Ya he hablado en mas de una ocasión de los tenebrionoideos
y dije que son una superfamilia de coleópteros polífagos que se
distribuyen por todo mundo adelante y suelen tener cinco artejos en los
tarsos anteriores y medios, y cuatro en los posteriores (fórmula tarsal
5-5-4). Así que taxonómicamente hablando:
Filo Arthropoda
Subfilo Hexapoda
Clase Insecta
Orden Coleoptera
Suborden Polyphaga
Infraorden Cucujiformia
Superfamilia Tenebrionoidea
La superfamilia Tenebrionoidea incluye las siguientes familias:
Filo Arthropoda
Subfilo Hexapoda
Clase Insecta
Orden Coleoptera
Suborden Polyphaga
Infraorden Cucujiformia
Superfamilia Tenebrionoidea
La superfamilia Tenebrionoidea incluye las siguientes familias:
- Aderidae Winkler, 1927
- Anthicidae Latreille, 1819
- Archeocrypticidae Kaszab, 1964
- Boridae C. G. Thomson, 1859
- Chalcodryidae Watt, 1974
- Ciidae Leach, 1819
- Colydiidae Erichson, 1842
- Melandryidae Leach, 1815
- Meloidae Gyllenhal, 1810
- Monommatidae Blanchard, 1845
- Mordellidae Latreille, 1802
- Mycetophagidae Leach, 1815
- Mycteridae Blanchard, 1845
- Oedemeridae Latreille, 1810
- Perimylopidae St. George, 1939
- Prostomidae C. G. Thomson, 1859
- Pterogeniidae Crowson, 1953
- Pyrochroidae Latreille, 1807
- Pythidae Solier, 1834
- Ripiphoridae Gemminger and Harold, 1870
- Salpingidae Leach, 1815
- Scraptiidae Mulsant, 1856
- Stenotrachelidae C. G. Thomson, 1859
- Synchroidae Lacordaire, 1859
- Tenebrionidae Latreille, 1802
- Tetratomidae Billberg, 1820
- Trachelostenidae Lacordaire, 1859
- Trictenotomidae Blanchard, 1845
- Ulodidae Pascoe, 1869
- Zopheridae Solier, 1834
A los individuos pertenecientes a la Familia Meloidae Gyllenhal, 1810 les denominamos meloidos y se caracterizan por producir cantaridina, antaño extraída para un filtro de amor y un afrodisiaco.
Los meloidos sufren hipermetamorfosis. Su primer estadio larval es llamado planidio y es más activo que los estadios subsiguientes, generalmente con ojos y patas que pierden en estadios posteriores. Las larvas atacan principalmente a las abejas, pero también parasitan huevos de saltamontes. Si bien algunas veces son considerados parásitos, no lo son realmente puesto que aun cuando se alimentan de su huésped y de las provisiones de este, son capaces de sobrevivir con solo las provisiones del mismo. Es más apropiado llamarlos cleptoparásitos.
Los adultos en cambio se alimentan de flores y hojas, entre otras familias: Amaranthaceae, Asteraceae, Fabaceae y Solanaceae.
La familia Meloidae se divide en cuatro subfamilias:
- Eleticinae
- Meloinae
- Nemognathinae
- Tetraonycinae
En la península Ibérica y Baleares tenemos 64 especies agrupadas en 18 géneros pertenecientes a dos de estas subfamilias:
- Meloinae Gyllenhal, 1810
- Nemognathinae Cockerell, 1910
Dentro de la Subfamilia Meloinae Gyllenhal, 1810 clasificamos varias tribus:
- Tribu Cerocomini
- Tribu Epicautini
- Tribu Eupomphini
- Tribu Lyttini
- Tribu Meloini
- Tribu Mylabrini
- Tribu Pyrotini
De la Tribu Lyttini Solier, 1851 en la Península Ibérica podemos encontrar los siguientes géneros y especies:
- Género Berberomeloe
este género fue creado para B. majalis, una especie ibero-magrebí, extendida por el noroeste de África, la Península Ibérica y una estrecha franja del sur de Francia, cuya morfología larvaria no deja lugar a dudas sobre su inclusión entre los Lyttini. Este género cuenta con una segunda especie ibérica, B. insignis, una especie endémica de una pequeña franja del sureste peninsular limitada a las provincias de Granada, Almería y Murcia
- Género Lagorina
incluye dos especies de la región mediterránea occidental, una de ellas, L. sericea, se encuentra en el sur peninsular y el noroeste de África.
- Género Lytta
Género de amplia distribución holártica con penetraciones en el neotrópico y en Asia tropical que comprende cerca de 120 especies distribuidas en 8 subgéneros. De éstas, únicamente L. vesicatoria, del subgénero nominal, se encuentra en Europa Occidental.
- Género Oenas
Este género se ha venido considerando representado en la Península Ibérica por tres especies: O. afer, O. fusicornis y O. crassicornis. Hay quien afirma que las citas ibéricas de O. afer probablemente se deban a confusiones con hembras de O. fusicornis, o bien al hecho de considerar a O. fusicornis como sinónimo de O. afer, siguiendo el criterio expresado por Borchmann (1917) y Mader (1927) en sus respectivos catálogos.
- Género Physomeloe
Género transferido a la tribu Lyttini debido a sus caracteres larvarios incluye una única especie, endémica de la Península Ibérica. Physomeloe corallifer (Germar, 1818) bien distribuida por el centro de Portugal y la meseta española con citas escasas en otras áreas peninsulares.
Los géneros peninsulares pueden identificarse con la siguiente clave artificial:
1. Élitros con los márgenes suturales divergentes, imbricados en la base, en general mucho más cortos que el abdomen. Sin alas........................................... 2
• Élitros con los márgenes suturales paralelos, no imbricados, generalmente tan largos como el abdomen. Alados .....................………………………….....................3
2. Protorax con un par de protuberancias laterales de color rojo en cada lado. Antenas con el último artejo no bifurcado. Coloración general negra.................................................................................................... Physomeloe
• Protorax subcuadrangular sin protuberancias laterales.Antenas con el último artejo claramente bifurcado.Coloración general negra, aunque con frecuencia presentan una banda transversal anaranjada en el dorso de cada segmento abdominal, o alternativamente manchas anaranjadas en las sienes ..................................................................………………………........... Berberomeloe
3. Antenas más cortas que la cabeza y el pronoto juntos.Lóbulo superior de las uñas con el margen inferior dentado. Coloración tegumentaria nunca verde metálica ……………………………......................................................................Oenas
• Antenas más largas que la cabeza y el pronoto juntos.Lóbulo superior de las uñas con el margen inferior sin dientes. Coloración tegumentaria verde metálica .………………………………........................................................................................ 4
4. Cabeza profundamente surcada en la línea media. Pronoto con ángulos anteriores marcados ......………………………………………………………….......... Lytta
• Cabeza sin surco en en la línea media. Pronoto con ángulos anteriores redondeados .…......................................................................................…Lagorina
Ahora dentro del Género Lytta Fabricius, 1775 y Subgénero Lytta (Lytta) Fabricius, 1775 veamos unas imágenes de esta primavera de la especie Lytta (Lytta) vesicatoria (Linnaeus, 1758) y Subspecie Lytta (Lytta) vesicatoria vesicatoria (Linnaeus, 1758).
Son sinónimos, los siguientes nombres:
- Meloe vesicatorius Linnaeus, 1758
- Cantharis vesicatoria (Linnaeus, 1758)
- Cantharis crassicornis Costa, 1882
- Lytta crassicornis (Costa, 1882)
Lytta vesicatoria es una especie con amplia distribución euro-siberiana estando bien extendida por la mayor parte de Europa y Asia paleártica, de la que se reconocen en la actualidad cuatro subespecies; la nominal, presente en la Península Ibérica se extiende por toda la mitad septentrional, con la Serra de São Mamede (Portugal) como límite meridional. Faltan citas en algunas regiones de Portugal, en el País Vasco, en Cantabria, Lugo, Valladolid y Soria.
Tiene una longitud corporal de 9-21 mm y parece de junio a julio. Es un escarabajo alado de color totalmente verde que habita en matorrales de lugares cálidos. El adulto se alimenta de hojas caducifolia sobre todo de fresno. El desarrollo larvario tiene lugar en nidos de abejas silvestres. La especie produce cantaridina,
En la
familias de los Pyrochroidae y Anthicidae la cantaridina se utiliza como feromona de
orientación y atracción, mientras que en las familias Meloidae y
Oedemeridae es un mecanismo defensivo. Los machos de la cantárida
transfieren la cantaridina a las hembras en el momento de la cópula para
que estas cubran lo huevos con ella como una defensa contra los
depredadores.
La cantaridina es un compuesto químico venenoso (bastan 40 mg para matar un hombre de 80 Kg), inodoro e incoloro derivado de los terpenos
La cantaridina fue aislada por primera vez en 1812 por el químico francés Pierre Jean Robiquet .
Esta sustancia aplicada sobre la piel produce erupciones, enrojecimiento, irritaciones y vesiculación. se absorbe por las membranas lipídicas de las células epidérmicas, causando la liberación de proteasas de serina, enzimas que rompen los enlaces peptídicos en las proteínas, lo que causa la desintegración de las placas de los desmosomas, estructuras celulares implicadas en la adhesión célula-a-célula, dando lugar a desprendimiento de las tonofilamentos que mantienen las células juntas. El proceso conduce a la pérdida de conexiones celulares (acantolisis) y en última instancia la formación de ampollas de la piel.
En 1959 Stouhgton y Bagatell publicaron un estudio sobre los efectos de la cantaridina en piel humana in vitro obtenida de amputaciones, demostrando que el polvo de cantárida producía acantólisis (Stoughton R, Bagatell F. The nature of cantharidin acantholysis. J Invest Dermatol. 1959; 33: 287-292).
Epstein y Kligman llevaron a cabo dos estudios pioneros en el uso de cantaridina como tratamiento de las verrugas. En el primero de ellos, en 1958, trataron a 113 pacientes con una solución de cantaridina al 0,7% y un intervalo de curas semanales. Este estudio incluía todo tipo de verrugas y los datos sobre su aplicación en verrugas plantares no quedaron correctamente diferenciados (Epstein WL, Kligman AM. Treatment of warts with cantharidin. AMA Arch Dermatol. 1958; 77 (5): 508-511). El segundo estudio se centró en el tratamiento de las verrugas digitales y periungueales (Epstein WL, Epstein J. Cantharidin treatment of digital and periungueal warts. Calif Med, 1960; 93: 11-12).
Tras estos primeros estudios surgen en la literatura de la época (inicios de los 60) numerosas publicaciones de casos clínicos sobre el uso de la cantaridina como tratamiento tópico de las verrugas.(Kaminsky A, Velazco M, Kaminsky CA. Euphorbia and cantharidine in the topical treatment of verruca. Dia Med, 1959; 31: 1373-1380. Ormond CS. Cantharone, a cantharidin tincture as a useful agent in treating intractable plantar lesions. JAPMA, 1962; 52: 427-430. Findlay GH. Wart relapses at the edges of therapeutic cantharidin blisters. AMA Arch Derm, 1959; 80 (5): 589-590).
Antiguamente, el extracto de cantárida se presentaba en polvo (obtenido mediante desecación y triturado) de color marrón amarillento tirando a marrón aceituna con reflejos iridiscentes, de olor desagradable, tintura o aceite y emplasto. Es de sabor amargo, en contacto con la lengua puede apreciarse su acción vesicante. Para diversos tratamientos médicos se prescribía en forma de vomitivos y purgantes, pero nunca oleosos, dado la solubilidad de la cantaridina en el aceite.
Aparte de los efectos vesicantes sobre la piel, tomada por vía oral afecta la mucosa gastrointestinal donde produce epigastralgia, náuseas, vómito y diarrea, y en el urotelio desde el riñón hasta la vejiga donde produce irritación intensa incluso hasta la retención urinaria y sangrado (hematuria). En pequeñas dosis únicamente producirían molestias urinarias acompañadas de priapismo por vasodilatación. Por esa razón, erróneamente se creía que se trataba de un afrodisíaco.
La sustancia es utilizada desde muy antiguo.
El uso médico de este escarabajo parte de algunas descripciones que realizará Hipócrates.
En su obra «Historia Natural», el escritor, científico, naturalista y militar romano Plinio «el Viejo» cita hasta en catorce ocasiones su empleo: «Tiene la propiedad de quemar la carne, también provocan la orina; por esto las daba Hipócrates a los hidrópicos (quienes sufrían acumulación de líquidos)».
El médico Disocórides le atribuye propiedades vasodilatadoras y ya menciona sus efectos sobre la erección: «Tiene tanta eficacia en provocar la lujuria estos animalejos...».
Según Tácito, Livia –esposa del Emperador Cesar Augusto– también sabía de su valor como afrodisíaco, puesto que se rumoreaba que la administraba mezclada en comida o vino con el fin de chantajear las indiscreciones sexuales a las que daba pié en los adversarios políticos de su marido.
Según Tácito, Livia –esposa del Emperador Cesar Augusto– también sabía de su valor como afrodisíaco, puesto que se rumoreaba que la administraba mezclada en comida o vino con el fin de chantajear las indiscreciones sexuales a las que daba pié en los adversarios políticos de su marido.
La erección espontánea del pene por vasodilatación, convirtió a la cantárida en el afrodisíaco de referencia hasta el siglo XVII cuando cayó en desuso dado el número de envenenamientos, con consecuencias mortales, que produjeron tales prácticas. Sólo a mediados del siglo XVIII volvería a estar de moda, cuando en Francia se la conoció como los caramelos Richelieu: “pastilles Richelieu”.
De la misma forma se dice que la cantaridina fue causa de detención de Donatien Alphonse François de Sade, conocido como el marqués de Sade, que en el verano de 1772 en Marsella pidió los servicios de 4 prostitutas a las que por un cuadro médcio de dolor de estomago, nauseas y malestar general el día posterior fueron diagnosticadas de envenenamiento con los famosos ‘’caramelos Richelieu’’. El marqués de Sade fue condenado a muerte por sodomía y envenenamiento y tubo que huir de Francia. Estos mismos carmelos los utilizaba Luis XIV para garantizar la lujuria del rey con Madame de Montespan.
En lo que afecta a la historia de nuestro país se cree que Fernando II de Aragón murió como consecuencia de este compuesto al tomarlo para aumentar su virilidad y tener un hijo varón con su segunda mujer. Fernando «El Católico» se casó con Germana de Foix, de 18 años de edad, menos de un año después de la muerte de Isabel la Católica. El matrimonio levantó las iras de los nobles de Castilla y de la dinastía de los Habsburgo, ya que lo interpretaron como una maniobra de Fernando el Católico para impedir que el hijo de Felipe «el Hermoso», el futuro Carlos I, heredase la Corona de Aragón. Y así era, pero todo pasaba porque el matrimonio tuviera hijos. Precisamente con ese propósito, Fernando recurrió supuestamente a la cantárida. El abuso en el consumo de este afrodisíaco habría provocado graves episodios de congestión al monarca, lo que derivó en una hemorragia cerebral. Según Jerónimo Zurita, cronista del Reino de Aragón, el Rey sufrió una grave enfermedad ocasionada por un «feo potaje que la Reina le hizo dar para más habilitarle, que pudiese tener hijos. Esta enfermedad se fue agravando cada día, confirmándose en hidropesía con muchos desmayos, y mal de corazón: de donde creyeron algunos que le fueron dadas yerbas». Si bien nunca se ha podido demostrar científicamente, sus contemporáneos no tenían dudas de que el cóctel de afrodisíacos, en especial por la cantárida, era el culpable del progresivo empeoramiento en la salud del anciano rey. Ninguno de los hijos del matrimonio llegó a adulto.
También fue usada como abortivo, como estimulante (ya que otro de sus efectos es el de producir insomnio y una cierta agitación nerviosa), y en la Italia renacentista había sido también un producto predilecto de envenenadores y conspiradores directamente como veneno (en polvo, mezclada con la comida, puede pasar inadvertida). Se dice que probablemente fue la causa del fallecimiento del caudillo Simón Bolivar.
Antiguamente, para determinar si una muerte se había producido por los efectos de la cantárida se recurría a una prueba de vesicación. En concreto, una de esas pruebas consistía en frotar parte de las vísceras del fallecido, disueltas en aceite, sobre la piel afeitada de un conejo; la absorción de la cantaridina y su acción vesicante son tales que sus efectos se apreciaban en la piel del conejo.