En
ocasiones cuando las circunstancias me lo permiten, me gusta ir a
pasear por la rivera del río Freiría, en la parroquia de Santa
María de Samieira perteneciente al municipio de Poio, Pontevedra.
Cuenta
la historia que en el punto en el que nace este río, un noble
convertido a fraile construyó un pequeño convento, del que no
quedan restos. Sería precisamente por haber sido este río
frecuentado por los frailes del monasterio, por lo que tomaría el
nombre de río Freiría", es decir, río "de los frailes".
A
este río también le denominan en el lugar "Arroyo de los
Muíños" debido a que a lo largo de su recorrido se encuentra
un conjunto etnográfico formado por 23 molinos:
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Muiño de Cubo de
   abaixo 
Muiño de Cancela 
Muiño de Portas 
Muiño do Cego 
Muiño da Loriña 
Muiño do Barreiro | 
Muiño de Balboa 
Muiño de Espiga 
Muiño de Esperón 
Muiño Muiñeiro 
Muiño de Suarez 
Muiño de Cabezudo | 
Muiño de Teselán 
Muiño de Correa 
Muiño de Catalina 
Muiño Novo 
Muiño da Ponte 
Muiño de Xirome | 
Muiño de Campelo 
Muiño dos Cabanales 
Muiño de Carballos 
Muiño de
   Santiaguiño 
Muiño de Arriba | 
Si
descendemos un poco siguiendo el cauce del río desde el Muiño do
cubo de abaixo, que es el ultimo que encontramos si contamos desde el
nacimiento del río, llegamos al lugar conocido con el nombre "Fonte
Mulleres", donde hay una pequeña fuente que recibe este nombre
y podemos además observar una pequeña poza en forma de campana.
Una
leyenda local le atribuye a esta poza un origen artificial. 
Cuenta
la leyenda que cuando Galicia estaba ocupada por los moros, éstos
solían tramar maldades contra los Cristianos, siendo una de las
peores el robo de una de las campanas de la Catedral de Santiago de
Compostela que estuvo muchísimo tiempo desaparecida y hubo de
sustituirse por una nueva. Los moros habían enterrado la campana
robada precisamente en la ribera del río Freiría. Un buen día, un
vecino de Samiera que había sacado a pastar a sus vacas, se percató
de que cuando una vaca mientras ramoneaba tiraba sin querer de una
rama y cuando lo hacía se escuchaba un sofocado tañir de una
campana. Siguiendo el sonido y la rama de la que tiraba la vaca, el
labrego halló la campana enterrada y la recuperó. Los vecinos del
lugar devolvieron la campana a la Catedral de Santiago de Compostela
y como recompensa recibieron la nueva campana que sustituía a la
robada y que colocaron en la iglesia de Samieira. Desde entonces, se
dice  que la campana de la iglesia de Samiera es la que tiene el
tañir mas hermoso de toda Pontevedra.
Yo
suelo hacer la senda de los Muiños de Samiera con calma, porque me
gusta disfrutar del escaso tiempo que tengo para pasearla y muchas
veces voy directamente de entrada a Fonte Mulleres.
La
siguiente fotografía muestra lo que veo cuando me situó cerca de la
fuente y la poza y miro hacia arriba el hermoso trayecto que me
espera.  
Algún día le haré también una fotografía a la campana de
la iglesia.
