viernes, 7 de junio de 2019

Fractura patológica del transfondo del acetabulo

Los médicos hablamos de fractura patológica cuando vemos una fractura en un hueso debilitado por el desarrollo de una enfermedad que se produce como consecuencia de un traumatismo de baja intensidad que no causarían tal efecto en un hueso sano. Este tipo de fracturas, se suelen producir además en la realización de las actividades de la vida diaria.

Existen diversos factores etiológicos que hacen que un hueso pierda sus propiedades de viscoelasticidad y resistencia normales como pueden ser la edad avanzada, la menopausia precoz sin tratamiento, los antecedentes de fractura, un Índice de Masa Corporal (IMC) < 20, la Osteoporosis, el tratamiento prolongado con corticoesteroides, alteraciones de tipo metabólico, la osteomalacia, el hiperparatiroidismo, la osteomielitis aguda, enfermedades como la osteogénesis imperfecta, la displasia fibrosa ósea o la artritis reumatoide y finalmente las neoplasias benignas y los procesos tumorales primarios o metastásicos.

Lo que me interesa hoy recalcar a mi es la relación del cáncer con las fracturas patológicas. Fundamentalmente lo que ocurre es que las metástasis óseas hacen disminuir la calidad del hueso, haciéndolo más susceptible a posibles impactos, y es importante recordar esto porque las metástasis óseas constituyen el tumor óseo más frecuente en el 90% de los pacientes mayores de 40 años, siendo el tercer lugar de asentamiento de las diseminaciones cancerígenas (por detrás de pulmón e hígado). Así mismo, constituyen el primer síntoma de tumor primitivo en el 20-30% de los casos. Los principales tumores que metastatizan a hueso son el cáncer de próstata, de mama, de pulmón, de vejiga y de tiroides. Las metástasis óseas tienen una predilección por el tejido óseo con mayor médula hematopoyética (vértebras, pelvis, costillas, fémur, cráneo...). En el fémur se producen las 2/3 partes de las metástasis, seguido por el de húmero, y dentro de estos, las zonas más perjudicadas son las proximales.

Si tenemos en cuenta esto, nos daremos perfectamente cuenta como hoy en día en que la esperanza de vida media es mas alta y la proporción de pacientes con cáncer mas elevada debido al aumento de supervivencia de los mismos en los países acomodados, las fracturas patológicas debidas a metástasis óseas son algo que vemos cada vez con mas frecuencia. De hecho, se acepta que el riesgo de desarrollar una fractura patológica en pacientes con metástasis óseas es de hasta el 20%, sobretodo en pacientes con neoplasia de lesión osteolítica como mieloma múltiple y cáncer de mama.

El problema más importante que plantean las metástasis óseas desde el punto de vista quirúrgico es el compromiso del soporte estructural, el cual debe ser prevenido con una cirugía profiláctica o debe ser corregido con una cirugía «definitiva».

Harrington et Al propusieron los siguientes criterios para valorar el riesgo de fractura patológica con origen neoplásico

  • Destrucción de la cortical mayor del 50%
  • Lesión mayor de 2.5 cm en fémur
  • Avulsión del trocánter menor
  • Dolor tras la radioterapia

En 1989 Mirel propuso un sistema aplicable a todas las localizaciones periféricas y definir así lesiones de alto riesgo (lo que los anglosajones llaman Impending fractures, o fracturas inminentes).

LOCAL
DIFUSA
BENIGNO
Encondroma
Congénito
Osteogenesis imperfecta
MALIGNO
Metástasis Ca
Adquirido
Osteoporosis juvenil
INFECCIÓN
Osteomielitis

Paget
OTRO
Q simple
Displasia fibrosa
Granuloma eosinofilico

Mieloma múltiple
Metástasis Ca
Osteomalacia
Osteodistrofica distal renal


Puntuación igual o superior a 9 puntos implicaría una intervención quirúrgica de carácter profiláctico. Si se suman 8 puntos, la intervención como medida profiláctica es opcional y una puntuación de 7 o menos desaconseja el paso por el quirófano como norma profiláctica ya que el riesgo que conlleva la intervención es superior al beneficio que va a obtener el paciente.

Posteriormente, otro autor llamado Van der Linden, demostró con un estudio que el método de Mirels sobrevaloraba el riesgo de sufrir una fractura patológica y propuso como factores fiables la afectación de la cortical ósea de manera longitudinal mayor de 30 mm y la afectación de manera transversal superior al 50%.

Hoy en día se acepta que ante una fractura inminente, se debe plantear la posibilidad de un tratamiento quirúrgico profiláctico, existiendo 3 criterios para esta indicación:

a) Lesión lítica bien definida de más de 2,5 cms. de diámetro;
b) Cualquier lesión que destruya más del 50% de la cortical, ya que la FP es inminente y además con este grado de lesión no hay respuesta a la radioterapia y
c) Persistencia de dolor en el área de una lesión lítica, sea cual sea la etiología

Un 35% de fracturas patológicas curan a las 6 semanas y 74% a los 6 meses. La estabilidad quirúrgica debe ser suficiente para permitir la descarga total del cuerpo en forma inmediata. Clásicamente la expectativa de vida de un paciente con una fractura patológica se estimaba en 7,9 meses, actualmente más del 75% están vivos un año después de su fractura y la supervivencia media global ronda los 21 meses.

Los objetivos del tratamiento de las fracturas patológicas son: aliviar el dolor, mejorar la función y permitir la deambulación, facilitar los cuidados de enfermería y el manejo físico de los pacientes y mejorar su bienestar psicológico. Al tener estos pacientes una enfermedad subyacente tan importante como es el cáncer, su tratamiento debe ser siempre supervisado por un equipo multidisciplinario.

Con sólo tres meses de expectativa de vida, está indicada la cirugía. Con una esperanza de vida menor de tres meses, se debe plantear la posibilidad de contraindicar la cirugía. Se debe tener en cuenta además el tipo de tumor primario, ya que los carcinomas de mama, tienen un relativo mejor pronóstico, con una supervivencia de aproximadamente de un año posquirúrgico, mientras que los pacientes con carcinoma de pulmón tienen un pronóstico peor, muriendo la mitad de ellos dentro de los 3 meses postquirúrgicos.

En lo que respecta a este tipo de fracturas en la cadera la base del tratamiento es la resección de la lesión, la estabilización rígida mediante osteosíntesis o artroplastias y la radioterapia postoperatoria. Sólo en el caso de que exista un compromiso del ilión y de la cabeza o cuello femoral está indicada la radioterapia preoperatoria y posteriormente se planteará la posibilidad quirúrgica.

¿Porqué menciono este caso concreto ahora?, Por lo siguiente:

no hace demasiadas guardias recibí a un paciente de 90 años de edad, fumador de 4 cigarrillos al día desde hacia mas de 20 años, ciego por glaucoma crónico de ángulo abierto, con una bioprótesis mitral y aórtica y una Fibrilación auricular crónica anticoagulado con Sintrom y que estuvo en seguimiento por el neurólogo por cefaleas tensionales y posibles crisis comiciales que consultaba por un intenso dolor de la cadera izquierda con impotencia funcional del miembro inferior izquierdo ¡tras una malposicion en el cuarto de baño!.

La Radiografía de la cadera mostraba lo siguiente

La imagen de la izquierda es la Rx de ese día y la de la derecha una previa de hacía unos meses

En la radiografía de la izquierda se puede apreciar claramente una luxación central de la cadera izquierda con una fractura del trasfondo acetabular.

El radiólogo y el traumatólogo ya apuntaron que les tenía una alta sospecha de fractura patológica neoplásica.

Inmediatamente se hizo un TAC



Un corte del TAC donde se aprecia bien el problema

Siendo el informe del radiólogo el siguiente: “Si bien existe una impactación de la cabeza femoral izquierda que asoma a la pelvis asociada a extensa fractura multifragmentada del acetábulo y un gran aumento de partes blandas con imágenes hiperdensas en su interior al menos parcialmente justificables por hematoma postraumático dicho aumento de partes blandas parece continuarse al menos con el ilion, posteriormente con el isquion y de manera más llamativa hacia la rama iliopubiana adquiriendo a este último nivel un aspecto de masa lítica y expansiva por lo que en conjunto los hallazgos son sospechosos de la existencia de una lesión subyacente; a valorar dada la edad metástasis o mieloma, o en relación con tumoración primaria”.

A continuación mas imágenes de la lesión y la reconstrucción 3D del TAC











Idaea sp

Cuando mostré una imagen y hable algo de Idaea degeneraria comenté que el género Idaea Treitschke, 1825 clasificado en la  tribu Sterrhini Meyrick, 1892 de la Subfamilia  Sterrhinae Meyrick, 1892 de la Superfamilia Noctuidae,  incluye alrededor de 680 especies descritas alrededor del mundo, con centros de distribución en el Mediterráneo, las sabanas africanas y el cinturón erémico de las regiones secas y semidesérticas del Paleártico occidental de Asia.

En la Península Ibérica nos podemos encontrar con muchas especies de este género, todas se parecen mucho y hay que diferenciar las especies analizando la gentalia.

Tres de las que se parecen mucho son las siguientes:


Idaea contiguaria (HÜBNER, 1799)

Esta idea es probablemente univoltina, volando de junio a julio. Es una de las mas frecuentes en Galicia por lo que he podido averiguar (gracias a Alejandro A. Lázaro Camafreita del grupo de Facebook Fauna y Flora salvaje de Galicia, que es el que me pasó la información). El imago tiene una envergadura de 18 - 22 mm y se puede identificar por sus líneas marrón negruzcas con manchas prominentes en las costas. Por lo general, tiene un punto negro central prominente y una fila prominente de puntos terminales o guiones. Se parece mucho a Idaea cervantaria. La hembra ovipone en hileras o grupos en grietas o en pastos secos. La oruga adulta es de color marrón claro y tiene un dorso oscuro y del octavo segmento una línea trasera rota. De acuerdo con Ebert Bd. 8, página 190, sus plantas nutricias son álbum de Sedum, Calluna vulgaris (brezo) y Empetrum nigrum (frambuesa negra). Hibernación: como una oruga.


Idaea cervantaria (Milliere, 1869)

Se distribuye por el sur de la peninsula y el área mediterranea, sur de Francia y norte de África. Habita en laderas rocosas y cálidas. Los imagos tienen una envergadura de unos 20 mm. Los adultos vuelan en una generación de junio a julio. Las larvas se alimentan de brezo, mora y Umbilicus.

Se le conocen tres subespecies:

  • Idaea cervantaria cervantaria (Millière, 1869)
  • Idaea cervantaria depressaria (Staudinger, 1892)
  • Idaea cervantaria montana (Wehrli, 1927)


Idaea blaesii Lenz & Hausmann, 1992

Es una especie que se describió por primera con la captura de unos ejemplares del Algarve (Portugal). Idaea blaesii se distribuye por la costa mediterránea y algunas zonas localizadas del sur de Francia. Es una especie Xerotermífila que vuela en varias generaciones al año. Los machos tienen una envergadura de 13.2-15.6 mm y las hembras de 14.0-17.6 mm.  Son bastante parecidos a Idaea cervantaria MILLIERE, 1872 aunque un poco más pequeñas y redondeadas. En el color se asemejan a Idaea vilaflorensis REBEL, 1910 de Tenerife, aunque estas son de un marrón rojizo un poco mas oscuro, tienen las líneas postmedianas menos dentadas, y las antemedianas menos onduladas y con el tono medio en el ángulo interno más evidente. Pero se relacionan mas directamente con Idaea inquinata por la estructura de la genitalia. En cautividad la hembra ovipone en restos vegetales en grupos de 2-12 huevos, de diámetro longitudinal de unos 5 mm, forma oval y color inicialmente blanco pero que tras 24 horas pasan a ser de un color naranja brillante. La superficie se encuentra piqueteada por pequeños oyuelos formando un dibujo hexagonal o pentagonal. Tras la eclosión del huevo la oruga inicialmente de color gris lechoso y ligeramente hialina. En la etapa adulta mide unos 13-14 mm de largo, tiene forma ligeramente ahusada y su piel es áspera y muy arrugada. La cápsula cefálica es de color parduzco pero a partir del cuello es de color blanco menos el Sternum que es negro. El color básico es de un gris marronaceo, el primer segmento es negro por el dorso habiendo un parcheado de color negro en el dorso de los segmentos abdominales del 3 al 7, no habiendo casi color negro en el dorso a partir del 8º segmento abdominal.

Las características de las larvas de Idaea han sido ya bien descritas por G. E. King y J. L. Viejo Montesinos en el artículo LAS LARVAS DEL GÉNERO IDAEA TREITSCHKE, 1825 (INSECTA,LEPIDOPTERA, GEOMETRIDAE): NUEVOS DATOS SOBRE SU MORFOLOGÍA Y BIOLOGÍA (Revista Graellsia, 68(2): 249-262 julio-diciembre 2012)

En cautiverio la etapa de oruga dura unas 5-6 semanas, aunque dependiendo de las condiciones de reproducción puede llegar hasta las 10. La oruga come (en cautiverio) restos de plantas muertas, siendo la preferida el diente de león {Taraxacum officinale). Las orugas recién nacidas comen flores de varias plantas. La pupación tiene lugar en una red suelta de restos vegetales. La pupa tiene una longitud aproximada de 8 mm y es de color marrón claro. Las polillas eclosionan 4-8 semanas tras la pupación.

Además de estas tres especies hay otras muchas mas que se parecen en el aspecto externo y para las que una observación por un naturista muy experimentado quizás pueda ayudarnos a aproximarnos a la especie, pero la identificación definitiva, ya lo aviso de antemano, solo se consigue con la disección y observación minuciosa de la genitalia.

Idaea sp, ( ¿quizás I. contiguaria?)


jueves, 6 de junio de 2019

Neumonía redonda

La neumonía o pulmonía es una infección en uno o ambos pulmones con desarrollo de microorganismos en el interior de los alvéolos que provoca una inflamación. Hoy en día la gente en general se toma la neumonia medio en broma o con demasiada tranquilidad porque saben que disponemos de potentes y variados antibióticos con los que tratar los gérmenes causantes de la misma y se tiende a pensar que solo es un cuadro a tomar muy enserio en las edades extremas de la vida o en los pacientes inmunocomprometidos o pluripatológicos. No debemos de caer en ese error, porque las resistencias de los gérmenes a los antibióticos son cada vez mas y mayores y además relajarse en el diagnóstico o tratamiento de una enfermedad puede traer consecuencias desastrosas tanto para el paciente como para la sociedad en su conjunto. No por nada se llama antiguamente a la Neumonía “Capitán de la muerte”.

Sin embargo no quiero aquí hablar de los antibióticos y los gérmenes causantes de neumonía, sino de un caso un tanto especial de neumonía por su expresión radiológica y porque afecta fundamentalmente a niños menores de 8 años.

La Neumonía redonda

Esta neumonía es un tipo raro de neumonía lobular, es decir que afecta a un lóbulo pulmonar. Recordemos ahora que el pulmón derecho está dividido por dos cisuras (horizontal y oblicua) en 3 lóbulos (superior, medio e inferior) y el pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior) separados por la cisura oblicua debido a la situación del corazón. Pues bien, este tipo de neumonía suele verse con mas frecuencia en el pulmón derecho y en los lóbulos inferiores, si bien puede asentarse en cualquier otro lóbulo, al igual que puede presentarse en niños mayores de 8 años o incluso adultos.

El término de neumonía redonda apareció en la literatura radiológica a mediados de los 60 cuando se describió la presencia de neumonía con apariencia radiológica de masa redondeada en niños.

  • Talner LB: Pleuropulmonary pseudotumors in childhood. Amer J Roentgen 100:208-213, May 1967
  • Caffey J: Pediatric X-Ray Diagnosis. Chicago, Year Book, 5th ed, 1967, pp 277-279
  • Rose RW, Ward BH. Spherical pneumonias in children simulating pulmonary and mediastinal masses.Radiology. 1973; 106: 179-83.

Radiológicamente se presenta como una imagen de hasta 7cm de diámetro máximo, localizado en los lóbulos inferiores y posteriores, adyacente a la pleura, a veces con broncograma aéreo y de bordes lisos o no bien definidos. La imagen asemeja pues la de una masa pulmonar o un nódulo pulmonar solitario.

Aunque el mecanismo fisiopatogénico no está completamente aclarado, en los niños parece deberse a la falta de un adecuado desarrollo de los poros de Kohn (los orificios que se encuentran en los tabiques interalveolares en los pulmones que permiten la circulación de aire desde un alvéolo hacia otro) y la ausencia de los canales de Lambert (conexiones accesorias entre algunos bronquiolos y los alvéolos adyacentes), que limitan la diseminación del agente patógeno y dan como resultado imágenes focales redondas o esféricas en las radiografías y estudios tomográficos.

En los adultos el hallazgo de la neumonía redonda es casual, visto como una fase muy temprana de un proceso consolidativo que todavía no se ha extendido, o bien puede verse dentro del proceso resolutivo lento de una neumonía difusa, lo que obliga a descartar otra patología. Por ello esta neumonía en el adulto es mas rara, estimándose que solamente el 1% de las neumonías del adulto presenta este comportamiento radiológico, al igual que explica el 1% de las lesiones radiológicas tipo masa.

El agente causante suele ser el Streptococcus pneumoniae en un 90% de las ocasiones aunque pueden verse implicados otros gérmenes como K. pneumoniae, H. influenzae, Legionella pneumóphila, M. tuberculosis y hongos. C. psittaci, C. burnetti y el coronavirus responsables del SARS también pueden tener este comportamiento radiológico.

Los síntomas y las alteraciones analíticas están relacionados con el tamaño y suelen ser: fiebre, tos, disnea, dolor torácico, leucocitosis, elevación de la proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular, pero con frecuencia estas neumonías pasan inadvertidas en los adultos y aparecen como hallazgo casual en pacientes asintomáticos. En los niños pequeños no es raro que se presenten como un cuadro agudo de fiebre, dolor abdominal y vómitos, como fue el caso del niño de 4 años de edad que atendí en una guardia y de entrada me llevó al huerto en el diagnóstico, haciendo que sospechase de entrada un cuadro abdominal agudo. Sin embargo la Rx de tórax mostró la siguiente y esclarecedora imagen




En la mayoría de los casos la evolución suele ser favorable, ya sea autolimitada o tras instaurar tratamiento antibiótico, y la lesión radiológica ha mostrado una resolución completa después de la cuarta semana. Ante una resolución mas lenta se debe sospechar otra patología.

En el diagnóstico diferencial en los niños debe de considerarse el absceso, granuloma, (TBC, micosis), hidatidosis, enfermedades congénitas como quiste broncogénico, malformación arteriovenosa o secuestro; o incluso neoplásicas como Hamartoma, blastoma pulmonar, y metástasis (Tumor de Willms, osteosarcoma)

El diagnóstico diferencial en el adulto incluye las neoplasias (carcinoma bronquioloalveolar, metástasis o linfomas), otras infecciones (quistes hidatídicos, parásitos o embolias sépticas), causas inmunológicas (sarcoidosis o Wegener), metabólicas, vasculares (malformaciones arteriovenosas) y enfermedades profesionales. Aunque poco común, la neumonía redonda debe ser uno de los diagnósticos diferenciales de todo paciente adulto con una lesión tipo masa en la radiografía de tórax, aun en ausencia de síntomas infeccisos agudos. Sin embargo la presencia de síntomas infecciosos coincidentes con la lesión radiológica no es garantía de ausencia de malignidad siendo la evolución la que orientara la necesidad de estudios de extensión.

Callopistria juventina

Clasificamos la Superfamilia Noctuoidea de los lepidópteros en las siguientes familias:
  • Familia Oenosandridae
  • Familia Notodontidae
  • Familia Erebidae
  • Familia Euteliidae
  • Familia Nolidae
  • Familia Noctuidae

Los noctuidos (Familia Noctuidae) son una familia de mariposas nocturnas con más de 26.000 especies conocidas. Como vuelan de noche, algunos miembros de la familia son depredados por los murciélagos. Sin embargo, se defienden bien porque han desarrollado un sistema evasivo por escucha de las notas ultrasónicas consistente en un delicado órgano auditivo que envía señales nerviosas a los músculos alares al detectar los ultrasonidos, causando que la mariposa vuele muy erráticamente de forma refleja como sistema evasivo. Muchas especies tienen larvas que viven en el suelo siendo plagas de la agricultura y la horticultura. Son los "gusanos cortadores" que comen la base de Brassica (mostaza, brócoli, etc.) y lechuga. Forman pupas brillantes y duras. Muchas larvas de noctuidos comen de noche, descansando en el suelo o en cavidades de las plantas que comen durante el día.

El número y amplitud de las subfamilias dentro de esta familia varía según los diferentes sistemas taxonómicos adoptados, pero podemos hacer la siguiente clasificación:
  • Subfamilia Acontiinae
  • Subfamilia Acronictinae
  • Subfamilia Aganainae
  • Subfamilia Agaristinae
  • Subfamilia Amphipyrinae
  • Subfamilia Araeopteroninae
  • Subfamilia Balsinae
  • Subfamilia Bagisarinae
  • Subfamilia Bryophilinae
  • Subfamilia Calpinae
  • Subfamilia Catocalinae
  • Subfamilia Cocytiinae
  • Subfamilia Condicinae
  • Subfamilia Cuculliinae
  • Subfamilia Cydosiinae
  • bfamilia Dilobinae
  • Subfamilia Diphtherinae
  • Subfamilia Eriopinae
  • Subfamilia Eucocytiinae
  • Subfamilia Eustrotiinae
  • Subfamilia Euteliinae
  • Subfamilia Glottulinae
  • Subfamilia Hadeninae
  • Subfamilia Heliothinae
  • Subfamilia Herminiinae
  • Subfamilia Hypeninae
  • Subfamilia Ipimorphinae
  • Subfamilia Lophonyctinae
  • Subfamilia Metoponiinae
  • Subfamilia Noctuinae
  • Subfamilia Oncocnemidinae
  • ubfamilia Ophiderinae
  • Subfamilia Pantheinae
  • Subfamilia Phytometrinae
  • Subfamilia Plusiinae
  • Subfamilia Psaphidinae
  • Subfamilia Raphiinae
  • Subfamilia Sinocharinae
  • Subfamilia Stictopterinae
  • Subfamilia Stiriinae
  • Subfamilia Strepsimaninae
  • Subfamilia Thiacidinae
  • bfamilia Ufeinae
  • Subfamilia Xyleninae


La Subfamilia  Hadeninae Hübner, 1821 comprende una gran variedad de géneros que suelen ser asignados a un número de tribus que van desde unas muy grandes a otras monotípicas. Sin embargo, una alta proporción de géneros en la actualidad no están asignados a una tribu específica ya que sus relaciones requieren más estudios, quedando por lo tanto en Incerta sedis. En un gran número, la asignación de algunos géneros a Hadeninae está seriamente en duda. En la Península Ibérica podemos encontrarnos con géneros correspondientes a las siguientes tribus:
  • Tribu Apameini
  • Tribu Caradrini
  • Tribu Episemini
  • Tribu Hadenini
  • Tribu Ipimorphini
  • Tribu Mythimnini
  • Tribu Orthosiini
  • Tribu Xylenini

Y de la Tribu Ipimorphini, podemos encontarnos con especies pertenecientes a los siguientes géneros:
  • Actinotia
  • Anthracia
  • Athetis
  • Auchmis
  • Callopistria
  • Chilodes
  • Chloantha
  • Cosmia
  • Dicycla
  • Dypterygia
  • Enargia
  • Eucarta
  • Euplexia
  • Hadjina
  • Heterophysa
  • Hyppa
  • Ipimorpha
  • Mesogona
  • Methorasa
  • Mormo
  • Oxytripia
  • Parastichtis
  • Phlogophora
  • Polyphaenis
  • Proxenus
  • Pseudenargia
  • Rusina
  • Sesamia
  • Thalpophila
  • Trachea

Los imagos del género Callopistria Hübner, 1821 se caracterizan por poseer unos ojos glabros; no ciliados. Tienen una envergadura de unos 25–30 mm. Cabeza y tórax oscuros, abdomen más pálido. Alas delanteras de color gris con marcas oscuras pero no de color violeta ni rosadas; patrón complejo, reniforme y orbicular bien marcados y definidos. Alas traseras blancas y grises; oscurecidos distalmente y sin una marca discal clara; sin líneas transversales. Vena 5 de las alas posteriores débilmente visibles, surgiendo más cerca de la vena 6 que de la 4. Las tibias posteriores no tienen espinas y el abdomen no posee cresta.

Callopistria juventina (Stoll, 1782)

Esta especie se distribuye por la ecozona palearctica, desde Marruecos en el sur y partes de Europa Central y Asia templada hasta Japón. Se asienta en rodales de Pteridium aquilinum, principalmente en los bosques o cerca de ellos, en un clima no demasiado frío y atlántico. Vuelan en una generación al año, de     Mayo/Junio a Julio/principios de Septiembre dependiendo de la localización. 


Callopristia juventina

Su envergadura es de 34-38 mm. 


Callopristia juventina


 Callopristia juventina


 Callopristia juventina

 
Callopristia juventina

Las orugas se desarrollan entre julio y principios de octubre. Se alimentan del helecho Pteridium aquilinum. Construyen un capullo donde hibernan y pupan hasta la primavera.

miércoles, 5 de junio de 2019

Género Carcoporis

Hace un par de días paseando de bicherio frente a casa, una zona cercana a un rio y en las líndes de un monte que me suele surtir de material como para pasar ratos entretenido, me tropecé con unas ninfas.

Ya sabéis que en griego antiguo, νύμφα (nýmphē) llegó al latín como nympha, que a su vez arribó al castellano como ninfa y que en la antigua mitología griega y romana, las ninfas eran deidades femeninas asociadas a determinados espacios naturales, como bosques o ríos. Tenían nombres particulares como las Náyades, las Dríades o las Nereidas. Posteriormente en arte el clasicismo representó a estos espíritus divinos como jóvenes mujeres de gran atractivo, siempre semidesnudas y despreocupadas. Vamos, que eran la imagen de las “tias buenas” de la época.

No, yo no tuve tanta suerte. Lo que me encontré no fueron ningunas mozas despelotadas bañándose en el río. Lo que me encontré fueron unas ninfas de pentatómido. También sabréis ya, y sino, os lo cuento yo ahora, que en zoología se utilizó el término ninfa para nombrar a los estadios juveniles de los insectos, similares a los adultos o imagos pero aún con el desarrollo incompleto, ápteros y asexuados por la inmadurez de sus gónadas. Pues eso fue lo que vi por casualidad, unas ninfas de chinche escudo que no tenía muy claro bien a que género o especie podían corresponder.

Esta tarde brujuleé un poco por internet y creo que corresponden a ninfas del género Carpocoris Kolenati, 1846

El término Carpocoris deriva del griego “karpos” que significa fruto + “koris” que significa  chinche.

Hasta 1958, el género Carpocoris Kolenati, 1846 incluía cuatro especies en Europa occidental:
  • Carpocoris purpureipennis (De Geer, 1773)
  • Carpocoris fuscispinus (Boheman, 1851)
  • Carpocoris pudicus (Poda, 1761)
  • Carpocoris melanocerus (Mulsant & Rey, 1852).

Carpocoris mediterraneus Tamanini, 1958 fue descrita mas tarde y se la relacionó directamente con C. fuscispinus (Tamanini, 1958).

Carpocoris mediterraneus se dividió en dos subespecies: Carpocoris mediterraneus mediterraneus y Carpocoris mediterraneus atlanticus.

Tamanini (1958) dividió el género en dos "grupos" dependiendo de la estructura de sus parameros

Con dos dientes en los parameros C. purpureipennis, C. mediterraneus y C.fuscispinus
Con un solo diente en los parameros: C. pudicus y C. melanocerus,

Hoy en día, la lista de especies actualizada según Lupoli et al, 2013: "Morphological, biogeographical and molecular evidence of Carpocoris mediterraneus as a valid species (Hemiptera: Pentatomidae)" es la siguiente:
  • Carpocoris (Carpocoris) fuscispinus (Boheman, 1850)
  • Carpocoris (Carpocoris) mediterraneus atlanticus Tamanini, 1958
  • Carpocoris (Carpocoris) melanocerus (Mulsant & Rey, 1852)
  • Carpocoris (Carpocoris) pudicus (Poda, 1761)
  • Carpocoris (Carpocoris) purpureipennis (De Geer, 1773)

   
 Ninfas de Carcoporis sp


  Ninfas de Carcoporis sp


 Ninfas de Carcoporis sp


 Ninfas de Carcoporis sp

Aún a pesar de no tener fotografía de ningún adulto perteneciente a este género Carcoporis, transcribo a continuación una clave dicotómica para diferenciar entre las especies Europeas del género Carcoporis (tomada del artículo “Morphological, biogeographical and molecular evidence of Carpocoris mediterraneus as a valid species (Hemiptera: Pentatomidae)” publicado en Zootaxa 3609 (4): 392 – 410

1 (2)

- Abdomen as wide or broader than the pronotum.
- Scutellum with a triangular depression in a semicircular Y-shape, bound laterally by a high ridge
- Male: apical process of parameres with only one tooth

Carpocoris melanocerus (Mulsant & Rey, 1852)
Distribution in France: relatively common altitudinal species in the Alps and Pyrenees mountains from 1400m.



2 (1)

- Abdomen narrower than the pronotum.
- Scutellum without a marked depression, or with only a few superficial flat marks.
- Male: apical process of parameres with one tooth or two
……………………………………………………………………………………………………….3

3 (4)

- Lateral margins of scutellum with a clear and deep notch in the middle
- Male: apical process of parameres with only one tooth

Carpocoris pudicus (Poda, 1761)
Distribution in France: southern species common in southern and southeastern France up to Besançon.



4 (3)

- Lateral margins of scutellum almost straight, without a clear and deep notch in the middle.
- Male: apical process of parameres with two teeth………………………………………………… 5


5 (8)

- Humeral angles of pronotum rounded and only slightly protruding………………………………. 6

6 (7)

- Posterolateral margin of pronotum slightly convex.
- Base of scutellum without contrasting black spots.
- Legs not orange

Carpocoris purpureipennis (De Geer, 1773)
Distribution in France: species common everywhere excepted in thermo- and meso-Mediterranean areas.


7 (6)

- Posterolateral margin of pronotum nearly straight.
- Base of scutellum with contrasting black spots.
- Legs orange

Carpocoris mediterraneus mediterraneus Tamanini, 1958
Distribution in France: never found in France


8 (5)

- Humeral angles of pronotum sharp and protruding ………………………………………………. 9

9 (8)

- Anteroposterior distance between a line joining humeral angles of pronotum, and the anterior margin of pronotum, usually larger than a third of the length of pronotum
- Anterolateral margins of pronotum with a marked concavity
- Posterolateral margin of pronotum nearly straight
- Base of scutellum and connexivum often with contrasting black spots.
- Legs sometimes orange.
- Apex of the scutellum exceptionally truncated.

Carpocoris mediterraneus atlanticus Tamanini, 1958
Distribution in France: Thermophilic common species, only found in the Mediterranean area and along the Atlantic coast northwards until Normandy


10 (9)

- Anteroposterior distance between a line joining humeral angles of pronotum, and the anterior margin of pronotum, usually smaller than a third of the length of pronotum
- Anterolateral margins of pronotum raised, with a slightly marked concavity
- Posterolateral margin of pronotum always distinctly convex
- Base of scutellum and connexivum exceptionally bearing contrasting black spots.
- Legs never orange.
- Altitudinal populations (Alps) often with the end of scutellum truncated and black.

Carpocoris fuscispinus (Boheman, 1851)
Distribution in France: common in eastern and central France, except in thermo- and meso-Mediterranean areas. Becomes scarce from east to west and from north to south






martes, 4 de junio de 2019

Chloromyia formosa

Dentro del Suborden Brachycera Yeates reconoció 10 sinapomorfías morfológicas entre Stratiomyidae y Xylomyidae, pero solo 5 si además se incluía a Pantophthalmidae para formar el clado que ahora se reconoce como Infraorden Stratiomyomorpha (Yeates 2002; Yeates y Wiegmann 1999). Sin embargo, utilizando datos de secuenciación de nucleótidos, Wiegmann et al. (2003) postularon a Stratiomyidae como hermana de Pantophthalmidae + Xylomyidae. Además el análisis combinado de la evidencia molecular y morfológica apoya la monofilia de Stratiomyomorpha y de Pantophthalmidae como hermanos de Stratiomyidae + Xylomyidae (Wiegmann et al. 2003; Yeates y Wiegmann 2005).

La Familia  de los Estratiómidos, Stratiomyidae Latreille, 1802, es una gran familia que contiene unas 2.700 especies repartidas en 375 géneros y 12 subfamilias.
  • Subfamilia Antissinae
  • Subfamilia Beridinae
  • Subfamilia Chiromyzinae
  • Subfamilia Chrysochlorininae
  • Subfamilia Clitellariinae
  • Subfamilia Hermetiinae
  • Subfamilia Nemotelinae
  • Subfamilia Pachygastrinae
  • Subfamilia Parhadrestiinae
  • Subfamilia Raphiocerinae
  • Subfamilia Sarginae
  • Subfamilia Stratiomyinae

A estas moscas se las denomina "moscas acorazadas, moscas de armadura o moscas soldado". El término Stratiomyidae deriva del griego "στρατιώτης" que significa soldado y "μυια" que significa mosca.

Son insectos pequeños y de tamaño mediano, mas bien aplanados y con coloraciones brillantes, a menudo metálicas que antiguamente se ubicaban en el grupo ahora obsoleto Orthorrhapha. Según Woodley (2001), Brammer y von Dohlen (2007) comparten las siguientes sinapomorfias:
  • Cercos femeninos separados por tergito abdominal
  • Las venas radiales se ubican muy por delante, cerca del margen costal del ala.
  • Célula Discal redondeada y de tamaño reducido.



Wing of Adoxomyia subulata. Radial veins highlighted in red; discal cell blue. © Keith Bayless
Imagen tomada de Tree of life web project


El escutelo trae a menudo espinas, aunque éstas no están presentes en todas las especies. Los pies traen almohadillas. Las moscas acorazadas son insectos mas bien perezosos y la mayoría de las veces se las encuentra asoleándose en los herbajes.  En la mayoría de los casos, los adultos se recolectan en el follaje de bosques húmedos, cerca de cuerpos de agua o cerca de zonas pantanosas. Muchos géneros, particularmente en las Stratiomyinae y Nemotelinae, visitan las flores. En algunas especies ,para aparearse, los machos forman enjambres.

Las larvas son dorsoventralmente aplanadas y poseen una cabeza de forma triangular. Su cutícula contiene cristales hexagonales de carbonato de calcio, que le ofrecen protección. La mosca soldado más conocida, Hermetia illucens, tiene seis estadios larvales, pero otras moscas soldado pueden tener 7-10 estadios larvales (Rozkošný 1998).

Los hábitats larvales son variados: unas son acuáticas, como por ejemplo Stratiomys y Odontomyia, incluso pudiendo tolerar altos niveles de salinidad, como las larvas de algunos Nemotelus; otras viven en hábitats madinosos (sobre piedras con una fina capa de agua corriente) como por ejemplo algunas larvas de Oxycera;  toleran altas temperaturas (algunos Stratiomys) o son terrestres y saprófagos o sarcófagos (cmo por ejemplo, Hermetia). Las hay que viven bajo la corteza de los árboles (Pachygastrinae), o en nidos de hormigas (algunos Clitellaria).


Dentro de la Subfamilia Sarginae tenemos al menos 409 especies descritas clasificadas en estos 23 géneros:
  1. Género Acrochaeta Wiedemann, 1830
  2. Género Amsaria Adisoemarto, 1974
  3. Género Cephalochrysa Kertesz, 1912
  4. Género Chloromyia Duncan, 1837
  5. Género Chrysochromioides Brunetti, 1926
  6. Género Dinosargus Lindner, 1968
  7. Género Eumenogastrina Enderlein, 1914
  8. Género Filiptschenkia Pleske, 1926
  9. Género Formosargus James, 1939
  10. Género Género Gongrosargus Lindner, 1959
  11. Género Himantigera James, 1982
  12. Género Lobisquama James, 1982
  13. Género Merosargus Loew, 1855
  14. Género Microchrysa Loew, 1855
  15. Género Microptecticus Lindner, 1936
  16. Género Microsargus Lindner, 1958
  17. Género Otochrysa Lindner, 1938
  18. Género Paraptecticus Grunberg, 1915
  19. Género Ptecticus Loew, 1855
  20. Género Ptectisargus Lindner, 1968
  21. Género Sagaricera Grunberg, 1915
  22. Género Sargus Fabricius, 1798
  23. Género Stackelbergia Pleske, 1930

El Género Chloromyia Duncan, 1837 contiene las siguientes especies
  • C. bella (Loew, 1857)
  • C. caeligera Lindner, 1939
  • C. cingulata Lindner, 1972
  • C. formosa (Scopoli, 1763)
  • C. speciosa (Macquart, 1834)
  • C. stigmatica Wulp, 1898
  • C. tuberculata James, 1952

de las que en la Península Ibérica solo nos podemos encontrar a Chloromyia formosa (Scopoli, 1763) y Chloromyia speciosa (Macquart, 1834)


Chloromyia formosa (Scopoli, 1763)

El término Chloromyia deriva del griego “chloros” que significa verde y “mya” que significa mosca. Formosa deriva del latín “formosus, -a, -um” que significa, bello, de bellas formas o hermoso.

Chloromyia formosa se distribuye por la mayor parte de Europa, Próximo Oriente y el norte de África. Se encuentra con frecuencia en lindes de bosques y prados.

Estas moscas de aspecto verde, azúl o violeta metalizado miden de 7 a 9 milímetros de longitud corporal y tienen una envergadura alar superior a los 15 milímetros. Tienen una cabeza grande con cortas antenas dispuestas en forma de V. Las alas son de color marrón translucido y el abdomen aplanado. Los sexos se pueden diferenciar porque el abdomen de los machos es de color bronce, mientras que el de las hembras es de color azul. Los ojos están cubiertos de una densa pilosidad negra y de la misma forma que el abdomen nos permiten diferenciar macho de hembra: los del macho son holópticos y de color verdoso y los de la hembra dicópticos y de color violaceo.


Chloromyia formosa, macho


Los adultos vuelan entre abril y agosto y se alimentan del néctar de diversas plantas, pudiéndose uno encontrarlos a menudo en umbelíferas.

Las larvas se desarrollan en la hojarasca de las acumulaciones de materia vegetal en descomposición y en estercoleros.


Chloromyia formosa, macho


Chloromyia formosa, hembra


Chloromyia formosa, hembra

Podemos intentar distinguir Chloromyia formosa de Chloromyia speciosa aplicando la siguiente tabla dicotómica tomada de Martin C. Harvey ,que hizo la traducción del texto “Wapenvliegen tabel (Diptera : Stratiomyidae & Solvidae), de Ben Brugge; Jeugdbondsuitgeverij, 2002 (2 nd edition)”.

1a The basitarsus of the middle and hind legs brownish. The wings are light brown. Females: hair between the eye facets pale. Males: head above the antennal insertions completely black. 7-9 mm.
......................................................................................................................... Chloromyia formosa

1b The basitarsus of the middle and hind legs is strikingly yellow. The wings are blackish. Females: hair between the eye facets black. Males: head just above the antennal insertions with two yellow triangles along the eye edge. 8-10mm. .............................................................. Chloromyia speciosa


lunes, 3 de junio de 2019

Leptynia attenuata

Los insectos pertenecientes al Orden Phasmatodea son insectos hemimetábolos, es decir, con metamorfosis simple o incompleta y se distribuyen por todo el planeta a excepción de las regiones polares. Se conocen unas 3000 especies diferentes que se concentran en las regiones tropicales (Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio) y subtropicales, donde temperatura y humedad son elevadas. La región biogeográfica Indomalaya alberga casi el 50% del total de especies del planeta. En la Península Ibérica conocemos doce especies, dos subespecies y una especie introducida y aparentemente naturalizada.

Hacia tiempo que tenía ganas de hacer alguna fotografía a uno de estos insectos, pero son esquivos, se mimetizan perfectamente con el entorno y su capacidad de pasarse el día completamente quietos hace que uno deba de ser un observador entrenado para encontrarlos, además de que hay que saber dónde buscarlos y conocer sus costumbres. Las poblaciones de estos insectos en nuestro país están por lo general bastante localizadas, pudiendo en ocasiones presentar una densidad importante, pero si uno no está en el lugar indicado, no hay nada que hacer. Yo ya estaba empezando a pensar que era eso lo que me ocurría. Bueno, eso y que mi horario de búsqueda de bicherío no era el mejor para estos insectos ya que salgo a hacer las fotografiás a pleno día, incluso a veces en el momento de mas calor y luz, porque es cuando tengo libre y los fásmidos ibéricos tienen actividad nocturna, momento en el que suben a sus plantas nutricias. Durante el día hay que buscarlos mas a ras de suelo y ahí es muy difícil observarlos, además de cansino. Curiosamente, se alimentan tanto de día como de noche, con lo cual yo suponía con mas fe que otra cosa, que era cuestión de tiempo y paciencia que una de estas primaveras acabase topándome con alguno. Esta mañana tuve mi momento y eso me da pie a revisar un poco la clasificación taxonómica de estos interesantes insectos de nuestra fauna.

Comenzaré recordando que hay tres Subordenes dentro del Orden de los Phasmidos
  • Suborden Agathemerodea
  • Suborden Timematodea
  • Suborden Verophasmatodea

De los dos primeros no tenemos ningún representante en la Península Ibérica ni en toda Europa. Agathemerodea reagrupa fásmidos fósiles y Timematodea es un suborden pequeño  que contiene el único género Timemea de los Estados Unidos.

El Suborden Verophasmatodea
lo subdividimos en dos superfamilias (o Infraórdenes, según se quiera) que se diferencian entre sí en la posesión o no de una areola en la zona interna de la tibia con forma de triángulo cuyo vértice apunta al fémur. Precisamente esta característica anatómica es lo que les da el nombre a las Superfamilias. Si consideramos las Familias y Subfamilias que posee cada una de estas Superfamilias, podemos hacer el siguiente esquema:

Superfamilia Anareolatae
  • Familia Diapheromeridae
  • Familia Phasmatidae
Subfamilia Diapheromerinae
Subfamilia Lonchodinae
Subfamilia Necrosciinae
Subfamilia Pachymorphinae
Subfamilia Palophinae
Subfamilia Cladomorphinae
Subfamilia Clitumninae
Subfamilia Eurycanthinae
Subfamilia Phasmatinae
Subfamilia Platycraninae
Subfamilia Tropidoderinae
Subfamilia Xeroderinae

Superfamilia Areolatae
  • Familia Aschiphasmatidae
  • Familia Bacillidae
 Subfamilia Aschiphasmatinae
 Subfamilia Korinninae
 Subfamilia Bacillinae
 Subfamilia Heteropteryginae
 Subfamilia Pygirhynchinae
  • Familia Phylliidae
  • Familia Pseudophasmatidae
Subfamilia Phylliinae
Subfamilia Pseudophasmatinae
  • Familia Heteronemiidae
      

En la Península Ibérica sólo tenemos especies representantes de dos de estas familias y cada una pertenece a una de las dos Superfamilias.

1) De la Familia Bacillidae Brunner, 1893, Subfamilia Bacillinae Brunner, 1893 y Tribu Bacillini Brunner, 1893, tenemos dos especies representantes de sendos géneros:
  • Bacillus rossius (Rossi, 1790) del género Bacillus Lepeletier & Serville, 1825
  • Clonopsis gallica (Charpentier, 1825) del género Clonopsis Pantel, 1915

A los que hay que sumar el representante de la familia Phasmatidae invasivo de los archipiélagos macaronésicos (Carausius morosus).

2) De la Familia Diapheromeridae Kirby, 1904; Subfamilia Pachymorphinae Brunner, 1893 y Tribu Gratidiini Cliquennois, 2004 tenemos varias especies pertenecientes a otros dos géneros
  • del género Leptynia Pantel, 1890

        Leptynia annaepaulae
        Leptynia attenuata
        Leptynia caprai
        Leptynia montana
  • del género Pijnackeria Scali, 2009

        Pijnackeria barbarae
        Pijnackeria hispanica
        Pijnackeria lelongi
        Pijnackeria lucianae
        Pijnackeria masettii
        Pijnackeria originis
        Pijnackeria recondita


Leptynia attenuata Pantel, 1890


Esta especie es endémica de la Península Ibérica, siendo la distribución centro y sur de España, así como Portugal. Esta especie nunca se ha encontrado en Francia o el borde norte de España.

Leptynia attenuata fue descubierta en las cercanías de Castello Branco cerca de San Fiel, Portugal, en 1890 por J. Pantel. En 1998 fue estudiada por Anna Paola Bianchi y Patrizia Meliado, que descubrieron que la especie tiene 36 cromosomas y se reproduce por anfigonía.

La especie habita en bosques de pinos, especialmente en los claros, bordes de caminos y bordes de tala, pero también se encuentra en sitios completamente descubiertos. Se le puede encontrar preferentemente en Cytisus scoparius (= Sarothamnus scoparius (Koch)). Durante el día, el insecto palo se encuentra en los flancos de la planta a unos 50 cm de altura, más raramente se encuentra hacia la parte superior de la planta. Sus plantas nutricias son  Cytisus scoparius, Cytisus purgans, Genista cinerea, Genista florida  y algunas veces Rosa canina.

La hembra tiene el cuerpo alargado y un poco mas grande que el del macho, de unos 4 a 6 cm de longitud. Su color es verdoso amarillento o marrón rojizo, con una línea blanca longitudinal regular bien marcada. Las antenas son robustas y tienen de 12 a 17 artejos. El meso y el metatórax son normalmente lisos aunque en ocasiones tienen pequeñas protuberancias gruesas. Los fémures intermedios y posteriores están denticulados. El octavo segmento abdominal es muy largo (2 veces más largo que el 9º) y su longitud se relaciona con la forma de los huevos. Los últimos 3 segmentos no están soldados entre sí. El último segmento está notablemente atenuado y su extremidad es redondeada, presentando una pequeña prominencia entre los dos cercos: el epiprocte. Los cercos son alargados y sobresalen claramente más allá del extremo del abdomen. (Pantel 1890).

El macho es muy delgado, casi siempre marrón y con una línea longitudinal negra. Las antenas son mas largas que las de la hembra, con 16 a 17 artejos. Los fémures son muy largos, los intermedios y posteriores tienen en el ápice una carena denticulada. El décimo segmento abdominal (o anal) es significativamente más largo que el noveno y el noveno, mucho más pequeño que el octavo. Los cercos son anchos en la base, el tubérculo inferior está alargado en forma de diente, formando un ángulo agudo con el cerco para orientarse paralelo al cuerpo hacia la parte posterior. Los cercos siempre se cruzan después al final.

La época de apareamiento es en Julio. El apareamiento comienza por la noche al caer la luz y dura varias horas. El macho se coloca en la parte posterior de la hembra, dobla el extremo de su abdomen, y la agarra con sus cercos que tienen exactamente el diámetro del abdomen de la hembra en el octavo segmento (de 1 a 1.5 mm). Entonces, los órganos copulatorios se despliegan y se ponen en contacto con los de la hembra, si esta está de acuerdo, lo que demostrará con su inmovilidad y la elevación de la placa con los genitales.

A diferencia de la Leptynia hispanica, esta especie no necesita tierra para la oviposición ya que los huevos se dejan atrapados en las ramas, y nunca en el suelo. Para poner los huevos la hembra "sondea" todos los soportes posibles con su extremo abdominal y tan pronto encuentra una que permita recibir los huevos, se detiene, produce contracciones repentinas y el huevo sale en aproximadamente 2 segundos. Posteriormente viene un segundo huevo que se coloca junto al anterior y así sucesivamente para una serie muy variable de 3 a diez huevos alineados. En la puesta, los huevos se cubren con una sustancia viscosa y se pegan y se secan muy rápidamente en unos treinta segundos a 32-34 ° C. El extremo abdominal puede pasar a través de un agujero cuadrado de 1.5 mm y puede penetrar una longitud de 5 a 6 mm.

Los huevos son 4 veces más largos que anchos, la parte dorsal es más convexa que la parte ventral. El opérculo es oblicuo y orientado hacia arriba y su superficie está llena de verrugas. Es de color plomo con motas grises. La superficie muestra bultitos salientes muy finos y crestas blanquecinas irregulares.

Al nacer, las crías siempre son de color marrón claro, miden 11 mm de largo y son muy delgadas.

Leptynia attenuata puede ser parasitada por Thrixion halidayanum (Rond.). (Lelong 1989, Pantel 1898).

Al principio a los aficionados Leptynia y Pijnackeria se nos parecen tanto que nos confundidos al clasificarlas, en ambos casos las hembras rondan los 4-6 cm y los machos como siempre son algo mas pequeños. Para diferenciar entre adultos de ambas especies hemos de fijarnos en que Pijnackeria tiene el último tergito abdominal acabado mucho mas de punta que Leptynia  que los cercos de Pijnackeria no sobresalen o si lo hacen es muy poco en comparación con los de Leptynia. Además los machos de Leptynia tienen el vómer alargado que sobresale mientras que Pijnackeria no. 


Mimetismo críptico de Leptynia attenuata con una pajita.  
Hay que fijarse muchísimo para darse cuenta  que estas ante un insecto.

El término Mimetismo deriva del griego “mimetés”, que significa imitador, el que tiene la habilidad de imitar o remedar, + el sufijo griego “-ismos” que en español le da al vocablo el significado de estado, condición o proceso.

El término críptico deriva del griego κρυπτικος (kryptikos = oculto) haciendo referencia a algo que se trata de mantener secreto, ocultándolo de los demás. No se refiere a algo escondido, sino a algo a plena vista, pero que es difícil de entender.


Leptynia attenuata 

 Leptynia attenuata

 Leptynia attenuata 
 Leptynia attenuata 
 Leptynia attenuata 
 Leptynia attenuatacorriendo por mi antebrazo
¡Así no es tan difícil verle!  :)

domingo, 2 de junio de 2019

Oedemera atrata

He mostrado ya imagenes de cuatro especies de Oedemera presenes en nuestra Penínsila Ibérica


Ya sabeis que para la identificación utilicé como siempre la tabla dicotómica que expuse cuando hablé de Oedemera barbara, publicada por Sylvain Fadda en L’Entomologiste, tome 72, n° 3. y que no voy a repetir ahora.

Ahora una quinta especie:


Oedemera atrata W. Schmidt, 1846

Esta especie está resenre en Albania, Croacia, Francia, Italia, Grecia, España y en el cercano oriente.
A los adultos se les ve de Mayo a Julio alimentándose de polen y de nectar siendo particularmente aficionados a las Cytisus scoparius y Spartium junceum.

Los adultos miden unos 6-9 mm de longitud y son completamente negros


 Oedemera atrata. Macho


Las larvas se desarrollan en madera muerta de diversas especies. 



  Oedemera atrata. Macho