lunes, 10 de junio de 2019

Siphona sp

La Superfamilia Oestroidea está formada por una gran diversidad de moscases que se pueden encontrar en todo tipo de hábitat con una distribución mundial. Como ya dije en mas de una ocasión las clasificamos en seis familias: Calliphoridae, Sarcophagidae, Tachinidae, Oestridae, Rhinophoridae y Mystacionobiidae.

La familia Tachinidae comprende a un importante grupo de moscas que son parasitoides de otro insectos y se clasifica a su vez en 5 Subfamilias: Dexiinae, Exoristinae, Goniinae, Phasiinae y Tachininae.

Las hembras de la Subfamilia Tachininae son ovo-larvíparas y depositan los huevos sobre el hospedador o, más frecuentemente, en la planta de la que se alimenta o alrededores. En la Península Ibérica tenemos representantes de las siguientes tribus de esta Subfamilia:




  • Tribu Brachymerini
  • Tribu Ernestiini
  • Tribu Germariini
  • Tribu Graphogastrini
  • Tribu Leskiini
  • Tribu Loewiini
  • Tribu Macquartiini
  • Tribu Micophthalmiini
  • Tribu Minthoini
  • Tribu Nemoraeini
  • Tribu Ormiini
  • Tribu Pelatachinini
  • Tribu Polideini
  • Tribu Siphonini
  • Tribu Strongygastrini
  • Tribu Tachinini

y de la tribu Siphonini podemos encontrarnos con los siguientes géneros:




  • Género Actia
  • Género Aphantorhaphopsis
  • Género Aphria
  • Género Bithia
  • Género Brachymera
  • Género Ceranthia
  • Género Ceromya
  • Género Chrysosomopsis
  • Género Clausicella
  • Género Demoticus
  • Género Eloceria
  • Género Entomophaga
  • Género Ernestia
  • Género Eurithia
  • Género Fausta
  • Género Germaria
  • Género Graphogaster
  • Género Gymnocheta
  • Género Heraultia
  • Género Hyalurgus
  • Género Hyperaea
  • Género Leskia
  • Género Linnaemya
  • Género Loewia
  • Género Lydina
  • Género Lypha
  • Género Macquartia
  • Género Macroprosopa
  • Género Melisoneura
  • Género Microphthalma
  • Género Mintho
  • Género Minthodes
  • Género Neaera
  • Género Nemoraea
  • Género Nowickia
  • Género Pelamera
  • Género Pelatachina
  • Género Peleteria
  • Género Peribaea
  • Género Phytomyptera
  • Género Plesina
  • Género Siphona
  • Género Solieria
  • Género Tachina
  • Género Therobia
  • Género Triarthria
  • Género Ziminia
  • Género Zophomyia

De todos estos géneros, el Género Siphona Meigen, 1803 es el único de todo Tachinidae cuyas especies tienen una probóscide larga y delgada que en posición de reposo está plegada hacia atrás, teniendo el resto de los géneros una probóscide rígida, ya sea está recta o curva. Esta característica anatómica facilita grandemente la identificación del género.

Se han descrito 25 especies de distribución Palaearctica de este género siendo las larvas parasitoides de lepidópteros, excepto por una especie que parasita Tipulidae. En ocasiones Aphantorhaphopsis y Ceranthia se consideran subgéneros de Siphona, pero la mayoría de los autores europeos los consideran géneros por derecho propio.

La especie tipo del Género Siphona Meigen, 1803 es Siphona geniculata y hay una historia curiosa e interesante respecto a esta especie tipo, de la que me he enterado revisando la web http://tachinidae.org.uk. y voy a contar ahora. Resulta que en 1996 cuando Andersen publica su libro “The Siphonini (Diptera: Tachinidae) of Europa” se da cuenta de que la especie que todos habían denominado geniculata no coincidía realmente con la especie tipo real sino que se correspondía con la especie Siphona urbana y la especie que había estado denominando Siphona cristata era la que sí coincidía con la especie tipo Siphona geniculata. Después de tanto tiempo manteniendose el error, cambiar de pronto los nombres de las especies iba a dar muchos problemas, ya que Siphona geniculata y Siphona cristata son moscas muy comunes, así que 3 años después, en 1999, Tschorsnig, Herting y O'Hara solicitaron a la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (ICZN) que valorasen el redefinir la especie tipo geniculata mediante la reasignación de un nuevo espécimen tipo con dicho nombre. La propuesta se acepto en el 2001 y el lectotipo de geniculata fue reemplazado oficialmente por un nuevo tipo de espécimen (neotipo) conservado en el Museo de la Universidad de Lund y que se ha etiquetado como "Sk. Dalby, O. Molla, 21.VII.1989, leg. R. Danielson". De esta manera S. cristata sigue siendo S. cristata y se vuelve a la situación de partida, antes de que Andersen se percatase del error taxonómico.

En la península Ibérica podemos encontrarnos con la especie tipo Siphona geniculata, pero no con la Siphona urbana ni con la Siphona cristata. Ademas de la especie tipo, podemos encontrarnos también con las siguientes especies:

  • Siphona boreata
  • Siphona collini
  • Siphona confusa
  • Siphona flavifrons
  • Siphona hokkaidensis
  • Siphona pauciseta
  • Siphona rossica
  • Siphona setosa
  • Siphona variata


    Siphona sp.

Camptogramma bilineata

Los nombres de las Familias que forman parte de Geometridae se introdujeron en el siglo XIX y principios del XX, primero por Hübner, seguido por Duponchel (1845), Stephens (1850), Guinea (1858) y finalmente por Meyrick (1892), Warren (1893, 1894) y otros autores. El uso de los nombres para los géneros y las Familias era en ese momento subjetivo (basado en la similitud general de las polillas, sus cabezas, antenas, patas, la venación de las alas, como se diponian las alas en la posición de reposo, etc.) y no siempre consistente. En el caso de Larentiinae el que introdujo el nombre fue Duponchel (1845).

Pierce (1914) fue uno de los primeros autores que no solo analizó los caracteres de las estructuras genitales, sino que también los utilizó en la sistemática de los Geometridae para combinar taxones en función de su similitud anatómica y para justificar los nombres de los grupos familiares. Basándose en la ausencia o presencia de gnathos en la genitalia del macho, dividió Geometridae en dos grupos más grandes, Gnathoi y Agnathoi, separando once grupos de géneros (como subfamilias) en el primero, y catorce en el segundo. Uno de ellos, Larentiinae  fue después caracterizado como Subfamilia por Holloway (1997: 99) de acuerdo con el patrón del ala y mas tarde Minet (1983) la definió por la presencia de ansa en forma de martillo en la estructura timpánica de la cabeza. Hoy en día se acepta como características de esta subfamilia el que tienden a tener el tarso y las tibias de las patas posteriores mas largas que las de sus parientes y que tienen extensiones peludas o dentadas en las secciones superiores de la transtilla (un proceso de morfología variable que conecta los ángulos dorsoproximales de la valva de los genitales del macho) además de la ausencia de gnatos y el ansa en forma de martillo. Sus orugas a menudo tienen ya reducidas las "prolegs" o falsas patas, como es típico de las polillas geómetras más avanzadas. Para algunos autores podrían ser lo suficientemente diferentes como para justificar la elevación al estatus de familia dentro la superfamilia Geometroidea.

De la Subfamilia Larentiinae Duponchel, 1845 (perteneciente a la Familia Geometridae Leach, (1815) de la Superfamilia Geometroidea)ya he hablado en un par de ocasiones: cuando presenté a Electrophaes corylata (Thunberg, 1792) y cuando mostré a Philerene transversata. En ambas ocasiones conté que  esta subfamilia comprende mas de 6000 especies distribuidas por todo el mundo.

Heppner en el 2005 la clasificó en 18 tribus.  La Web del Forum Herbulot hace un listado de 20 porque añade dos tribus mas a las de Heppner: Heterusiini y Erateinini. Algunas de las tribus nunca se han descrito, pero y se caracterizan simplemente por los nombres de sus géneros tipo. El rápido desarrollo de la sistemática molecular ha proporcionado los primeros datos para ayudar a la taxonomía de esta Subfamilia. Varios autores consideran 38 taxones de 15 tribus mas cinco taxones no asignados a ninguna tribu. Esta clasificación que ha sido ha sido modificada en los últimos años basándose en el examen detallado de los caracteres genitales y en datos moleculares. Sin embargo, el sistema propuesto necesita refinamiento y mejora adicional ya que muchos géneros no están incluidos y quedan en incertae sedis.

En la Península Ibérica podemos encontrarnos con representantes de las siguientes tribus:
  • Tribu Asthenini
  • Tribu Cataclysmini
  • Tribu Chesiadini
  • Tribu Cidariini
  • Tribu Euphyiini
  • Tribu Eupitheciini
  • Tribu Hydriomenini
  • Tribu Larentiini
  • Tribu Lythriini
  • Tribu Melanthiini
  • Tribu Operophterini
  • Tribu Perizomini
  • Tribu Phileremini
  •  Rheumapterini
  • Tribu Solitaneini
  • Tribu Trichopterygini
  • Tribu Xanthorhoini

Pero a mi me interesa en este momento solamente la Tribu Xanthorhoini Pierce, 1914 de la que puedo contar lo siguiente:

Pierce en 1914 usó en su clasificación de Geometridae analizando la genitalia de los machos y  afirmó que la presencia de coremata (término de una estructura anatómica que tomó de Prout) caracterizaba a las especies clasificadas en Epirrhoinae y Ortholithinae, especies que en la actualidad se clasifican  en los géneros pertenecientes xanthorhoini. Sin embargo, la presencia de coremata en el séptimo segmento (en lugar del noveno) se mencionaba también para varios géneros no incluidos en xanthorhoini.

Forbes (1948) con un enfoque sintético, agrupó explícitamente los géneros con grandes corematas en el séptimo segmento del abdomen del macho en su tribu Xanthorhoini, combinando así las especies de Euphyia Hübner con Xanthorhoe Hübner. Este esquema es seguido posteriormente por los taxonomistas Americanos para los Geometridae de America del Norte, aunque McGuffin justificó la separación de una tribu Mesoleucini (aquí sinónimo de Larentiini). Pero Viidalepp (1976–1979, 1996) al reorganizar los géneros de polillas geométridas según sus caracteres genitales para obtener una lista de la fauna de la antigua URSS separó de nuevo 14 tribus dentro de Geometridae (algo que había hecho ya antes Herbulot (1961–1963) basándose en  en la morfología comparativa).

Holloway en 1997 fue el primero que habiendo estudiado los géneros indoaustralianos  y haciendo una síntesis de todos los valores de morfología comparada, datos ecológicos y datos de comportamiento de los especímenes clasificados en Larentiinae escribió la siguiente caracterización diagnóstica refiriéndose a la tribu Xanthorhoini: "La presencia de un gran par de corematas distales al octavo segmento en el abdomen del macho parece ser la característica más constante de esta tribu, aunque la aparición de un calcar ... es una característica diagnóstica adicional. eso es característico de muchas de las especies componentes ... Los taxones que llevan calcar caen dentro del concepto más amplio de Xanthorhoini definido anteriormente sobre las características del par de corematas grandes asociadas con el octavo segmento. Las antenas masculinas tienden a ser bipectinadas ".

Finalmente Viidalepp ha establecido las siguientes diferencias diagnósticas a nivel de tribu en su estudio “A morphological review of tribes in Larentiinae (Lepidoptera: Geometridae)” publicado en Zootaxa 3136: 1 – 44 (2011): la presencia de coremata en el extremo distal del abdomen del macho, asociada con la esclerosis de los dos últimos segmentos, es compartida por Xanthorhoini, Cataclysmini, y Euphyiini. La presencia calcar es compartida por la mayoría de los géneros  incluidos en Xanthorhoini y Larentiini, pero no en Euphyiini. Las apófisis de la hembra son cortas y débiles se ven en Xanthorhoini y Cataclysmini, pero no en Euphyiini.

La tribu Xanthorhoini es en definitiva un grupo pequeño o mediano que incluye más de 16 géneros en todo el mundo, difíciles de clasificar y con necesario y obligatorio estudio de la genitalia para ello.

Pues bien, dentro de esta tribu podemos encontrarnos con los siguientes géneros:
  • Acodia Rosenstock, 1885
  • Austrocidaria Dugdale, 1971
  • Camptogramma Stephens, 1831
  • Catarhoe Herbulot, 1951
  • Chrysolarentia Butler, 1882
  • Costaconvexa Agenjo, 1949
  • Dasyuris Guenée, 1868
  • Disclisioprocta Wallengren, 1861
  • Dysrhoe Herbulot, 1951
  • Enchoria Hulst, 1896
  • Epirrhoe Hübner, 1825
  • Epyaxa Meyrick, 1883
  • Euphyia Hübner, 1825
  • Glaucorhoe Herbulot, 1951
  • Haplolabida D. S. Fletcher, 1958
  • Herreshoffia Sperry, 1949
  • Juxtephria Viidalepp, 1976
  • Kauaiina Riotte, 1978
  • Loxofidonia Packard, 1876
  • Nycterosea Hulst, 1896
  • Orthonama Hübner, 1825
  • Parortholitha Herbulot, 1955
  • Protorhoe Herbulot, 1951
  • Psychophora Kirby, 1824
  • Scotocyma Turner, 1904
  • Scotopteryx Hübner, 1825
  • Visiana Swinhoe, 1900
  • Xanthorhoe Hübner, [1825]
  • Zenophleps Hulst, 1896

encontrándose en la Península ibérica unicamente las remarcadas en negrita.

Dentro del género Camptogramma Stephens, 1831 nosotros tenemos solamente una única especie,

Camptogramma bilineata (Linnaeus, 1758)

El término Camptogramma procede del griego “kampe” que significa, doblado, oruga y “ klados”, que significa brote. Bilineata deriva del latín “bi-”, que significa dos y “línea, -ae”,  que significa línea o raya.

Camptogramma bilineata es una mariposa nocturna que se distribuye  por toda Europa, el Norte de África y Asia Menor, llegando a penetrar en Asia central.

No muestra preferencia especial por ningún tipo de hábitat concreto, ocupando desde bosques a herbazales, prados, campo abierto... y tanto lugares húmedos como secos. Aún así, es más fácil detectarla en bordes de bosques con abundantes herbazales.

Es de tamaño mas bien pequeño,  con una envergadura alar de 20 a 30 mm y una gran variabilidad en los tonos de color, incluso entre individuos de una misma población. En conjunto las alas poseen un color amarillo dorado a ocre-marrón con una distribución y alternancia de bandas y líneas quebradas en sus alas siempre similar, y con tres de las líneas de color blanco, lo que permite identificar de visu a la especie. En posición de reposo la especie sólo muestras alas anteriores, ya que las posteriores quedan ocultas. 


Camptogramma bilineata

Existe cierto dimorfismo sexual. Los machos presentan áreas difusas, bastante oscuras, entre las dos bandas blancas centrales.

Vuela en una o en dos generaciones anuales, siendo en este caso la primera desde mediados de Mayo a mediados de Junio y la segunda desde Julio a finales de Septiembre. A pesar de ser nocturna, vuela preferentemente de día, aunque también es frecuente verla durante el atardecer y la noche. Los imagos liban néctar de diferentes tipos de flores, pero poseen cierta preferencia por las plantas compuestas como hierba gallinera (Stellaria media) o acedera (Rumex). Los huevos redondos y amarillos y poseen una malla que ocupa gran parte de su superficie. Las orugas son pequeñas, de color verdoso a marrón claro con la cabeza generalmente de color mas claro y relativamente pequeña. Se alimentan de una variada suerte de plantas, pero sienten predilección por las de la Familia Polygonaceae, como Rumex, Stellaria, Viola, Galium y Taraxacum. Cuando alcanzan el tamaño necesario, llegando el otoño, esta baja a tierra y crea una crisálida de color marrón ambarino, entrando en diapausa e hibernando hasta la llegada de la Primavera.

Se reconocen cuatro subespecies, de las que en la Península Ibérica podemos reconocer a dos:
  • Camptogramma bilineata bilineata (Linnaeus, 1758)
  • Camptogramma bilineata bohatschi (Aigner, 1902)

domingo, 9 de junio de 2019

pararge aegeria (reverso alar)

En su día expliqué que Pararge aegeria en el reverso alar presenta coloración diferente según se trate de las alas anteriores o posteriores. En el primer caso la coloración es similar al anverso y deja ver un ocelo negro con un punto central de  color blanco, pero las alas posteriores poseen una función claramente críptica o mimética, con dos líneas quebradas marrones de tintes rojizos y violáceos, poco definidas, que separan zonas de colores parecidos pero de distinta tonalidad, haciendo aguas de colores que se oscurecen y se aclaran. El borde del ala posterior es dentado y de color violaceo y postdiscalmente, cerca del borde, estas alas dejan ver una línea de ocelos en forma de tres puntitos de color blanco.

Sin embargo, no puse nunca ninguna fotografía del reverso de esta mariposa, porque en todas las fotografías que tenía, la muy bandida salía con las alas abiertas.

Hoy mostraré unas cuantas fotografías que he recopilado de la mariposa con las alas cerradas.

Al que quiera leer algo sobre la mariposa le remito a lo que escribí en su día sobre la mariposa de los muros.


Pararge aegeria


Pararge aegeria


 Pararge aegeria




 Pararge aegeria


 Pararge aegeria


 Pararge aegeria







sábado, 8 de junio de 2019

Pyralis farinalis

Dentro de la Superfamilia Pyraloidea Latreille, (1802) tenemos cuatro familias:
  • Hyblaeidae
  • Thyrididae
  • Pyralidae
  • Crambidae

De la familia Crambidae ya comenté algo cuando presenté a Cydalima perspectalis (Walker, 1859) de la Subfamilia Spilomelinae y a Spoladea recurvalis (Fabricius, 1775) de la Subfamilia Pyraustinae. Las polillas pertenecientes a la Familia Crambidae han sido durante tiempo consideradas una Subfamilia dentro de la familia Pyralidae pero la última revisión de Eugene G. Munroe & Solis, en Kristensen (1999) considera sin embargo a los Crambidae como una Familia completa dentro de la Superfamilia Pyraloidea. Hoy hablaré de la Familia Pyralidae Latreille, (1802) las llamadas vulgarmente polillas herbáceas, en el sentido mas actual.

La Familia Pyralidae tiene más de 6,000 especies descritas en todo el mundo y más de 600 especies en América del Norte.

Los imagos de las especies comprendidas dentro de esta familia son de tamaño pequeño o mediano teniendo una envergadura de 9 a 37 mm y con características morfológicas variables.

Dentro de la Familia Pyralidae reconocemos 5 Subfamilias (6 si incluimos a Acentropinae que ahora parece incluirse también en Crambidae) quedando aún muchos géneros en incertae sedis
  • Subfamilia Chrysauginae

alrededor de 400 especies que predominan en la región Neotropical. Las larvas generalmente se alimentan de plantas, pero algunas tienen hábitos de alimentación más inusuales existiendo algunas especies mirmecófilas. La mayoría de las larvas de Chrysauginae tienen un anillo esclerotizado alrededor de la seta SD1 del metatórax.
  • Subfamilia Galleriinae

cerca de 300 especies distribuidas por todo el mundo. Los machos tienen un gnatos casi o completamente reducidos, las pupas tienen una prominente cresta dorsal en el tórax y el abdomen, y la mayoría de las larvas tienen un anillo esclerotizado alrededor de la seta SD1 del primer segmento abdominal.
  • Subfamilia Pyralinae

es el grupo con mayor diversidad en el Viejo Mundo, siendo aproximadamente unas 900 especies. Casi todas las hembras, excepto Cardamyla y Embryoglossa, son reconocibles por la bolsa de ductos de sus genitales que es muy corta.
  • Subfamilia Epipaschiinae

más de 550 especies descritas en las regiones tropicales y templadas (excepto Europa). Las larvas son rodillos o mineros de hojas. Algunas especies son plagas menores de algunos cultivos comerciales.
  • Subfamilia Phycitinae

más de 600 géneros y alrededor de 4000 especies distribuidas en todo el mundo y de complicada identificación. El rasgo característico de las orugas es un área esclerotizada que rodea la base de seta SD1 en el mesotórax
  • Géneros en incertae sedis

Apocabimoides Neunzig & Goodson, 1992
Ardjuna Roesler & Küppers, 1979
Cabimoides Neunzig & Goodson, 1992
Cryptophycita Roesler & Küppers, 1979
Cryptozophera Roesler & Küppers, 1979
Delcina Clarke, 1986 (Phycitinae?)
Eupassadena Neunzig & Goodson, 1992
Gomezmenoria Agenjo, 1966
Gunungodes Roesler & Küppers, 1981
Indocabnia Roesler & Küppers, 1981
Inverina Neunzig & Goodson, 1992
Kasyapa Roesler & Küppers, 1981
Kaurava Roesler & Küppers, 1981
Kumbhakarna Roesler & Küppers, 1981
Merangiria Roesler & Küppers, 1979
Ohigginsia Neunzig & Goodson, 1992
Pseudopassadena Neunzig & Goodson, 1992
Psorozophera Roesler & Küppers, 1979

Los siguientes géneros antes incluidos en Pyralidae parecen ahora aceptarse como pertenecientes a Crambidae:
  • Alphacrambus Bassi, 1995
  • Peniculimius Schoute, 1994
  • Steneromene Gaskin, 1986
  • Thopeutis Hübner, 1818
  • Yoshiyasua

En la Península Ibérica podemos encontrarnos de la Subfamilia Pyralinae a representantes de tres tribus:
  • Tribu Endotrichini
  • Tribu Hypotiini
  • Tribu Pyralini

De la tribu Pyralini podemos encontarnos con especies pertenecientes a los siguientes géneros:
  • Género Actenia
  • Género Aglossa
  • Género Herculia
  • Género Hypsopygia
  • Género Ocrasa
  • Género Pyralis
  • Género Stemmatophora
  • Género Synaphe
  • Género Therapne
  • Género Ulotricha

Del género Pyralis tenemos 3 especies muy parecidas
  • Pyralis farinalis
  • Pyralis lienigialis
  • Pyralis regalis

Pyralis farinalis (Linnaeus, 1758)


Sinónimos: Asopia domesticalis, Phalaena farinalis, Pyralis fraternal, P. manihotalis, P. marianii, P. meridionalis, P. orientalis, P. sardoplumbea.

Es la especie tipo del género Pyralis, y por extensión de toda su tribu (Pyralini), subfamilia (Pyralinae) y familia. Es bastante común y no siempre bien recibida, pues a menudo se desarrollan en nuestras cocinas y despensas a costa de nuestros alimentos ya que se alimentan de multitud de semillas de cereal (trigo, avena, maíz, arroz), productos fabricados a partir de sus harinas y granos de leguminosas. Esto hace que vulgarmente sea conocida como polilla de la harina. Sus hábitos sinantrópicos fueron ya evidentes para los naturalistas de los siglos XVIII y XIX, quienes la llamaron domesticalis ("de hogar y hogar"), fraterna ("tan cerca como un hermano"), o farinalis (" de la harina ") que es el que se utiliza hoy en día.

La envergadura del imago se halla entre los 18 y 30 mm. Las alas anteriores tienen una coloración parda dividida transversalmente en 3 segmentos por ala: uno basal de tono cobrizo, uno intermedio de tono pardo más claro y uno marginal de tonos similares al basal. Los segmentos aparecen separados por líneas blancas delgadas de trazo curvilíneo, especialmente la situada más cerca del margen. Presenta fimbrias claras. La línea de la costa en el segmento intermedio aparece sutilmente ajedrezada. Las alas posteriores también presentan tres segmentos separados por líneas curvas de color claro, si bien las tonalidades de los segmentos de las alas posteriores apenas se diferencian entre sí y suelen ser de color pardo claro o grisáceo. Los ojos de la polilla tienen un brillo verde. En reposo los imagos típicamente sostienen la punta de su abdomen a 90 ° de su cuerpo (esta característica es precisamente la que me acercó rápidamente al reconocimiento del género y la especie).


Pyralis farinalis

Su ciclo biológico dura aproximadamente 6-8 semanas si se dan las condiciones adecuadas (interiores). Normalmente se describe una generación anual, que vuela entre junio y octubre, pero hay quien asegura que tiene mas de una al año pues completa su ciclo de vida completo en el transcurso de ocho semanas, y es capaz de producir cuatro generaciones en un año.  Las polillas no viven mucho tiempo después del apareamiento (9 a 10 días). Las hembras sanas producen un promedio de 235 huevos durante su vida. Las larvas son de color blanquecino o crema, sin pelo, con la cabeza y el escudo protorácico de color cobrizo o marrón oscuro. Crecen hasta una longitud de unos 20 mm. Viven en túneles de seda y partículas de comida que los mantienen a salvo de los depredadores y acuden a las aberturas de estos túneles para alimentarse. Pasa el invierno como oruga cuando se encuentra en exteriores con inviernos duros.

Una vez que están completamente desarrolladas, las orugas dejan sus tubos y giran un capullo de seda donde se convertirán en un adulto. Después de 6-8 semanas, las pupas emergerán como adultos completamente desarrollados.

Pyralis lienigialis (Zeller, 1843) es muy parecida y se distribuye por Francia, Portugal, España, Italia, Gran Bretaña, Finlandia, Estonia, Latvia, Russia, Ukrania, Moldavia y Rumanía. Los imagos tienen una envergadura de 22–26 mm y vuelan de Junio a Septiembre. Se diferencia de Farinalis en que es mas oscura y presenta menos contraste entre la zona basal oscura y las zonas terminales de las alas delanteras y la zona media mas pálida, además las líneas blancas transversales son mas finas y se ensanchan en la costa.

viernes, 7 de junio de 2019

Fractura patológica del transfondo del acetabulo

Los médicos hablamos de fractura patológica cuando vemos una fractura en un hueso debilitado por el desarrollo de una enfermedad que se produce como consecuencia de un traumatismo de baja intensidad que no causarían tal efecto en un hueso sano. Este tipo de fracturas, se suelen producir además en la realización de las actividades de la vida diaria.

Existen diversos factores etiológicos que hacen que un hueso pierda sus propiedades de viscoelasticidad y resistencia normales como pueden ser la edad avanzada, la menopausia precoz sin tratamiento, los antecedentes de fractura, un Índice de Masa Corporal (IMC) < 20, la Osteoporosis, el tratamiento prolongado con corticoesteroides, alteraciones de tipo metabólico, la osteomalacia, el hiperparatiroidismo, la osteomielitis aguda, enfermedades como la osteogénesis imperfecta, la displasia fibrosa ósea o la artritis reumatoide y finalmente las neoplasias benignas y los procesos tumorales primarios o metastásicos.

Lo que me interesa hoy recalcar a mi es la relación del cáncer con las fracturas patológicas. Fundamentalmente lo que ocurre es que las metástasis óseas hacen disminuir la calidad del hueso, haciéndolo más susceptible a posibles impactos, y es importante recordar esto porque las metástasis óseas constituyen el tumor óseo más frecuente en el 90% de los pacientes mayores de 40 años, siendo el tercer lugar de asentamiento de las diseminaciones cancerígenas (por detrás de pulmón e hígado). Así mismo, constituyen el primer síntoma de tumor primitivo en el 20-30% de los casos. Los principales tumores que metastatizan a hueso son el cáncer de próstata, de mama, de pulmón, de vejiga y de tiroides. Las metástasis óseas tienen una predilección por el tejido óseo con mayor médula hematopoyética (vértebras, pelvis, costillas, fémur, cráneo...). En el fémur se producen las 2/3 partes de las metástasis, seguido por el de húmero, y dentro de estos, las zonas más perjudicadas son las proximales.

Si tenemos en cuenta esto, nos daremos perfectamente cuenta como hoy en día en que la esperanza de vida media es mas alta y la proporción de pacientes con cáncer mas elevada debido al aumento de supervivencia de los mismos en los países acomodados, las fracturas patológicas debidas a metástasis óseas son algo que vemos cada vez con mas frecuencia. De hecho, se acepta que el riesgo de desarrollar una fractura patológica en pacientes con metástasis óseas es de hasta el 20%, sobretodo en pacientes con neoplasia de lesión osteolítica como mieloma múltiple y cáncer de mama.

El problema más importante que plantean las metástasis óseas desde el punto de vista quirúrgico es el compromiso del soporte estructural, el cual debe ser prevenido con una cirugía profiláctica o debe ser corregido con una cirugía «definitiva».

Harrington et Al propusieron los siguientes criterios para valorar el riesgo de fractura patológica con origen neoplásico

  • Destrucción de la cortical mayor del 50%
  • Lesión mayor de 2.5 cm en fémur
  • Avulsión del trocánter menor
  • Dolor tras la radioterapia

En 1989 Mirel propuso un sistema aplicable a todas las localizaciones periféricas y definir así lesiones de alto riesgo (lo que los anglosajones llaman Impending fractures, o fracturas inminentes).

LOCAL
DIFUSA
BENIGNO
Encondroma
Congénito
Osteogenesis imperfecta
MALIGNO
Metástasis Ca
Adquirido
Osteoporosis juvenil
INFECCIÓN
Osteomielitis

Paget
OTRO
Q simple
Displasia fibrosa
Granuloma eosinofilico

Mieloma múltiple
Metástasis Ca
Osteomalacia
Osteodistrofica distal renal


Puntuación igual o superior a 9 puntos implicaría una intervención quirúrgica de carácter profiláctico. Si se suman 8 puntos, la intervención como medida profiláctica es opcional y una puntuación de 7 o menos desaconseja el paso por el quirófano como norma profiláctica ya que el riesgo que conlleva la intervención es superior al beneficio que va a obtener el paciente.

Posteriormente, otro autor llamado Van der Linden, demostró con un estudio que el método de Mirels sobrevaloraba el riesgo de sufrir una fractura patológica y propuso como factores fiables la afectación de la cortical ósea de manera longitudinal mayor de 30 mm y la afectación de manera transversal superior al 50%.

Hoy en día se acepta que ante una fractura inminente, se debe plantear la posibilidad de un tratamiento quirúrgico profiláctico, existiendo 3 criterios para esta indicación:

a) Lesión lítica bien definida de más de 2,5 cms. de diámetro;
b) Cualquier lesión que destruya más del 50% de la cortical, ya que la FP es inminente y además con este grado de lesión no hay respuesta a la radioterapia y
c) Persistencia de dolor en el área de una lesión lítica, sea cual sea la etiología

Un 35% de fracturas patológicas curan a las 6 semanas y 74% a los 6 meses. La estabilidad quirúrgica debe ser suficiente para permitir la descarga total del cuerpo en forma inmediata. Clásicamente la expectativa de vida de un paciente con una fractura patológica se estimaba en 7,9 meses, actualmente más del 75% están vivos un año después de su fractura y la supervivencia media global ronda los 21 meses.

Los objetivos del tratamiento de las fracturas patológicas son: aliviar el dolor, mejorar la función y permitir la deambulación, facilitar los cuidados de enfermería y el manejo físico de los pacientes y mejorar su bienestar psicológico. Al tener estos pacientes una enfermedad subyacente tan importante como es el cáncer, su tratamiento debe ser siempre supervisado por un equipo multidisciplinario.

Con sólo tres meses de expectativa de vida, está indicada la cirugía. Con una esperanza de vida menor de tres meses, se debe plantear la posibilidad de contraindicar la cirugía. Se debe tener en cuenta además el tipo de tumor primario, ya que los carcinomas de mama, tienen un relativo mejor pronóstico, con una supervivencia de aproximadamente de un año posquirúrgico, mientras que los pacientes con carcinoma de pulmón tienen un pronóstico peor, muriendo la mitad de ellos dentro de los 3 meses postquirúrgicos.

En lo que respecta a este tipo de fracturas en la cadera la base del tratamiento es la resección de la lesión, la estabilización rígida mediante osteosíntesis o artroplastias y la radioterapia postoperatoria. Sólo en el caso de que exista un compromiso del ilión y de la cabeza o cuello femoral está indicada la radioterapia preoperatoria y posteriormente se planteará la posibilidad quirúrgica.

¿Porqué menciono este caso concreto ahora?, Por lo siguiente:

no hace demasiadas guardias recibí a un paciente de 90 años de edad, fumador de 4 cigarrillos al día desde hacia mas de 20 años, ciego por glaucoma crónico de ángulo abierto, con una bioprótesis mitral y aórtica y una Fibrilación auricular crónica anticoagulado con Sintrom y que estuvo en seguimiento por el neurólogo por cefaleas tensionales y posibles crisis comiciales que consultaba por un intenso dolor de la cadera izquierda con impotencia funcional del miembro inferior izquierdo ¡tras una malposicion en el cuarto de baño!.

La Radiografía de la cadera mostraba lo siguiente

La imagen de la izquierda es la Rx de ese día y la de la derecha una previa de hacía unos meses

En la radiografía de la izquierda se puede apreciar claramente una luxación central de la cadera izquierda con una fractura del trasfondo acetabular.

El radiólogo y el traumatólogo ya apuntaron que les tenía una alta sospecha de fractura patológica neoplásica.

Inmediatamente se hizo un TAC



Un corte del TAC donde se aprecia bien el problema

Siendo el informe del radiólogo el siguiente: “Si bien existe una impactación de la cabeza femoral izquierda que asoma a la pelvis asociada a extensa fractura multifragmentada del acetábulo y un gran aumento de partes blandas con imágenes hiperdensas en su interior al menos parcialmente justificables por hematoma postraumático dicho aumento de partes blandas parece continuarse al menos con el ilion, posteriormente con el isquion y de manera más llamativa hacia la rama iliopubiana adquiriendo a este último nivel un aspecto de masa lítica y expansiva por lo que en conjunto los hallazgos son sospechosos de la existencia de una lesión subyacente; a valorar dada la edad metástasis o mieloma, o en relación con tumoración primaria”.

A continuación mas imágenes de la lesión y la reconstrucción 3D del TAC











Idaea sp

Cuando mostré una imagen y hable algo de Idaea degeneraria comenté que el género Idaea Treitschke, 1825 clasificado en la  tribu Sterrhini Meyrick, 1892 de la Subfamilia  Sterrhinae Meyrick, 1892 de la Superfamilia Noctuidae,  incluye alrededor de 680 especies descritas alrededor del mundo, con centros de distribución en el Mediterráneo, las sabanas africanas y el cinturón erémico de las regiones secas y semidesérticas del Paleártico occidental de Asia.

En la Península Ibérica nos podemos encontrar con muchas especies de este género, todas se parecen mucho y hay que diferenciar las especies analizando la gentalia.

Tres de las que se parecen mucho son las siguientes:


Idaea contiguaria (HÜBNER, 1799)

Esta idea es probablemente univoltina, volando de junio a julio. Es una de las mas frecuentes en Galicia por lo que he podido averiguar (gracias a Alejandro A. Lázaro Camafreita del grupo de Facebook Fauna y Flora salvaje de Galicia, que es el que me pasó la información). El imago tiene una envergadura de 18 - 22 mm y se puede identificar por sus líneas marrón negruzcas con manchas prominentes en las costas. Por lo general, tiene un punto negro central prominente y una fila prominente de puntos terminales o guiones. Se parece mucho a Idaea cervantaria. La hembra ovipone en hileras o grupos en grietas o en pastos secos. La oruga adulta es de color marrón claro y tiene un dorso oscuro y del octavo segmento una línea trasera rota. De acuerdo con Ebert Bd. 8, página 190, sus plantas nutricias son álbum de Sedum, Calluna vulgaris (brezo) y Empetrum nigrum (frambuesa negra). Hibernación: como una oruga.


Idaea cervantaria (Milliere, 1869)

Se distribuye por el sur de la peninsula y el área mediterranea, sur de Francia y norte de África. Habita en laderas rocosas y cálidas. Los imagos tienen una envergadura de unos 20 mm. Los adultos vuelan en una generación de junio a julio. Las larvas se alimentan de brezo, mora y Umbilicus.

Se le conocen tres subespecies:

  • Idaea cervantaria cervantaria (Millière, 1869)
  • Idaea cervantaria depressaria (Staudinger, 1892)
  • Idaea cervantaria montana (Wehrli, 1927)


Idaea blaesii Lenz & Hausmann, 1992

Es una especie que se describió por primera con la captura de unos ejemplares del Algarve (Portugal). Idaea blaesii se distribuye por la costa mediterránea y algunas zonas localizadas del sur de Francia. Es una especie Xerotermífila que vuela en varias generaciones al año. Los machos tienen una envergadura de 13.2-15.6 mm y las hembras de 14.0-17.6 mm.  Son bastante parecidos a Idaea cervantaria MILLIERE, 1872 aunque un poco más pequeñas y redondeadas. En el color se asemejan a Idaea vilaflorensis REBEL, 1910 de Tenerife, aunque estas son de un marrón rojizo un poco mas oscuro, tienen las líneas postmedianas menos dentadas, y las antemedianas menos onduladas y con el tono medio en el ángulo interno más evidente. Pero se relacionan mas directamente con Idaea inquinata por la estructura de la genitalia. En cautividad la hembra ovipone en restos vegetales en grupos de 2-12 huevos, de diámetro longitudinal de unos 5 mm, forma oval y color inicialmente blanco pero que tras 24 horas pasan a ser de un color naranja brillante. La superficie se encuentra piqueteada por pequeños oyuelos formando un dibujo hexagonal o pentagonal. Tras la eclosión del huevo la oruga inicialmente de color gris lechoso y ligeramente hialina. En la etapa adulta mide unos 13-14 mm de largo, tiene forma ligeramente ahusada y su piel es áspera y muy arrugada. La cápsula cefálica es de color parduzco pero a partir del cuello es de color blanco menos el Sternum que es negro. El color básico es de un gris marronaceo, el primer segmento es negro por el dorso habiendo un parcheado de color negro en el dorso de los segmentos abdominales del 3 al 7, no habiendo casi color negro en el dorso a partir del 8º segmento abdominal.

Las características de las larvas de Idaea han sido ya bien descritas por G. E. King y J. L. Viejo Montesinos en el artículo LAS LARVAS DEL GÉNERO IDAEA TREITSCHKE, 1825 (INSECTA,LEPIDOPTERA, GEOMETRIDAE): NUEVOS DATOS SOBRE SU MORFOLOGÍA Y BIOLOGÍA (Revista Graellsia, 68(2): 249-262 julio-diciembre 2012)

En cautiverio la etapa de oruga dura unas 5-6 semanas, aunque dependiendo de las condiciones de reproducción puede llegar hasta las 10. La oruga come (en cautiverio) restos de plantas muertas, siendo la preferida el diente de león {Taraxacum officinale). Las orugas recién nacidas comen flores de varias plantas. La pupación tiene lugar en una red suelta de restos vegetales. La pupa tiene una longitud aproximada de 8 mm y es de color marrón claro. Las polillas eclosionan 4-8 semanas tras la pupación.

Además de estas tres especies hay otras muchas mas que se parecen en el aspecto externo y para las que una observación por un naturista muy experimentado quizás pueda ayudarnos a aproximarnos a la especie, pero la identificación definitiva, ya lo aviso de antemano, solo se consigue con la disección y observación minuciosa de la genitalia.

Idaea sp, ( ¿quizás I. contiguaria?)


jueves, 6 de junio de 2019

Neumonía redonda

La neumonía o pulmonía es una infección en uno o ambos pulmones con desarrollo de microorganismos en el interior de los alvéolos que provoca una inflamación. Hoy en día la gente en general se toma la neumonia medio en broma o con demasiada tranquilidad porque saben que disponemos de potentes y variados antibióticos con los que tratar los gérmenes causantes de la misma y se tiende a pensar que solo es un cuadro a tomar muy enserio en las edades extremas de la vida o en los pacientes inmunocomprometidos o pluripatológicos. No debemos de caer en ese error, porque las resistencias de los gérmenes a los antibióticos son cada vez mas y mayores y además relajarse en el diagnóstico o tratamiento de una enfermedad puede traer consecuencias desastrosas tanto para el paciente como para la sociedad en su conjunto. No por nada se llama antiguamente a la Neumonía “Capitán de la muerte”.

Sin embargo no quiero aquí hablar de los antibióticos y los gérmenes causantes de neumonía, sino de un caso un tanto especial de neumonía por su expresión radiológica y porque afecta fundamentalmente a niños menores de 8 años.

La Neumonía redonda

Esta neumonía es un tipo raro de neumonía lobular, es decir que afecta a un lóbulo pulmonar. Recordemos ahora que el pulmón derecho está dividido por dos cisuras (horizontal y oblicua) en 3 lóbulos (superior, medio e inferior) y el pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior) separados por la cisura oblicua debido a la situación del corazón. Pues bien, este tipo de neumonía suele verse con mas frecuencia en el pulmón derecho y en los lóbulos inferiores, si bien puede asentarse en cualquier otro lóbulo, al igual que puede presentarse en niños mayores de 8 años o incluso adultos.

El término de neumonía redonda apareció en la literatura radiológica a mediados de los 60 cuando se describió la presencia de neumonía con apariencia radiológica de masa redondeada en niños.

  • Talner LB: Pleuropulmonary pseudotumors in childhood. Amer J Roentgen 100:208-213, May 1967
  • Caffey J: Pediatric X-Ray Diagnosis. Chicago, Year Book, 5th ed, 1967, pp 277-279
  • Rose RW, Ward BH. Spherical pneumonias in children simulating pulmonary and mediastinal masses.Radiology. 1973; 106: 179-83.

Radiológicamente se presenta como una imagen de hasta 7cm de diámetro máximo, localizado en los lóbulos inferiores y posteriores, adyacente a la pleura, a veces con broncograma aéreo y de bordes lisos o no bien definidos. La imagen asemeja pues la de una masa pulmonar o un nódulo pulmonar solitario.

Aunque el mecanismo fisiopatogénico no está completamente aclarado, en los niños parece deberse a la falta de un adecuado desarrollo de los poros de Kohn (los orificios que se encuentran en los tabiques interalveolares en los pulmones que permiten la circulación de aire desde un alvéolo hacia otro) y la ausencia de los canales de Lambert (conexiones accesorias entre algunos bronquiolos y los alvéolos adyacentes), que limitan la diseminación del agente patógeno y dan como resultado imágenes focales redondas o esféricas en las radiografías y estudios tomográficos.

En los adultos el hallazgo de la neumonía redonda es casual, visto como una fase muy temprana de un proceso consolidativo que todavía no se ha extendido, o bien puede verse dentro del proceso resolutivo lento de una neumonía difusa, lo que obliga a descartar otra patología. Por ello esta neumonía en el adulto es mas rara, estimándose que solamente el 1% de las neumonías del adulto presenta este comportamiento radiológico, al igual que explica el 1% de las lesiones radiológicas tipo masa.

El agente causante suele ser el Streptococcus pneumoniae en un 90% de las ocasiones aunque pueden verse implicados otros gérmenes como K. pneumoniae, H. influenzae, Legionella pneumóphila, M. tuberculosis y hongos. C. psittaci, C. burnetti y el coronavirus responsables del SARS también pueden tener este comportamiento radiológico.

Los síntomas y las alteraciones analíticas están relacionados con el tamaño y suelen ser: fiebre, tos, disnea, dolor torácico, leucocitosis, elevación de la proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular, pero con frecuencia estas neumonías pasan inadvertidas en los adultos y aparecen como hallazgo casual en pacientes asintomáticos. En los niños pequeños no es raro que se presenten como un cuadro agudo de fiebre, dolor abdominal y vómitos, como fue el caso del niño de 4 años de edad que atendí en una guardia y de entrada me llevó al huerto en el diagnóstico, haciendo que sospechase de entrada un cuadro abdominal agudo. Sin embargo la Rx de tórax mostró la siguiente y esclarecedora imagen




En la mayoría de los casos la evolución suele ser favorable, ya sea autolimitada o tras instaurar tratamiento antibiótico, y la lesión radiológica ha mostrado una resolución completa después de la cuarta semana. Ante una resolución mas lenta se debe sospechar otra patología.

En el diagnóstico diferencial en los niños debe de considerarse el absceso, granuloma, (TBC, micosis), hidatidosis, enfermedades congénitas como quiste broncogénico, malformación arteriovenosa o secuestro; o incluso neoplásicas como Hamartoma, blastoma pulmonar, y metástasis (Tumor de Willms, osteosarcoma)

El diagnóstico diferencial en el adulto incluye las neoplasias (carcinoma bronquioloalveolar, metástasis o linfomas), otras infecciones (quistes hidatídicos, parásitos o embolias sépticas), causas inmunológicas (sarcoidosis o Wegener), metabólicas, vasculares (malformaciones arteriovenosas) y enfermedades profesionales. Aunque poco común, la neumonía redonda debe ser uno de los diagnósticos diferenciales de todo paciente adulto con una lesión tipo masa en la radiografía de tórax, aun en ausencia de síntomas infeccisos agudos. Sin embargo la presencia de síntomas infecciosos coincidentes con la lesión radiológica no es garantía de ausencia de malignidad siendo la evolución la que orientara la necesidad de estudios de extensión.

Callopistria juventina

Clasificamos la Superfamilia Noctuoidea de los lepidópteros en las siguientes familias:
  • Familia Oenosandridae
  • Familia Notodontidae
  • Familia Erebidae
  • Familia Euteliidae
  • Familia Nolidae
  • Familia Noctuidae

Los noctuidos (Familia Noctuidae) son una familia de mariposas nocturnas con más de 26.000 especies conocidas. Como vuelan de noche, algunos miembros de la familia son depredados por los murciélagos. Sin embargo, se defienden bien porque han desarrollado un sistema evasivo por escucha de las notas ultrasónicas consistente en un delicado órgano auditivo que envía señales nerviosas a los músculos alares al detectar los ultrasonidos, causando que la mariposa vuele muy erráticamente de forma refleja como sistema evasivo. Muchas especies tienen larvas que viven en el suelo siendo plagas de la agricultura y la horticultura. Son los "gusanos cortadores" que comen la base de Brassica (mostaza, brócoli, etc.) y lechuga. Forman pupas brillantes y duras. Muchas larvas de noctuidos comen de noche, descansando en el suelo o en cavidades de las plantas que comen durante el día.

El número y amplitud de las subfamilias dentro de esta familia varía según los diferentes sistemas taxonómicos adoptados, pero podemos hacer la siguiente clasificación:
  • Subfamilia Acontiinae
  • Subfamilia Acronictinae
  • Subfamilia Aganainae
  • Subfamilia Agaristinae
  • Subfamilia Amphipyrinae
  • Subfamilia Araeopteroninae
  • Subfamilia Balsinae
  • Subfamilia Bagisarinae
  • Subfamilia Bryophilinae
  • Subfamilia Calpinae
  • Subfamilia Catocalinae
  • Subfamilia Cocytiinae
  • Subfamilia Condicinae
  • Subfamilia Cuculliinae
  • Subfamilia Cydosiinae
  • bfamilia Dilobinae
  • Subfamilia Diphtherinae
  • Subfamilia Eriopinae
  • Subfamilia Eucocytiinae
  • Subfamilia Eustrotiinae
  • Subfamilia Euteliinae
  • Subfamilia Glottulinae
  • Subfamilia Hadeninae
  • Subfamilia Heliothinae
  • Subfamilia Herminiinae
  • Subfamilia Hypeninae
  • Subfamilia Ipimorphinae
  • Subfamilia Lophonyctinae
  • Subfamilia Metoponiinae
  • Subfamilia Noctuinae
  • Subfamilia Oncocnemidinae
  • ubfamilia Ophiderinae
  • Subfamilia Pantheinae
  • Subfamilia Phytometrinae
  • Subfamilia Plusiinae
  • Subfamilia Psaphidinae
  • Subfamilia Raphiinae
  • Subfamilia Sinocharinae
  • Subfamilia Stictopterinae
  • Subfamilia Stiriinae
  • Subfamilia Strepsimaninae
  • Subfamilia Thiacidinae
  • bfamilia Ufeinae
  • Subfamilia Xyleninae


La Subfamilia  Hadeninae Hübner, 1821 comprende una gran variedad de géneros que suelen ser asignados a un número de tribus que van desde unas muy grandes a otras monotípicas. Sin embargo, una alta proporción de géneros en la actualidad no están asignados a una tribu específica ya que sus relaciones requieren más estudios, quedando por lo tanto en Incerta sedis. En un gran número, la asignación de algunos géneros a Hadeninae está seriamente en duda. En la Península Ibérica podemos encontrarnos con géneros correspondientes a las siguientes tribus:
  • Tribu Apameini
  • Tribu Caradrini
  • Tribu Episemini
  • Tribu Hadenini
  • Tribu Ipimorphini
  • Tribu Mythimnini
  • Tribu Orthosiini
  • Tribu Xylenini

Y de la Tribu Ipimorphini, podemos encontarnos con especies pertenecientes a los siguientes géneros:
  • Actinotia
  • Anthracia
  • Athetis
  • Auchmis
  • Callopistria
  • Chilodes
  • Chloantha
  • Cosmia
  • Dicycla
  • Dypterygia
  • Enargia
  • Eucarta
  • Euplexia
  • Hadjina
  • Heterophysa
  • Hyppa
  • Ipimorpha
  • Mesogona
  • Methorasa
  • Mormo
  • Oxytripia
  • Parastichtis
  • Phlogophora
  • Polyphaenis
  • Proxenus
  • Pseudenargia
  • Rusina
  • Sesamia
  • Thalpophila
  • Trachea

Los imagos del género Callopistria Hübner, 1821 se caracterizan por poseer unos ojos glabros; no ciliados. Tienen una envergadura de unos 25–30 mm. Cabeza y tórax oscuros, abdomen más pálido. Alas delanteras de color gris con marcas oscuras pero no de color violeta ni rosadas; patrón complejo, reniforme y orbicular bien marcados y definidos. Alas traseras blancas y grises; oscurecidos distalmente y sin una marca discal clara; sin líneas transversales. Vena 5 de las alas posteriores débilmente visibles, surgiendo más cerca de la vena 6 que de la 4. Las tibias posteriores no tienen espinas y el abdomen no posee cresta.

Callopistria juventina (Stoll, 1782)

Esta especie se distribuye por la ecozona palearctica, desde Marruecos en el sur y partes de Europa Central y Asia templada hasta Japón. Se asienta en rodales de Pteridium aquilinum, principalmente en los bosques o cerca de ellos, en un clima no demasiado frío y atlántico. Vuelan en una generación al año, de     Mayo/Junio a Julio/principios de Septiembre dependiendo de la localización. 


Callopristia juventina

Su envergadura es de 34-38 mm. 


Callopristia juventina


 Callopristia juventina


 Callopristia juventina

 
Callopristia juventina

Las orugas se desarrollan entre julio y principios de octubre. Se alimentan del helecho Pteridium aquilinum. Construyen un capullo donde hibernan y pupan hasta la primavera.

miércoles, 5 de junio de 2019

Género Carcoporis

Hace un par de días paseando de bicherio frente a casa, una zona cercana a un rio y en las líndes de un monte que me suele surtir de material como para pasar ratos entretenido, me tropecé con unas ninfas.

Ya sabéis que en griego antiguo, νύμφα (nýmphē) llegó al latín como nympha, que a su vez arribó al castellano como ninfa y que en la antigua mitología griega y romana, las ninfas eran deidades femeninas asociadas a determinados espacios naturales, como bosques o ríos. Tenían nombres particulares como las Náyades, las Dríades o las Nereidas. Posteriormente en arte el clasicismo representó a estos espíritus divinos como jóvenes mujeres de gran atractivo, siempre semidesnudas y despreocupadas. Vamos, que eran la imagen de las “tias buenas” de la época.

No, yo no tuve tanta suerte. Lo que me encontré no fueron ningunas mozas despelotadas bañándose en el río. Lo que me encontré fueron unas ninfas de pentatómido. También sabréis ya, y sino, os lo cuento yo ahora, que en zoología se utilizó el término ninfa para nombrar a los estadios juveniles de los insectos, similares a los adultos o imagos pero aún con el desarrollo incompleto, ápteros y asexuados por la inmadurez de sus gónadas. Pues eso fue lo que vi por casualidad, unas ninfas de chinche escudo que no tenía muy claro bien a que género o especie podían corresponder.

Esta tarde brujuleé un poco por internet y creo que corresponden a ninfas del género Carpocoris Kolenati, 1846

El término Carpocoris deriva del griego “karpos” que significa fruto + “koris” que significa  chinche.

Hasta 1958, el género Carpocoris Kolenati, 1846 incluía cuatro especies en Europa occidental:
  • Carpocoris purpureipennis (De Geer, 1773)
  • Carpocoris fuscispinus (Boheman, 1851)
  • Carpocoris pudicus (Poda, 1761)
  • Carpocoris melanocerus (Mulsant & Rey, 1852).

Carpocoris mediterraneus Tamanini, 1958 fue descrita mas tarde y se la relacionó directamente con C. fuscispinus (Tamanini, 1958).

Carpocoris mediterraneus se dividió en dos subespecies: Carpocoris mediterraneus mediterraneus y Carpocoris mediterraneus atlanticus.

Tamanini (1958) dividió el género en dos "grupos" dependiendo de la estructura de sus parameros

Con dos dientes en los parameros C. purpureipennis, C. mediterraneus y C.fuscispinus
Con un solo diente en los parameros: C. pudicus y C. melanocerus,

Hoy en día, la lista de especies actualizada según Lupoli et al, 2013: "Morphological, biogeographical and molecular evidence of Carpocoris mediterraneus as a valid species (Hemiptera: Pentatomidae)" es la siguiente:
  • Carpocoris (Carpocoris) fuscispinus (Boheman, 1850)
  • Carpocoris (Carpocoris) mediterraneus atlanticus Tamanini, 1958
  • Carpocoris (Carpocoris) melanocerus (Mulsant & Rey, 1852)
  • Carpocoris (Carpocoris) pudicus (Poda, 1761)
  • Carpocoris (Carpocoris) purpureipennis (De Geer, 1773)

   
 Ninfas de Carcoporis sp


  Ninfas de Carcoporis sp


 Ninfas de Carcoporis sp


 Ninfas de Carcoporis sp

Aún a pesar de no tener fotografía de ningún adulto perteneciente a este género Carcoporis, transcribo a continuación una clave dicotómica para diferenciar entre las especies Europeas del género Carcoporis (tomada del artículo “Morphological, biogeographical and molecular evidence of Carpocoris mediterraneus as a valid species (Hemiptera: Pentatomidae)” publicado en Zootaxa 3609 (4): 392 – 410

1 (2)

- Abdomen as wide or broader than the pronotum.
- Scutellum with a triangular depression in a semicircular Y-shape, bound laterally by a high ridge
- Male: apical process of parameres with only one tooth

Carpocoris melanocerus (Mulsant & Rey, 1852)
Distribution in France: relatively common altitudinal species in the Alps and Pyrenees mountains from 1400m.



2 (1)

- Abdomen narrower than the pronotum.
- Scutellum without a marked depression, or with only a few superficial flat marks.
- Male: apical process of parameres with one tooth or two
……………………………………………………………………………………………………….3

3 (4)

- Lateral margins of scutellum with a clear and deep notch in the middle
- Male: apical process of parameres with only one tooth

Carpocoris pudicus (Poda, 1761)
Distribution in France: southern species common in southern and southeastern France up to Besançon.



4 (3)

- Lateral margins of scutellum almost straight, without a clear and deep notch in the middle.
- Male: apical process of parameres with two teeth………………………………………………… 5


5 (8)

- Humeral angles of pronotum rounded and only slightly protruding………………………………. 6

6 (7)

- Posterolateral margin of pronotum slightly convex.
- Base of scutellum without contrasting black spots.
- Legs not orange

Carpocoris purpureipennis (De Geer, 1773)
Distribution in France: species common everywhere excepted in thermo- and meso-Mediterranean areas.


7 (6)

- Posterolateral margin of pronotum nearly straight.
- Base of scutellum with contrasting black spots.
- Legs orange

Carpocoris mediterraneus mediterraneus Tamanini, 1958
Distribution in France: never found in France


8 (5)

- Humeral angles of pronotum sharp and protruding ………………………………………………. 9

9 (8)

- Anteroposterior distance between a line joining humeral angles of pronotum, and the anterior margin of pronotum, usually larger than a third of the length of pronotum
- Anterolateral margins of pronotum with a marked concavity
- Posterolateral margin of pronotum nearly straight
- Base of scutellum and connexivum often with contrasting black spots.
- Legs sometimes orange.
- Apex of the scutellum exceptionally truncated.

Carpocoris mediterraneus atlanticus Tamanini, 1958
Distribution in France: Thermophilic common species, only found in the Mediterranean area and along the Atlantic coast northwards until Normandy


10 (9)

- Anteroposterior distance between a line joining humeral angles of pronotum, and the anterior margin of pronotum, usually smaller than a third of the length of pronotum
- Anterolateral margins of pronotum raised, with a slightly marked concavity
- Posterolateral margin of pronotum always distinctly convex
- Base of scutellum and connexivum exceptionally bearing contrasting black spots.
- Legs never orange.
- Altitudinal populations (Alps) often with the end of scutellum truncated and black.

Carpocoris fuscispinus (Boheman, 1851)
Distribution in France: common in eastern and central France, except in thermo- and meso-Mediterranean areas. Becomes scarce from east to west and from north to south