A continuación reproduzco parcialmente un artículo de Fernando Salgado que ha publicado hoy el Diario de Pontevedra y que habla del monte lobeira desde el que hice la fotografía anterior y de su importancia histórica y arqueológica. El artículo original puede consultarse en esta dirección.
Promover el conocimiento del
patrimonio histórico y arqueológico es el objetivo de dos ambiciosas
iniciativas destinadas a la realización de un trabajo de investigación,
acondicionamiento y señalización, que será realizado en Monte Lobeira
(Vilanova) y Adro Vello (O Grove). En ambas juega un papel decisivo la
Deputación, institución que contará con la colaboración de los concellos
y la Mancomunidade do Salnés.
La última palabra sobre la actuación arqueológica en
Monte Lobeira la tendrá los vecinos de András. La comunidad de montes
de la parroquia vilanovesa celebrará una asamblea del día 14, y su
secretario, José Luis Tourís, no dudó en adelantar que la mayor parte de
los 150 socios apoyarán el convenio que la hará posible.
Los comuneros cederán los terrenos y permitirá el
acceso a los mismos para la ejecución de los trabajos de excavación,
previos a la señalización de los vestigios, mientras que la
Mancomunidade do Salnés será la encargada de su mantenimiento. El
proyecto se desarrollará en un plazo de cinco años y la inversión
inicial asciende a 21.000 euros.
Sacar a la luz los restos de la antigua fortaleza que
todavía permanece en lo alto de Monte Lobeira es el objetivo central de
esta intervención. En un primer momento, la actuación se limitará a una
serie de estudios topográficos con la finalidad de hacer una composición
de lugar del entorno. Una vez que se conozcan estos estudios será
cuando se comience la intervención arqueológica propiamente dicha.
Esta actuación será mucho más profunda que las que
fueron acometidas hasta el momento en Monte Lobeira. La última de ellas
fue impulsada por los comuneros en el año 2008 y permitió sacar a la luz
parte de la muralla y un gran aljibe que se utilizaba para el
almacenamiento de agua con destino a los defensores del castillo.
Aquella actuación acabó interrumpiéndose por la ausencia de
financiación.
El castillo fue construido en el siglo XI y el entorno
donde se encuentra fue antes un castro, denominado Castrum Lupeirae. La
construcción perteneció hasta el XIV al Arzobispado de Santiago y fue
usada para vigilar el paso desde la costa al interior y
En las revueltas del siglo XV, los Irmandiños
intentaron derribarlo y prenderle fuego. En el siglo XVII pasó a manos
de los Mariño de Lobeira, que lo abandonaron.
Desde el patio de armas, que hoy es el aparcamiento,
se asciende por una escalera a la puerta principal al castillo. Dentro
de las murallas se podían divisar varias habitaciones y unas
caballerizas.
En la parte posterior de las murallas se sitúa el
aljibe. La torre del homenaje contaba con tres pisos. En los trabajos
arqueológicos realizados fueron hallados monedas de la época de la
segunda revuelta Irmandiña, un proyectil de piedra y abundantes restos
cerámicos.
Reproducción del castillo realizada por Valentín Viqueira.
La fortaleza no es el único vestigio de la antigüedad
que queda en Lobeira. El monte acumula una importante historia
arqueológica, como dos mámoas y un círculo lítico, además de varios
depósitos de la Edad de Bronce.
En O Grove, un equipo formado por diez operarios y un
arqueólogo iniciará mañana los trabajos de limpieza del castro de Adro
Vello, una vez obtenidos los permisos de Costas del Estado.
Las labores consistirán en la eliminación de la
vegetación para dejar al descubierto los restos ocultos, el
acondicionamiento del entorno y su señalización.
En una segunda etapa se realizarán nuevas excavaciones
y la rehabilitación integral de Adro Vello. Esta intervención será
financiada con cargo al 1% que destina el Ministerio de Fomento a
intervenciones culturales y figura en un proyecto en el que se incluyen
otras iniciativas arqueológicas.
Las actuaciones proyectadas para la segunda fase
implicarán el cambio de trazado de una carretera, para lo que será
necesario realizar varias expropiaciones.
Las intervenciones arqueológicas que serán ejecutadas
en Vilanova y O Grove figuran en un amplio proyecto, promovido por la
Deputación, cuya finalidad es dotar de nuevos recursos turísticos a la
comarca de O Salnés que además de sacar a la luz el pasado sirvan para
promover el turismo accesible.
Este objetivo es el argumento central en el que
fundamenta la institución provincial la construcción de la red de
pousadas rurales, ubicadas en O Grove, Ribadumia, Meaño y Meis, cuya
explotación sacó a concurso la semana pasada.
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