jueves, 28 de septiembre de 2017

El mito de la picadura de Tegenaria agrestis

Ya van al menos dos años que por estas fechas se cuela en casa una Tegenaria agrestis a husmear. Supongo que es un macho buscando hembra con la que aparearse, pues es la época y son ellos los que salen en busca de las hembras mientras ellas permanecen cerca de su red. Esto me hace pensar que en algún lado de casa tenemos una hembra de Tegenaria agrestis ricamente asentada, inmóvil y escondida.

Son las cosas que tiene vivir en el rural gallego.


Tegenaria agrestis paseándose de noche por el salón de casa

El género Tegenaria se identifica por las siguientes características: 3 a 6 dientes grandes de distinto tamaño en el retromargen de los quelíceros, una apófisis tibial retrolateral con tres ramas o protuberancias bien marcadas y una cresta lateroventral, un apex frecuentemente bífido con una terminación ventral simple, una apófisis mediana muy protuberante con esclerita distal de tipo placa o más compleja y una vulva sólo con conducto convoluto o con espermatecas globulares más o menos esclerotizadas.


Para diferenciar los machos y las hembras y hacer una correcta clasificación sin dejar lugar a dudas hay que analizar bien el pedipalpo de los machos y el epiginio de las hembras (como diría Chiquito de la Calzada hay que mirarles las guarreridas de fistro de araña), no llega solo con ver como van vestidas, es decir, su habitus.

Tegenaria agrestis tienen buen tamaño, una cara con un total de ocho ojos redondos y de mas o menos el mismo tamaño, que vistos de frente pueden ser intimidantes y que apreciamos distribuidos en dos filas horizontales arqueadas hacia arriba.


Tegenaria agrestis mirándome atentamente con sus ocho ojitos

Las patas son largas y de grosor medio, del mismo color que el cefalotórax y sin ningún tipo de bandas o marcas aunque tienen gruesas espinas y pelos y cada una de ellas termina con 3 garras tarsales.

Su cefalotórax es piriforme y tiene el mismo color que las patas, de color marrón claro con dos franjas oscuras longitudinales difusas. El esternón posee una raya sólida y pálida que corre por el centro de la misma.

El abdomen es de forma ovalada y moteado con varios tonos de marrón y gris y un patrón de "espiga de pescado" visible en la parte dorsal que lo recorre longitudinalmente. Este patrón es una serie de 'V' o marcas triangulares pálidas.

Tienden a correr que se las pelan en cuanto se sienten amenazadas, lo que algunas personas interpretan incorrectamente como rasgos de un carácter agresivo, cuando es todo lo contrario, son ellas las que están aterrorizadas ante la presencia del ser humano.

Estas arañas Agelenidas son las típicas que evita cualquier individuo con aracnofobia.  

En los estados Unidos de América en 1987, después de que apareciese una publicación en la que en laboratorio se inducía lesiones cutáneas necróticas en conejos con veneno de Tegenaria agrestis, aparecieron publicaciones en las que se acusaba a Tegenaria agrestis de producir con su picadura lesiones necróticas  a los humanos.

Vest. D.K. 1987 Necrotic arachnidism in the nortwest United States and its probable relationship to Tegenaria agrestis (Walckenaer) spiders. Toxicon 25:175-184

Y eso que ya en 1983 Russell & Gertsch y en 1986 Russell de fora aislada, avisaron de que la mayoría de los diagnósticos de necrosis por picadura de araña eran erróneos. Debe de ser que como sus escritos fueron cartas al editor en una revista de toxicología (Toxicon) y a la revista de Medicina de Urgencias americana (Emergency Medicine), pasaron bastante desapercibidas  o no se les hizo demasiado caso.

Rusell. FE. & W.J. Gesrtsch. 1983. For those who treat spider or suspected spider bites (letter). Toxicon: 21:337-339

Russel. FE. 1986. A confusion os dpiders (Letter to the Editor). Emergency Medicine. 18:8-9.13


En 1991 y 1994 Akre & Myhre concretan mas y afirman que no hay verdaderos casos que asocien las lesiones necróticas con picaduras de Tegenaria agrestis.

Akre, RD. & E.H. Myhre. 1991. Biology and medical importance of the aggressive house spider, Tegenaria agrestis, in the Pacific Northwest. (Arachnida: Araneae: Agelenidae). Melanderia 47:1-30

Akre, RD & E.H. mYHRE. 1994. The great spider whodunit. Pest Control Technology 22:44-46


En 1998 Vetter & Visscher también avisan del error en una publicación internacional de Dermatología

Vetter. R.S. & P.K. Visscher. 1998. Bites and stings of medically important venomous arthropods. International Journal of Dermatology 37:481-496


Y lo mismo asegura mas recientemente en 2001 Binford, en la misma revista de Toxicología en la que se publicó inicialmente los peligros de la picadura de Tegenaria agrestis. Explicaba en esta publicación como podría haber al menos cuatro explicaciones posibles para la emergencia de la significación médica en EE.UU. de T. agrestis:

1) un cambio evolutivo en la composición del veneno de la población estadounidense de Tegenaria agestris que podría haber dado como resultado el origen de un nuevo efecto necrotóxico sobre el tejido de los mamíferos

2) Un cambio en el comportamiento  y hábitat de las poblaciones de Tegenaria agrestis, que sin tener cambio en la composición del veneno si podrían en EE.UU. encontrarse con mas frecuencia con los seres humanos y picarlos como mecanismo defensivo

3) La existencia en EEUU de un factor estrínseco pero únicamente asociado con el veneno de arañas, como por ejemplo una bacteria introducida con la picadura, en especial Staphilococcus aureus meticilín resistente (MRSA)

4) un error diagnóstico en la etiología de la lesión necrótica, no siendo responsable una picadura de Tegenaria agrestis


Sus investigaciones con el veneno de Tegenaria agrestis apuntan directamente a la última de las explicaciones.

Binford. G.J. 2001. An analysis of geographic and intersexual chemical variation in venoms os the spider Tegenaria agrestis (Ageleneidae). Toxicon 39:995-968


No hace mucho se informó de la primera picadura verificada de una Tegenaria agrestis en una pierna, provocando un cuadro clínico de dolor, eritema y espasmos en el músculo de la pantorrilla y que desapareció tras de 12 horas. Desde luego, no hubo necrosis cutánea. Esta es toda la significación e importancia médica real que se puede dar a día de hoy de la picadura por esta araña.


La Tegenaria agrestis que pasea por mi casa y nunca jamás a picado a nadie, 
estoy seguro que lo que busca es sexo  :)

Una investigación publicada en marzo de 2011 confirma los resultados negativos publicados con anterioridad y proporciona pruebas adicionales de que la Tegenaria agrestis no es una araña de importancia médica, pues el veneno de la araña fue incapaz de provocar necrosis de las células de mamíferos, su veneno no tiene poder hemolítico per se y los especímenes de araña expuestos a MRSA no tranmsmiten bacterias que provoquen necrosis de los tejidos.

Associates, Mechanical Pathogen Transfer, and Hemolytic Potential of Venom From the Hobo Spider, Tegenaria Agrestis (Araneae: Agelenidae). MM Gaver-Wainwright et al. J Med Entomol 48 (2), 382-388. 3 2011.

De nuevo en Toxicon en 2014 se informa del error de atribuir la necrosis por picadura de Tegenaria a la transmisión de bacterias durante la picadura

Vetter, R.S., Swanson, D.L., Weinstein, S.A., White, J., Do spiders vector bacteria during bites? The evidence indicates otherwise, Toxicon (2014), doi: 10.1016/j.toxicon.2014.11.229

Sin embargo en Internet se pueden seguir encontrando avisos del peligro de la picadura de Tegenaria agrestis en páginas y publicaciones americanas y cualquiera que busque información sobre esta araña puede acabar con una idea bastante errónea.

En Estados Unidos la ola de pánico desatada fue tal que se publicaron muchas guías de identificación para que cualquiera pudiese identificar a la araña o por lo menos descartar que se encontraba ante una Tegenaria agrestis o como ellos la denominan vulgarmente una Hobo spider.  A pesar de ello los entomólogos americanos han estado sufriendo desde entonces el bombardeo masivo con especímenes de arácnido para su identificación desde muchos estados, incluidos aquellos en los que la Tegenaria agrestis no ha estado nunca, porque el miedo de la población ante lo publicado y los diagnósticos de los médicos era importante.

El problema es que para el vulgo la identificación correcta a nivel de especie y no solamente de género no es fácil pues para diferenciarla de otras especies de Agelenidae hay que analizar el epiginio de las hembras o el pedipalpo de los machos, para lo que hace falta cuando menos una experiencia y una lupa de buen aumento cuando no un microscopio. Descartar que la araña es una Tegenaria agrestis ya es mas fácil pues uno debe fijarse únicamente en la ausencia de determinadas características morfológicas mas fáciles de identificar a simple vista y con paciencia.


La Tegenaria agrestis que pasea por casa demostrando que le cuesta mucho trepar por superficies lisas, en este caso, incapaz de subir un escalón del salón de casa

En estados Unidos se sigue conociendo a esta araña, cuando no con el nombre vulgar de Hobo spider que antes comenté, con el nombre científico de Eratígena agrestis. El término Eratigena, es en realidad un anagrama de la palabra del latín Tegenaria. El problema ha sido la traducción o mejor dicho mala traducción de los Americanos, de el término del latín “agrestis” que significa agreste o del campo, y no "agresiva" como ellos supusieron (no haber estudiado latín y hablar solo Yankee puede ser una verdadera limitación intelectual) y el tener unos medios de comunicación que no verifican sus contenidos ni sus fuentes y que solamente hacen caso a las publicaciones con verdadero rigor científico cuando les interesa.

Añadamos a esto la capacidad de Internet de difusión y multiplicación de los errores, con la dificultad añadida de su depuración o eliminación una vez se han publicado y la avidez del género humano por las noticias y sucesos truculentos, y tendremos un verdadero problema social. No es la primera vez que vemos esto, ya comente un caso similar con otra araña que tengo acomodada en casa, Steatoda nobilis, pero en esa ocasión en Sudamérica. Curiosamente creo recordar que esta es la araña en la que se inspiraron en la película de cine de Spiderman para que le picase y le transmitiese sus poderes arácnidos.

Es evidente que la conjunción la mala traducción  de agrestis con las primeras publicaciones alarmistas de lesiones necróticas por picadura de esta araña y el que en Estados Unidos el animalito tenga mayor tendencia que en el viejo mundo a encontrarse próxima a las casas humanas (aunque generalmente en el exterior de las mismas, como por ejemplo en las pilas de troncos que hay apiladas fuera de las casas), fue la causa de que se desatase una verdadera paranoia en la población americana. Sobre todo en las estaciones en las que los machos de Tegenaria vagabundean buscando hembras con las que aparearse y tienen tendencia a entrar dentro de las viviendas.


Se dice que en Europa Tegenaria agrestis no entra tanto en las casas de los humanos como en Estados Unidos o Canada. Debe de ser que no vivimos tanto en el campo y el rural Europeo está quedando desploblado con una tendencia al envejecimiento de las poblaciones. Desde luego en casa estamos ya acostumbrándonos a lo contrario. La próxima Primavera-Otoño esperaré a mi Tegenaria agrestis con mas interés que la nueva campaña de moda del Corte Inglés.

La comunidad médica estadounidense ha atribuido durante mucho tiempo estas lesiones necróticas a Loxosceles reclusa, una especie de arácnido que además no se ha recolectado nunca en el noroeste de los Estados Unidos ni en Canada, y el hábito diagnóstico se extendió fácilmente a Tegenaria agrestis. Como podemos ver la responsabilidad de los médicos con sus diagnósticos muchas veces supera la simple responsabilidad del diagnóstico correcto con el paciente y puede llegar a tener implicaciones sociales importantes. Personalmente como médico siempre me ha preocupado y me ha llamado la atención  la poca importancia que le dan ciertos compañeros a este punto. Así pasa, que muchos médicos son responsables o al menos “corresponsables” de muchas de las modas diagnósticas que circula por ahí, que en ocasiones son verdaderas aberraciones.

En Estados Unidos los médicos que siguen diagnosticando estas lesiones necróticas como picaduras de Loxosceles reclusa o Tegenaria agrestis lo único que hacen es perpetuar un error y el miedo en la gente y las familias y además ser causa de recomendaciones o tratamientos incorrectos. No seamos los Europeos ahora tan estúpidos de copiar este comportamiento, como el de comer hamburguesas o comida basura a todas horas, que ya tenemos bastante con las burradas autóctonas, como los diagnósticos de “principio de neumonía” o “vértigo por artrosis cervical” que hacemos casi a diario, sin necesidad de decir memeces a la Americana.