miércoles, 22 de noviembre de 2017

Serinus serinus, el verdecillo

Presentaré ahora a otro pajarillo que se posa de vez en cuando en el manzano que se ve desde la ventana de la cocina

Reino Animalia
Filo Chordata
Clase Aves
Orden Passeriformes
Suborden Passeri
Clado Passerida

Para ver y entender la clasificación parcial que he hecho de momento recmiendo al que quiera enterarse con un poco mas de detalle que revise la introducción que hice cuando hablé por primera vez de un pájaro, a saber, elherrerillo común.

Como bien expliqué en su momento el Orden de los Paséridos está subdividido en tres subordenes:

  • Suborden Acanthisitti
  • Suborden Passeri
  • Suborden Tyranni

y dentro del Suborden Passeri diferenciamos dos clados, Corvida y Passerida.

Precisamente una de las familias que se encuadran dentro de Passerida es la Familia Fringillidae, que hoy nos interesa.

Los fringílidos abundan en el hemisferio norte y África. Suelen poseer un fuerte pico, generalmente cónico, que en algunas especies puede ser de considerable longitud. Tienen un modo de volar característico, basado en ondulaciones. Suelen anidar en árboles, por lo que son más comunes en bosques. Pertenecen a esta familia los canarios, los jilgueros, los pinzones y muchos más. La sistemática de esta familia es complicada y hay múltiples divergencias entre las diferentes clasificaciones propuestas por los expertos.

  • Subfamilia Fringillinae

Género Fringilla (4 especies)

  • Subfamilia Carduelinae

Género Crithagra (37 especies)
Género Chrysocorythus (1 especie)
Género Serinus (8 especies)
Género Carduelis (33 especies)
Género Haemorhous (3 especies)
Género Carpodacus (27 especies)
Género Loxia (5 especies)
Género Mycerobas (4 especies)
Género Neospiza (1 especie)
Género Linurgus (1 especie)
Género Rhynchostruthus (1-3 especies)
Género Leucosticte (6 especies)
Género Callacanthis (1 especie)
Género Rhodopechys (3-4 especies)
Género Uragus (1 especie)
Género Urocynchramus (1 especie)
Género Pinicola (2 especies)
Género Pyrrhula (6-7 especies)
Género Coccothraustes (3 especies)
Género Eophona (2 especies)
Género Pyrrhoplectes (1 especie)

  • Subfamilia Drepanidinae

Género Telespiza (2 especies)
Género Psittirostra (1-2 especies)
Género Dysmorodrepanis (1 especie) †
Género Loxioides (1 especie)
Género Rhodacanthis (2 especies) †
Género Chloridops (1 especie) †
Género Pseudonestor (1 especies)
Género Hemignathus (9 especies)
Género Oreomystis (2 especies)
Género Paroreomyza (3 especies)
Género Loxops (2 especies)
Género Ciridops (1 especie) †
Género Vestiaria (1 especie)
Género Drepanis (2 especies) †
Género Palmeria (1 especie)
Género Himatione (1 especie)
Género Melamprosops (1 especie)

  • Incertae sedis

Género Euphonia (27 especies) (Se suele incluir en la familia Thraupidae)
Género Chlorophonia (5 especies) (Se suele incluir en la familia Thraupidae)


Serinus Koch, 1816 es pues un género de aves paseriformes perteneciente a la familia Fringillidae propias de Eurasia y África. En la actualidad el género contiene ocho especies. Anteriormente se incluía a mas especies que conformaban un grupo polifilético y hoy se han excluido gracias a análisis del DNA mitocondrial, escindiendose dos géneros monofiléticos y trasladándose la mayoría de las especies al género Crithagra, una a Chrysocorythus y otra a Spinus. La especie tipo de esta familia es Fringilla Serinus Linneo, 17661 y las ocho especies que actualmente componen el género son:

  • Serinus pusillus (serín frentirrojo)
  • Serinus serinus (serín verdecillo o verdecillo común)
  • Serinus syriacus (serín sirio)
  • Serinus canaria (canario común o serín canario)
  • Serinus canicollis (serín dorsigrís)
  • Serinus flavivertex (serín coronigualdo)
  • Serinus nigriceps (serín cabecinegro)
  • Serinus alario (serín alario)

En Europa solamente tenemos las siguientes tres especies: Serinus canaria (Linnaeus, 1758), Serinus pusillus (Pallas, 1811) y Serinus serinus (Linnaeus, 1766). En la Península ibérica solamente tenemos a Serinus serinus (Linnaeus, 1766).

Serinus serinus (Linnaeus, 1766)

El término Serinus deriva del francés "serin" que significa canario. Su nombre vulgar es verdecillo. Otros nombres vernáculos son: almendrica, calandria, camarín, canario del campo, canariuco, chafarín, chamarí, chamarín, chamariz, chirín, chirri-chirri, chirria, chirricha, cirrisila, gafarró, gafarrón, milleriña, serín, serino, txirriskilla, verdecilla chica, verderín, verderón de los chicos, verdín, verdosilla, visperina, xirín, zirriskila.

Serinus serinus es una especie monotípica (sin subespecies) aunque hay quien menciona una subespecie a la que denominan Serinus serinus flaviserinus.


Esta especie es propia de Europa, norte de África y oeste de Asia y su población europea se cifra entre 17 000 000 y 40 000 000 de ejemplares (12 millones de parejas según datos del año 2000). Es una especie residente en la cuenca Mediterránea, mientras que en el norte de Europa habita únicamente en época de cría. Es en los siglos XIX y XX, cuando el verdecillo comenzó a ampliar su área de distribución por Europa Central y Occidental, iniciando también la colonización de Oriente Medio. Hoy día puede encontrarse en los países bálticos, y en Oriente, se localiza en Bielorrusia y Ucrania, extendiendo su distribución de forma general hacia la costa del Mar Negro. Su expansión hacia el sur dio lugar a la instalación de esta especie en las Islas Baleares, las Islas Canarias, las islas del Egeo, Chipre, así como en el norte de Marruecos, Túnez, Argelia y Egipto.

En España se encuentra en prácticamente todo el territorio, incluyendo los archipiélagos balear y canario. Solamente se enrarece en los parajes altimontanos y en las zonas totalmente deforestadas durante la época reproductora. Se trata de un ave muy común, hasta el punto de que es la más ampliamente distribuida y abundante en nuestro país, de acuerdo con los resultados del programa SACRE en el año 2005. Según el Atlas de las aves reproductoras de España (2003), en nuestro país podría haber 4,1-6,6 millones de parejas. Este ave prefiere los ambientes cálidos a los fríos o de montaña.
Su abundancia aumenta hacia el sur y este peninsular, pero también es común en las campiñas del norte de España. Las mayores densidades se han registrado en naranjales y olivares levantinos y andaluces, con más de 28 parejas por cada 10 hectáreas.

Los verdecillos europeos e ibéricos son migradores parciales. La mayoría de las poblaciones del norte, centro y este de Europa migran a finales del verano hacia la región mediterránea y retornan entre los meses de febrero y mayo. En España se controlan, durante la época invernal, verdecillos anillados en Europa occidental: Francia, Alemania, Bélgica y Suiza. Además, una importante proporción de la población del norte y centro peninsular desciende en altitud o se desplaza entre septiembre y noviembre hacia el sur, cruzando el mar Mediterráneo e invernando de manera masiva en el norte de África. Estos verdecillos regresan a España en marzo y abril. 


Es un habitante de los parques y jardines de casi todas las ciudades y pueblos de Europa, huertos de frutales, zonas cultivadas con arbolado disperso (generalmente no caducifolios), linderos forestales y sotos ribereños. Suelen hacer su nido con hierbas, telas de araña y líquenes en una fina horquilla de las ramas de un árbol o cepas de viñas y pequeños arbustos, llegando a encontrarse desde pelo humano, hasta las hilachas de una escoba. En invierno conforma nutridos bandos y se mezcla con otros fringílidos granívoros, como verderones comunes, pardillos comunes y jilgueros.

Es el más pequeño de los fringílidos, mide unos 11-12 cm de longitud y 20-23 cm de envergadura. Su peso puede llegar a los 13 gramos. 

El plumaje es de colores parduscos mientras que el vientre es de un fuerte color amarillo. Las plumas en el macho adulto son verdosas, con estrías más oscuras, en las zonas del dorso, las alas y la cola, así como por la parte interior de la cabeza y los laterales. Las de la frente presentan coloración amarillenta, al igual que las cejas y algo del cuello, como asimismo la garganta, el pecho y el obispillo, aunque en esta zona la tonalidad es más viva. Las hembras son un poco más pequeñas y el colorido de su plumaje no es tan brillante, careciendo por ejemplo, de las tonalidades amarillas, siendo la espalda es pardusca y el pecho y la zona central grisáceos. Los jóvenes son de color pardo listado, casi uniformemente, careciendo del obispillo amarillo.

La cara es de color verde grisáceo con una larga lista superciliar que se inicia en la frente y se dirige hacia la nuca describiendo un pronunciado arco y luego una curva que la hace dirigirse hacia adelante en la zona de la base del cuello. En la cara también tienen una línea curva blanquecina que bordea al ojo por su parte inferior y una pequeña mancha amarilla algo más abajo, en la zona de las mejillas. Los ojos son pequeños y de color marrón muy oscuro. El pico es cónico y rechoncho y como dije antes posee un llamativo obispillo de un vivo color amarillo.

Las patas son medianamente largas o cortas y de color pardo, con fuertes uñas negras.

La cola es corta, está un poco bifurcada y es de color de color pardo negruzco con los bordes blanquecinos.

Aunque se parecen bastante al Serín canario se distinguen de él porque son más pequeños, porque son menos amarillentos, porque tienen las estrías del plumaje más contrastadas y porque tienen el color verdoso del obispillo más intenso.

Se asemejan también al Jilguero lúgano pero se diferencian de él porque no tienen los bordes de las plumas de las alas y de la cola de color amarillo, tienen el pico más corto y menos afilado, y carecen de las bandas verde-amarillentas que son fácilmente visibles en el lúgano.
También podría confundirse con el verderón serrano; no obstante, este tiene la cabeza gris, y además habita en el límite altitudinal superior del bosque, donde el verdecillo resulta muy escaso.

Los machos sólo se muestran algo más reticentes a los acercamientos en épocas de celo. Entonces puede ser belicoso en extremo, en las luchas con individuos de su misma familia disputando las hembras. El celo comienza en enero o febrero y se prolonga hasta junio. El periodo prenupcial tiene lugar entre los meses de marzo y abril. El posnupcial se produce entre octubre y noviembre.

Su vuelo es rápido con una trayectoria ondulada, sin embargo, durante el período nupcial el vuelo es más pausado y lento.

Durante la nidificación, los machos se vuelven territoriales y defienden su parcela de la presencia de otros machos. Construyen un nido con forma de cuenco en las ramas de los árboles, sobre todo frutales y arbustos; para su elaboración utilizan pequeños tallos herbáceos, hierbas secas, raicillas, líquenes, musgo y telas de araña, después lo tapizan con pelos y plumas. La hembra pone y cuida esmeradamente cuatro o cinco huevos de color blanco azulado con motas oscuras de color rojizo y no sale del nido, ni siquiera ante la proximidad de un peligro, siendo alimentada por el macho, que también será el encargado de proporcionar alimento a las crías al menos durante los primeros días. A los trece días de la puesta nacen los polluelos. Las crías abandonan el nido cuando tienen unos 15 días de edad aunque siguen siendo atendidas por sus padres durante alrededor de otros 7 días más.
Pueden efectuar 2-3 puestas al año.

Su dieta es básicamente granívora, alimentándose de todo tipo de semillas de hierbas efímeras o bianuales (Erysimum, Senecio, Cerastium, Myosotis, Prunella vulgaris, Silene) y frutos de plantas anuales, árboles y arbustos; no obstante, ocasionalmente también captura invertebrados, sobre todo durante la ceba de los pollos.

Emite mientras vuela cortos reclamos (triiulit-lit-lit), que permiten distinguirlo sin necesidad de reconocer su coloración. El canto de los machos en celo es un rapidísimo y prolongado gorjeo estridente, compuesto por varias estrofas. Entonces cantan tanto posados como en vuelo.

Por su abundancia y capacidad para amoldarse a paisajes humanizados, tanto urbanos como agrarios, es una especie aparentemente no amenazada. Sin embargo, está sufriendo notablemente el uso abusivo de plaguicidas y herbicidas en los olivares y otros cultivos. Asimismo, el verdecillo, como otros fringílidos, padece la lacra del trampeo ilegal o consentido, de modo que cada año mueren o son enjaulados miles de ejemplares.


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