jueves, 13 de julio de 2017

La cópula de los caballitos del diablo

Hace un par de días decidí aprovechar la mañana libre de uno de mis días de vacaciones en dar un paseo con mis dos hijos pequeños. Como no había mucho tiempo porque habían estado durmiendo como lirones y se levantaron de cama tarde, pensé en iniciar con ellos un sendero que transcurre por la ribera de un río, cerca de casa. De esta manera me aseguraba una mañana en la naturaleza y entretenimiento seguro dedicando nuestro tiempo para enseñarles algo de Biología.

Una rivera de un río a mediados de Julio es buen lugar para encontrarse con algún odonato y por supuesto que esa fue una de las cosas que ocurrieron.

No hace demasiado escribí una introducción a los odonatos en la que una de las cosas obligadas era explicar la diferencia entre libélulas y caballitos del diablo. Eso fue también lo primero que hice con mis dos hijos.

Estábamos viendo una zona del río llena de odonatos que se podían facilmente clasificar en:

1. Zygoptera

porque tenían ojos muy separados, abdomen cilíndrico y delgado y alas anterior y posterior de la misma forma, que en posición de descanso juntaban y plegaban sobre el abdomen.

2. Calopterygidae Calopteryx

porque tenían la alas rectas (no pedunculadas en la base) y con venación muy fina y cerrada, un pterostigma transparente o blanco en las alas de las hembras y mayor o menor cantidad de color azul metálico en las alas de los machos.

Si atendemos a la siguiente lista de las especies de odonatos que podemos encontrarnos en el área Íbero-balear

Anisoptera

1.- Aeshna affinis Vander Linden, 1820
2.- Aeshna cyanea (Müller, 1764)
3.- Aeshna juncea (Linnaeus, 1758)
4.- Aeshna mixta Latreille, 1805
5.- Aeshna isosceles (Müller, 1767)
6.- Anax imperator Leach, 1815
7.- Anax parthenope (Selys, 1839)
8.- Hemianax ephipigger (Burmeister, 1839)
9.- Brachytron pratense (Müller, 1764)
10.- Boyeria irene (Fonscolombe, 1838)
11.- Gomphus graslinii Rambur, 1842
12.- Gomphus pulchellus Selys, 1840
13.- Gomphus simillimus Selys, 1840
14.- Gomphus vulgatissimus (Linnaeus, 1758)
15.- Paragomphus genei (Selys, 1841)
16.- Onychogomphus costae Selys, 1885
17.- Onychogomphus forcipatus (Linnaeus, 1758)
18.- Onychogomphus uncatus (Charpentier, 1840)
19.- Lindenia tetraphylla (Vander Linden, 1825) Extinta
20.- Cordulegaster boltonii (Donovan, 1807)
21.- Cordulegaster bidentata Selys, 1843
22.- Cordulia aenea (Linnaeus, 1758)
23.- Macromia splendens (Pictet, 1843)
24.- Somatochlora metallica (Vander Linden, 1825)
25.- Oxygastra curtisii (Dale, 1834)
26.- Brachytemis leucosticta (Burmeister, 1839)
27.- Crocothemis erythraea (Brullé, 1832)
28.- Diplacodes lefebvrei (Rambur, 1842)
29.- Leucorrhinia dubia (Vander Linden, 1825)
30.- Libellula depressa Linnaeus, 1758
31.- Libellula fulva Müller, 1764
32.- Libellula quadrimaculata Linnaeus, 1758
33.- Orthetrum brunneum (Fonscolombe, 1837)
34.- Orthetrum coerulescens (Fabricius, 1798)
35.- Orthetrum cancellatum (Linnaeus, 1758)
36.- Orthetrum chrysostigma (Burmeister, 1839)
37.- Orthetrum nitidinerve (Selys, 1841)
38.- Orthetrum trinacria (Selys, 1841)
39.- Selysiothemis nigra (Vander Linden, 1825)
40.- Sympetrum flaveolum (Linnaeus, 1758)
41.- Sympetrum fonscolombii (Selys, 1840)
42.- Sympetrum meridionale (Selys, 1841)
43.- Sympetrum pedemontanum (Müller in Allioni, 1766)
44.- Sympetrum sanguineum (Müller, 1764)
45.- Sympetrum sinaiticum Dumont, 1977
46.- Sympetrum striolatum (Charpentier, 1840)
47.- Sympetrum vulgatum (Linnaeus, 1758)
48.- Trithemis annulata (Palisot de Beauvois, 1807)
49.- Trithemis kirbyi Selys, 1891
50.- Zygonyx torridus (Kirby, 1889)

Zygoptera

51.- Calopteryx haemorrhoidalis (Vander Linden, 1825)
52.- Calopteryx xanthostoma (Charpentier, 1825)
53.- Calopteryx virgo (Linnaeus, 1758)
54.- Ceriagrion tenellum (de Villers, 1789)
55.- Coenagrion caerulescens (Fonscolombe, 1838)
56.- Coenagrion hastulatum (Charpentier, 1825)
57.- Coenagrion mercuriale (Charpentier, 1840)
58.- Coenagrion puella (Linnaeus, 1758)
59.- Coenagrion pulchellum (Vander Linden, 1825)
60.- Coenagrion scitulum (Rambur, 1842)
61.- Enallagma cyathigerum (Charpentier, 1840)
62.- Erythromma viridulum (Charpentier, 1840)
63.- Erythromma lindenii (Selys, 1840)
64.- Ischnura elegans (Vander Linden, 1820)
65.- Ischnura graellsi (Rambur, 1842)
66.- Ischnura pumilio (Charpentier, 1825)
67.- Pyrrhosoma nymphula (Sulzer, 1776)
68.- Platycnemis acutipennis Selys, 1841
69.- Platycnemis latipes Rambur, 1842
70.- Platycnemis pennipes (Pallas, 1771)
71.- Lestes barbarus (Fabricius, 1798)
72.- Lestes dryas Kirby, 1890
73.- Lestes macrostigma (Eversmann, 1836)
74.- Lestes sponsa (Hansenmann, 1823)
75.- Lestes virens (Charpentier, 1825)
76.- Lestes viridis (Vander Linden, 1825)
77.- Sympecma fusca (Vander Linden, 1820)

veremos que tenemos pocas especies de Calopteryx entre las que dudar: Calopteryx haemorrhoidalis, Calopteryx xanthostoma o Calopteryx virgo.

Para diferenciarlos, lo primero que tenemos que saber es que los machos son azulados (a excepción de la subespecie occasi de C. haemorrhoidalis) y que ese color se extiende también por sus alas, mientras que las hembras son verdes o marrones, con las alas de los mismos colores pero quizás un poco mas claras. Además las hembras tienen en sus alas pseudopterostigmas blancos que no tienen los machos. Hay que decir que no son pterostigmas verdaderos porque están surcados por venas alares). Además estos pseudopterostigmas son útiles para la identificación de la especie a la que pertenece la hembra porque la distancia a la que se encuentran del ápice de las alas es mayor en Calopteryx virgo que en Calopteryx xanthostoma. Otra importante ayuda para diferenciar las especies es el ápice del ala mas oscuro de Calopteryx haemorrhoidalis, que es fácil de distinguir.

Nosotros vimos ejemplos de las siguientes especies:

Calopteryx virgo (Linnaeus, 1758) 

La más grande de las tres especies de Calopteryx de la península Ibérica y la más oscura.

El macho es completamente de color azul metalizado excepto los tres últimos segmentos teñidos ventralmente de rosa claro y en ocasiones el ápice del ala que es hialino.
 Ejemplar macho de Caloptheryx virgo

La hembra verde metálico y alas cobrizas más o menos ahumadas según la edad, con el pterostigma bastante alejado del extremo del ala (la distancia que lo separa del ápice es de aproximadamente un tercio de la que le separa del nodo).
Ejemplar hembra de Caloptheryx virgo


Calopteryx haemorrhoidalis (Vander Linden, 1825)
subespecie astúrica

Calopteryx haemorrhoidalis es un caballito del diablo que frecuenta zonas de bosques de ribera, posándose en las plantas cercanas al agua, ríos, arroyos e incluso lagunas, desde finales de primavera y verano y que utiliza las ramas sobre aguas de arroyos como atalayas,  es la especie más fácil de distinguir.

Puede alcanzar una longitud corporal de aproximadamente 45-48 milímetros. La longitud del abdomen es de aproximadamente 34-43 mm en los machos y de 31-43 mm en las hembras. Los machos tienen el cuerpo de color negro azulado, cobrizo o violáceo, con los últimos tres segmentos del abdomen de color rojo en la parte ventral  (de ahí el nombre de hemorrhoidalis, que significa "flujo sanguíneo"). Sus alas incompletamente coloreadas de azul y de una longitud de 23-32 milímetros en los machos y con pseudoterostigmas apicales en las alas posteriores y una longitud de 25-37 milímetros en las hembras. Tienen las patas negras con las tibias rojizas.

Tiene tres subespecies:
  • Calopteryx haemorrhoidalis almogravensis (Hartung, 1996)
  • Calopteryx haemorrhoidalis occasi (Capra, 1945)
  • Calopteryx haemorrhoidalis asturica (Ocharan, 1983)

La subespecie occasi es muy cobriza y con los ápices de las alas anteriores de los machos sin color.

La subespecie astúrica se caracteriza por presentar machos con el cuerpo de color rojo cobrizo metálico, alas sombreadas con color pardo brillante y las hembras de color verde metálico con algunos reflejos cobrizos; tienen las tibias casi negras, con algunos reflejos castaños.
   
Lo que pudimos presenciar fue la cópula de Calopteryx haemorrhoidalis asturica. Una maravilla de la naturaleza que una vez vista recuerdas para siempre: una inseminación indirecta y una fertilización retardada.

El macho primero tiene que atraer a una hembra a su territorio a la vez que aleja continuamente de los machos rivales. Muy agresivos, los ejemplares que pudimos ver, peleaban por el territorio, persigiendose unos a otros de forma verdaderamente endiablada. Rápidos giros y quiebros en un combate digno de los mejores pilotos aéreos estuvieron haciendo nuestras delicias un buen rato.

Cuando el macho va a aparearse, transfiere esperma de su abertura genital primaria (órgano eyaculador) en el segmento abdominal 9, cerca del extremo, a su genitales secundarios (órgano copulador) situados en los segmentos 2-3, cerca de la base. A continuación agarra a la hembra por la nuca con los ganchos situados en el extremo de su abdomen y vuela con la hembra en tándem hasta que encuentran un lugar mas o menos seguro y cómodo, normalmente encaramándose a una rama o vástago de una planta.

Como el orificio genital de las hembras se encuentra en el octavo segmento abdominal y el órgano copulador de los machos en el segundo, la hembra entonces curva ventralmente su abdomen hacia adelante para recoger el esperma de los genitales secundarios del varón, mientras que el varón sigue teniéndola asida por la nuca. De esta manera forman el dibujo de un corazón, que ha servido a los humanos desde tiempos inmemoriales como símbolo del amor.
La pareja llega volando en tándem con la hembra asida por la nuca por el macho con sus apéndices anales en forma de pinza y se posan en una hoja de maíz, cercana a la rivera del río para iniciar la cópula
El macho comienza a curvar su abdomen para facilitar la tarea de aproximación del órgano copulador de la hembra
y la hembra comienza a curvar su abdomen en ventral para aproximar los órganos copuladores
La abertura genital femenina está en la parte inferior entre los segmentos ocho y nueve. Está cubierto por una placa subgenital y puede extenderse a un ovipositor complejo (del que se aprecia la punta en esta imagen)
Los genitales secundarios en los machos se encuentran en la parte inferior de los segmentos abdominales dos y tres y son conspicuos, lo que facilita su visión en la proyección lateral, como en esta imagen.
En otras ocasiones los genitales de los machos son imposibles de ver porque quedan ocultos por sus alas
o porque no tenemos una adecuada proyección lateral
Finalmente, la hembra pone en contacto sus genitales con los genitales secundarios del macho
y comienza la cópula, momento en el que juntos, macho y hembra forman la figura de un corazón

Curiosidades que se pueden contar sobre todo este hermoso proceso:

La estructura de las pinzas abrazadoras de los machos varía entre las especies posiblemente ayudando a prevenir  el apareamiento interespecífico, es decir, ayuda a evitar la hibridación.

Los varones pueden transferir el esperma a sus genitales secundarios antes coger a la hembra, nada mas acercarse a la hembra, antes de asirla por la nuca o después de haberla asido, lo que puede dar lugar a variaciones en las posturas tándem.

Antes de introducir su esperma en el órgano genital de la hembra, el macho realiza un proceso con su órgano copulador para limpiar el de la hembra de cualquier posible muestra de semen de otro macho rival.

A menudo, el macho y la hembra permanecen conectados después de aparearse para que el macho pueda proteger a la hembra de otras libélulas. Pero las libélulas macho pueden ser muy agresivas antes y después del apareamiento y algunas llevan a cabo algo llamado "separación", en la cual el macho se lanza contra la pareja que está unida hasta que las separa.
Definitivamente, no puede ser una casualidad que esta imagen sea la de la figura que ha escogido el ser humano para representar el amor desde hace tantísimo tiempo.

NOTA:

No vimos ningún Calopteryx xanthostoma (Charpentier, 1825)

xanthostoma deriva de los términos griegos "xanthos, e, on" que significa amarillo  y "stoma, atos" que significa boca.

Son caballitos del diablo en los que los machos tienen el cuerpo de color azúl metálico y alas marronaceas con manchas azul oscuro en la mitad externa siendo prácticamente transparentes en su región proximal. Las hembras son completamente pardas y mucho menos vistosas, de color verde metalizado, con un pseudopterostigma blanco muy cerca del ápice, pareciéndose mucho a las hembras de C. virgo, de las que puede ser muy difícil diferenciar en la naturaleza.

Suelen encontrarse también en las riberas de los ríos o regatos de aguas rápidas, claras y bien oxigenadas y se distribuyen por el sur de Francia, Liguria y gran parte de la península Ibérica, reemplazando a la especie Calopteryx splendens (Harris, 1782). A veces incluida como subespecie de aquélla, se ha demostrado por análisis genéticos que se trata de una especie diferente.