lunes, 28 de agosto de 2017

Rhynchophorus ferrugineus: el picudo rojo de la palmera


De nuevo vuelvo con otro Coleóptero del Infraorden Cucujiformia y de la Superfamilia  Curculionoidea que engloba las siguientes familias según la Clasificacion de Zarazaga y Lyal, 1999

  • Anthribidae Billberg, 1820
  • Apionidae Schönherr, 1823
  • Attelabidae Billberg, 1820
  • Belidae Schönherr, 1826
  • Brachyceridae Billberg, 1820
  • Brentidae Billberg, 1820
  • Cryptolaryngidae Schalkwyk, 1966
  • Curculionidae Latreille, 1802
  • Dryophthoridae Schoenherr, 1825
  • Eccoptarthridae Arnoldi, 1977
  • Erirhinidae Schönherr, 1825
  • Eurhynchidae Lacordaire, 1863
  • Ithyceridae Schönherr, 1823
  • Nanophyidae Gistel, 1856
  • Nemonychidae Bedel, 1882
  • Oxycorynidae Schoenherr, 1840
  • Platypodidae Shuckard, 1840
  • Raymondionymidae Reitter, 1913
  • Rhynchitidae Gistel, 1856
  • Scolytidae Latreille, 1807
  • Caridae Thompson, 1992
  • +Electrapatidae Iablokov-Khnzorian, 1962
  • +Eobelidae Arnoldi, 1977
  • +Obrieniidae Zherikhin et Gratshev, 1994
  • +Praelateriidae Dolin, 1973
  • +Ulyanidae Zherikhin, 1993


De la familia Curculioninae hemos visto a Curculio glandium y de la Subfamiia Entiminae a Sitona lineatus. Hoy veremos una especie de la Familia Dryophthoridae, Subfamilia Rhynchophorinae, Tribu Rhynchophorini



Rhynchophorus ferrugineus

Rhynchophorus es una palabra que deriva del griego"rhyngchos2 que significa hocico y "pherein" que quiere decir llevar. Ferrugineus deriva del latín "ferruginus, ferrugineus, -a, -um" que significa del color del hierro, triste o sombrío.

Este gorgojo puede medir hasta 5 centímetros de tamaño y como su nombre indica es de color rojizo ferruginoso. Es el escarabajo comestible más consumido del África subsahariana.

Es originario de Asia y Malasia, encontrándose en países como India, Filipinas, Pakistán, Camboya, Indonesia, Vietnam, Japón, China y Tailandia. Es una plaga de las palmeras que se ha extendido a numerosos países, de Africa, Europa y América, ajenos a su área de distribución natural debido al transporte de palmeras infestadas realizado por el hombre.


Las primeras noticias de invasión se remontan al año 1906 cuando la especie fue declarada plaga severa para las palmeras de coco en la India y en 1917 se consideró plaga también en las  palmeras de dátiles. En 1918 se detectó en Irak y alrededor de los años 80 la especie se detectó en gran parte de la península arábica desde donde se expandió al resto de los países de Oriente Medio.

La primera cita europea se produjo en 1994 en Almuñécar. Tanto aquella vez como en las posteriores  introducciones en diversos puntos de Andalucía oriental, Murcia y la Comunidad Valenciana, ha llegado a través de palmeras infectadas procedentes de Egipto u otros países del norte de África. En el 2005 se detectó en el palmeral de Elche, el mayor palmeral de Europa, y Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO. En las islas Canarias amenaza Phoenix canariensis (palmera canaria), joya del archipiélago que podría verse en peligro si la plaga sigue avanzando. En verano de 2011, la plaga afectó a la ciudad de Jerez de la Frontera, afectando más de 200 palmeras. En Córdoba capital y provincia aparece en el 2013. En 2014, aparece en Badajoz, Málaga y la comarca catalana de la Ribera de Ebro.

Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto.

Está afectando actualmente a todas las palmeras de las áreas más cercanas a la costa de los países del sur de Europa.

En América se se le observa en las Antillas Holandesas (2009) y California, EE.UU. (2010), llegando a primeros de 2011 al estado de Florida.

La vida media de este coleóptero, en el estadio adulto,es de 45-90 días, dependiendo del clima y su alimentación. Desde que eclosiona del huevo hasta su muerte tiene una vida media de entre 130 y 200 días.

Tiene el cuerpo oval alargado de 19 a 45 mm de longitud siendo el macho mas pequeño que la hembra. La coloración del cuerpo es pardo anaranjado claro o rojo ferruginoso, con o sin manchas negras en el pronoto de forma y número variable. El rostro es alargado y en el macho está recubierto de un cepillo de setas mientras que en las hembras es liso.

Ejemplar de Rhynchophorus ferrugineus fotografiado por mi hijo pequeño, David, con el teléfono móvil

Rhynchophorus ferrugineus pertenece al presenta un desarrollo holometábolo con cuatro estados bien diferenciados: huevo, larva, pupa y adulto. En el plazo de un año este escarabajo es capaz de completar hasta 3 ciclos biológicos.  Todos los estados del insecto están presentes en la misma palmera y el ciclo biológico se completa en un mismo hospedante hasta que esta ha sido destruida en su totalidad, es decir, hasta que el animal se queda sin alimento suficiente para la cría de la nueva estirpe o para el  crecimiento del individuo,  o cuando son atraídos por sustancias procedentes de otras palmeras como consecuencia de las podas (Kairomonas). Tienen actividad diurna, prefieren caminar aunque normalmente vuelan para encontrar otra palmera que infectar. Las hembras salen con los huevos fertilizados lo que las convierte potencialmente en colonizadoras de nuevas palmeras. La dispersión a larga distancia es por medio del comercio o movimiento de material vegetal contaminado.

Este ejemplar vino a verme a la puerta de casa.

Las hembras perforan las palmeras con su pico, para alimentarse, y aprovechan el orificio para insertar un huevo, normalmente  Cada hembra puede llegar a poner hasta 500 huevos a lo largo de su corta vida como adulto. Tras la fecundación, la hembra adulta es capaz de depositar entre 300 y 500 huevos de forma aislada, a través de orificios producidos por ellas mismas en los tallos terminales o en el tejido blando de la base de la hoja durante la búsqueda de alimento o bien aprovechando las hendiduras o heridas de la propia palmera. En la ovoposición, las hembras doblan los tarsos hacia arriba y se anclan al tejido con las espinas de las tibias apoyándose en el tercer par de patas hasta poner en contacto el ovipositor con el sustrato. Después los huevos quedan protegidos y fijados con una secreción producida por ellas mismas. Producen una puesta media de 211,1 huevos, de los cuales un 78,02% eclosiona en un periodo de 3,35±0,27  días. Esta fase tiene una duración de 2 a 4 días.

Al final acabamos haciéndonos amigos.

El huevo, de color amarillo claro, blanquecino, cilíndrico, brillante, tiene forma ovalada y mide de 1 a 2,5 mm. En la parte posterior de dichos huevos aparecen unas estructuras llamadas opérculos.

De los nuevos nacen larvas de color amarillo blanquecino brillante, segmentadas, ápodas y que presentan una gran cápsula cefálica quitinosa, de color más pardo que el resto del cuerpo. Constan de unas potentes mandíbulas cónicas horizontales, con las que excavan galerías de mas de un metro desde las axilas de las hojas hasta la corona, en cuyo interior se alimentan vorazmente. Estos insectos permanecen en el estadio larval una media de 95,53±1,63 días, Durante el transcurso de este periodo, las larvas pasan de medir apenas 2 milímetros a los 5 centímetros. La tonalidad del cuerpo también cambia un poco, pasando a tener un color blanco amarillento opaco.

Después de alcanzar el estadio final, la larva se envuelve en un capullo que construye con fibras de la propia palmera, donde se convierte en pupa para completar su reorganización física y convertirse en el insecto adulto tras el proceso de metamorfosis.


Este proceso puede tardar de menos de una semana a varias semanas, dependiendo de las condiciones medioambientales. Los capullos tienen una longitud de 4 a 6 cm y se localizan en la base de los árboles.  El periodo de pupación puede durar entre 15 y 30 días, pero terminado este periodo el adulto puede permanecer unos 10 días más dentro de ese capullo fibroso. Luego salen al exterior e inician una serie de vuelos en los que intentan detectar los efluvios atrayentes de palmeras con heridas y zonas en fermentación, dirigiéndose hasta estos nuevos huéspedes. Una vez hallada la palmera más idónea, los adultos, particularmente los machos, emiten una feromona de agregación que, unida a los aromas sinérgicos de la palmera, ejerce su atracción sobre otros adultos que comenzarán a congregarse para, posteriormente, iniciar los acoplamientos que preceden a la realización de la puesta, con lo que el ciclo se reinicia.

Las poblaciones del insecto presentes en la zona costera andaluza presentan hábitos sensiblemente distintos a los descritos, propios de su área de origen. Los adultos recién formados sólo salen al exterior de la palmera cuando ésta ha sido totalmente destruida, y si no es así se congregan en las cámaras excavadas en el interior  y, sin volar, inician los acoplamientos para reinfectar la palmera atacada.