jueves, 11 de julio de 2019

Cryphia (Bryopsis) muralis (Forster, 1771)

Como sabemos, la Superfamilia Noctuoidea contiene 6 familias:
  • Familia Oenosandridae
  • Familia Notodontidae
  • Familia Erebidae
  • Familia Euteliidae
  • Familia Nolidae
  • Familia Noctuidae

Presenté a los Noctuidos el día que hablé de Autographa gamma. Una de las cosas que mencioné en ese momento es que el número y amplitud de las subfamilias dentro de esta familia es muy amplio y varía según los diferentes sistemas taxonómicos adoptados. Una de las Subfamilias en la que clasificamos a estas polillas es la subfamilia Bryophilinae que engloba los siguientes géneros:
  • Género Athaumasta
  • Género Bryonycta
  • Género Bryophila
  • Género Cryphia
  • Género Nyctobrya
  • énero Oedibrya
  • Género Stenoloba
  • Género Victrix

El Género Cryphia Hübner, 1818 se conoce también con los siguientes sinónimos
  • Bryoleuca Hampson, 1908
  • Bryophila Treitschke, 1825
  • Bryopsis Boursin, 1970
  • Euthales Hübner, 1820
  • Hymenocryphia Boursin, 1967
  • Jaspidia Hübner, 1822
  • Nyctobrya Boursin, 1957
  • obrya Boursin, 1960

y se caracteriza por

1. Palpi esbeltos y dirigidos hacia arriba, alcanzando la tercera articulación el vértice superior de la cabeza. 

2. Antenas ciliadas. 

3. Tórax con algunos mechones detrás del cuello. 

4. Abdomen con algunos mechones dorsales, y más largos que el trasero. 

5. Una larva con cuatro pares de prolongaciones abdominales.

 
En la península Ibérica tenemos dos subgéneros con las siguientes especies cada uno:

1) Subgénero Cryphia (Cryphia)
  • Cryphia (Cryphia) algae
  • Cryphia (Cryphia) domestica
  • Cryphia (Cryphia) ereptricula
  • Cryphia (Cryphia) fraudatricula
  • Cryphia (Cryphia) gea
  • Cryphia (Cryphia) ochsi
  • Cryphia (Cryphia) pallida
  • phia (Cryphia) petrea
  • Cryphia (Cryphia) raptricula
  • Cryphia (Cryphia) ravula
  • Cryphia (Cryphia) simulatricula
  • Cryphia (Cryphia) vandalusiae

2) Subgénero Cryphia (Bryopsis)
  • Cryphia (Bryopsis) muralis (Forster, 1771)

Presentaré precisamente a esta última especie a la que también podéis encontrar con los sinónimos de  Cryphia lichenis Fabricius o Nyctobrya muralis (Forster, 1771).

Esta es una especie mediterráneo-asiática a la que los anglosajones denominan vulgarmente  “Marbled Green” haciendo referencia directa a la imagen y color que dan sus alas. Es nativa de gran parte de Europa occidental, aunque se limita principalmente a los centros turísticos costeros y algunos lugares del interior. Su envergadura alar es de 27-34 mm. La longitud de las alas anteriores  de 12-15 mm. Los adultos muestran cierto grado de variación en el color, desde el blanco hasta los distintos tonos de verde, debido a que el pigmento verde está sujeto a deterioro en un corto período de tiempo. En las alas delanteras podemos apreciar una red de líneas cruzadas en negro. Los estigmas son pálidos y finamente delineados en negro. La alas posteriores son de un color que va del marrón pálido al gris oscuro y presentan unos flecos blancos.


Cryphia (Bryopsis) muralis (Forster, 1771)

Las larvas se ven de de octubre a mayo y son de un color gris oscuro con un matiz verdoso, una línea dorsal blanca, en ocasiones discontinua y una línea pálida sobre los pies. Se alimentan de Diploicia canescens y otras especies de líquenes y son la forma en la que inverna la especie.

Los imagos vuelan de junio a septiembre, según la localización y suelen encontrarse en terrenos calcáreos, descansando de día sobre alguna roca, con la que se mimetizan a la perfección. Esta polilla es fundamentalmente nocturna y en ocasiones entra en las viviendas atraída por las luces artificiales, como pasó anoche en casa.

jueves, 13 de junio de 2019

Un caso extremadamente raro: Carcinoma epidermoide de recto

Los médicos hablamos de Carcinoma epidermoide cuando nos encontramos ante un cáncer de células escamosas, es decir, de las células que se suelen encontrar en el tejido que forma la superficie de la piel, el revestimiento de los órganos huecos del cuerpo y el revestimiento de los aparatos respiratorio y digestivo que se caracterizan por ser delgadas y planas asemejándose a las escamas de los peces.

El carcinoma epidermoide de colon y de recto son tumores extremadamente raros pues más del 90% de los cánceres colorectales son adenocarcinomas y la mayoría de los restantes son sarcomas, linfomas, y tumores neuroendocrinos.

En 1907, Herxheimer describió el caso de un paciente con un carcinoma adenoescamoso de ciego y en 1909 Probst publicó otro caso de un carcinoma adenoescamoso de sigmoides, pero el primero en describir un carcinoma epidermoide de recto fue Schmidtmann en 1919. Desde entonces se han descrito pocos casos en la literatura médica.

La incidencia de este cáncer se estima en un  0,25 a 1 por cada 100.000 cánceres colorrectales.  Curiosamente, el carcinoma epidermoide de recto parece más frecuente en mujeres.

Se han propuesto varias hipótesis para explicar su histogénesis:

Theodore S.  Raiford, médico del departamento de cirugía y patología quirúrgica del Hospital Johns Hopkins de la Universidad de Baltimore dijo ya en 1935 en un articulo monográfico sobre los carcinomas del intestino grueso publicado  en dos partes, en Annals of Surgery en los volúmenes de Marzo y Abril, que el carcinoma de células escamosas:

“...comprise a small group common to the lower rectum and anus. Tumors with similar microscopical characteristics are occasionally found as high as the sigmoid colon but when found in this location undoubtedly represent a metaplastic process”.

Pero desde entonces, además de la metaplasia escamosa del epitelio glandular por estímulos que producen irritación crónica, como la radiación, la colitis ulcerosa o la infección por el virus del papiloma,  se han postulado otros posibles orígenes como por ejemplo
  • origen en células pluripotenciales con capacidad de diferenciación multidireccional, como ocurre también en cánceres del el esófago, el pulmón o el endometrio
  • proliferación de las células basales de reserva como resultado de un daño recurrente al epitelio glandular que después sufren transformación maligna
  • diferenciación escamosa de adenoma y de adenocarcinomas basadas en el hecho de encontrar áreas de diferenciación epitelial en un pequeño porcentaje de estos tumores

Balfour (1972) propuso la teoría de que los carcinomas epidermoides del colon no existían realmente  sino que representaban la enfermedad metastásica de un primario desconocido o una degeneración escamosa de adenocarcinomas preexistentes. Sin embargo, esta opinión no ganó gran aceptación.

La sintomatología del carcinoma epidermoide rectal es la misma que la existente en los adenocarcinomas: dolor abdominal, alteración del tránsito intestinal, tenesmo y sangrado. El diagnóstico puede ser tardío hasta que la sintomatología no se hace evidente.

Williams y cols. establecieron en 1979 los criterios diagnósticos para el carcinoma epidermoide colorrectal:
  • exclusión del origen metastásico desde otros tumores epidermoides localizados fuera del colón (como por ejemplo un carcinoma epidermoide pulmonar),

  • ausencia de trayecto fistuloso en el seno de una enfermedad inflamatoria intestinal que pueda ser el origen del carcinoma epidermoides

  • exclusión del carcinoma epidermoide anal con extensión proximal en el recto inferior

Los carcinomas de células escamosas de colon y recto se han descrito ocasionalmente asociados a enfermedades tales como la esquistosomiasis, colitis ulcerosa, duplicación del colon, amoebiasis, cáncer de ovario, carcinoma de endometrio, teratoma ovárico, el cáncer de próstata y un adenocarcinoma colorrectal previo. Por lo tanto, esto nos debe hacer tomar consciencia a los médicos de que los carcinomas epidermoides de recto a menudo no se presentaran como neoplasias solitarias.

Una vez sabido esto, os voy a mostrar uno de estos casos excepcionales que recibí durante una guardia, remitido de forma urgente al hospital desde primaria y que rápidamente acabó en manos del cirujano de guardia, que enseguida se olió la tostada.

Se trata de un varón de 55 años de edad, fumador y sensibilizado a veneno de himenóptero que tenía antecedentes de cirugía de fistula sacra/absceso pilonidal durante su juventud y había sido tratado de una hidrosadenitis axilar con Adalimumab hacía 2 años que se remitía para  valoración de una lesión glutea de desconocido tiempo de evolución.


Imagen de como se presentó ese día el paciente contando que “notaba algo en el culo”

La exploración física de la zona era impresionante, mostrando  una lesión ulcerativa infiltrativa con destrucción de tejido de partes blandas a nivel glúteo bilateral y con zonas de aspecto cerebroide con varios orificios perilesionales que penetraba hasta la región sacra y perianal. La exploración de la región anal sin embargo mostraba el esfínter anal íntegro, sin lesiones mucosas en canal anorrectal pero con salida de pus a nivel profundo.

Yo en mi vida había visto ni he vuelto a ver desde entonces una lesión de tal categoría.

Me podéis creer si os digo que las pruebas complementarias analíticas realizadas de forma urgente no aportaron información relevante y que lo interesante vino en cuanto tuvimos pruebas complementarias de imagen. La radiografía de tórax no mostró evidencia radiológica alguna de patología pleuropulmonar pero una radiografía de columna vertebral lumbosacra mostró una posible osteomielitis y afectación cocígea.


Recorte de la imagen radiológica de la columna que muestra el socavón e infiltración glutea de la lesión y la afectación ósea de sacro y cocix


Inmediatamente hicimos un TAC que nos mostró como lo que había era una enorme masa infiltrando el sacro, región anal y perianal, músculos de la zona perineal y que se extendía a través de la musculatura glutea hasta llegar a la piel. Desde luego era mucho mas lo que no se veía que lo que alcanzábamos a ver a simple vista y eso que la imagen de visu ya era absolutamente impresionante.

Vamos a verlo descrito con las mismísimas palabras del radiólogo que estaba de guardia ese día, pero no sin antes recordar que el espacio retrorrectal o presacro está delimitado, posteriormente, por la fascia presacra, por delante por la fascia propia del recto, lateralmente por los vasos iliacos, raíces nerviosas sacras y uréteres, y como límites superior e inferior se sitúan la reflexión peritoneal y la fascia de Waldeyerr respectivamente. Es un espacio virtual ocupado durante el desarrollo embriológico por células pluripotenciales y, por tanto, puede contener un heterogéneo grupo de lesiones que pueden ser benignas o malignas, congénitas o adquiridas, sólidas o quísticas (ver anexo). Los tumores presacros son lesiones poco habituales que poseen una incidencia de 1 de cada 40,000 ingresos hospitalarios.  Con esto, creo que ya nos situaremos perfectamente con lo que vamos a ver a continuación.


 Marcado engrosamiento parietal circunferencial del recto sugestivo de neoplasia con extensión hacia la grasa perirectal donde existe una gran masa presacra (de al menos 7,5 cm) necrosada y con gas en su interior. 


 Posteriormente infiltra al sacro (con resorción ósea de su porción inferior y del coxis) e inferiormente se continua con una masa marcadamente infiltrante (no completamente incluida en el TC a nivel inferior), anfractuosa y con áreas necróticas, que infiltra región anal/perianal (sin plano de clivaje con la próstata), muscultaura del periné (incluido el elevador del ano izquierdo, obturador interno…), 


 musculatura glutea derecha (con absceso de aproximadamente 5,6 x 4,6 cm) y tejido graso subcutáneo y la piel gran ulceración.



Adenopatía perirectales e inguinales bilaterales. Aumento de densidad de la grasa mesentérica, ascitis y sospecha de implantes peritoneales, de valoración limitada por presencia de abundante cantidad de heces en colón y apelotonamiento de asas intestinales. Múltiples lesiones focales hepáticas hipodensas tenues (las mayores de aproximadamente 1,2 cm) sugestivas en el contexto clínico de metástasis


El paciente entró en quirófano urgente para desbridar dos trayectos fistulosos en el glúteo derecho hacia la úlcera y colocar base loops, lavar con suero y peróxido de hidrógeno y hacer un desbridamiento presacro para limpiar el material purulento. Se tomaron muestras biópsicas en los polos superior, medio e inferior de la lesión y se enviaron a anatomía patológica.

Ni que decir que la anatomía patológica de muestras biópsicas tomadas de la úlcera en el polo inferior, medio y superior fueron definitorias de  carcinoma epidermoide bien y moderadamente diferenciado con infiltración local.

Respecto al pronóstico  y tratamiento de estos tumores solamente diré que en los estadios I y II el pronóstico es similar al del adenocarcinoma, pero cuando hay afectación ganglionar así como en los carcinomas ulcerados o los estadios avanzados el pronóstico es mucho peor. La resección quirúrgica es el tratamiento principal. El papel del tratamiento adyuvante no está definido aún. Sin embargo, podría tener gran utilidad, sobre todo en casos con afectación ganglionar y enfermedad avanzada, administrarlo previamente a la cirugía. Nuestro paciente, desgraciadamente tuvo un periodo de supervivencia corto.

martes, 11 de junio de 2019

Jugando a clasificar una mosca

Esta tarde encontré entre los archivos de mi ordenador una foto perdida de una mosca y cuando la vi y la intenté clasificar se me ocurrió lo siguiente ¿porque no poner por escrito lo que hago al intentar clasificar una mosca como si de un juego se tratase?

y precisamente eso, es lo que viene a continuación, la explicación de como desarrollo el juego o entretenimiento de intentar clasificar un díptero.

Lo primero en lo que vamos a fijarnos en un díptero, una vez tenemos claro que el insecto pertenece a este orden porque tiene solamente dos alas y no tiene colas, con lo cual sería una éfimera de las que tienen solo dos alas) es fijarnos en las antenas. Si las antenas son largas y están bien desarrolladas lo clasificamos en el Suborden Nematocera y si son cortas lo clasificamos en el Suborden Brachycera.

Los dípteros pertenecientes al suborden Nematocera además de por sus características antenas largas y finas una venación característica de las alas en las que el espacio entre las venas Cu y 1A es abierto y casi siempre se ensancha hacia el borde del ala. Este espacio debería llamarse celda cubital pero hay la tradición de denominarlo celda anal. El resto de los Subórdenes de dípteros las venas Cu y 1A convergen e incluso se reúnen, estrechándose por tanto la celda anal hacia el borde del ala o cerrándose completamente.

El Suborden Brachycera engloba pues a todos los dípteros que se caractericen por una reducción de la segmentación de las antenas (8 o menos segmentos) en las que a menudo el tercer artejo antenal es anillado y puede traer o no una cerda, arista o espolón; además las alas tienen unas venas Cu y A1 convergentes, dejando muchas veces celda anal completamente cerrada.

Los aluli (si hablamos en plural) o la álula (si nos referimos solo a una) son una estructura escamosa que se halla situada entre la base del ala y el alterio que representa otra característica recientemente adquirida de los Diptera, pues suelen estar ausentes o poco desarrollados en los Nematocera (excepto en Anisopodidae) y presentes y de relativamente gran tamaño en los Brachycera.

Recordemos ahora que los halterios (o balancines) son alas modificadas que nacen del metatórax y que funcionan como giroscopios, permitiendo mantener la estabilidad de los dípteros mientras vuelan y haciendo que sean capaces de realizar verdaderas acrobacias y giros increíbles en el aire. Son las alas posteriores de los dípteros atrofiadas, una de las características anatómicas que define al Orden díptera y que por tanto no se encontrará en cualquier otro insecto que veamos con dos alas que no sea un díptero, por ejemplo una efímera de dos alas.

Llegado a este punto en la que ya distinguimos entre dípteros nematoceros y dípteros braquíceros, podemos hacer dos grupos distintos según si la forma de salir el díptero de la pupa es a través de una incisión circular o no. A los primeros los clasificaremos en el grupo Cyclorrhapha. Este grupo Ciclorrhafa se consideraba antes un Suborden porque porque estos dípteros tienen además una venación alar uniforme y algo reducida, pero la última revisión de la taxonomía y nomenclatura de los dípteros  de Pape y colaboradores utiliza el nombre Cyclorrhapha para englobar solamente a unas 80 familias de dípteros distribuidas en dos infraordres (Aschiza y Schizophora) de los que hablaré en breve, quedando Cyclorrhapha englobada en el infraorden Muscomorpha. Así que de momento dejamos a las larvas y las pupas tranquilas y seguimos con las antenas.

Reconocemos a un díptero como incluido en Muscomorpha cuando las antenas del adulto son muy cortas (estamos hablando generalmente tres segmentos) y tienen además una arista dorsal. Ya estamos diciendo “literalmente” en este momento que ese díptero tiene forma de mosca común. Estos dípteros se caracterizan además porque su cuerpo suele estar cubierto de pilosidad que además es muy útil para clasificación . Ahora si volvemos a las larvas porque todas as larvas de Muscomorpha son acéfalas o con una cápsula cefálica reducida y carecen de antenas o estas se encuentran sobre una superficie membranosa., pasan por tres estadios larvales se caracterizan porque su pupa permanece dentro del tegumento o exoesqueleto del último estadio larval (pupario).

Dentro de este grupo de dípteros hay un conjunto que poseen una estructura especial para ayudar a al insecto a liberarse del pupario y que tiene forma de saco membranoso inflable; es lo que llamamos ptilinum. Cuando se infla con hemolinfa el Ptilium, sobresale de la cara, por encima de las antenas y crea presión a lo largo de la línea de debilidad del pupario, haciendo que se abra. Cuando el adulto emerge, el líquido se retira, el ptilinum se colapsa y la membrana se retrae completamente dentro de la cabeza dejando visible una sutura en forma de "U" invertida visible en la cara del díptero. A este conjunto de dípteros o mocas les denominó por primera vez  Eduard Becher como "Schizophora". Son en definitiva el infraorden Schizofora que se enfrenta al Infraorden Aschiza, que serían el grupo de moscas ciclorrafas que salen del pupario a través de una incisión circular pero sin utilizar un ptilinum.

El Infraorden Schizophora los subdividimos a su vez en dos grandes grupos dependiendo de la existencia o no en el adulto de otra estructura anatómica: el calíptero. En los Diptera superiores entre la álula y el tórax están el calyptra superior y la tegula. Los calípteros están justo debajo de la unión del ala con el tórax y son parte de la membrana axilar de las alas de algunos dípteros; también se les denomina escamas El lóbulo proximal se denomina calíptero inferior (o squamula thoracica) y surge del surco entre el escutelo y el posnotum como un ligamento estrecho y membranoso y termina donde el lóbulo más distal, denominado calíptero superior (o squamula alaris), se dobla bruscamente sobre él (pliegue caliptral). El caliptero superior suele ser más grande que el calíptero inferior, pero en algunos grupos (Tabanidae, Acroceridae y muchos Calyptratae), el calíptero inferior es más grande que el superior. La franja caliptral es una franja de pelos a lo largo del margen posterior de cada calíptero. La tegula es la placa más proximal en la base del margen costal (también denominada placa costal o charretera). Junto a ella (distal) se encuentra la basicosta.

Así pues dividimos el Infraorden Schizofora en Subsección Acalyptratae (sin calípteros) y Subsección Calyptratae (con calípteros), pero hasta no hace mucho se consideraba una tercera sección denominada Pupípara. Se agrupaba aquí a moscas que son todas parásitos de aves y Mamíferos y presentan muchas modificaciones asociadas con este tipo de vida. A menudo las alas están reducidas o faltan y tienen unas usa bien desarrolladas con las que se agarran a las plumas y los pelos. Su cuerpo es aplanado y correoso. Las piezas bucales son como las de Stomxys, pero mas finas. Ambos sexos chupan sangre, pero no suelen picar al ser humano. La hembra periódicamente pare una sola larva que está casi completamente desarrollada antes de nacer y que pupa casi inmediatamente. En este grupo se incluían Hipoboscidae y Nycteribiidae.

Volviendo de nuevo a las moscas con calípteros, éstas las clasificamos en las siguientes Superfamilias:

Superfamilia Muscoidea
Superfamilia Oestroidea
Superfamilia Hippoboscoidea
Superfamilia Sphaeroceroidea

Siendo ahora  Nycteribiidae una familia de la superfamilia Hippoboscoidea

Veamos ahora la fotografía de la mosca que tenía traspapelada por los archivos de mi ordenador y vamos a jugar a intentar clasificarla.

Aviso de entrada que la clasificación a nivel de especie de un insecto por una sola fotografiá, para según que insectos es completamente imposible (incluso con mas fotografías, pues llegar al diagnóstico de especie de forma segura requiere en muchos casos la disección del insecto, en especial de su genitalia) y para otros esta sujeto a error, pudiendo llegar a ser la probabilidad de error mas o menos elevada dependiendo de los conocimientos y habilidades del que intenta la clasificación. ¡Pero eso no quita para que sea un pasatiempo interesantísimo con el que aprender mucho!


¿Que díptero es este? ¿juegas a clasificarlo conmigo?

Lo primero que voy a hacer es darme el lujo de aumentar la imagen para que se vea un poco mejor la mosca


Para empezar es un insecto que tiene solamente dos alas, un alterio y sin colas y con todo el aspecto de una mosca, con lo cual sabemos que pertenece al Orden Díptera.

Puntos 1 y 2: Antena corta y álula de buen tamaño. Esto indica Suborden Brachycera

Punto 1 de nuevo: Antena de tres artejos con una arista dorsal, que se ve además plumosa. Esto indica Infraorden Muscomorpha

Punto 3: Calipteros. El número está situado justo sobre el caliptero inferior o squamula torácica, delante de él se ve el calíptero superior o squamula alar. Esto indica Subsección Caliptratae

Por lo tanto legados a este punto tendríamos que optar entre una de estas cuatro Superfamilias:
  • Superfamilia Muscoidea
  • Superfamilia Oestroidea
  • Superfamilia Hippoboscoidea
  • Superfamilia Sphaeroceroidea

En este punto, yo me pregunto ¿hay algo que llame mucho la atención en esta mosca? Inmediatamente me viene la respuesta a los labios ¡Sí, los brillos metálicos de color azulado del abdomen!

Pues esta aparente tontería ya nos ha hecho seleccionar a una sola Familia de las cuatro Superfamilias anteriores con visos muy altos de no equivocarnos! La Familia Calliphoridae de la Superfamilia Oestroidea, pues las moscas pertenecientes a esta familia se caracterizan por unos marcados reflejos metálicos de color azulado, cobrizo o verde.

Desde luego no todas las moscas con  brillos y colores metálicos pertenecen a la Familia Calliphoridae, pero ante una mosca braquícera,   muscomorfa y con calípteros que muestra brillos metálicos abdominales azulados o verdosos, hemos de pensar en la Familia Calliphoridae que agrupa a moscas de tamaño mediano o grande que recuerdan en su forma global a la mosca común y que pueden ser reconocibles por un escutelo pobremente desarrollado o inexistente  y por la existencia de  cerdas hiponeurales.

La verdad es que la fotografía no tiene resolución ni calidad suficiente como para que podamos ver si existen cerdas hiponeurales, pues toda la zona del tórax de la mosca bajo los calípteros y cercana al alterio está oscurecida. Pero no sería de extrañar que se viese tan oscura precisamente porque haciendo juego con el resto de la mosca, haya pelitos de color negro. Podemos, creo yo, por lo menos asumir el riesgo de la presunción de que estas cerdas si que existen, sobre todo visto el llamativo brillo metálico que la mosca exhibe en el abdomen y seguir adelante en el intento de clasificación.

Aceptando que la mosca sea de una especie perteneciente a la Familia Calliphoridae, llega el momento de hacer un poco de gala de nuestros conocimientos y recordar que la Familia  Calliphoridae la podemos dividir en varias subfamilias:
  • Subfamilia Auchmeromyiinae
  • Subfamilia Calliphorinae
  • Subfamilia Chrysomyinae
  • Subfamilia Luciliinae
  • Subfamilia Rhiniinae

y que precisamente la Subfamilia Calliforinae es la que tiene los géneros con las especies que exhiben estos colores metálicos brillantes ¡Los géneros Calliphora y Lucilia! Calliphora los azules y Lucilia los verdes.

Podéis ver en algún sitio que la Subfamilia Calliphorinae: la clasifican en las siguientes tribus: Angioneurini, Bengaliini, Calliphorini, Luciliini, Melanodexiini y Polleniini y que precisamente dentro de la Tribu Calliphorini colocan los siguientes géneros
  1. Género Aldrichina
  2. Género Bellardia
  3. Género Calliphora
  4. Género Cynomya
  5. Género Melinda
  6. Género Onesia
  7. Género Paradichosia
  8. Género Polleniopsis
  9. Género Ptilonesia
  10. Género Triceratopyga
  11. Género Xenocalliphora

En la Península Ibérica de esta tribu tenemos solamente representantes de los Géneros Calliphora, Onesia y Bellardia, por lo que es posible que nuestra mosca pertenzca a alguno de estos tres géneros.

¿Tenemos alguna manera de aproximarnos o decidirnos por uno de ellos? Pues sí, si la hay si somos capaces de aplicar la siguiente clave dicotómica para los géneros de la tribu Calliphorini Españoles:

1(2) Escuámula torácica pardo-negruzca, ahumada y con sétulas negras uniformemente distribuidas en toda su superficie dorsal. Lóbulo posterior de dicha escuámula, subtriangular, con el lado anejo al escudete, en contacto con él en toda su longitud. Calliphora Robineau-Desvoidy, 1830.

2(1) Escuámula torácica blanca o blanco amarillenta, con a lo sumo un grupo de sétulas en su parte basal. Lóbulo posterior de dicha escuámula redondeado, por tanto despegándose ligeramente de la base del escudete. Toda la escuámula de contorno más redondeado que en el caso anterior

3(6) Parafaciales anchas, midiendo al menos, dos veces la anchura del III artejo antenal. Oviscapto en las hembras corto, con los escleritos rudimentarios.

4(5) 3 ia postsuturales. Escuámula torácica setulosa superiormente  Onesia Robineau-Desvoidy, 1830.

5(4) 2 ia postsuturales. Escuámula torácica setulosa o desnuda  Bellardia Robineau-Desvoidy, 1864.

6(3) Parafaciales estrechas, subiguales a la anchura del III artejo antenal. 3 ia postsuturales. Escuámula torácica siempre desnuda. Oviscapto en las hembras extraordinariamente alargado Melinda Robineau-Desvoidy, 1830.

Si nosotros miramos los calipteros de la mosca de nuestra foto ¡Bum, parece que hemos tenido suerte! Vemos que la squamula torácica  (justo donde está colocado el punto número 3) no es blanca nuclear sino que tiene tono oscuro o ahumado, lo cual nos haría decidiros por el Género Calliphora y ahora simplemente tendríamos que escoger entre Calliphora vicinia o Calliphora vomitoria, porque en la Península ibérica no tenemos mas que estas dos especies.

Para ello aplicaríamos si podemos la siguiente tabla dicotómica que ya mostré en alguna otra ocasión:

1.- (1a) Cerdas de la parte posterior de las mejillas de color dorado. Genas oscuras o negras. Basicostas negras. Calliphora vomitoria (Linnaeus, 1758)

(1b) Cerdas de la parte posterior de las mejillas de color negro. Genas rojizas. Basicostas palidas. Calliphora vicina Robineau-Desvoidy, 1830

Yo no veo en mi fotografía claramente las cerdas de la parte posterior de las mejillas de la mosca pero las genas desde luego no son rojas, sino oscuras y la basicosta aparentemente también, por lo que apostaría a que estamos ante una Calliphora vomitoria.

Así pues diría que Calliphora sp, probablemente Calliphora vomitoria, pero ya sabéis, esto es solamente una aproximación por una fotografía, con lo que los errores de clasificación taxonómica pueden ser elevados.

lunes, 10 de junio de 2019

Siphona sp

La Superfamilia Oestroidea está formada por una gran diversidad de moscases que se pueden encontrar en todo tipo de hábitat con una distribución mundial. Como ya dije en mas de una ocasión las clasificamos en seis familias: Calliphoridae, Sarcophagidae, Tachinidae, Oestridae, Rhinophoridae y Mystacionobiidae.

La familia Tachinidae comprende a un importante grupo de moscas que son parasitoides de otro insectos y se clasifica a su vez en 5 Subfamilias: Dexiinae, Exoristinae, Goniinae, Phasiinae y Tachininae.

Las hembras de la Subfamilia Tachininae son ovo-larvíparas y depositan los huevos sobre el hospedador o, más frecuentemente, en la planta de la que se alimenta o alrededores. En la Península Ibérica tenemos representantes de las siguientes tribus de esta Subfamilia:




  • Tribu Brachymerini
  • Tribu Ernestiini
  • Tribu Germariini
  • Tribu Graphogastrini
  • Tribu Leskiini
  • Tribu Loewiini
  • Tribu Macquartiini
  • Tribu Micophthalmiini
  • Tribu Minthoini
  • Tribu Nemoraeini
  • Tribu Ormiini
  • Tribu Pelatachinini
  • Tribu Polideini
  • Tribu Siphonini
  • Tribu Strongygastrini
  • Tribu Tachinini

y de la tribu Siphonini podemos encontrarnos con los siguientes géneros:




  • Género Actia
  • Género Aphantorhaphopsis
  • Género Aphria
  • Género Bithia
  • Género Brachymera
  • Género Ceranthia
  • Género Ceromya
  • Género Chrysosomopsis
  • Género Clausicella
  • Género Demoticus
  • Género Eloceria
  • Género Entomophaga
  • Género Ernestia
  • Género Eurithia
  • Género Fausta
  • Género Germaria
  • Género Graphogaster
  • Género Gymnocheta
  • Género Heraultia
  • Género Hyalurgus
  • Género Hyperaea
  • Género Leskia
  • Género Linnaemya
  • Género Loewia
  • Género Lydina
  • Género Lypha
  • Género Macquartia
  • Género Macroprosopa
  • Género Melisoneura
  • Género Microphthalma
  • Género Mintho
  • Género Minthodes
  • Género Neaera
  • Género Nemoraea
  • Género Nowickia
  • Género Pelamera
  • Género Pelatachina
  • Género Peleteria
  • Género Peribaea
  • Género Phytomyptera
  • Género Plesina
  • Género Siphona
  • Género Solieria
  • Género Tachina
  • Género Therobia
  • Género Triarthria
  • Género Ziminia
  • Género Zophomyia

De todos estos géneros, el Género Siphona Meigen, 1803 es el único de todo Tachinidae cuyas especies tienen una probóscide larga y delgada que en posición de reposo está plegada hacia atrás, teniendo el resto de los géneros una probóscide rígida, ya sea está recta o curva. Esta característica anatómica facilita grandemente la identificación del género.

Se han descrito 25 especies de distribución Palaearctica de este género siendo las larvas parasitoides de lepidópteros, excepto por una especie que parasita Tipulidae. En ocasiones Aphantorhaphopsis y Ceranthia se consideran subgéneros de Siphona, pero la mayoría de los autores europeos los consideran géneros por derecho propio.

La especie tipo del Género Siphona Meigen, 1803 es Siphona geniculata y hay una historia curiosa e interesante respecto a esta especie tipo, de la que me he enterado revisando la web http://tachinidae.org.uk. y voy a contar ahora. Resulta que en 1996 cuando Andersen publica su libro “The Siphonini (Diptera: Tachinidae) of Europa” se da cuenta de que la especie que todos habían denominado geniculata no coincidía realmente con la especie tipo real sino que se correspondía con la especie Siphona urbana y la especie que había estado denominando Siphona cristata era la que sí coincidía con la especie tipo Siphona geniculata. Después de tanto tiempo manteniendose el error, cambiar de pronto los nombres de las especies iba a dar muchos problemas, ya que Siphona geniculata y Siphona cristata son moscas muy comunes, así que 3 años después, en 1999, Tschorsnig, Herting y O'Hara solicitaron a la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (ICZN) que valorasen el redefinir la especie tipo geniculata mediante la reasignación de un nuevo espécimen tipo con dicho nombre. La propuesta se acepto en el 2001 y el lectotipo de geniculata fue reemplazado oficialmente por un nuevo tipo de espécimen (neotipo) conservado en el Museo de la Universidad de Lund y que se ha etiquetado como "Sk. Dalby, O. Molla, 21.VII.1989, leg. R. Danielson". De esta manera S. cristata sigue siendo S. cristata y se vuelve a la situación de partida, antes de que Andersen se percatase del error taxonómico.

En la península Ibérica podemos encontrarnos con la especie tipo Siphona geniculata, pero no con la Siphona urbana ni con la Siphona cristata. Ademas de la especie tipo, podemos encontrarnos también con las siguientes especies:

  • Siphona boreata
  • Siphona collini
  • Siphona confusa
  • Siphona flavifrons
  • Siphona hokkaidensis
  • Siphona pauciseta
  • Siphona rossica
  • Siphona setosa
  • Siphona variata


    Siphona sp.

Camptogramma bilineata

Los nombres de las Familias que forman parte de Geometridae se introdujeron en el siglo XIX y principios del XX, primero por Hübner, seguido por Duponchel (1845), Stephens (1850), Guinea (1858) y finalmente por Meyrick (1892), Warren (1893, 1894) y otros autores. El uso de los nombres para los géneros y las Familias era en ese momento subjetivo (basado en la similitud general de las polillas, sus cabezas, antenas, patas, la venación de las alas, como se diponian las alas en la posición de reposo, etc.) y no siempre consistente. En el caso de Larentiinae el que introdujo el nombre fue Duponchel (1845).

Pierce (1914) fue uno de los primeros autores que no solo analizó los caracteres de las estructuras genitales, sino que también los utilizó en la sistemática de los Geometridae para combinar taxones en función de su similitud anatómica y para justificar los nombres de los grupos familiares. Basándose en la ausencia o presencia de gnathos en la genitalia del macho, dividió Geometridae en dos grupos más grandes, Gnathoi y Agnathoi, separando once grupos de géneros (como subfamilias) en el primero, y catorce en el segundo. Uno de ellos, Larentiinae  fue después caracterizado como Subfamilia por Holloway (1997: 99) de acuerdo con el patrón del ala y mas tarde Minet (1983) la definió por la presencia de ansa en forma de martillo en la estructura timpánica de la cabeza. Hoy en día se acepta como características de esta subfamilia el que tienden a tener el tarso y las tibias de las patas posteriores mas largas que las de sus parientes y que tienen extensiones peludas o dentadas en las secciones superiores de la transtilla (un proceso de morfología variable que conecta los ángulos dorsoproximales de la valva de los genitales del macho) además de la ausencia de gnatos y el ansa en forma de martillo. Sus orugas a menudo tienen ya reducidas las "prolegs" o falsas patas, como es típico de las polillas geómetras más avanzadas. Para algunos autores podrían ser lo suficientemente diferentes como para justificar la elevación al estatus de familia dentro la superfamilia Geometroidea.

De la Subfamilia Larentiinae Duponchel, 1845 (perteneciente a la Familia Geometridae Leach, (1815) de la Superfamilia Geometroidea)ya he hablado en un par de ocasiones: cuando presenté a Electrophaes corylata (Thunberg, 1792) y cuando mostré a Philerene transversata. En ambas ocasiones conté que  esta subfamilia comprende mas de 6000 especies distribuidas por todo el mundo.

Heppner en el 2005 la clasificó en 18 tribus.  La Web del Forum Herbulot hace un listado de 20 porque añade dos tribus mas a las de Heppner: Heterusiini y Erateinini. Algunas de las tribus nunca se han descrito, pero y se caracterizan simplemente por los nombres de sus géneros tipo. El rápido desarrollo de la sistemática molecular ha proporcionado los primeros datos para ayudar a la taxonomía de esta Subfamilia. Varios autores consideran 38 taxones de 15 tribus mas cinco taxones no asignados a ninguna tribu. Esta clasificación que ha sido ha sido modificada en los últimos años basándose en el examen detallado de los caracteres genitales y en datos moleculares. Sin embargo, el sistema propuesto necesita refinamiento y mejora adicional ya que muchos géneros no están incluidos y quedan en incertae sedis.

En la Península Ibérica podemos encontrarnos con representantes de las siguientes tribus:
  • Tribu Asthenini
  • Tribu Cataclysmini
  • Tribu Chesiadini
  • Tribu Cidariini
  • Tribu Euphyiini
  • Tribu Eupitheciini
  • Tribu Hydriomenini
  • Tribu Larentiini
  • Tribu Lythriini
  • Tribu Melanthiini
  • Tribu Operophterini
  • Tribu Perizomini
  • Tribu Phileremini
  •  Rheumapterini
  • Tribu Solitaneini
  • Tribu Trichopterygini
  • Tribu Xanthorhoini

Pero a mi me interesa en este momento solamente la Tribu Xanthorhoini Pierce, 1914 de la que puedo contar lo siguiente:

Pierce en 1914 usó en su clasificación de Geometridae analizando la genitalia de los machos y  afirmó que la presencia de coremata (término de una estructura anatómica que tomó de Prout) caracterizaba a las especies clasificadas en Epirrhoinae y Ortholithinae, especies que en la actualidad se clasifican  en los géneros pertenecientes xanthorhoini. Sin embargo, la presencia de coremata en el séptimo segmento (en lugar del noveno) se mencionaba también para varios géneros no incluidos en xanthorhoini.

Forbes (1948) con un enfoque sintético, agrupó explícitamente los géneros con grandes corematas en el séptimo segmento del abdomen del macho en su tribu Xanthorhoini, combinando así las especies de Euphyia Hübner con Xanthorhoe Hübner. Este esquema es seguido posteriormente por los taxonomistas Americanos para los Geometridae de America del Norte, aunque McGuffin justificó la separación de una tribu Mesoleucini (aquí sinónimo de Larentiini). Pero Viidalepp (1976–1979, 1996) al reorganizar los géneros de polillas geométridas según sus caracteres genitales para obtener una lista de la fauna de la antigua URSS separó de nuevo 14 tribus dentro de Geometridae (algo que había hecho ya antes Herbulot (1961–1963) basándose en  en la morfología comparativa).

Holloway en 1997 fue el primero que habiendo estudiado los géneros indoaustralianos  y haciendo una síntesis de todos los valores de morfología comparada, datos ecológicos y datos de comportamiento de los especímenes clasificados en Larentiinae escribió la siguiente caracterización diagnóstica refiriéndose a la tribu Xanthorhoini: "La presencia de un gran par de corematas distales al octavo segmento en el abdomen del macho parece ser la característica más constante de esta tribu, aunque la aparición de un calcar ... es una característica diagnóstica adicional. eso es característico de muchas de las especies componentes ... Los taxones que llevan calcar caen dentro del concepto más amplio de Xanthorhoini definido anteriormente sobre las características del par de corematas grandes asociadas con el octavo segmento. Las antenas masculinas tienden a ser bipectinadas ".

Finalmente Viidalepp ha establecido las siguientes diferencias diagnósticas a nivel de tribu en su estudio “A morphological review of tribes in Larentiinae (Lepidoptera: Geometridae)” publicado en Zootaxa 3136: 1 – 44 (2011): la presencia de coremata en el extremo distal del abdomen del macho, asociada con la esclerosis de los dos últimos segmentos, es compartida por Xanthorhoini, Cataclysmini, y Euphyiini. La presencia calcar es compartida por la mayoría de los géneros  incluidos en Xanthorhoini y Larentiini, pero no en Euphyiini. Las apófisis de la hembra son cortas y débiles se ven en Xanthorhoini y Cataclysmini, pero no en Euphyiini.

La tribu Xanthorhoini es en definitiva un grupo pequeño o mediano que incluye más de 16 géneros en todo el mundo, difíciles de clasificar y con necesario y obligatorio estudio de la genitalia para ello.

Pues bien, dentro de esta tribu podemos encontrarnos con los siguientes géneros:
  • Acodia Rosenstock, 1885
  • Austrocidaria Dugdale, 1971
  • Camptogramma Stephens, 1831
  • Catarhoe Herbulot, 1951
  • Chrysolarentia Butler, 1882
  • Costaconvexa Agenjo, 1949
  • Dasyuris Guenée, 1868
  • Disclisioprocta Wallengren, 1861
  • Dysrhoe Herbulot, 1951
  • Enchoria Hulst, 1896
  • Epirrhoe Hübner, 1825
  • Epyaxa Meyrick, 1883
  • Euphyia Hübner, 1825
  • Glaucorhoe Herbulot, 1951
  • Haplolabida D. S. Fletcher, 1958
  • Herreshoffia Sperry, 1949
  • Juxtephria Viidalepp, 1976
  • Kauaiina Riotte, 1978
  • Loxofidonia Packard, 1876
  • Nycterosea Hulst, 1896
  • Orthonama Hübner, 1825
  • Parortholitha Herbulot, 1955
  • Protorhoe Herbulot, 1951
  • Psychophora Kirby, 1824
  • Scotocyma Turner, 1904
  • Scotopteryx Hübner, 1825
  • Visiana Swinhoe, 1900
  • Xanthorhoe Hübner, [1825]
  • Zenophleps Hulst, 1896

encontrándose en la Península ibérica unicamente las remarcadas en negrita.

Dentro del género Camptogramma Stephens, 1831 nosotros tenemos solamente una única especie,

Camptogramma bilineata (Linnaeus, 1758)

El término Camptogramma procede del griego “kampe” que significa, doblado, oruga y “ klados”, que significa brote. Bilineata deriva del latín “bi-”, que significa dos y “línea, -ae”,  que significa línea o raya.

Camptogramma bilineata es una mariposa nocturna que se distribuye  por toda Europa, el Norte de África y Asia Menor, llegando a penetrar en Asia central.

No muestra preferencia especial por ningún tipo de hábitat concreto, ocupando desde bosques a herbazales, prados, campo abierto... y tanto lugares húmedos como secos. Aún así, es más fácil detectarla en bordes de bosques con abundantes herbazales.

Es de tamaño mas bien pequeño,  con una envergadura alar de 20 a 30 mm y una gran variabilidad en los tonos de color, incluso entre individuos de una misma población. En conjunto las alas poseen un color amarillo dorado a ocre-marrón con una distribución y alternancia de bandas y líneas quebradas en sus alas siempre similar, y con tres de las líneas de color blanco, lo que permite identificar de visu a la especie. En posición de reposo la especie sólo muestras alas anteriores, ya que las posteriores quedan ocultas. 


Camptogramma bilineata

Existe cierto dimorfismo sexual. Los machos presentan áreas difusas, bastante oscuras, entre las dos bandas blancas centrales.

Vuela en una o en dos generaciones anuales, siendo en este caso la primera desde mediados de Mayo a mediados de Junio y la segunda desde Julio a finales de Septiembre. A pesar de ser nocturna, vuela preferentemente de día, aunque también es frecuente verla durante el atardecer y la noche. Los imagos liban néctar de diferentes tipos de flores, pero poseen cierta preferencia por las plantas compuestas como hierba gallinera (Stellaria media) o acedera (Rumex). Los huevos redondos y amarillos y poseen una malla que ocupa gran parte de su superficie. Las orugas son pequeñas, de color verdoso a marrón claro con la cabeza generalmente de color mas claro y relativamente pequeña. Se alimentan de una variada suerte de plantas, pero sienten predilección por las de la Familia Polygonaceae, como Rumex, Stellaria, Viola, Galium y Taraxacum. Cuando alcanzan el tamaño necesario, llegando el otoño, esta baja a tierra y crea una crisálida de color marrón ambarino, entrando en diapausa e hibernando hasta la llegada de la Primavera.

Se reconocen cuatro subespecies, de las que en la Península Ibérica podemos reconocer a dos:
  • Camptogramma bilineata bilineata (Linnaeus, 1758)
  • Camptogramma bilineata bohatschi (Aigner, 1902)

domingo, 9 de junio de 2019

pararge aegeria (reverso alar)

En su día expliqué que Pararge aegeria en el reverso alar presenta coloración diferente según se trate de las alas anteriores o posteriores. En el primer caso la coloración es similar al anverso y deja ver un ocelo negro con un punto central de  color blanco, pero las alas posteriores poseen una función claramente críptica o mimética, con dos líneas quebradas marrones de tintes rojizos y violáceos, poco definidas, que separan zonas de colores parecidos pero de distinta tonalidad, haciendo aguas de colores que se oscurecen y se aclaran. El borde del ala posterior es dentado y de color violaceo y postdiscalmente, cerca del borde, estas alas dejan ver una línea de ocelos en forma de tres puntitos de color blanco.

Sin embargo, no puse nunca ninguna fotografía del reverso de esta mariposa, porque en todas las fotografías que tenía, la muy bandida salía con las alas abiertas.

Hoy mostraré unas cuantas fotografías que he recopilado de la mariposa con las alas cerradas.

Al que quiera leer algo sobre la mariposa le remito a lo que escribí en su día sobre la mariposa de los muros.


Pararge aegeria


Pararge aegeria


 Pararge aegeria




 Pararge aegeria


 Pararge aegeria


 Pararge aegeria







sábado, 8 de junio de 2019

Pyralis farinalis

Dentro de la Superfamilia Pyraloidea Latreille, (1802) tenemos cuatro familias:
  • Hyblaeidae
  • Thyrididae
  • Pyralidae
  • Crambidae

De la familia Crambidae ya comenté algo cuando presenté a Cydalima perspectalis (Walker, 1859) de la Subfamilia Spilomelinae y a Spoladea recurvalis (Fabricius, 1775) de la Subfamilia Pyraustinae. Las polillas pertenecientes a la Familia Crambidae han sido durante tiempo consideradas una Subfamilia dentro de la familia Pyralidae pero la última revisión de Eugene G. Munroe & Solis, en Kristensen (1999) considera sin embargo a los Crambidae como una Familia completa dentro de la Superfamilia Pyraloidea. Hoy hablaré de la Familia Pyralidae Latreille, (1802) las llamadas vulgarmente polillas herbáceas, en el sentido mas actual.

La Familia Pyralidae tiene más de 6,000 especies descritas en todo el mundo y más de 600 especies en América del Norte.

Los imagos de las especies comprendidas dentro de esta familia son de tamaño pequeño o mediano teniendo una envergadura de 9 a 37 mm y con características morfológicas variables.

Dentro de la Familia Pyralidae reconocemos 5 Subfamilias (6 si incluimos a Acentropinae que ahora parece incluirse también en Crambidae) quedando aún muchos géneros en incertae sedis
  • Subfamilia Chrysauginae

alrededor de 400 especies que predominan en la región Neotropical. Las larvas generalmente se alimentan de plantas, pero algunas tienen hábitos de alimentación más inusuales existiendo algunas especies mirmecófilas. La mayoría de las larvas de Chrysauginae tienen un anillo esclerotizado alrededor de la seta SD1 del metatórax.
  • Subfamilia Galleriinae

cerca de 300 especies distribuidas por todo el mundo. Los machos tienen un gnatos casi o completamente reducidos, las pupas tienen una prominente cresta dorsal en el tórax y el abdomen, y la mayoría de las larvas tienen un anillo esclerotizado alrededor de la seta SD1 del primer segmento abdominal.
  • Subfamilia Pyralinae

es el grupo con mayor diversidad en el Viejo Mundo, siendo aproximadamente unas 900 especies. Casi todas las hembras, excepto Cardamyla y Embryoglossa, son reconocibles por la bolsa de ductos de sus genitales que es muy corta.
  • Subfamilia Epipaschiinae

más de 550 especies descritas en las regiones tropicales y templadas (excepto Europa). Las larvas son rodillos o mineros de hojas. Algunas especies son plagas menores de algunos cultivos comerciales.
  • Subfamilia Phycitinae

más de 600 géneros y alrededor de 4000 especies distribuidas en todo el mundo y de complicada identificación. El rasgo característico de las orugas es un área esclerotizada que rodea la base de seta SD1 en el mesotórax
  • Géneros en incertae sedis

Apocabimoides Neunzig & Goodson, 1992
Ardjuna Roesler & Küppers, 1979
Cabimoides Neunzig & Goodson, 1992
Cryptophycita Roesler & Küppers, 1979
Cryptozophera Roesler & Küppers, 1979
Delcina Clarke, 1986 (Phycitinae?)
Eupassadena Neunzig & Goodson, 1992
Gomezmenoria Agenjo, 1966
Gunungodes Roesler & Küppers, 1981
Indocabnia Roesler & Küppers, 1981
Inverina Neunzig & Goodson, 1992
Kasyapa Roesler & Küppers, 1981
Kaurava Roesler & Küppers, 1981
Kumbhakarna Roesler & Küppers, 1981
Merangiria Roesler & Küppers, 1979
Ohigginsia Neunzig & Goodson, 1992
Pseudopassadena Neunzig & Goodson, 1992
Psorozophera Roesler & Küppers, 1979

Los siguientes géneros antes incluidos en Pyralidae parecen ahora aceptarse como pertenecientes a Crambidae:
  • Alphacrambus Bassi, 1995
  • Peniculimius Schoute, 1994
  • Steneromene Gaskin, 1986
  • Thopeutis Hübner, 1818
  • Yoshiyasua

En la Península Ibérica podemos encontrarnos de la Subfamilia Pyralinae a representantes de tres tribus:
  • Tribu Endotrichini
  • Tribu Hypotiini
  • Tribu Pyralini

De la tribu Pyralini podemos encontarnos con especies pertenecientes a los siguientes géneros:
  • Género Actenia
  • Género Aglossa
  • Género Herculia
  • Género Hypsopygia
  • Género Ocrasa
  • Género Pyralis
  • Género Stemmatophora
  • Género Synaphe
  • Género Therapne
  • Género Ulotricha

Del género Pyralis tenemos 3 especies muy parecidas
  • Pyralis farinalis
  • Pyralis lienigialis
  • Pyralis regalis

Pyralis farinalis (Linnaeus, 1758)


Sinónimos: Asopia domesticalis, Phalaena farinalis, Pyralis fraternal, P. manihotalis, P. marianii, P. meridionalis, P. orientalis, P. sardoplumbea.

Es la especie tipo del género Pyralis, y por extensión de toda su tribu (Pyralini), subfamilia (Pyralinae) y familia. Es bastante común y no siempre bien recibida, pues a menudo se desarrollan en nuestras cocinas y despensas a costa de nuestros alimentos ya que se alimentan de multitud de semillas de cereal (trigo, avena, maíz, arroz), productos fabricados a partir de sus harinas y granos de leguminosas. Esto hace que vulgarmente sea conocida como polilla de la harina. Sus hábitos sinantrópicos fueron ya evidentes para los naturalistas de los siglos XVIII y XIX, quienes la llamaron domesticalis ("de hogar y hogar"), fraterna ("tan cerca como un hermano"), o farinalis (" de la harina ") que es el que se utiliza hoy en día.

La envergadura del imago se halla entre los 18 y 30 mm. Las alas anteriores tienen una coloración parda dividida transversalmente en 3 segmentos por ala: uno basal de tono cobrizo, uno intermedio de tono pardo más claro y uno marginal de tonos similares al basal. Los segmentos aparecen separados por líneas blancas delgadas de trazo curvilíneo, especialmente la situada más cerca del margen. Presenta fimbrias claras. La línea de la costa en el segmento intermedio aparece sutilmente ajedrezada. Las alas posteriores también presentan tres segmentos separados por líneas curvas de color claro, si bien las tonalidades de los segmentos de las alas posteriores apenas se diferencian entre sí y suelen ser de color pardo claro o grisáceo. Los ojos de la polilla tienen un brillo verde. En reposo los imagos típicamente sostienen la punta de su abdomen a 90 ° de su cuerpo (esta característica es precisamente la que me acercó rápidamente al reconocimiento del género y la especie).


Pyralis farinalis

Su ciclo biológico dura aproximadamente 6-8 semanas si se dan las condiciones adecuadas (interiores). Normalmente se describe una generación anual, que vuela entre junio y octubre, pero hay quien asegura que tiene mas de una al año pues completa su ciclo de vida completo en el transcurso de ocho semanas, y es capaz de producir cuatro generaciones en un año.  Las polillas no viven mucho tiempo después del apareamiento (9 a 10 días). Las hembras sanas producen un promedio de 235 huevos durante su vida. Las larvas son de color blanquecino o crema, sin pelo, con la cabeza y el escudo protorácico de color cobrizo o marrón oscuro. Crecen hasta una longitud de unos 20 mm. Viven en túneles de seda y partículas de comida que los mantienen a salvo de los depredadores y acuden a las aberturas de estos túneles para alimentarse. Pasa el invierno como oruga cuando se encuentra en exteriores con inviernos duros.

Una vez que están completamente desarrolladas, las orugas dejan sus tubos y giran un capullo de seda donde se convertirán en un adulto. Después de 6-8 semanas, las pupas emergerán como adultos completamente desarrollados.

Pyralis lienigialis (Zeller, 1843) es muy parecida y se distribuye por Francia, Portugal, España, Italia, Gran Bretaña, Finlandia, Estonia, Latvia, Russia, Ukrania, Moldavia y Rumanía. Los imagos tienen una envergadura de 22–26 mm y vuelan de Junio a Septiembre. Se diferencia de Farinalis en que es mas oscura y presenta menos contraste entre la zona basal oscura y las zonas terminales de las alas delanteras y la zona media mas pálida, además las líneas blancas transversales son mas finas y se ensanchan en la costa.

viernes, 7 de junio de 2019

Fractura patológica del transfondo del acetabulo

Los médicos hablamos de fractura patológica cuando vemos una fractura en un hueso debilitado por el desarrollo de una enfermedad que se produce como consecuencia de un traumatismo de baja intensidad que no causarían tal efecto en un hueso sano. Este tipo de fracturas, se suelen producir además en la realización de las actividades de la vida diaria.

Existen diversos factores etiológicos que hacen que un hueso pierda sus propiedades de viscoelasticidad y resistencia normales como pueden ser la edad avanzada, la menopausia precoz sin tratamiento, los antecedentes de fractura, un Índice de Masa Corporal (IMC) < 20, la Osteoporosis, el tratamiento prolongado con corticoesteroides, alteraciones de tipo metabólico, la osteomalacia, el hiperparatiroidismo, la osteomielitis aguda, enfermedades como la osteogénesis imperfecta, la displasia fibrosa ósea o la artritis reumatoide y finalmente las neoplasias benignas y los procesos tumorales primarios o metastásicos.

Lo que me interesa hoy recalcar a mi es la relación del cáncer con las fracturas patológicas. Fundamentalmente lo que ocurre es que las metástasis óseas hacen disminuir la calidad del hueso, haciéndolo más susceptible a posibles impactos, y es importante recordar esto porque las metástasis óseas constituyen el tumor óseo más frecuente en el 90% de los pacientes mayores de 40 años, siendo el tercer lugar de asentamiento de las diseminaciones cancerígenas (por detrás de pulmón e hígado). Así mismo, constituyen el primer síntoma de tumor primitivo en el 20-30% de los casos. Los principales tumores que metastatizan a hueso son el cáncer de próstata, de mama, de pulmón, de vejiga y de tiroides. Las metástasis óseas tienen una predilección por el tejido óseo con mayor médula hematopoyética (vértebras, pelvis, costillas, fémur, cráneo...). En el fémur se producen las 2/3 partes de las metástasis, seguido por el de húmero, y dentro de estos, las zonas más perjudicadas son las proximales.

Si tenemos en cuenta esto, nos daremos perfectamente cuenta como hoy en día en que la esperanza de vida media es mas alta y la proporción de pacientes con cáncer mas elevada debido al aumento de supervivencia de los mismos en los países acomodados, las fracturas patológicas debidas a metástasis óseas son algo que vemos cada vez con mas frecuencia. De hecho, se acepta que el riesgo de desarrollar una fractura patológica en pacientes con metástasis óseas es de hasta el 20%, sobretodo en pacientes con neoplasia de lesión osteolítica como mieloma múltiple y cáncer de mama.

El problema más importante que plantean las metástasis óseas desde el punto de vista quirúrgico es el compromiso del soporte estructural, el cual debe ser prevenido con una cirugía profiláctica o debe ser corregido con una cirugía «definitiva».

Harrington et Al propusieron los siguientes criterios para valorar el riesgo de fractura patológica con origen neoplásico

  • Destrucción de la cortical mayor del 50%
  • Lesión mayor de 2.5 cm en fémur
  • Avulsión del trocánter menor
  • Dolor tras la radioterapia

En 1989 Mirel propuso un sistema aplicable a todas las localizaciones periféricas y definir así lesiones de alto riesgo (lo que los anglosajones llaman Impending fractures, o fracturas inminentes).

LOCAL
DIFUSA
BENIGNO
Encondroma
Congénito
Osteogenesis imperfecta
MALIGNO
Metástasis Ca
Adquirido
Osteoporosis juvenil
INFECCIÓN
Osteomielitis

Paget
OTRO
Q simple
Displasia fibrosa
Granuloma eosinofilico

Mieloma múltiple
Metástasis Ca
Osteomalacia
Osteodistrofica distal renal


Puntuación igual o superior a 9 puntos implicaría una intervención quirúrgica de carácter profiláctico. Si se suman 8 puntos, la intervención como medida profiláctica es opcional y una puntuación de 7 o menos desaconseja el paso por el quirófano como norma profiláctica ya que el riesgo que conlleva la intervención es superior al beneficio que va a obtener el paciente.

Posteriormente, otro autor llamado Van der Linden, demostró con un estudio que el método de Mirels sobrevaloraba el riesgo de sufrir una fractura patológica y propuso como factores fiables la afectación de la cortical ósea de manera longitudinal mayor de 30 mm y la afectación de manera transversal superior al 50%.

Hoy en día se acepta que ante una fractura inminente, se debe plantear la posibilidad de un tratamiento quirúrgico profiláctico, existiendo 3 criterios para esta indicación:

a) Lesión lítica bien definida de más de 2,5 cms. de diámetro;
b) Cualquier lesión que destruya más del 50% de la cortical, ya que la FP es inminente y además con este grado de lesión no hay respuesta a la radioterapia y
c) Persistencia de dolor en el área de una lesión lítica, sea cual sea la etiología

Un 35% de fracturas patológicas curan a las 6 semanas y 74% a los 6 meses. La estabilidad quirúrgica debe ser suficiente para permitir la descarga total del cuerpo en forma inmediata. Clásicamente la expectativa de vida de un paciente con una fractura patológica se estimaba en 7,9 meses, actualmente más del 75% están vivos un año después de su fractura y la supervivencia media global ronda los 21 meses.

Los objetivos del tratamiento de las fracturas patológicas son: aliviar el dolor, mejorar la función y permitir la deambulación, facilitar los cuidados de enfermería y el manejo físico de los pacientes y mejorar su bienestar psicológico. Al tener estos pacientes una enfermedad subyacente tan importante como es el cáncer, su tratamiento debe ser siempre supervisado por un equipo multidisciplinario.

Con sólo tres meses de expectativa de vida, está indicada la cirugía. Con una esperanza de vida menor de tres meses, se debe plantear la posibilidad de contraindicar la cirugía. Se debe tener en cuenta además el tipo de tumor primario, ya que los carcinomas de mama, tienen un relativo mejor pronóstico, con una supervivencia de aproximadamente de un año posquirúrgico, mientras que los pacientes con carcinoma de pulmón tienen un pronóstico peor, muriendo la mitad de ellos dentro de los 3 meses postquirúrgicos.

En lo que respecta a este tipo de fracturas en la cadera la base del tratamiento es la resección de la lesión, la estabilización rígida mediante osteosíntesis o artroplastias y la radioterapia postoperatoria. Sólo en el caso de que exista un compromiso del ilión y de la cabeza o cuello femoral está indicada la radioterapia preoperatoria y posteriormente se planteará la posibilidad quirúrgica.

¿Porqué menciono este caso concreto ahora?, Por lo siguiente:

no hace demasiadas guardias recibí a un paciente de 90 años de edad, fumador de 4 cigarrillos al día desde hacia mas de 20 años, ciego por glaucoma crónico de ángulo abierto, con una bioprótesis mitral y aórtica y una Fibrilación auricular crónica anticoagulado con Sintrom y que estuvo en seguimiento por el neurólogo por cefaleas tensionales y posibles crisis comiciales que consultaba por un intenso dolor de la cadera izquierda con impotencia funcional del miembro inferior izquierdo ¡tras una malposicion en el cuarto de baño!.

La Radiografía de la cadera mostraba lo siguiente

La imagen de la izquierda es la Rx de ese día y la de la derecha una previa de hacía unos meses

En la radiografía de la izquierda se puede apreciar claramente una luxación central de la cadera izquierda con una fractura del trasfondo acetabular.

El radiólogo y el traumatólogo ya apuntaron que les tenía una alta sospecha de fractura patológica neoplásica.

Inmediatamente se hizo un TAC



Un corte del TAC donde se aprecia bien el problema

Siendo el informe del radiólogo el siguiente: “Si bien existe una impactación de la cabeza femoral izquierda que asoma a la pelvis asociada a extensa fractura multifragmentada del acetábulo y un gran aumento de partes blandas con imágenes hiperdensas en su interior al menos parcialmente justificables por hematoma postraumático dicho aumento de partes blandas parece continuarse al menos con el ilion, posteriormente con el isquion y de manera más llamativa hacia la rama iliopubiana adquiriendo a este último nivel un aspecto de masa lítica y expansiva por lo que en conjunto los hallazgos son sospechosos de la existencia de una lesión subyacente; a valorar dada la edad metástasis o mieloma, o en relación con tumoración primaria”.

A continuación mas imágenes de la lesión y la reconstrucción 3D del TAC











Idaea sp

Cuando mostré una imagen y hable algo de Idaea degeneraria comenté que el género Idaea Treitschke, 1825 clasificado en la  tribu Sterrhini Meyrick, 1892 de la Subfamilia  Sterrhinae Meyrick, 1892 de la Superfamilia Noctuidae,  incluye alrededor de 680 especies descritas alrededor del mundo, con centros de distribución en el Mediterráneo, las sabanas africanas y el cinturón erémico de las regiones secas y semidesérticas del Paleártico occidental de Asia.

En la Península Ibérica nos podemos encontrar con muchas especies de este género, todas se parecen mucho y hay que diferenciar las especies analizando la gentalia.

Tres de las que se parecen mucho son las siguientes:


Idaea contiguaria (HÜBNER, 1799)

Esta idea es probablemente univoltina, volando de junio a julio. Es una de las mas frecuentes en Galicia por lo que he podido averiguar (gracias a Alejandro A. Lázaro Camafreita del grupo de Facebook Fauna y Flora salvaje de Galicia, que es el que me pasó la información). El imago tiene una envergadura de 18 - 22 mm y se puede identificar por sus líneas marrón negruzcas con manchas prominentes en las costas. Por lo general, tiene un punto negro central prominente y una fila prominente de puntos terminales o guiones. Se parece mucho a Idaea cervantaria. La hembra ovipone en hileras o grupos en grietas o en pastos secos. La oruga adulta es de color marrón claro y tiene un dorso oscuro y del octavo segmento una línea trasera rota. De acuerdo con Ebert Bd. 8, página 190, sus plantas nutricias son álbum de Sedum, Calluna vulgaris (brezo) y Empetrum nigrum (frambuesa negra). Hibernación: como una oruga.


Idaea cervantaria (Milliere, 1869)

Se distribuye por el sur de la peninsula y el área mediterranea, sur de Francia y norte de África. Habita en laderas rocosas y cálidas. Los imagos tienen una envergadura de unos 20 mm. Los adultos vuelan en una generación de junio a julio. Las larvas se alimentan de brezo, mora y Umbilicus.

Se le conocen tres subespecies:

  • Idaea cervantaria cervantaria (Millière, 1869)
  • Idaea cervantaria depressaria (Staudinger, 1892)
  • Idaea cervantaria montana (Wehrli, 1927)


Idaea blaesii Lenz & Hausmann, 1992

Es una especie que se describió por primera con la captura de unos ejemplares del Algarve (Portugal). Idaea blaesii se distribuye por la costa mediterránea y algunas zonas localizadas del sur de Francia. Es una especie Xerotermífila que vuela en varias generaciones al año. Los machos tienen una envergadura de 13.2-15.6 mm y las hembras de 14.0-17.6 mm.  Son bastante parecidos a Idaea cervantaria MILLIERE, 1872 aunque un poco más pequeñas y redondeadas. En el color se asemejan a Idaea vilaflorensis REBEL, 1910 de Tenerife, aunque estas son de un marrón rojizo un poco mas oscuro, tienen las líneas postmedianas menos dentadas, y las antemedianas menos onduladas y con el tono medio en el ángulo interno más evidente. Pero se relacionan mas directamente con Idaea inquinata por la estructura de la genitalia. En cautividad la hembra ovipone en restos vegetales en grupos de 2-12 huevos, de diámetro longitudinal de unos 5 mm, forma oval y color inicialmente blanco pero que tras 24 horas pasan a ser de un color naranja brillante. La superficie se encuentra piqueteada por pequeños oyuelos formando un dibujo hexagonal o pentagonal. Tras la eclosión del huevo la oruga inicialmente de color gris lechoso y ligeramente hialina. En la etapa adulta mide unos 13-14 mm de largo, tiene forma ligeramente ahusada y su piel es áspera y muy arrugada. La cápsula cefálica es de color parduzco pero a partir del cuello es de color blanco menos el Sternum que es negro. El color básico es de un gris marronaceo, el primer segmento es negro por el dorso habiendo un parcheado de color negro en el dorso de los segmentos abdominales del 3 al 7, no habiendo casi color negro en el dorso a partir del 8º segmento abdominal.

Las características de las larvas de Idaea han sido ya bien descritas por G. E. King y J. L. Viejo Montesinos en el artículo LAS LARVAS DEL GÉNERO IDAEA TREITSCHKE, 1825 (INSECTA,LEPIDOPTERA, GEOMETRIDAE): NUEVOS DATOS SOBRE SU MORFOLOGÍA Y BIOLOGÍA (Revista Graellsia, 68(2): 249-262 julio-diciembre 2012)

En cautiverio la etapa de oruga dura unas 5-6 semanas, aunque dependiendo de las condiciones de reproducción puede llegar hasta las 10. La oruga come (en cautiverio) restos de plantas muertas, siendo la preferida el diente de león {Taraxacum officinale). Las orugas recién nacidas comen flores de varias plantas. La pupación tiene lugar en una red suelta de restos vegetales. La pupa tiene una longitud aproximada de 8 mm y es de color marrón claro. Las polillas eclosionan 4-8 semanas tras la pupación.

Además de estas tres especies hay otras muchas mas que se parecen en el aspecto externo y para las que una observación por un naturista muy experimentado quizás pueda ayudarnos a aproximarnos a la especie, pero la identificación definitiva, ya lo aviso de antemano, solo se consigue con la disección y observación minuciosa de la genitalia.

Idaea sp, ( ¿quizás I. contiguaria?)