lunes, 18 de enero de 2016

Calotipos y Pisqiatría en el 1800

Ahora me dispongo a hablar un poco sobre fotografía y psiquiatría y creo que lo primero que debería hacer es delimitar bien sobre que pretendo hablar.


Si entrecruzamos la psiquiatría y el arte de la fotografía, podemos ver que hay dos grandes perspectivas desde la cuales podemos hacer frente al asunto.


La primera es cuando atendemos única y esclusivamente a los contenidos de las propias imágenes y a la utilidad o propósito con la que estas fueron tomadas. Desde este punto de vista podemos hablar de las fotografía como técnica descriptiva y clasificatoria de las enfermedades mentales, de la fotografía como testimonio gráfico o incluso como medio de denuncia, de la fotografía como documento histórico y médico en si misma o de la fotografía como arte plástica pero enfocada y orientada a la enfermedad mental.


Una segunda perspectiva nos permitiría hablar de la fotografía mas allá de lo objetivo y de su contenido y orientarla como un medio en el proceso de diagnóstico o instrumento terapeútico en salud mental.


En este caso voy a hablar de la fotografía atendiendo a su valor como documento histórico, médico y documento gráfico además de como obra personal con un valor artístico. La primera utilidad que tuvo la fotografía en medicina y por supuesto también en psiquiatría fue la de vehículo de ilustración y divulgación de la fisognomía y la psicopatología del individuo. Ya he escrito en este blog sobre la fotografia y Duchene, las primeras fotografias de un caso de hermafroditismo y ahora le toca a la enfermedad mental. Hay que recordar que además por el 1800 están los orígenes de la psicometría y la eugenesia y la fotografía también se utiliza en estas fechas para la psicometría e identificar delincuentes  y para intentar explicar con esta trastornos de la personalidad y psicológicos (hable algo de ello en la entrada de Havelock Ellis).

En este contexto es en el que debemos de situar a nuestro artista fotógrafo de hoy, Hugh Welch Diamond.


Huhg Welch Diamond retratado por Henry Peach


Hugh Welch Diamond fue un médico y psiquiatra Inglés nacido en 1809 in Goudhurst, Kent, que por su afición y dominio de la fotografía, aplicada a su profesión, es conocido como el padre de la fotografía psiquiátrica.

Hugh Welch fue educado en Norwich School y posteriormente estudió medicina en el Colegio Real de Cirujanos en 1824. Abrió consulta médica privada en el Soho de Londres y tras unos años de trabajo,  entre 1848 y 1858 y siguiendo los pasos de su padre que había dirigido un establecimiento para enfermos mentales, se especializa en psiquiatría, y ocupa la plaza de superintendente del departamento de mujeres del Surrey County Lunatic Asylum. En esta época comienza a retratar a diversos pacientes del asilo con el fin de ilustrar los diferentes tipos de locura, convencido de que el diagnóstico podía deducirse de la expresión facial.


“El fotógrafo [a diferencia del Metafísico y Moralista, el Médico y el Fisiólogo] no necesita la mayoría de ocasiones de un discurso propio, prefiere escuchar, con la imagen delante, al silencioso pero elocuente lenguaje de la naturaleza. – para él es innecesario utilizar los vagos términos que denotan una diferencia en el grado de sufrimiento mental, como por ejemplo aflicción, pena, pena profunda, dolor, melancolía, angustia, desesperación; la imagen habla por si misma con la mayor precisión e indica el punto exacto que se ha alcanzado en la escala de infelicidad…”

Hugh Welch presentó en varias ocasiones su trabajo en público. La primera fue en la muestra organizada por la Society of Arts en 1852, la primera exposición exclusivamente dedicada a la fotografía y en la que se presentaron más de 1000 imágenes, entre ellas dos colecciones de retratos titulados “Tipos de Locura”, positivados sobre cristal con la más reciente técnica del colodión húmedo. Algunos de sus muchos calotipos que presentan las expresiones de las personas que sufren trastornos mentales son particularmente conmovedores. Huhg hace obras de arte de clara tendencia pictorialista en las que en ocasiones da la impresión de que hace posar a las pacientes en actitudes un poco teatrales y no muy espontaneas, las arregla, las coloca y lo hace todo sigueindo paronea clasicos del retrato artístico.

Para mi es bastante evidente que los retratos que hacia Huhg Welch no los consideraba simplemente documentos médicos, sino también obras de arte



































Pero verdadero el interés  e impacto académico de las fotografías hechas por Hug Welch en el Asilo de Surrey ocurre con las publicaciones de John Conolly en 1858 sobre la fisognomía de la locura, ilustradas con estas fotografía. En 1839 Conolly fue nombrado médico residente del Middlesex County Asylum, un asilo para alienados del condado de Hanwell que por aquel entonces era el manicomio más grande de Inglaterra, con capacidad para 1000 internos.
 
Si miramos estas fotografías de Hug Welch desde la segunda perspectiva que mencionaba al comienzo del post y haciendo caso a sus mismas palabras, podremos que ver que el autor daba mas utilidades a sus fotografía, adelantándose incluso a su tiepo con algunas de sus proposiciones. En 1856 dio una conferencia en la Royal Society, presentando con entusiasmo la utilidad de la fotografía para:

1) El registro del aspecto de los enfermos con ánimo diagnóstico o clasificatorio
2) identificación y recuerdo de pacientes en caso de necesitarse una readmisión;
3) Tratamiento psiquiátrico al presentar sus propios retratos a los pacientes, pues según él recibirían una auto-imagen muy precisa, lo que ayudaría su cura.


En 1856 y tras el fallecimiento de un paciente por el tratamiento indicado por uno de sus colegas y la
investigación subsiguiente, Hugh Welch, dimitió de su cargo en el Asilo de Surrey y abrió una una pequeña clínica privada , dedicándose además con gran interés al mundo de las antigüedades. A partir de entonces no se conocen otras fotografías suyas de pacientes, aunque miembro y fotógrafo de honor de la Society of Antiquaries, Hugh Welch también fotografió antigüedades y escribió artículos semanales sobre la fotografía para una revista de anticuarios. Fue también un activo paisajista y estuvo interesado en la arqueología.
 
En reconocimiento por su aliento y por su disposición a compartir sus conocimientos se le concedió en 1855, un premio testimonial de  300 £ por su servicio a la fotografía, suscrito entre otros por Delamotte, Fenton y George Shadbolt.

En 1867, la Photographic Society le concedió su medalla en reconocimiento a "su larga y exitosa labor como uno de los principales pioneros del arte fotográfico y de sus continuos esfuerzos para su avance".

Al año siguiente, por iniciativa propia, renunció a cualquier salario más como secretario de la Sociedad, y se convirtió en su Secretario Honorífico.

Henry Peach Robinson, fotógrafo pictorialista sobre el que pienso escribir otra entrada en el Blog reconocía A Hugh Welch como  su"figura paterna" de la fotografía.

Hugh Welch Diamond fallece el 21 de Junio de 1886 en Twickenham.

sábado, 16 de enero de 2016

Nickolas Muray y la fotografía en color

Yo no se que tiene y ha tenido Hungría que nos ha dejado unos cuantos genios de la fotografía: André Ketertész, Lászlo Moholy-Nagy, Gyula Halàsz (Brassaï),  Endre Friedmann (Robert Capa) y Nickolas Muray por citar algunos de los mas importantes.

Las fotografías de André Kertesz me apasionan, como las de Robert Capa, aunque por motivos muy distintos y me gustaría ponerme a escribir sobre ellos, pero en esta ocasión, siguiendo el hilo de mis pensamientos, que estos días han estado con el origen de la fotografía en color y los autocromos, el arte y la medicina, voy a hablar un poquito del último, Nickolas Muray.

Nickolas Mandl nació en el seno de una familia judía en Hungría en 1982. Siendo aún muy niño su padre decide que se muden a Budapest y se cambia el apellido por Muray en un intento de huir del antisemitismo imperante. El joven Nickolas estudia en la Escuela de Artes gráficas de Budapest aprendiendo fotografía, litografía y fotograbado. Una vez terminados sus estudios se traslada a Berlín dónde hace un curso de tres años de duración de fotograbado y aprende a hacer filtros en color. En 1913 con la amenaza de la guerra en ciernes y a sus 21 años de edad, emigra a Estados Unidos, para establecerse en Nueva York donde establece su estudio de fotografía. Sus primeros trabajos en fotografía fueron en una empresa de impresión en colores en Brooklin (en Stockinger Photo-Engraving and Printing Co) y poco a poco se hace famoso como retratista de las celebridades de Nueva York. Entre 1920 y 1940, Nickolas Muray hizo más de 10.000 retratos. Posteriormente se pasará al mundo de la fotografía publicitaria. Muray publicó en revistas como Harper's Bazar, Vogue, Vanity Fair o The New York Times pero su trabajo más conocido son los numerosos retratos de la que fue durante mucho tiempo su amante: Frida Kahlo. Como no podía ser de otra manera, la gran parte de ellos son unos maravillosos retratos a todo color.

Curiosamente Frida Kahlo era hija de otro fotógrafo húngaro, Guillermo Kahlo.
Autorretrato de Guillermo Kahlo

La relación amorosa de Muray con Frida Kahlo comienza en 1931, tras el divorcio de Muray de su segunda esposa, y poco después del matrimonio de Kahlo con el pintor mexicano Diego Rivera. Muray quiso casarse con Frida, pero ella le quería solamente como amante y no como marido, con lo cual Muray acabó por desengañarse y se casó con la que sería su cuarta esposa Peggy Muray (pues por enmedio ya se había casado y divorcioado de una tercera mujer). Con la historía amorosa y matrimonial de Muray, es bastante normal que Frida no quisiese oir hablar de matrimonio a Muray. Terminados sus amoríos, Muray y Kahlo siguieron siendo siempre buenos amigos, hasta que en 1954 Muray fallece. También hay que decir que Frida Kahlo era de armas tomar, bisexual y muy liberal, tuvo varios amantes masculinos de renombre, entre los que se encuentran, además de su marido Diego Rivera, Nickloas Muray y León Trosky. Pero bueno, dejemos la vida de Frida para otro momento.

Una de las cosas que hizo famoso a Muray fue su dominio de la técnica de impresión al carbón tricolor en fotografía y como no sus retratos en color de celebridades. El que mas famoso le hizo fue el de su amante cuando esta estaba en Nueva York. He aquí el retrato y otros retratos que hizo de Frida a todo color












Hasta aquí la relación de este genial Húngaro con la fotografía y el color, vamos ahora con la no menos apasionante relación de Muray con la medicina. En este caso, su relación con la medicina es como paciente.

Muray fue toda su vida un apasionado del deporte y en concreto de la esgrima. Pertenecia al New York Athletic Club de esgrima y llegó a competir en los juegos Olímpicos de 1928 y de 1932  representando a los Estados Unidos en la categoría de esgrima. En 1950, cuatro años antes de su muerte, Muray tuvo un ataque cardiaco del que salió vivo gracias a un masaje cardiaco de un compañero de esgrima que era médico. Afecto de cardiopatía isquemica, Muray siguió practicando la esgrima  y dos años después tuvo un segundo y definitivo ataque cardiaco en la misma sala de esgrima, falleciendo sin remedio. En dicha sala hay una placa conmemorativa en su honor.

Y ahora, casi sin venir a cuento comento que Muray tabién tiene unos hermosos retratos en color de Marilyn, pero que yo sepa, con esta mujer no tuvo lio alguno de faldas. De todas formas, como me encantan tanto las fotos como la fotografiada, aprovecho y las pongo en la entrada. :)







Como despedida de esta entrada, una hermosa frase de Nickolas Muray sobre la fotografía y su significado:

"Photography, fortunately, to me has not only been a profession but also a contact between people to understand human nature and record, if possible, the best in each individual."

jueves, 14 de enero de 2016

Einrich Kühn y el delicado sentido de los colores.

Llevo unos cuantos días escribiendo entradas sobre fotografía y médicos, relacionando medicina, fotografía y arte. No puedo evitarlo, arte y en especial pintura y fotografía son mi pasión y la medicina es mi profesión desde que comencé a trabajar. He comentado cosas sobre fotografía y Duchene, fotografía y Ramón y Cajal, fotografía y Nadar y Trousseau, fotografía y Peter Henry Emerson, fotografía y Henry Havelock Ellis.  El último post, siguiendo el hilo de la autocromía iniciado al hablar de la pasión fotografica de Santiago Ramón y Cajal y sus autocromos, versaba sobre la reunión en Baviera de Frank Eugene, Heinrich Kühn, steichen y Stieglitz, casi recién nacido el autocromo de los hermanos Lumiére. Así que hoy era prácticamente inevitable que mi mente se fuese un rato a distraer con Los autocromos de Heinrich Kühn.

No podía ser de otra forma porque Carl Christian Heinrich Kühn (nacido en 1866 en Dresden y fallecido en 1944 en Birgitz, Austria), estudió botánica y medicina en Leipzig, Berlín y Freiburg.

  ¡Otro médico apasionado del arte y la fotografía!

Una vez graduado, Heinrich Kühn continuó sus estudios en el Instituto de Anatomía Patológica en la Universidad de Innsbruck, donde realizó sus primeros experimentos en microfotografía con el profesor G.A. Pommern. Sus tendencias artísticas y conocimientos en pìntura y música pudieron con él y en 1890 abandona por completo la medicina y se dedica esclusivamente a la fotografía. Fue uno de los pioneros de la fotografía en color mediante el proceso de autocromo.

No hablaré mas de la biografía de Kühn, el que esté interesado por su relación con el Camera Club, The Linked Ring y Photo Secesión, puede consultar en la web aquí y aquí. En esta entrada simplemente quiero compartir algunos de sus autocromos.






Un par de autocromos de sus colores y equipo de pintura


Unos cuantos autocromos de flores y fruta



Un par de autocromos de paisajes
Kühn logró desarrollar mediante sus fotografías una obra modernista, adelantada a su época, y en el limitado marco de su vida familiar. Los autocromos  de sus hijos con la niñera que los cuidaba cuando él se había quedado viudo son verdaderos cuadros impresionistas.





























Como buen pictorialista, la mayor ambición  de Heinrich Kühn fue crear fotografías cuyo valor artístico pudiera rivalizar con la pintura. Künh dijo en un escrito en 1907: “solo alguien que posee un sentido delicado de los colores debería trabajar con el proceso del autocromo”. El lo tenía, había estudiado música y pintura.

Con sus hermosos autocromos con imágenes de atrevidas composiciones, simplificadas hasta el extremo, Kühn se impuso como una de las figuras centrales del pictorialismo internacional.Kühn, consigue imponerse como uno de los grandes fotógrafos de estas primeras décadas del siglo XX, y ser considerado un auténtico maestro del autocromo.