No hace mucho cuando hablé de la pitón reticulada o Malayopythonreticulatus (Schneider, 1801) introduje a la Familia Pythonidae, por
lo que el que quiera leer algunas generalidades taxonómicas hasta
llegar a la Familia puede consultar esa entrada.
Hoy
voy a hablar algo de otra pitón, la pitón tigrino, cuyo nombre
científico es Pitón molurus (Linnaeus, 1758)
La
palabra Python ya sabemos que deriva del latín " Python, -oni"
que era la serpiente muerta por Apolo. Molurus deriva del griego
"moloyros, -ou", especie de serpiente.
Eseta
pitón es propia del sudeste asiático, desde el Pakistán occidental
hasta Indochina, las islas Célebes y Java.
Serpiente
de hábitos nocturnos, es un habitante de la jungla, siempre cerca de
los ríos, donde pasa varias horas sumergido y nadando con habilidad.
Fuera del agua, prefiere ir a ras de suelo, aunque también es capaz
de trepar por los árboles y vegetación similar.
Como
el resto de las pitones, no tiene veneno ni colmillos como las
serpientes venenosas, sino que poseen dientes curvos orientados hacia
atrás que sirven como ganchos para sostener a la presa y evitar que
escape y mata sus presas por constricción (estrangulamiento). Para
cazar, las pitones disponen de un sistema de captación del calor de
sus presas (animales de sangre caliente) situado en las mandíbulas.
Come todo tipo de roedores, lagartos de tamaño pequeño y crías de
aves. Las adultas depredan grandes lagartos, pequeños cocodrilos,
rumiantes (ciervos jóvenes), cerdos pequeños y monos, aunque lo que
consumen más frecuentemente son roedores, sobre todo ratas.
En
estado adulto superan con facilidad los siete metros de longitud y
los 90 kilogramos de peso, siendo las hembras sensiblemente más
grandes que los machos. Normalmente, no llega a medir más de 5
metros de largo y los ejemplares más pequeños tienen una longitud
de 3 metros. La pitón de la India tiene una cabeza típicamente
triangular, de pequeño tamaño comparado con la longitud de su
cuerpo.
Durante
el cortejo, el macho enrosca su cuerpo alrededor del de la hembra y
la lame repetidamente la cabeza y el cuerpo. Cuando sus cloacas
quedan alineadas, el macho utiliza sus patas vestigiales para
estimular a la hembra e introduce uno de sus dos hemipenes en su
cloaca. Los apareamientos en esta especie acostumbran a concentrarse
en primavera y se pueden dar tanto en el agua como en tierra firme.
La hembra, después de unos 2 meses tras aparearse, pone unos 30
huevos, pero depende del tamaño de la hembra (a mayores tallas, más
huevos). La puesta puede ser de hasta 100 huevos. La incubación dura
entre 50 y 90 días. La hembra suele enroscarse sobre ellos para
protegerlos y calentarlos durante los dos o tres meses que dura la
incubación. Inmediatamente después de la eclosión, los jóvenes,
que miden ya más de medio metro, se independizan. Al nacer, las
crías miden unos 55 cm de longitud y llegan a la madurez sexual a
los 2 o 3 años. Para ese entonces, pesan unos 20 kg. Sin embargo,
normalmente se aparean alrededor de los 5 años.
Se
reconocen dos subespecies que difieren en tamaño y peso, y en
algunos rasgos de la coloración y de la marca en forma de flecha
sobre la cabeza triangular, que resulta pequeña en comparación con
su cuerpo.
- Python molurus bivittatus Kuhl, 1820
- Python molurus molurus (Linnaeus, 1758)
Python
molurus bivittatus Kuhl, 1820
Esta
es la conocida como Pitón Birmana, pues es originaria de la India,
Pakistán, Nepal e Indochina. Es la constrictora más grande de la
India y una de las seis serpientes más grandes del mundo, después
de la anaconda verde, la pitón reticulada, y la pitón amatista. Las
pitones birmanas adultas son grandes, pesadas, y su piel tiene un
patrón de tipo red. Sus crías son muy agresivas y rápidas. Las
hembras adultas miden los 4,5 a 6 metros de largo, en tanto que el de
los machos oscila entre los 3 a 4.5 metros, llegando a pesar
fácilmente unos 90 kilogramos. El diseño de su piel se asemeja a
las hojas secas caídas de los árboles, lo que le permite camuflarse
muy bien en las selvas.
Se
encuentran cerca del agua, algunas veces son semiacuáticas, pero
también viven en árboles. Las pitones birmanas se pasan la mayor
parte del tiempo escondidas entre los arbustos. Aunque en general
esta especie no hiberna, una excepción la constituyen aquellos
individuos que viven en las zonas mas montañosas, aquellas que
geográficamente se sitúan mas al norte de donde podemos encontrar a
estas serpientes, que lo hacen en un tronco hueco, debajo de rocas o
en hoyos en la tierra, hasta el final de la estación.
Se
reproducen a inicios de verano. Las hembras ponen de 12 a 36 huevos
entre marzo y abril que luego incuban. Una vez nacen las crías, ya
sin la protección materna, y con un tamaño de 45 y 60 cm, se
quedarán dentro de su cascarón hasta tener su primer cambio de
piel, para comenzar después a buscar a su primera presa.
La
digestión del alimento en el estómago dura de 2 a 8 días.
Posteriormente el bolo alimenticio se va deshaciendo hasta que lo
ingerido ya no se nota. Si la pitón birmana se siente amenazada,
cuando está comiendo o cuando apenas lleva 2 o 3 días con la presa
en su estómago, vomita a la presa, para poder moverse más rápido y
alejarse del peligro.
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