"Fotografiar es poner en el mismo punto de mira la cabeza, el ojo y el corazón. Es una forma de vida".
Henri Cartier-Breson
Poner la cabeza en el punto de mira puede entenderse como el conocimiento de las reglas estéticas de la composición, ser consciente de las proporciones, del ritmo y las relaciones de las superficies las líneas y las formas, de la luz, de donde situar la cámara para componer la fotografía y dónde y como colocarnos nosotros como observadores.
Poner el ojo en el punto de mira es la capacidad de observación y reconocimiento de la situación y el instante en el que se une la belleza plástica del momento con el cumplimiento de las normas estéticas que conocemos, ese instante mágico y efímero que en cuanto pase ya no volverá a producirse.
Otra vez en palabras de Cartier-Breson
"... trabajamos en el movimiento, una especie de presentimiento de la vida y la instantánea debe captar en el movimiento, el equilibrio expresivo".
Poner el corazón en el punto de mira es poner el sentimiento y la sensibilidad.
Poner el corazón en el punto de mira es poner el sentimiento y la sensibilidad.
Para mí, la parte mas importante es esta, la del corazón. Creo firmemente que las buenas fotos están hechas con el corazón.
En ocasiones creo haber conseguido la unión de cabeza, ojo y corazón en el mismo punto de mira o por lo menos he estado muy cerca. Sin lugar a dudas, para mí, esos han sido los momentos que los que yo me diluía con el entorno, no había "cabeza" no había "ojo", casi podría decir que no había yo... excepto el corazón, que era el que mandaba.
Así fue como hice la fotografía de mi hijo Ivan jugando en la playa con su prima Ana
Una de las fotos con las que puedo estar minutos ensimismado mirándola y sin darme cuenta de como pasa el tiempo, reviviendo la sensación que tuve en ese momento del disparo fotográfico.
Pero uno puede poner también la cabeza, el ojo y el corazón en cosas minúsculas y conseguir captar el instante de una forma especial, para dejarlo imperecedero en el tiempo. Cuando hice esta fotografía del pistilo de una campanilla y las gotitas de lluvia que habían quedado justo después de un pequeño chaparrrón, sentí lo mismo. Aún recuerdo como en ese instante solo había pistilo y gotitas y un especial sentimiento de que todo formaba parte de una misma y hermosa cosa.
Desde hace miles de años la cultura Japonesa ha llamado a esto Zen y lo describen como la fusión del sujeto con el universo mediante la meditación.
Es cierto que no hago mis fotografías siempre con esa sensación, pero sí bastantes de ellas e infaliblemente son las que después mas me gustan.
Es cierto que no hago mis fotografías siempre con esa sensación, pero sí bastantes de ellas e infaliblemente son las que después mas me gustan.
¿Se podrá alcanzar el Satori mediante la fotografía?