Hace mas de diez años, una noche en la que me sentía solo, decidí dirigir mis pasos hacia el monte de la Curota y ver como anochecía. Me llevé mi cámara fotográfica Nikon de segunda mano y un trípode, porque si mis escasos conocimientos me lo permitían, haría alguna fotografía.
La Curota es una montaña de 618 metros de altura que se encuentra en A Pobla do Caramiñal, en plena comarca de El Barbanza. Yo conocia algo ese monte porque estuve trabajando en Riveira, en el Hospital del Barbanza, cuando era una fundación. De hecho, mi primer hijo nació allí, por lo que es Barbanzón de nacimiento aunque después, la mayor parte del resto de su vida haya estado viviendo en Villagarcía.
En el monte de la Curota hay un mirador situado a los 498 metros de altura desde el que hay unas hermosas vistas de las Rías Bajas. Si hace buen día, uno puede ver todo el litoral comprendido entre el Cabo de Finisterre y el Monte de Santa Tecla, en la frontera con Portugal. Se ven bien las rías de Arosa, Pontevedra, Vigo e incluso Muros y Noya, así como la Isla de Arosa con su puente, la Toja, Sálvora, Ons, Cíes y Cortegada.
Cuando hay luna llena, es impresionante la vista desde ese mirador. Siempre que lo recuerdo me prometo que he de volver un día, cuando se den las condiciones, con mi cámara y buen abrigo. Pero al final, por una cosa o por otra, siempre lo aplazo.
Hace mas de diez años, cuando fuí de noche al mirador de la curota, no había luna llena. Llegué antes de que anocheciera porque quería ver como caía la noche sobre las rías. Sin embargo, no pude evitar sentir una tremenda emoción cuando ví ponerse el sol por el atlántico, justo dando la espalda a las rías y llevarme una fotografía de recuerdo que siempre me trae recuerdos y me emociona.
La Curota es una montaña de 618 metros de altura que se encuentra en A Pobla do Caramiñal, en plena comarca de El Barbanza. Yo conocia algo ese monte porque estuve trabajando en Riveira, en el Hospital del Barbanza, cuando era una fundación. De hecho, mi primer hijo nació allí, por lo que es Barbanzón de nacimiento aunque después, la mayor parte del resto de su vida haya estado viviendo en Villagarcía.
En el monte de la Curota hay un mirador situado a los 498 metros de altura desde el que hay unas hermosas vistas de las Rías Bajas. Si hace buen día, uno puede ver todo el litoral comprendido entre el Cabo de Finisterre y el Monte de Santa Tecla, en la frontera con Portugal. Se ven bien las rías de Arosa, Pontevedra, Vigo e incluso Muros y Noya, así como la Isla de Arosa con su puente, la Toja, Sálvora, Ons, Cíes y Cortegada.
Cuando hay luna llena, es impresionante la vista desde ese mirador. Siempre que lo recuerdo me prometo que he de volver un día, cuando se den las condiciones, con mi cámara y buen abrigo. Pero al final, por una cosa o por otra, siempre lo aplazo.
Hace mas de diez años, cuando fuí de noche al mirador de la curota, no había luna llena. Llegué antes de que anocheciera porque quería ver como caía la noche sobre las rías. Sin embargo, no pude evitar sentir una tremenda emoción cuando ví ponerse el sol por el atlántico, justo dando la espalda a las rías y llevarme una fotografía de recuerdo que siempre me trae recuerdos y me emociona.
¡Cuantas vueltas ha dado mi vida desde entonces!
Ayer, me enseñaron casi la misma fotografía hecha hacía escasas 24 horas y durante el día, y me trajo tantos recuerdos que desee rescatar mi fotografía de nuevo.
Ayer, me enseñaron casi la misma fotografía hecha hacía escasas 24 horas y durante el día, y me trajo tantos recuerdos que desee rescatar mi fotografía de nuevo.
Anochecer desde el monte de A Curota
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