiones.

El abdomen es pardusco o negruzco, con una banda curva blanca en la parte delantera, tres pares de bandas oblicuas del mismo color y un punto blanco en el frente.
Esta curiosa araña vive en los muros, fachada de las casas (o en su interior), rocas, y en ocasiones en árboles, siempre en zonas soleadas. Se alimenta de insectos o de otras arañas de talla similar o más pequeña, incluso mosquitos que la doblan en tamaño. Como el resto de las salticidae caza a sus presas acechándolas y gracias a su buena visión salta encima de ellas cuando está suficientemente próximo. Antes de saltar fija un pequeño hilo de seda al sustrato de forma que si pierde la presa es capaz de trepar al lugar en el que se encontraba; se ha estimado su velocidad de salto en 0.64–0.79 m/s.
El macho de esta especie realiza una danza de cortejo consistente en un movimiento de sus patas delanteras y su abdomen arriba y abajo, buscando la aceptación de la hembra antes de la cópula. 

Tras la puesta las hembras se encargan de proteger la prole durante un tiempo, hasta justo antes de que realicen su segunda muda.