domingo, 15 de septiembre de 2019

El porqué de hacer mas de un disparo fotográfico al mismo insecto

Hoy, como aficionado al bicherío, la entomología, la naturaleza y la fotografía, os daré mi opinión de porqué hacer mas de un disparo a un mismo insecto cuando salimos con nuestra cámara fotográfica a dar un paseillo.

Hay razones mas o menos obvias para hacer mas de un disparo fotográfico a un mismo motivo, como por ejemplo ejercitarnos como fotógrafos,  asegurarnos una fotografía completamente enfocada o con una composición mas bonita o con mejor luz. Pero los que hacemos fotografías de insectos tenemos un motivo adicional, la ayuda a la correcta clasificación del espécimen.

Cuantos disparos hacer depende de cada uno, de su experiencia y de su paciencia, pero está claro que hoy en día con la fotografía digital no debemos ser cutres, ya que el coste del disparo y del proceso de revelado es prácticamente nulo y ha abaratado muchísimo nuestra afición. Eso sí, demasiadas capturas pueden hacer que nuestro trabajo posterior de procesado de la imagen consuma mas tiempo; así que ajusta tu número de disparos dependiendo de lo que te guste dedicarte al procesado de la imagen o al tiempo que tengas para ello. Personalmente soy de los que pierdo poco tiempo con el procesado de la imagen, que tengo prácticamente automatizado. Lo que mas me gusta es hacer la toma y disfrutar del momento. Precisamente por esto, uno de los consejos que que te doy si eres aficionado a la fotografía como yo, es que dispares mucho, pero que después también escojas mucho las tomas que procesas, desechando muchas de ellas sin llegar antes de su procesado (eso no quiere decir que tires o borres el Raw, yo los guardo casi todos).

Yo suelo hacer mas de un disparo, pero en ocasiones rayo con la cutrería, porque podría hacer muchos mas; lo se y además nada me lo impide. Sin embargo, prefiero perder el tiempo en la composición de la imagen o en disfrutar de lo que estoy viendo, por lo que muchos disparos los pierdo o simplemente no los hago. De momento, nunca me he arrepentido de ello, el disfrute del momento es tan importante para mi como el disfrute de apretar el botón de la cámara fotográfica.

Para los aficionados a la fotografía de insectos, las diferencias entre especies diferentes pertenecientes al mismo género o incluso las diferencias entre géneros próximos de un insecto determinado se basan en caracteres externos en ocasiones nimios o difíciles de ver si no es en determinadas proyecciones del insecto, por lo que, o bien conoces al insecto de antemano y ya lo tienes correctamente clasificado a la hora del disparo, o bien intentas hacer diferentes fotografías del insecto para abarcar la mayor parte de su anatomía externa. Con la práctica y a base de clasificar insectos ya vas a saber de antemano mas o menos que proyecciones te van a ayudar su clasificación posterior y podrás ir siendo mas conservador en el número de disparos, siempre que incluyas las tomas que muestren bien la parte de la anatomía externa del insecto que te interesa. Pero mi consejo es que, por lo menos al principio, incluyas tomas aunque fotográficamente las consideres malas, si sacan parte de la anatomía del insecto que veas que no suelen ser fáciles de observar. ¡Precisamente en esas es en donde en muchas ocasiones se encuentra la mayor ayuda para la clasificación. ¡Es la ley de Murphy!

Voy a mostraros un ejemplo, con unas fotografías que hice hace un par de días durante un paseo después de comer. Decidí ese día salir a dar un paseo y dirigirme hacia el río que tengo cerca de casa. Eso me relaja, me lleva poco tiempo y además me iba a permitir posiblemente ver alguna mariposa  e intentar hacerle algunas fotografías.

Antes de salir de casa, vi una avispa y decidí hacerle una fotografía por pura diversión, aunque ya sabía que especie era y ya la había fotografiado en alguna ocasión. Precisamente por ello hice una toma encaminada a asegurar su posterior identificación como especie y que fotográficamente o estéticamente no me parecía demasiado atractiva. En ese instante se me ocurrió además utilizarla para escribir esta entrada del blog  :)


Esta primera fotografía de la avispa parece buena, aparentemente nos muestra bien al insecto, pues podemos verlo de forma completa por su lado izquierdo. Sin embargo es un magnífico ejemplo de como una fotografía aparentemente buena y para muchos visualmente bonita, puede ser a efectos de la clasificación del insecto, poco útil. Aunque podemos ver claramente que estamos frente a una avispa y que su gena es de color completamente amarillo, no podemos observar bien el clípeo, las mandíbulas o las antenas. Solamente podríamos decir que estamos frente a una avispa y que posiblemente no sea la avispa común porque las antenas no son negras. Tenemos varias posibilidades a manejar pero nada que demostrar con seguridad.

 
Esta otra toma, fotográficamente hablando, a mi me gusta mucho mas. Es una composición mas bonita y equilibrada y muestra bien al insecto y a la planta. Pero a efectos de la clasificación del espécimen nos aporta casi lo mismo que la anterior: podríamos decir, sabiendo un poco, que la avispa es del Género Polistes y punto.


Esta es otra imagen de la misma avispa sobre la misma planta. Esta hecha mas en plan "imagen de libro de Biología", pues es una foto casi centrada exclusivamente en el insecto (fotográficamente es casi un ojo de buey" y la toma, es una toma de aproximación mucho mas cercana, casi un macro). En esta ocasión nos deja ver mucho mejor las antenas y la belleza y delicadeza corporal del insecto, pero no ofrece mas información para su clasificación que las dos anteriores.



Finalmente, esta otra fotografía es mas dinámica, pues muestra bien a toda la avispa en movimiento y se ven bastante bien las antenas y la gena. que se muestra completamente amarilla. Es una fotografía que a mi me parece una ilustración bonita y nos permite clasificar al insecto como un Himenóptero, Subfamilia Vespinae, Familia Vespidae, Superfamilia Vespoidea y Género Polistes, pero no podríamos asegurar que especie de Polistes es de las que hay en la Penísula Ibérica.

Sin embargo, esta otra fotografía, mucho menos interesante desde el punto de vista fotográfico y que nos atrae mucho menos hacer, pero tomada específicamente sabiendo lo que se hace a efectos de la clasificación del himenóptero, nos da mucha información en un solo disparo. Es la que hice específicamente para esta entrada del blog y servir de ejemplo.


En esta imagen podemos ver como el clipeo y las genas de esta avispa, son completamente amarillas. Si nos fijamos bien, las antenas no son completamente naranjas, sino que los primeros artejos tienen color negro y amarillo y de la misma forma, las mandíbulas tampoco parecen completamente negras, hay un poco de color amarillo en ellas. Por lo tanto, esta fotografía nos permitiría ya clasificar la avispa a nivel de especie de forma bastante segura como una Polistes dominula (ver la tabla dicotómica para estas avispas que mostré en la entrada sobre esta especie)  :)

Conclusión, haz varias fotografías desde diferentes puntos de vista, intenta sacar en ellas todo lo que puedas de la anatomía externa del insecto, aunque la fotografía no te parezca inicialmente muy atractiva y después, en casa, con mas calma, identifícala con mas seguridad, si puedes y escoge las imágenes que proceses. Poco a poco irás aprendiendo sobre los insectos y harás menos tomas y mas dirigidas y podrás dedicarte con mas calma al aspecto artístico de la imagen.  ;-) 

¿Tú que opinas?