miércoles, 31 de octubre de 2018

Iberina montana

La familia Haniidae lleva el nombre del género Hahnia, que se dedicó a zoólogo alemán Carl Wilhelm Hahn.

La familia Hahniidae se encuentra en todo el mundo. Los géneros del Hemisferio Norte y África tienden a diferir en sus estructuras genitales de los del Hemisferio Sur. Muy pocas especies han sido descritas en el sudeste de Asia, aunque un buen número parece estar aún no definido.

Las especies pertenecientes a esta familia se caracterizan por la construcción de unas redes muy delicadas con forma de hoja. La seda que producen es tan fina que son muy difíciles de ver a menos que se recubran de rocío. Suelen tejerlas en lugares cercanos al agua o al musgo y con frecuencia se las puede encontrar en los desechos y los detritos de hojas o en las mismas hojas de arbustos y árboles.

Son pequeñas arañas de unos 1,3-3mm, de constitución mediana y forma rechoncha, con patas cortas y 8 ojos dispuestos en dos filas horizontales de 4. Las hembras no poseen calamistro ni cribelo . Morfológicamente se caracterizan por tres cosas:

1) La disposición de sus seis hileras en una fila transversal. El último segmento de las hileras exteriores es bastante largo y sobresale por encima de todas los demás.

2) Los espiráculos traqueales más o menos equidistantes del surco epigástrico y las hileras, o cerca de las hileras. Aunque las pertenecientes al género Cryphoeca, Dirksia y Tuberta tienen un orifico traqueal muy próximo a las hileras y las pertenecientes al género Cryphoeca cuatro conductos finos a partir del estigma, similares a Agelenidae.

3) Bulbo genital del macho simple, con o sin una “apófisis medial” reducida y membranosa y sin conductor; aunque el de los machos pertenecientes al género Cryphoeca y Tuberta es sin embargo similar al de Tegenaria.

Encuadramos en esta familia a los siguientes Géneros:

  • Alistra Thorell, 1894
  • Amaloxenops Schiapelli & Gerschman, 1958
  • Antistea Simon, 1898
  • Asiohahnia Ovtchinnikov, 1992
  • Austrohahnia Mello-Leitão, 1942
  • Calymmaria Chamberlin & Ivie, 1937
  • Cryphoeca Thorell, 1870
  • Cryphoecina Deltshev, 1997
  • Cybaeolus Simon, 1884
  • Dirksia Chamberlin & Ivie, 1942
  • Ethobuella Chamberlin & Ivie, 1937
  • Hahnia C. L. Koch, 1841
  • Harmiella Brignoli, 1979
  • Iberina Simon, 1881
  • Intihuatana Lehtinen, 1967
  • Kapanga Forster, 1970
  • Lizarba Roth, 1967
  • Neoantistea Gertsch, 1934
  • Neoaviola Butler, 1929
  • Neocryphoeca Roth, 1970
  • Neohahnia Mello-Leitão, 1917
  • Pacifantistea Marusik, 2011
  • Porioides Forster, 1989
  • Rinawa Forster, 1970
  • Scotospilus Simon, 1886
  • Tuberta Simon, 1884
  • Willisus Roth, 1981


Género Iberina Simon, 1881

Iberina es un género de arañas araneomorfas de la familia Hahniidae descrito por Eugène Simon en 1881 cuyas especies se encuentran en Europa en los Pirineos y en el Cáucaso. La especie tipo es Iberina mazarredoi.

Las diferencias entre el género Hahnia y el género Iberina son bastante escasas aunque difieren en la estructura interna del epiginio. En Iberina, el orificio de abertura está en situación relativamente elevada y se abre mediante un canal estrecho y muy superficial. Este canal de copulación se abre primero en un gran bolsillo membranoso transparente que no existe en Hahnia.

En la actualidad se aceptan las siguientes especies como pertenecientes a este género:

  • Iberina candida (Simon, 1875)
  • Iberina difficilis (Harm, 1966)
  • Iberina ljovuschkini Pichka, 1965
  • Iberina mazarredoi Simon, 1881
  • Iberina microphthalma (Snazell & Duffey, 1980)
  • Iberina montana

Jean-Claude Ledoux ha propuesto la siguiente clave dicotómica para las especies que se encuentran en Francia (Revue arachnologique, série 2, n° 1, mai 2014)

1. — Yeux absents, téguments pâles, pattes relativement longues ; épines faibles ; bulbe discoïde. . . . I. mazarredoi
(1)—Yeux présents, téguments plus ou moins colorés. . . . 2

2. — Yeux médians postérieurs beaucoup plus petits que les autres ; métatarses III et IV avec deux faibles épines distales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Iberina microphthalma
(2)— Yeux médians postérieurs normaux ; chélicères dentées. . . 3

3. — Extrémité des métatarses III et IV avec une seule épine ventrale (ou sans) ; femelle : 4 réceptacles séminaux visibles par transparence, à peu près égaux ; mâle : fémur de la pattemâchoire avec une ligne de 5 ou 6 crins noirs par dessous, apophyse tibiale à courbe régulière. . . . . . . . . . . . . . . . . . . I. candida

(3) épines ; femelle : 2 réceptacles séminaux visibles par transparence (les deux autres sont trop petits) ; mâle : apophyse tibiale à courbe non régulière (un peu coudée*). . . . . . . . . 4
4. — Mâle : fémur des pattes-mâchoires avec par dessous à l’extérieur une ligne de 3 crins robustes noirs ; femelle : réceptacles séminaux visibles, grands, leur écartement inférieur à leur diamètre. . . . . . . . . . . . . I. montana
(4)— Mâle : fémurs des pattes-mâchoires sans crin noir. Femelle : réceptacles séminaux petits, leur écartement supérieur à leur diamètre. . . . . . . . . . . . . . I. difficilis
* Ce caractère est peu valable car trop difficile à apprécier.

Pero en la Península ibérica parece encontrarse solo la especie Iberina montana

Iberina montana (Blackwall, 1841)

Sinónimos:

  • Agelena montana Blackwall, 1841
  • Argus montanus (Blackwall, 1841)
  • Hahnia montana (Blackwall, 1841)
  • Hahnia parva Kulczyński, 1882
  • Hahnia cacuminata Bösenberg, 1902

Esta especie se encuentra fundamentalmente en Europa y se extiende en dirección a Rusia pero sin llegar más allá de las Montañas Urales o el Cáucaso. A pesar de no haberse registrado hasta ahora en la Turquía europea o en partes adyacentes de los Balcanes, sí se ha registrado en Anatolia. En Gran Bretaña es una especie común, pero está incluida en la Lista Roja de Suecia, donde solo se encuentra en Gotland y Öland.


Iberina montana

Habita principalmente en bosques, pero ocasionalmente se la puede ver en otros hábitats como pastizales, brezales, pantanos, dunas de arena y zonas costeras.

Las hembras Iberina montana son maduras durante todo el año, pero los machos maduros se encuentran solo desde fines del verano hasta el otoño y el invierno.

La hembra mide 1.75 a 1.9 mm de longitud (cefalotórax 0.67-0.75 mm) y el macho, 1.5-1.65 mm (cefalotórax 0.65-0.70 mm). El cefalotórax es de de color marrón claro, liso o con una mancha oscura en la región cefálica y líneas radiantes más marrones. El Sternum posee el mismo tono que las coxas o un poco más oscuro y es tan ancho como largo y truncado entre las coxas posteriores.

El abdomen es liso y tiene unas finas marcas en forma de espiga, está bastante densamente cubierto de largos pelos pálidos.

En la parte externa de la zona basal del fémur de las hembras podemos encontrar una espina y en la de los machos 3. Pata I: La relación metatarsiano/tarsal: 1.1-1.3 en la I pata y la relación tibia I/cefalotórax es de 0,55-0,67 tanto en machos como en hembras.

La vulva de las hembras tiene una espermateca mediana pequeña, con la distancia entre las espermatecas primarias más pequeña que su anchura.


Iberina montana


Iberina montana


Iberina montana


martes, 30 de octubre de 2018

Pardosa palustris

La Superfamilia Lycosoidea del Suborden Araneomorphae la clasificamos en:
  • Familia Ctenidae
  • Familia Lycosidae
  • Familia Oxyopidae
  • Familia Pisauridae
  • Familia Psechridae
  • Familia Senoculidae
  • Familia Stiphidiidae
  • Familia Trechaleidae
  • Familia Zorocratidae
  • Familia Zoropsidae

De tres de estas familias ya he hablado en alguna ocasión: Oxyopidae, Pisauridae y Zooropsidae. Ahora le toca a la Familia Lycosidae Sundevall, 1833, las vulgarmente conocidas como arañas lobo o en España también con el confuso nombre de tarántulas.

Lycos es palabra griega que significa lobo (de ahí lo de arañas lobo). El nombre de la familia deriva del de uno de sus géneros, Lycosa.

Dentro de esta familia se encuentran las arañas más grandes de Europa aunque también incluye miembros de pocos milímetros de longitud.

Son arañas que viven en pequeñas galerías excavadas en el suelo o en grieta naturales.  No fabrican redes de caza, a excepción de salvo las de los géneros Sosippus, Aglaoctenus y Diapontia, pero algunas tapizan con seda sus refugios. Acechan a sus presas desde su guarida, detectándolas por las vibraciones del suelo y las cazan gracias a su agudo sentido de la vista. Poseen unos ojos muy desarrollados, dispuestos en tres filas transversales: en el borde de la frente hay cuatro pequeños ojos apretadamente alineados y detrás cuatro ojos claramente mayores formando un trapecio ensanchado hacia atrás.  Las patas y los quelíceros son robustos, siendo el cuarto par de patas el más largo.

Los machos cortejan a las hembras con movimientos rítmicos de sus pedipalpos y levantando las patas anteriores. Una vez logrado el permiso el macho se coloca sobre el cefalotórax de la hembra y la fecunda con sus pedipalpos. Las hembras fabrican para los huevos un saco esférico que portan colgando del extremo posterior e inferior del abdomen, es decir, de las hileras Cuando los huevos eclosionan, llevan a las crías sobre el opistoma hasta que realizan su primera muda. En algunos casos se ha observado que las hembras exponen el saco de huevos al sol. 

En el centro de Europa aparecen unas 90 especies que en general se distinguen por el epiginio o los palpos masculinos.

Bonnet (1961) enumera para Lycosidae las siguientes subfamilias : Hippasinae Simon, 1898, Pardosinae Simon, 1898, Lycosinae Bertkau, 1878, Cyclocteninae Simon, 1898 y Bradystichinae Simon, 1884.  Dondale (1986) definió Lycosidae sobre la base de tres sinapomorfias :

(a) ojos dispuestos de manera peculiar,
(b) tibia del :palpo en los machos sin apófisis retrolateral
(c) madres que transportan activamente, las ootecas en las hileras y las aranitas jóvenes sobre su abdomen.

Además subdividió la familia también en cinco''subfamilias : Sosippinae Dondale,' 1986, Venoniinae Lehtinen e Hippa, 1979, Allocosinae Dondale, 1986, Pardosinae Simon, 1898 y Lycosinae Simon, 1898 .

La clasificación actual considera las siguientes Subfamilias
  • Subfamilia Allocosinae
  • Subfamilia Artoriinae
  • Subfamilia Evippinae
  • Subfamilia Lycosinae
  • Subfamilia Pardosinae
  • Subfamilia Piratinae
  • Subfamilia Sosippinae
  • Subfamilia Tricassinae
  • Subfamilia Venoniinae
  • Subfamilia Wadicosinae

Dentro de la Subfamilia Pardosinae clasificamos a los siguientes géneros
  • Género Acantholycosa
  • Género Algidus
  • Género Artoriellula
  • Género Bristowiella
  • Género Dingosa
  • Género Dzhungarocosa
  • Género Mongolicosa
  • Género Pardosa
  • Género Passiena
  • Género Pyrenecosa
  • Género Sibirocosa
  • Género Tasmanicosa

Genero Pardosa C.L. Koch, 1847

La palabra Pardosa deriva del griego “pardos” que significa leopardo.

Este género es sinónimo del género Pardosops Roewer, 1955a desde que el aracnólogo Tongiorgi (1966b)  lo demostró mediante análisis realizados en muestras de Lycosa pontic Thorell, 1875. También es sinónimo del género Acroniops Simon, 1898 como demostraron los Arachnologists Tikader & Malhotra en 1980 y del género Chorilycosa Roewer, 1960d, como demostraron los aracnólogos Barrion & Litsinger en su trabajo de 1995 analizando especímenes de Lycosa arorai Dyal, 1935. Sin embargo ya no se considera sinónimo del género Acantholycosa Dahl, 1908, como propuso Wunderlich (1984a) debido a las explicaciones que dieron los aracnólogos Buchar & Thaler en 1993.

Las especies pertenecientes a este género son los licósidos mas comunes y abundantes en el norte de Europa. Se encuentran en la mayoría de los hábitats con tal de que no sean demasiado secos. Lo habitual es que se encuentren corriendo sobre el suelo, bajo la luz solar o tomando el sol. Todas las especies de este género son adultas a principios de la primavera. En la mayoría de las especies los machos desaparecen en junio pero las hembras sobreviven hasta muy avanzado el verano y construyen dos o tres puestas que poseen una tonalidad azul, verde o parda. El cuarto par de patas, largas, y en menor grado el tercer par, poseen espinas de mayor tamaño que los pares anteriores. Existe gran dimorfismo sexual en muchas especies, siendo el macho muy oscuro y con patas mas claras. En el campo las hembras se identifican principalmente por las marcas del caparazón y las patas.  Este género a julio de 2017, constaba de 531 especies y 19 subespecies, repartidas por todos los continentes, excepto los polos.

En la Península ibérica podemos encontrar las siguientes especies
  • Pardosa agrícola
  • Pardosa amentata
  • Pardosa bifasciata
  • Pardosa blanda
  • Pardosa cribata
  • Pardosa femoralis
  • Pardosa gefsana
  • Pardosa hortensis
  • Pardosa luctinosa
  • Pardosa lugubris
  • Pardosa monticola
  • Pardosa morosa
  • Pardosa nigriceps
  • Pardosa occidentalis
  • Pardosa oreophila
  • Pardosa palustris
  • Pardosa prativaga
  • Pardosa proxima
  • Pardosa pullata
  • Pardosa riparia
  • Pardosa saltuaria
  • Pardosa saturatior
  • Pardosa tatarica
  • Pardosa vittata
  • Pardosa wagleri

Pardosa palustris (Linnaeus, 1758)

Al contrario de lo que indica su nombre de palústris que significa que vive en los pantanos, esta araña es típica de áreas secas y soleadas, en especial brazales abiertos. Mi manual de Arácnidos “Nueva guía de campo de Arácnidos de Europa, de Heiko Bellmann dice que no se ha citado en la Península ibérica, sin embargo esto es un error  que puede que arrastre de la mas antigua guía de campo de los arácnidos de España y de Europa de Dick Jones en la que se afirmaba lo mismo. Cualquiera puede consultar en “Introducción a la diversidad de las arañas Iberobaleares” de Eduardo Morano perteneciente al Grupo Ibérico de Aracnología  que si que se conoce su presencia en nuestro país, o puede encontrar en diferentes publicaciones que lo corroboran, como  por citar un ejemplo, Munibe (Ciencias Naturales-Natur Zientziak), donde en el nº. 55 (2004) A. de Castro y A. Barriuso, citan su presencia en Navarra en el artículo “Arañas (Arachnida: Araneae) de un muestreo estival en el Robledal de Orgi, Valle de Ultzama (Navarra, norte de España).”


Cierto es sin embargo, que Pardosa palustris  puede tener especímenes indistinguibles de Pardosa montícola, especialmente los machos. Las hembras pueden identificarse por el epiginio que es subtriangular y presenta una anchura superior a la de un tercio del abdomen. P. palustris posee las marcas meno aparentes.

La longitud corporal del macho es de 4,5-5 mm y la de la hembra de 4,5-6 mm.




El prosoma tiene un color de base oscuro, dos bandas laterales y una central de color claro, estrechadas hacia adelante, terminando delante del área de los ojos. El abdomen posee una marca cardiaca continuada por una mancha parda, bordeadas de negro, una rama de las cuales se extiende a través de los dos lados del abdomen que son de color gris pálido. Las patas son de color gris pálido a pardo pálido con anillos difusos. El macho es ligeramente mas oscuro que la hembra pero con el dibujo mas distintivo y las patas anilladas.





Existe una variedad herbígrada en la que la banda central del caparazón se ensancha hacia delante y las bandas laterales son marcádamente anchas y de color blanco.



domingo, 28 de octubre de 2018

Género Tábanus Linnaeus, 1758

Sabemos  de cuando presenté por primera vez a los tábanos que subdividimos a la Familia Tabanidae Leach, 1817 de la Superfamilia tabanoidea en las siguientes subfamilias con las siguientes Tribus:
  • Subfamilia Chrysopsinae Blanchard, 1840.

                 Tribu Bouvieromyiini
                 Tribu Chrysopsini
                 Tribu Rhinomyzini
  • Subfamilia Pangoniinae Rondani, 1856.

                Tribu Pangoniini
                 Tribu Philolichini
                 Tribu Scionini
  • Subfamilia Scepsidinae

                 Género Adersia
                 Género Braunsiomyia
                 Género Scepsis
  • Subfamilia Tabaninae Rondani, 1856.

                 Tribu Diachlorini
                 Tribu Daematopotini
                 Tribu Tabanini

Los tábanos presentes de esta familia en la fauna Iberobalear son los siguientes

•Subfam. Pangoniinae Loew, 1860
    ◦Trib. Pangoniini Enderlein, 1922
        ◾Gen. Pangonius Latreille, 1802

            ◾Subgen. Melanopangonius Szilády, 1923

                ◾Pangonius (Melanopangonius) brevicornis Kröber, 1921
                ◾Pangonius (Melanopangonius) haustellatus (Fabricius, 1781)
                ◾Pangonius (Melanopangonius) micans Meigen, 1820

            ◾Subgen. Pangonius Latreille, 1802

                ◾Pangonius (Pangonius) affinis Loew, 1859
                ◾Pangonius (Pangonius) dimidiatus Loew, 1859
                ◾Pangonius (Pangonius) escalerae Strobl, 1906
                ◾Pangonius (Pangonius) ferrugineus (Meigen, 1804)
                ◾Pangonius (Pangonius) fumidus Loew, 1859
                ◾Pangonius (Pangonius) granatensis Strobl, 1906
                ◾Pangonius (Pangonius) griseipennis Loew, 1859
                ◾Pangonius (Pangonius) hermanni Kröber, 1921
                ◾Pangonius (Pangonius) obscuratus Loew, 1859
                ◾Pangonius (Pangonius) sobradieli Séguy, 1934
                ◾Pangonius (Pangonius) variegatus Fabricius, 1805


•Subfam. Chrysopsinae Lutz, 1905
        ◦Trib. Chrysopsini Enderlein, 1922
            ◾Gen. Chrysops Meigen, 1803

                ◾Subgen. Chrysops Meigen, 1803

                    ◾Chrysops (Chrysops) caecutiens (Linnaeus, 1758)
                    ◾Chrysops (Chrysops) connexus Loew, 1858
                    ◾Chrysops (Chrysops) flavipes Meigen, 1804
                    ◾Chrysops (Chrysops) italicus Meigen, 1804
                    ◾Chrysops (Chrysops) mauritanicus Costa, 1893
                    ◾Chrysops (Chrysops) pictus Meigen, 1820
                    ◾Chrysops (Chrysops) relictus Meigen, 1820

            ◾Gen. Silvius Meigen, 1820

                ◾Subgen. Silvius Meigen, 1820

                    ◾Silvius (Silvius) alpinus (Scopoli, 1763)
                    ◾Silvius (Silvius) appendiculatus Macquart, 1846
                    ◾Silvius (Silvius) variegatus (Fabricius, 1805)

            ◾Gen. Nemorius Rondani, 1856

                ◾Nemorius vitripennis (Meigen, 1820)

•Subfam. Tabaninae Loew, 1860
    ◦Trib. Tabanini Enderlein, 1922
        ◾Gen. Hybomitra Enderlein, 1922

            ◾Hybomitra aterrima (Meigen, 1820)
            ◾Hybomitra bimaculata (Macquart, 1826)
            ◾Hybomitra caucasica (Enderlein, 1925)
            ◾Hybomitra ciureai (Séguy, 1937)
            ◾Hybomitra distinguenda (Verral, 1909)
            ◾Hybomitra expollicata (Pandellé, 1883)
            ◾Hybomitra micans (Meigen, 1804)
            ◾Hybomitra montana (Meigen, 1820)
            ◾Hybomitra tamujosoi Schacht y Portillo, 1982
            ◾Hybomitra valenciae (Leclercq, 1957)
            ◾Hybomitra vittata (Fabricius, 1794)
            ◾Hybomitra zaballosi Portillo, 1988

        ◾Gen. Atylotus Osten-Sacken, 1876

            ◾Atylotus agrestis (Wiedemann, 1828)
            ◾Atylotus flavoguttatus (Szilády, 1915)
            ◾Atylotus fulvus (Meigen, 1820)
            ◾Atylotus latistriatus (Brauer, 1880)
            ◾Atylotus loewianus (Villeneuve, 1920)
            ◾Atylotus mallorcanus (Enderlein, 1925)
            ◾Atylotus quadrifarius (Loew, 1874)
            ◾Atylotus rusticus (Linnaeus, 1767)
            ◾Atylotus venturii Leclercq, 1967

       

        ◾Gen. Tabanus Linnaeus, 1758
            ◾Subgen. Tabanus Linnaeus, 1758

                ◾Tabanus (Tabanus) albifrons Szilády, 1914
                ◾Tabanus (Tabanus) autumnalis Linnaeus, 1761
                ◾Tabanus (Tabanus) barbarus Coquebert, 1804
                ◾Tabanus (Tabanus) bifarius Loew, 1858
                ◾Tabanus (Tabanus) bovinus Linnaeus, 1758
                ◾Tabanus (Tabanus) brassofortei Travassos, 1980
                ◾Tabanus (Tabanus) briani Leclercq, 1962
                ◾Tabanus (Tabanus) bromius Linnaeus, 1758
                ◾Tabanus (Tabanus) castellanus Strobl, 1906
                ◾Tabanus (Tabanus) cognatus Loew, 1858
                ◾Tabanus (Tabanus) cordiger Meigen, 1820
                ◾Tabanus (Tabanus) darimonti Leclercq, 1964
                ◾Tabanus (Tabanus) eggeri Schiner, 1868
                ◾Tabanus (Tabanus) exclusus Pandellé, 1883
                ◾Tabanus (Tabanus) flavofemoratus Strobl, 1908
                ◾Tabanus (Tabanus) glaucopis Meigen, 1820
                ◾Tabanus (Tabanus) indrae Hauser, 1939
                ◾Tabanus (Tabanus) lunatus Fabricius, 1794
                ◾Tabanus (Tabanus) maculicornis Zetterstedt, 1842
                ◾Tabanus (Tabanus) martinii Kröber, 1928
                ◾Tabanus (Tabanus) miki Brauer, 1880
                ◾Tabanus (Tabanus) nemoralis Meigen, 1820
                ◾Tabanus (Tabanus) paradoxus Jaennicke, 1866
                ◾Tabanus (Tabanus) quatuornotatus Meigen, 1820
                ◾Tabanus (Tabanus) rectus Loew, 1858
                ◾Tabanus (Tabanus) regularis Jaennicke, 1866
                ◾Tabanus (Tabanus) rupium Brauer, 1880
                ◾Tabanus (Tabanus) spectabilis Loew, 1858
                ◾Tabanus (Tabanus) spodopteroides Olsufjev, Moucha y Chvála, 1969
                ◾Tabanus (Tabanus) spodopterus Meigen, 1820
                ◾Tabanus (Tabanus) sudeticus Zeller, 1842
                ◾Tabanus (Tabanus) tergestinus Egger, 1859
                ◾Tabanus (Tabanus) tinctus Walker, 1850
                ◾Tabanus (Tabanus) unifasciatus Loew, 1858

    ◦Trib. Haematopotini Bequaert, 1930
        ◾Gen. Haematopota Meigen, 1803

            ◾Haematopota bigoti Gobert, 1881
            ◾Haematopota crassicornis Wahlberg, 1848
            ◾Haematopota csikii Szilády, 1922
            ◾Haematopota enriquei Leclercq, 1971
            ◾Haematopota eugeniae Portillo y Schacht, 1984
            ◾Haematopota grandis Meigen, 1820
            ◾Haematopota italica Meigen, 1804
            ◾Haematopota lambi Villeneuve, 1921
            ◾Haematopota ocelligera (Kröber, 1922)
            ◾Haematopota pandazisi (Kröber, 1936)
            ◾Haematopota pluvialis (Linnaeus, 1758)
            ◾Haematopota pseudolusitanica Szilády, 1923.

   
◦Trib. Diachlorini Enderlein, 1922
        ◾Gen. Dasyrhamphis Enderlein, 1922

            ◾Dasyrhamphis atra (Rossi, 1790)
            ◾Dasyrhamphis denticornis (Enderlein, 1925)
            ◾Dasyrhamphis nigritus (Fabricius, 1794)

        ◾Gen. Philipomyia Olsufjev, 1964

            ◾Philipomyia aprica (Meigen, 1820)
            ◾Philipomyia graeca (Fabricius, 1794)


A la Subfamilia Tabaninae y la Tribu Tabanini ya los presenté cuando hablé del género Atylotus Osten-Sacken, 1876 y de Atylotus fulvus (Meigen, 1820). Ahora hablaré de otro de los géneros de esta Tribu.

Género Tábanus Linnaeus, 1758

El género Tabanus es, con gran diferencia, el que mayor número de especies tiene de todos los géneros pertenecientes a la familia Tabanidae. Los tábanos de este género son conocidos por ser vectores potenciales de carbunco, gusanos y tripanosomas. Algunas especies, como Tabanus bovinus, prefieren atacar a los bovinos y son menos dañinos para los humanos. 


Su color opaco varía del café, al gris y al verdoso. La talla muy variable, aunque en general son de talla media (hasta 17 mm) o grande (al menos 18 mm). Se caracterizan por tener la cabeza no semiglobulosa y apenas cóncava en la parte posterior, frente con dos callosidades (a veces solo una) bien desarrolladas (al menos la basal) y que pueden estar unidas o separadas entre sí, los ojos lampiños o pilosos, muy oscuros en los ejemplares secos, y verdes o mas o menos rojos oscuros, con 1-3 bandas o incluso ninguna, en los ejemplares vivos o rehidratados. Las antenas tienen dos segmentos basales cortos y un tercero largo y anillado. Las venas de las alas son muy caraterísticas en esta familia, especialmente las ramas de la cuarta vena longitudinal. La proboscis es blanda y está dirigida hacia abajo. Su abdomen es de color negro o gris, frecuentemente con manchas laterales pardoamarillentas o pardorrojizas más o menos extensas. 


Recordemos que en la Península ibérica podemos encontrarnos las siguientes especies:

Tabanus albifrons 
Tabanus autumnalis 
Tabanus barbarus 
Tabanus bifarius 
Tabanus bovinus 
Tabanus brassofortei 
Tabanus briani 
Tabanus bromius
Tabanus castellanus 
Tabanus cognatus 
Tabanus cordiger 
Tabanus darimonti 
Tabanus eggeri 
Tabanus exclusus 
Tabanus flavofemoratus 
Tabanus glaucopis 
Tabanus indrae 
Tabanus lunatus 
Tabanus maculicornis 
Tabanus martinii 
Tabanus miki 
Tabanus nemoralis 
Tabanus paradoxus 
Tabanus quatuornotatus
Tabanus rectus 
Tabanus regularis 
Tabanus rupium 
Tabanus spectabilis 
Tabanus spodopteroides 
Tabanus spodopterus 
Tabanus sudeticus 
Tabanus tergestinus 
Tabanus tinctus 
Tabanus unifasciatus 

Metástasis cerebral de melanoma maligno

El melanoma maligno es el tercer tumor primario en producir metástasis cerebrales, precedido del carcinoma de pulmón y el de mama.

Durante muchos años esto ha sido de mucha importancia para los médicos que se presentaban a la prueba MIR en nuestro país, pues era una de las preguntas típicas del examen.

Los sitios más frecuentes de metástasis del melanoma maligno son pulmón, hígado, hueso y cerebro. Las metástasis cerebrales ocurren clínicamente en un 10 a 40% de los casos, y hasta en un 60% de los pacientes con diseminación del melanoma. En las autopsias se encuentrar sin embargo en un 12 a 74% de los pacientes.

El periodo de tiempo transcurrido desde que se hace el diagnóstico del tumor primario y el desarrollo de metástasis es de 3.7 años, sin embargo se han documentado casos tardíos que aparecen entre 10 y 25 años después.

Se han relacionado como factores de riesgo para metástasis cerebrales el género masculino, lesiones primarias en mucosas, melanoma primario cutáneo en cabeza o cuello, histología acral lentiginosa o nodular,  lesiones gruesas y ulceradas y localizaciones del primario en cabeza o cuello.

La forma de presentación más común de las metástasis cerebrales es la sintomatología neurológica focal (aunque las lesiones no localizadoras también son frecuentes); ubicándose usualmente en los lóbulos frontal (36.1%), parietal (26.4%), temporal (18.9%), occipital (10.6%), cerebelo (7%), y tallo (0.9%). Pueden presentarse con signos neuropsiquiátricos (hasta un 78%, s, pero solamente el 18% como primer síntoma) o con síntomas de efecto masa.

En el TAC cerebral las lesiones se aprecian como nódulos únicos ( 54.2%) o múltiples (45.8%) hiperdensos que refuerzan con el uso decontraste iv, y por lo general se localizan en la materia gris o en la unión materia gris subcortical con materia blanca, rodeados de cantidades variables de edema y frecuentemente hemorragia. En ocasiones la presencia de hemorragia intraparenquimatosa, subaracnoidea o subdural puede ser el único hallazgo.

Desgraciadamente el tratamiento es solamente paliativo mediante cirugía, radioterapia, radiocirugía y quimioterapia.

La supervivencia de los pacientes diagnosticados de Melanoma maligno con metástasis cerebrales depende de

1) el estadiaje de la lesión primaria
2) el género masculino
3) el número de lesiones encefálicas
4) el tratamiento empleado.

La supervivencia posterior al diagnóstico es de 3.4 a 13.2 meses. En los casos sometidos a cirugía  sin terapia adyuvante se consigue una supervivencia de 5 a 22 meses, en los pacientes que sólo recibieron radioterapia de 2 a 4 meses y de 3 semanas a 2 meses en los casos abordados con terapia paliativa.

Presentaré ahora un caso de una mujer de 84 años de edad, hipertensa y afecta de Osteoartrosis y osteoporosis postmenopausica que había sido estudiada  por Dermatología en marzo de este año por lesión melánica en talón izquierdo haciendose exéresis lesión tumoral que fue diagnóstica de

-MELANOMA NODULAR ULCERADO DE 2,3 CM CON BORDES QUIRÚRGICOS LIBRES.
-NIVEL DE CLARK: 4.
-GROSOR DE BRESLOW: 6.5 MMS.
-SIN EVIDENCIA DE SATELITOSIS NI INFILTRACIÓN LINFOVASCULAR.
-LINFOCITOS INTRATUMORALES: AUSENTES.
-TIPO DE CÉLULA: EPITELIOIDE.
-5 MITOSIS/MM2.
-TNM: pT4b.

Por lo que fue diagnosticada de  melanoma nodular ulcerado de talón, Breslow 6.5 m, 5 mitosis/mm2, pT4b con adenopatías en cadena ilíaca externa e inguinal izquierdas.

Acudió al servicio de urgencias hospitalarias por inestabilidad y alteración del pensamiento y comportamiento.

Con sus antecedentes se realizó un TAC cerebral inicialmente sin contraste iv que mostró tres lesiones intraparenquimatosas en el hemisferio izquierdo de densidad heterogénea y con abundante edema. Una frontal que desplazaba la linea media y comenzaba a colapsar el asta frontal de ventrículo lateral izquierdo y otras dos parietales, una izquierda tambien heterogenea por sangrado, con menos edema que la frontal y otra derecha subcortical hiperdensa y sin edema.




y que el radiólogo informó  tenian el siguiente tamaño frontal izquierdo (3,8 cm), parietal ipsilateral (2,8 cm)

Respecto al tratamiento de estas metastasis ni diré demasiado: la radiocirugía es una opción a considerar en pacientes con metástasis pequeñas (únicas o múltiples), diversos estudios le atribuyen una supervivencia  promedio en estos casos de 7 a 12 meses.

La quimioterapia en estos casos no es muy efectiva, probablemente por la mala penetrancia de las drogas a través de la barrera hematoencefálica y la resistencia del tumor a los fármacos utilizados. La Temozolomida es un agente alquilante oral que ha demostrado actividad antitumoral    sólo en una minoría de pacientes, su beneficio se ha asociado al uso concomitante de radioterapia, ya que aumenta el efecto de la irradiación. También se ha utilizado el Cisplatino intracarotideo.

Recientemente los estudios de investigación se han enfocado en el papel que poseen las caderinas y la matriz-metaloproteinasas (MMPs) en la patogénesis del melanoma. Las caderinas son una familia de glicoproteínas de membrana que median la adhesión celular, particularmente entre melanocitos y queratinocitos. Las células del tumor melanoma producen y secretan MMPs, las cuales favorecen la invasión tumoral al degradar el tejido extracelular circundante. Estos descubrimientos se están estudiando para valorar el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas para el melanoma maligno y sus metástasis a distancia.

viernes, 26 de octubre de 2018

Válvulas de derivación ventriculoperitoneal

Hace tiempo presente un caso que atendí en una guardia en el que la paciente que que consultaba por cefalea acabó con el diagnóstico de Trombosis del seno venoso cerebral. En ese momento hacía una introducción sobre el líquido cefalorraquídeo, su formación, circulación y absorción que voy a transcribir tal cual de nuevo porque ha de servirnos de introducción para lo que voy a contar hoy. El que se sepa esto al dedillo que se salte esta introducción si quiere.

El Sistema Nervioso Central (SNC), formado por el encéfalo y la médula espinal está protegido por un fluido de color amarillento, el líquido cefalorraquídeo (LCR) que lo mantiene húmedo y lo protege de los golpes, entre otras funciones.

En el interior del cerebro y de la médula espinal existe un sistema de cavidades que se comunican entre sí y que están llenas de un líquido llamado cefaloraquídeo o fluido cerebroespinal: son el sistema ventricular cerebral y el epéndimo. En el interior de cada uno de los hemisferios cerebrales encontramos una cavidad de forma irregular que denominamos ventrículos laterales. Es en los plexos coroideos (capilares sanguíneos) localizados en los ventrículos laterales donde se forma el líquido cefalorraquídeo. Los ventrículos laterales se continúan con una cavidad central y mas delgada mediante el orificio de Monro. Esta cavidad denominada ventrículo medio o tercer ventrículo se estrecha de forma descendente transformándose en un conducto, denominado Acueducto de Silvio. Este acueducto comunica con otro ventrículo ubicado en la línea media denominado cuarto ventrículo el cual está tapado por el cerebelo, se continua distalmente con el conducto del epéndimo que recorre el interior de la médula espinal hasta el extremo caudal y se abre al espacio subaracnoideo mediante los orificios de Luschka y Magendie.



Ventrículos laterales (A1) en el telencéfalo
Tercer ventrículo (A – C2) en el diencéfalo
Cuarto ventrículo (A – C3) en el romboencéfalo (puente y médula oblonga).
Foramen interventricular o foramen de Monro (A - C4)
Acueducto de Sylvio) (A – C5).
 En los ventrículos laterales distinguimos:
Astas anteriores o frontales (BC6) relacionados lateralmente con la cabeza del núcleo caudado, medialmente por el septum pellucidum y dorsalmente con el cuerpo calloso.
Una parte central esrecha (BC7) encima del tálamo.
Astas inferiores o temporales (BC8)
Astas posteriores u occipitales (BC9)

El liquido cefalorraquídeo está pues bañando todo el SNC y dentro de las cavidades relatadas, circulando de forma continúa y manteniendo unos niveles de presión mas o menos constantes.

La pared lateral del tercer ventrículo está formada por el tálamo con la conexión intertalámica (C10) y el hipotálamo. El receso óptico (C11) y el receso infundibular (C12) se proyectan rostralmente, y el receso suprapineal (C13) y el receso pineal (C14) lo hacen cadualmente.

El cuarto ventrículo forma una especie de tienda sobre la fosa romboidea entre el cerebelo y la médula oblonga, enviando a ambos lados un largo receso lateral (BC15). Al final de cada uno de estos recesos laterales se encuentra una abertura denominada foramen de Luschka y foramen de Key y Retzius). En la zona de unión con el velo medular inferior se encuentra una abertura media denominada foramen de Magendie.

El liquido cefalorraquídeo que baña al SNC (A) se encuentra entre dos capas leptomeningeas que forman el denominado espacio subaracnoideo: la interna denominada piamadre y la externa denominada aracnoides. Este es un espacio estrecho que recubre la convexidad de los hemisferios cerebrales y que se amplía unicamente en algunas áreas concretas de la base del cerebro formando lo que se denominan cisternas. La cisterna de mayor tamaño es la cisterna cerebelosa (A16) que se localiza entre el cerebelo y la médula oblonga. En el ángulo formado por el suelo del diencéfalo, los pedúnculos cerebrales y el puente se sitúa la cisterna interpeduncular (A17) y enfrente de ella, próxima al quiasma ópitco se sitúa la cisterna quiasmática (A18). La superficie del cerebelo, los tubérculos cuadrigéminos y la glándula pineal delimitan la denominada cisterna ambiens (A19).








Aracnoides (2)
Espacio subdural (12).
Espacio subaracnoideo (13),
Trabéculas y septos de piamadre (14) delimitando cámaras en el espacio subaracnoideo.
Cuerpos de Pacchioni: vegetaciones de la aracnoides que protuyen en senos de la aracnoides formándo gránulos meningeos (15).
Seno venoso sagital superior (16)
Lateral lacunae (17),
Granular foveolae (18) correspondiente a las granulaciones de Pacchioni
Piamadre (3)
Scalp (19)
Cráneo (20)
Diploe oseo (21)

El líquido cefaloraquídeo formado en los plexos coroideos de los ventriculos laterales recorre el circuito anteriormente descrito hasta el cuarto ventrículo de donde pasa al epéndimo y al espacio subaracnoideo que rodea al encéfalo y la médula espinal por el Agujero de Luschka. Cuando el líquido cefalorraquídeo llega al seno venoso, se reabsorbe en las Granulaciones de Pacchioni, que son pequeñas eminencias en el tejido aracnoideo debajo de la duramadre del cerebro. Estas granulaciones producen por presión pequeñas depresiones en la superficie interna del hueso parietal y que se estudian siempre el primer año de anatomía cuando se estudia ese hueso.

Para que este equilibrio entre producción y reabsorción de LCR no tenga problemas todas las vías por donde circula deben estar permeables. Las estenosis congénitas, el colapso de un conducto por algo que lo comprima o lo obstruya, como un tumor o un coágulo de sangre por ejemplo, pueden alterarlo. Cualquiera de ellos provoca la retención de LCR en los ventrículos que comienzaran a dilatarse  si no se soluciona el problema se desarrollará hipertensión intracraneal, una complicación que puede ser muy grave y llevar incluso a la muerta del paciente.

Por suerte a alguien se le ocurrió hace ya muchos años un método sencillo para evitar esto: perforar el cráneo, atravesar el cerebro con un tubo rígido hasta llegar a los ventrículos y dejar que el líquido fluyese fuera del cráneo hacia dentro del abdomen, para ello el sistema de drenado se conectaría a una válvula subcutánea unidireccional, usualmente por detrás de la oreja y ésta a un largo catéter de plástico, que se introducía por debajo de la piel del cuello, para bajar por la pared anterior del tórax y una vez atravesado el diafragma dejar la punta en la cavidad abdominal donde la membrana del peritoneo reabsorbería el líquido necesario a ambos catéteres. Cuando se acumula presión adicional alrededor del cerebro, la válvula se abre y el líquido excedente sale de este hacia la zona del abdomen.   Esto es lo que se llama “derivación ventriculoperitoneal”.

Hay diferentes tipos de estas válvulas:

    1. Válvulas de derivación libre: no permiten tener un control de la presión a la cual se necesita que el paciente llegue, incluso el control a largo plazo. Se soluciona la patología pero no se obtiene un resultado óptimo. No se adaptan al hecho de que se producen fluctuaciones importantes en el drenaje cuando el paciente se acuesta en la cama para dormir o cuando la causa desencadenante de la hidrocefalia empeora.
      
    2. Válvulas de presión fija: estas vienen con cinco rangos de presión y el cirujano define cual es la ideal para el paciente. El ajuste de la presión de apertura de la válvula se realiza con un imán (un campo magnético codificado) aplicado desde el exterior sobre la válvula subcutánea, que hace relieve en la piel de la cabeza del paciente. Este  campo magnético externo modifica la presión de salida de flujo de LCR a través de la válvula y permite corregir las fluctuaciones de la presión intracraneal de manera cómoda y ambulatoria.El funcionamiento del dispositivo es uno mucho más exacto, pero precisan recambios con relativa frecuencia por cambios fisiológicos del paciente con el crecimiento o cambio de las condiciones de presión del circuito por otros motivos.
      
    3. Válvulas programables: estas tienen un rango de 18 presiones que permiten hacer ajustes a lo largo del proceso para encontrar el punto ideal de presión con mejores resultados clínicos de una manera no invasiva. Estas válvulas programables, a pesar de que son metálicas, no producen  artefactos en las imágenes de TAC craneoencefálicas, aunque algunas si pueden dar algún que otro problema en las resonancias, como la producción de artefactos en las imágenes, la desprogramación por los campos magnéticos de la RMN o el calentamiento del material metálico del programador.

Ahora que ya sabemos que es una válvula de derivación ventriculoperitoneal y sus tipos voy a enumerar sucintamente sus posibles complicaciones. Las complicaciones las podemos dividir en dos grandes grupos según sea de la porción del sistema que se halla dentro del cráneo o de la porción extracraneal.

Las complicaciones intracraneales mas frecuentemente descritas son:

    • Infección del catéter. Prevalencia del 2,6%-38% de los casos. Muchas se asocian a disfunción de la válvula. La mayoría de las infecciones se desarrollan dentro de los 2 meses siguientes a la colocación de la derivación. Los microorganismos más comúnmente implicados son Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, o entéricos gramnegativos. Las infecciones repetidasabocar en una trombosis de los senos venosos (recuerdo esto porque nosotros ya hemos visto en una entrada del blog una trombosis de seno venoso longitudinal, aunque de otra etiología).

    • Obstrucción de la derivación. Puede ocurrir en cualquier momento después de su colocación. Suele cursar con clínica de hipertensión intracraneal. Los puntos críticos del sistema son las extremidades de los catéteres y la válvula. El extremo intracraneal puedo obstruirse mecánicamente por los plexos coroideos.

    • Drenaje excesivo provocando cuando esto pasa de forma brusca colapso del cerebro y acumulación de colecciones extraxiales líquidas o hemáticas (inclkidos hematomas subdurales), o cuando ocurre de forma paulatina y progresiva un colapso ventricular dando lugar a lo que conocemos como síndrome de ventrículos en hendidura que se caracteriza sobre todo porque la cefalea del paciente y resto de los síntomas suelen ser posturales, notando el paciente mejoría en posición supina.

    • Malposición proximal.  El catéter puede estar situado en el parénquima cerebral, el plexo coroideo o el asta temporal del ventrículo lateral, dando lugar al fallo temprano de la derivación. Suele detectarse por clínica de HIC tras la colocación del sistema.

    • Loculación del sistema ventricular: se produce cuando se desarrollan compartimentos de líquido, separados, no comunicantes, dentro de los ventrículos. Los niños con antecedentes de hemorragia o ventriculitis tienen mayor riesgo de desarrollarla. Es importante porque los compartimentos de líquido loculados aumentan de tamaño con el tiempo causando compresión sintomática del parénquima cerebral circundante.

    • Herniación paradójica: Poco frecuente. Debida a la vulnerabilidad del contenido craneal a la presión atmosférica tras la normalización de presiones tras colocar la válvula de derivación. Se ven herniaciones subfalciana y transtentorial descendente. Acaban en disfunción mesodiencefálica. Es una urgencia neuroquirúrgica y el tratamiento urgente es necesario para aumentar la presión intracraneal.

Las complicaciones extracraneales son:

    • Pseudoquiste abdominal. Es una colección líquida intraabdominal, loculada, que se desarrolla en el peritoneo.

    • Malposición o migración del catéter de derivación ventricular también puede ocurrir en el extremo distal, ya sea en el abdomen, aurícula o cavidad pleural. Se suele asociar a disfunción de la válvula. Cuando el tubo distal peritoneal está malposicionado, la TC a menudo revela dilatación ventricular después de cierto tiempo.

    • Rotura del catéter. Típicamente ocurre muchos años después de la inserción inicial y  se relaciona tanto con el estrés biomecánico por el crecimiento del sujeto, como con la degradación inherente de los componentes debido a reacciones del huésped.


Y ahora llega lo curioso, una complicación extracraneal, relativamente benigna si no provoca clínica y que yo no sabía hasta el otro día que podía ocurrir: la formación de un bucle del catéter. Normalmente ocurren a nivel cervical, porque es el punto del trayecto en el que el catéter está mas libre o movible.



Imagen del cuello en extensión, superficie laterocervical izquierda





Rx del cuello del paciente en el que se aprecia muy bien el bucle del catéter


Una vez puesto en contacto con el neurocirujano, éste indicó el estudio de imagen del trayecto de la
válvula al completo para descartar ninguna otra complicación mas seria del sistema asociada al loop
cervical. No la hubo, y aquí os dejo las imágenes que lo demuestran.


Imagen de reconstrucción 3D del TAC craneal que muestra la integridad de la válvula


Rx del abdomen mostrando la integridad del cateter intrabdominal
y su correcta situación sin complicaciones



Teratoma quistico de ovario como consulta hospitalaria urgente por dolor abdominal

La experiencia personal me ha enseñado que no es raro encontrarse en urgencias que una mujer adulta que consulta por dolor abdominal en las urgencias de un Hospital tenga a la exploración una masa abdominal, y si es en la mitad inferior del abdomen es relativamente frecuente que corresponda con un tumor de origen ginecológico.

Las mujeres son complicadas, también por dentro, por lo que nunca me tomo a guasa el dolor abdominal de una mujer. Con los dolores abdominales de las mujeres no es raro que acabe participando el ginecólogo antes o después. La velocidad con la que se le llame depende de la experiencia y capacidad del médico que la atiende de recordar la anatomía de la fémina y la variedad de problemas patológicos que puede presentar que nuca va a presentar un varón.

Dentro de las masas tumorales del hemiabdomen inferior de causa ginecológica la mas frecuente en una mujer es el tumor de ovario, las de útero van por detrás en frecuencia.

Y tumores de ovario hay de muchos tipos, tanto benignos como malignos. Los mas frecuentes son los benignos (alrededor del 75 - 80 %) que son los que solemos ver además en mujeres mas jóvenes, entre los 20 y los 48 años de edad. El problema que tienen estos tumores es que en el momento de la detección muchos tienen ya un gran tamaño que complica las cosas (de ahí la consulta urgente, por el dolor o por las complicaciones debidas al tamaño).

Los ovarios contienen tres tipos diferentes de tejidos, cada uno de los cuales puede dar lugar a diferentes tipos de tumores:

• Células epiteliales que cubren el ovario. De ellas se forman los tumores epiteliales ováricos que son además los mas frecuentes y pueden ser benignos (los mas frecuentes, como adenomas serosos, adenomas mucinosos y tumores de Brenner), de bajo potencial maligno (es el conocido como como cáncer ovárico epitelial fronterizo) y malignos (carcinomas que representan de 85 a 90 % de los cánceres de ovario).

• Células germinales que se encuentran en el interior del ovario. De ellas se forman los tumores germinales del ovario que representan menos del 2% de los tumores del ovario y que suelen ser benignos aunque algunos son  cancerosos. Representan el 10-20% de todas las neoplasias de ovario. Existen varios subtipos de tumores de células germinales. Los más comunes son teratoma, disgerminoma, tumor del seno endodérmico y coriocarcinoma o pueden ser una mezcla de más de un solo subtipo. Un 95% de los tumores germinales del ovario corresponden a teratomas y solo el 1% corresponde a patología malignas de ovario,.

• Células estromales que forman el tejido de soporte o estructural que sostienen el ovario y que producen principalmente estrógeno y progesterona. De ellas se forman los tumores estromales del ovario.


EL  TERATOMA OVARICO


Hoy quiero hablar del Teratoma porque es el tumor de células germinales mas frecuente del ovario y porque tengo imágenes que mostrar de un caso de la guardia de hoy, precisamente de una mujer en edad fértil (47 años) que consultó en urgencias por un dolor abdominal de aproximadamente un mes de evolución y que me pasaron para atender a la consulta de filtro, donde se atiende la patología banal (a pesar que ya avise de entrada a enfermería que un caso así no debería atenderse en la sala en la que se ven las mariconadas y la patología que no debe de acudir a las urgencias hospitalarias). Pero eso es harina de otro costal y creo que después de tantos años trabajando lo doy como una batalla perdida.
Teratoma es una palabra que deriva del griego "tera, teratos" que quiere decir pesadilla o monstruo y el sufijo "-oma" que indica bulto o tumor.

El teratoma es un tumor encapsulado con componentes de tejidos u órganos que recuerdan los derivados normales de las tres capas germinales. El diagnóstico definitivo se basa precisamente en su histología, que mostrará componentes que provienen de las tres capas germinativas (endodermo, mesodermo, ectodermo), por ello cuando observamos los teratomas con un microscopio, se asemejan a cada una de las tres capas de un embrión en desarrollo.

A menudo, los teratomas se presentan en los ovarios de la mujer. Las localizaciones más frecuentes descritas son la región sacrococcígea (57%) y las gónadas (29%), estas últimas, con mayor afectación en adultos. También se han documentado en el mediastino, retroperitoneo, región cervical e intracraneal. En casos aislados se han detectado en el estómago, corazón, pleura, faringe, tiroides, base del cráneo, maxilar, hígado, próstata, vagina y tejido celular subcutáneo.

El teratoma ovárico tiene dos formas:

    • Teratoma inmaduro (3% de los casos): es la forma maligna o cancerosa. Se presentan en niñas y mujeres jóvenes (17 a 21 años). Son poco frecuentes y contienen células que se asemejan a tejidos embrionarios o fetales, tales como el tejido conectivo, las vías respiratorias y el cerebro. Cuando están limitados al ovario, éste se extirpa, pero cuando se han extendido más allá del ovario y/o una gran parte del tumor tiene un aspecto muy inmaduro (teratomas inmaduros de grado 2 o 3), se recomienda además  quimioterapia. Estos tumores raramente se palpan a través del abdomen. Es raro en el ovario pero curiosamente frecuente en el testículo.

    • Teratoma maduro: es la forma benigna. Afecta a mujeres en edad genésica aunque puede presentarse a cualquier edad. También le llamamos a quiste dermoide porque su revestimiento se asemeja a la piel normal. Son tumores quisticos y que contienen diversas clases de tejidos benignos incluyendo hueso, pelo y dientes. El tratamiento es la extirpación quirúrgica. Estos son los tumores germinales mas frecuentes del ovario y no es raro que los palpemos a través del abdomen.
     
Del Teratoma maduro existen dos tipos fundamentales:

1) Teratoma sólido maduro: Poco frecuente (15 al 20% de teratomas maduros y 1% de todos los teratomas).La edad de presentación es similar a la de teratoma inmaduro. Poseen áreas hemorrágicas de aspecto necrótico.

2) Teratoma quístico maduro o quiste dermoide: compuesto por tejidos maduros derivados de una o más capas germinales, en la mayoría de los casos se puede observar una predominancia ectodérmica y en muy raros casos puede estar presente  resto de retina, páncreas, timo, glándulas adrenales y otros tejidos. Representa el 5-10% de todos los tumores quísticos del ovario, el 99% de todos los teratomas y el 5-25% de todas las neoplasias del ovario. Es siempre benigno, pero en ocasiones puede malignizarse uno de sus elementos (1,8% de los casos), a carcinoma epidermoide (80%) de los casos), adenocarcinoma, sarcoma carcinoide, carcinoma de tiroides y melanoma. No tiene predilección en relación a localización (derecho/izquierdo), en el 7-25% de los casos son bilaterales. La mayoría son asintomáticos y  amenudo se descubre como hallazgo incidental en el examen físico, examen radiológico, o durante una cirugía abdominal realizada para otra  indicación. Cuando no provocan dolor abdominal el 48%, hemorragia uterina anormal o concomitante el 15%, o aumento del volumen abdominal el 15%. La rotura del quiste dermoide es rara (1 a 1,2%) pero en el embarazo aumenta incluso hasta el 16% ; constituye una urgencia quirúrgica en el 2,5%3. 

3) Teratoma monodérmico: el menos frecuente, una variante de este es Struma Ovarii (tejido tiroideo exclusivamente), con frecuencia es unilateral, puede ser funcionante y causar hipertiroidismo, representa menos del 5% de los casos de teratoma monodérmico, es más frecuente en mujeres a partir de la quinta década. Del 5 al 10 % son considerados malignos.

4) Teratoma monodérmico carcinoide: similares a los que se identifican en el tracto gastrointestinal, asociados a otros componentes teratomatosos en un 85 a 90% de los casos, las formas que no contienen componente carcinoide puro son  mayormente combinados con quiste dermoide y menos común con un teratoma sólido maduro, o tumor mucoso quístico.


EL CASO CLÍNICO DE HOY


Pues  bien, ha llegado el momento de contar el caso de hoy, una mujer de 47 años de edad con problemas de alcoholismo y  sin otros antecedentes de interés al caso, que consulta por un dolor abdominal de por lo menos un mes de evolución que ha ido en aumento y que sufre exacerbaciones con las maniobras de prensa abdominal como toser, defecar, y también incluso al orinar, pero sin clínica miccion al asociada. La paciente refiere también adelgazamiento.

De la exploración me llama inmediatamente el intenso dolor a la palpación de la zona infraumbilcal y sobre todo FII sin in peritonismo claro pero en la que se nota un efecto masa de contornos difíciles de delimitar por el dolor de la  paciente.

Con todo lo dicho hasta ahora simplemente sumando mujer en edad fértil + dolor abdominal infraumbilical + masa palpable por pura estadística ya debemos sospechar tumor ginecológico probablemente ovárico seguido de probabilidad por uterino. En este caso yo intuí un tumor ginecológico a expensas de anexos izquierdos y que además englobaba al útero muy probablemente comprimiendo y/o desplazando.

Pedí los análisis de sangre de rigor y el de orina con un test de embarazo y pase la paciente a un compañero para que fuese atendida el resto del tiempo que estuviese en urgencias en un lugar mas decente y adecuado para una patología que no es trivial y que presuponía que iba a necesitar posteriormente de la consulta del ginecólogo.

Se le solicitó como pruebas de imagen una rx de abdomen que mostraba fundamentalmente una ocupación pélvica predominantemente izquierda con ligero desplazamiento del contenido intestinal hacia arriba y que no era diagnóstica de nada en especial.


Una ecografia abdominal mostraba una tumoración quistica con áreas de contenido solido a expensas de los anexos izquierdos



y posteriormente se hizo un un TAC abdominopélvico sin contraste iv que mostró lo siguiente





Una masa pélvica de 16 x 13 x 11 cm (diámetros cráneo- caudal, coronal y antero- posterior respectivamente) de bordes bien definidos y fino realce periférico con alguna calcificación puntiforme. La masa es hipodensa y contiene  en su interior múltiples imágenes redondeadas (ecogénicas y sin flujo en ecografía y con densidad grasa y/o sólida en TC).

Se localiza en la  línea media pélvica, desplazando inferiormente la vejiga y el útero, con los  que contacta; también contacta con recto- sigma - con heces en su interior - que impresionan de desplazados y parcialmente comprimidos por la masa.
Se visualiza el ovario derecho, contactando ligeramente con el borde posterolateral derecho de la masa.
Ligero aumento de densidad de la grasa anteroinferior respecto a la masa (regiones inguinales y prevesical).
Asas de calibre normal, sin datos de oclusión.
No se visualiza líquido libre.
Además se aprecia una hepatomegalia homogénea.








CONCLUSIÓNES


Gran masa pélvica de probable origen ovárico izquierdo, que podría estar en relación con teratoma/teratocarcinoma, sin descartar definitivamente otras posibilidades .
Alteración de la grasa de vecindad que podría ser secundaria a edema/ingurgitación vascular por el efecto masa, sin descartar definitivamente carcinomatosis peritoneal.
Datos de hepatopatía.


Ahora hay que esperar a ver que dice la anatomía patológica de la pieza quirúrgica