Los
niños son caedizos: se caen de la cama, se caen de la silla, se caen
por las escaleras, se caen cuando andan y se caen cuando corren. Los
niños se caen de cualquier sitio al que se hayan subido y no esté
pensado para subirse, como por ejemplo los árboles y las peñas, y
se caen, como no, de los columpios...
¡Los
niños se caen y se rompen! Esta afirmación es universal y la
conocen todos los médicos de urgencias y bastantes padres.
Un
47% de varones y un 27% de las niñas sufren alguna fractura antes de
llegar a los 15 años y dejar a su pediatra. En los pueblos, que son
mas brutos en general, la incidencia puede llegar hasta el 50%.
Las
fracturas más frecuentes son las de la extremidad superior, siendo
aproximadamente un 45% en el radio, 18,4% en el húmero, 15% en la
tibia, 13,8% en la clavícula y 7,6% en el fémur. Las fracturas
fisarias representan el 21,7% de las lesiones. Las fracturas de
cadera y raquis son menos
frecuentes.
En
el niño se dan además dos condiciones que van a ser importantes a
la hora del tratamiento de la fractura: 1. la presencia de un
cartílago de crecimiento (fisis) hasta los 16 años y 2. la gran
capacidad de consolidación y remodelación que poseen.
Las fracturas del niño tienen formas caprichosas y diferentes a las del adulto porque su hueso se caracteriza por una mayor porosidad y por tanto diferente biomecánica, siendo frecuentes las fracturas en rodete (o torus), las incurvaciones (diafisarias), las fracturas incompletas o "en tallo verde" 8que suelen verse en rádio y cúbito) , las fracturas subperiósticas y las fracturas epifisiolisis, que afectan al cartílago de crecimiento o fisis.
Hoy
voy a hablaros unicamente de la episiolisis, tipo de fractura que
representa el 15% al 25% de las fracturas de la infancia y que
consiste en la fractura del cartílago de crecimiento o fisis de un
hueso largo, que como sabemos, se encuentra situada entre la epífisis
y la metáfisis del mismo. La fractura puede ir recorriendo o cruzar
la fisis siendo responsable de la separación de una parte o bien de
la totalidad de la epífisis respecto de la metáfisis.
La
epifisioisis se clasifican mediante la Clasificación de Salter y
Harris de la siguiente forma:
Tipo I: El cartílago de crecimiento y la epífisis se separan en bloque de la metáfisis (15,6%)
Tipo II: La epífisis arrastra un fragmento triangular de la metáfisis (59,2%)
Tipo III: La fractura transcurre a través de la epífisis y fisis y se separa de la metáfisis sin lesionar la (11%)
Tipo IV: fractura a través de epífisis, fisis y metáfisis (8,6%)
Tipo V: Es una lesión por compresión de la fisis sin fractura (0,3%)
Los
tipos I y II representan el 75% de las epifisiolisis y son las más
benignas ya que la placa germinal no está afectada.
En
los adolescentes es frecuente la Epifisiolisis distal del radio,
siendo generalmente de tipo I o II y por y debidas a un mecanismo de
caída con flexión dorsal forzada de la mano.
Como una imagen vale mas que mil palabras y hoy voy a ser escueto en ellas, os pongo dos imágenes de la epifisiolisis grado II radio-cúbito distal de un chaval que se cayó del columpio.
El traumatólogo de guardia intento la reducción en flexión palmar y posterior inmovilización con un yeso antebraquial, pero el intenso dolor a pesar de la analgesia inicial y la dificultad del caso hicieron preciso meter al paciente en quirofano.
A mi aún me sigue doliendo cada vez que veo las radiografias.
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