jueves, 13 de julio de 2017

La cópula de los caballitos del diablo

Hace un par de días decidí aprovechar la mañana libre de uno de mis días de vacaciones en dar un paseo con mis dos hijos pequeños. Como no había mucho tiempo porque habían estado durmiendo como lirones y se levantaron de cama tarde, pensé en iniciar con ellos un sendero que transcurre por la ribera de un río, cerca de casa. De esta manera me aseguraba una mañana en la naturaleza y entretenimiento seguro dedicando nuestro tiempo para enseñarles algo de Biología.

Una rivera de un río a mediados de Julio es buen lugar para encontrarse con algún odonato y por supuesto que esa fue una de las cosas que ocurrieron.

No hace demasiado escribí una introducción a los odonatos en la que una de las cosas obligadas era explicar la diferencia entre libélulas y caballitos del diablo. Eso fue también lo primero que hice con mis dos hijos.

Estábamos viendo una zona del río llena de odonatos que se podían facilmente clasificar en:

1. Zygoptera

porque tenían ojos muy separados, abdomen cilíndrico y delgado y alas anterior y posterior de la misma forma, que en posición de descanso juntaban y plegaban sobre el abdomen.

2. Calopterygidae Calopteryx

porque tenían la alas rectas (no pedunculadas en la base) y con venación muy fina y cerrada, un pterostigma transparente o blanco en las alas de las hembras y mayor o menor cantidad de color azul metálico en las alas de los machos.

Si atendemos a la siguiente lista de las especies de odonatos que podemos encontrarnos en el área Íbero-balear

Anisoptera

1.- Aeshna affinis Vander Linden, 1820
2.- Aeshna cyanea (Müller, 1764)
3.- Aeshna juncea (Linnaeus, 1758)
4.- Aeshna mixta Latreille, 1805
5.- Aeshna isosceles (Müller, 1767)
6.- Anax imperator Leach, 1815
7.- Anax parthenope (Selys, 1839)
8.- Hemianax ephipigger (Burmeister, 1839)
9.- Brachytron pratense (Müller, 1764)
10.- Boyeria irene (Fonscolombe, 1838)
11.- Gomphus graslinii Rambur, 1842
12.- Gomphus pulchellus Selys, 1840
13.- Gomphus simillimus Selys, 1840
14.- Gomphus vulgatissimus (Linnaeus, 1758)
15.- Paragomphus genei (Selys, 1841)
16.- Onychogomphus costae Selys, 1885
17.- Onychogomphus forcipatus (Linnaeus, 1758)
18.- Onychogomphus uncatus (Charpentier, 1840)
19.- Lindenia tetraphylla (Vander Linden, 1825) Extinta
20.- Cordulegaster boltonii (Donovan, 1807)
21.- Cordulegaster bidentata Selys, 1843
22.- Cordulia aenea (Linnaeus, 1758)
23.- Macromia splendens (Pictet, 1843)
24.- Somatochlora metallica (Vander Linden, 1825)
25.- Oxygastra curtisii (Dale, 1834)
26.- Brachytemis leucosticta (Burmeister, 1839)
27.- Crocothemis erythraea (Brullé, 1832)
28.- Diplacodes lefebvrei (Rambur, 1842)
29.- Leucorrhinia dubia (Vander Linden, 1825)
30.- Libellula depressa Linnaeus, 1758
31.- Libellula fulva Müller, 1764
32.- Libellula quadrimaculata Linnaeus, 1758
33.- Orthetrum brunneum (Fonscolombe, 1837)
34.- Orthetrum coerulescens (Fabricius, 1798)
35.- Orthetrum cancellatum (Linnaeus, 1758)
36.- Orthetrum chrysostigma (Burmeister, 1839)
37.- Orthetrum nitidinerve (Selys, 1841)
38.- Orthetrum trinacria (Selys, 1841)
39.- Selysiothemis nigra (Vander Linden, 1825)
40.- Sympetrum flaveolum (Linnaeus, 1758)
41.- Sympetrum fonscolombii (Selys, 1840)
42.- Sympetrum meridionale (Selys, 1841)
43.- Sympetrum pedemontanum (Müller in Allioni, 1766)
44.- Sympetrum sanguineum (Müller, 1764)
45.- Sympetrum sinaiticum Dumont, 1977
46.- Sympetrum striolatum (Charpentier, 1840)
47.- Sympetrum vulgatum (Linnaeus, 1758)
48.- Trithemis annulata (Palisot de Beauvois, 1807)
49.- Trithemis kirbyi Selys, 1891
50.- Zygonyx torridus (Kirby, 1889)

Zygoptera

51.- Calopteryx haemorrhoidalis (Vander Linden, 1825)
52.- Calopteryx xanthostoma (Charpentier, 1825)
53.- Calopteryx virgo (Linnaeus, 1758)
54.- Ceriagrion tenellum (de Villers, 1789)
55.- Coenagrion caerulescens (Fonscolombe, 1838)
56.- Coenagrion hastulatum (Charpentier, 1825)
57.- Coenagrion mercuriale (Charpentier, 1840)
58.- Coenagrion puella (Linnaeus, 1758)
59.- Coenagrion pulchellum (Vander Linden, 1825)
60.- Coenagrion scitulum (Rambur, 1842)
61.- Enallagma cyathigerum (Charpentier, 1840)
62.- Erythromma viridulum (Charpentier, 1840)
63.- Erythromma lindenii (Selys, 1840)
64.- Ischnura elegans (Vander Linden, 1820)
65.- Ischnura graellsi (Rambur, 1842)
66.- Ischnura pumilio (Charpentier, 1825)
67.- Pyrrhosoma nymphula (Sulzer, 1776)
68.- Platycnemis acutipennis Selys, 1841
69.- Platycnemis latipes Rambur, 1842
70.- Platycnemis pennipes (Pallas, 1771)
71.- Lestes barbarus (Fabricius, 1798)
72.- Lestes dryas Kirby, 1890
73.- Lestes macrostigma (Eversmann, 1836)
74.- Lestes sponsa (Hansenmann, 1823)
75.- Lestes virens (Charpentier, 1825)
76.- Lestes viridis (Vander Linden, 1825)
77.- Sympecma fusca (Vander Linden, 1820)

veremos que tenemos pocas especies de Calopteryx entre las que dudar: Calopteryx haemorrhoidalis, Calopteryx xanthostoma o Calopteryx virgo.

Para diferenciarlos, lo primero que tenemos que saber es que los machos son azulados (a excepción de la subespecie occasi de C. haemorrhoidalis) y que ese color se extiende también por sus alas, mientras que las hembras son verdes o marrones, con las alas de los mismos colores pero quizás un poco mas claras. Además las hembras tienen en sus alas pseudopterostigmas blancos que no tienen los machos. Hay que decir que no son pterostigmas verdaderos porque están surcados por venas alares). Además estos pseudopterostigmas son útiles para la identificación de la especie a la que pertenece la hembra porque la distancia a la que se encuentran del ápice de las alas es mayor en Calopteryx virgo que en Calopteryx xanthostoma. Otra importante ayuda para diferenciar las especies es el ápice del ala mas oscuro de Calopteryx haemorrhoidalis, que es fácil de distinguir.

Nosotros vimos ejemplos de las siguientes especies:

Calopteryx virgo (Linnaeus, 1758) 

La más grande de las tres especies de Calopteryx de la península Ibérica y la más oscura.

El macho es completamente de color azul metalizado excepto los tres últimos segmentos teñidos ventralmente de rosa claro y en ocasiones el ápice del ala que es hialino.
 Ejemplar macho de Caloptheryx virgo

La hembra verde metálico y alas cobrizas más o menos ahumadas según la edad, con el pterostigma bastante alejado del extremo del ala (la distancia que lo separa del ápice es de aproximadamente un tercio de la que le separa del nodo).
Ejemplar hembra de Caloptheryx virgo


Calopteryx haemorrhoidalis (Vander Linden, 1825)
subespecie astúrica

Calopteryx haemorrhoidalis es un caballito del diablo que frecuenta zonas de bosques de ribera, posándose en las plantas cercanas al agua, ríos, arroyos e incluso lagunas, desde finales de primavera y verano y que utiliza las ramas sobre aguas de arroyos como atalayas,  es la especie más fácil de distinguir.

Puede alcanzar una longitud corporal de aproximadamente 45-48 milímetros. La longitud del abdomen es de aproximadamente 34-43 mm en los machos y de 31-43 mm en las hembras. Los machos tienen el cuerpo de color negro azulado, cobrizo o violáceo, con los últimos tres segmentos del abdomen de color rojo en la parte ventral  (de ahí el nombre de hemorrhoidalis, que significa "flujo sanguíneo"). Sus alas incompletamente coloreadas de azul y de una longitud de 23-32 milímetros en los machos y con pseudoterostigmas apicales en las alas posteriores y una longitud de 25-37 milímetros en las hembras. Tienen las patas negras con las tibias rojizas.

Tiene tres subespecies:
  • Calopteryx haemorrhoidalis almogravensis (Hartung, 1996)
  • Calopteryx haemorrhoidalis occasi (Capra, 1945)
  • Calopteryx haemorrhoidalis asturica (Ocharan, 1983)

La subespecie occasi es muy cobriza y con los ápices de las alas anteriores de los machos sin color.

La subespecie astúrica se caracteriza por presentar machos con el cuerpo de color rojo cobrizo metálico, alas sombreadas con color pardo brillante y las hembras de color verde metálico con algunos reflejos cobrizos; tienen las tibias casi negras, con algunos reflejos castaños.
   
Lo que pudimos presenciar fue la cópula de Calopteryx haemorrhoidalis asturica. Una maravilla de la naturaleza que una vez vista recuerdas para siempre: una inseminación indirecta y una fertilización retardada.

El macho primero tiene que atraer a una hembra a su territorio a la vez que aleja continuamente de los machos rivales. Muy agresivos, los ejemplares que pudimos ver, peleaban por el territorio, persigiendose unos a otros de forma verdaderamente endiablada. Rápidos giros y quiebros en un combate digno de los mejores pilotos aéreos estuvieron haciendo nuestras delicias un buen rato.

Cuando el macho va a aparearse, transfiere esperma de su abertura genital primaria (órgano eyaculador) en el segmento abdominal 9, cerca del extremo, a su genitales secundarios (órgano copulador) situados en los segmentos 2-3, cerca de la base. A continuación agarra a la hembra por la nuca con los ganchos situados en el extremo de su abdomen y vuela con la hembra en tándem hasta que encuentran un lugar mas o menos seguro y cómodo, normalmente encaramándose a una rama o vástago de una planta.

Como el orificio genital de las hembras se encuentra en el octavo segmento abdominal y el órgano copulador de los machos en el segundo, la hembra entonces curva ventralmente su abdomen hacia adelante para recoger el esperma de los genitales secundarios del varón, mientras que el varón sigue teniéndola asida por la nuca. De esta manera forman el dibujo de un corazón, que ha servido a los humanos desde tiempos inmemoriales como símbolo del amor.
La pareja llega volando en tándem con la hembra asida por la nuca por el macho con sus apéndices anales en forma de pinza y se posan en una hoja de maíz, cercana a la rivera del río para iniciar la cópula
El macho comienza a curvar su abdomen para facilitar la tarea de aproximación del órgano copulador de la hembra
y la hembra comienza a curvar su abdomen en ventral para aproximar los órganos copuladores
La abertura genital femenina está en la parte inferior entre los segmentos ocho y nueve. Está cubierto por una placa subgenital y puede extenderse a un ovipositor complejo (del que se aprecia la punta en esta imagen)
Los genitales secundarios en los machos se encuentran en la parte inferior de los segmentos abdominales dos y tres y son conspicuos, lo que facilita su visión en la proyección lateral, como en esta imagen.
En otras ocasiones los genitales de los machos son imposibles de ver porque quedan ocultos por sus alas
o porque no tenemos una adecuada proyección lateral
Finalmente, la hembra pone en contacto sus genitales con los genitales secundarios del macho
y comienza la cópula, momento en el que juntos, macho y hembra forman la figura de un corazón

Curiosidades que se pueden contar sobre todo este hermoso proceso:

La estructura de las pinzas abrazadoras de los machos varía entre las especies posiblemente ayudando a prevenir  el apareamiento interespecífico, es decir, ayuda a evitar la hibridación.

Los varones pueden transferir el esperma a sus genitales secundarios antes coger a la hembra, nada mas acercarse a la hembra, antes de asirla por la nuca o después de haberla asido, lo que puede dar lugar a variaciones en las posturas tándem.

Antes de introducir su esperma en el órgano genital de la hembra, el macho realiza un proceso con su órgano copulador para limpiar el de la hembra de cualquier posible muestra de semen de otro macho rival.

A menudo, el macho y la hembra permanecen conectados después de aparearse para que el macho pueda proteger a la hembra de otras libélulas. Pero las libélulas macho pueden ser muy agresivas antes y después del apareamiento y algunas llevan a cabo algo llamado "separación", en la cual el macho se lanza contra la pareja que está unida hasta que las separa.
Definitivamente, no puede ser una casualidad que esta imagen sea la de la figura que ha escogido el ser humano para representar el amor desde hace tantísimo tiempo.

NOTA:

No vimos ningún Calopteryx xanthostoma (Charpentier, 1825)

xanthostoma deriva de los términos griegos "xanthos, e, on" que significa amarillo  y "stoma, atos" que significa boca.

Son caballitos del diablo en los que los machos tienen el cuerpo de color azúl metálico y alas marronaceas con manchas azul oscuro en la mitad externa siendo prácticamente transparentes en su región proximal. Las hembras son completamente pardas y mucho menos vistosas, de color verde metalizado, con un pseudopterostigma blanco muy cerca del ápice, pareciéndose mucho a las hembras de C. virgo, de las que puede ser muy difícil diferenciar en la naturaleza.

Suelen encontrarse también en las riberas de los ríos o regatos de aguas rápidas, claras y bien oxigenadas y se distribuyen por el sur de Francia, Liguria y gran parte de la península Ibérica, reemplazando a la especie Calopteryx splendens (Harris, 1782). A veces incluida como subespecie de aquélla, se ha demostrado por análisis genéticos que se trata de una especie diferente.

miércoles, 12 de julio de 2017

Zapateros y patinadores

Sabemos ya de sobra que los hemípteros son un orden de numerosos insectos con miles de especies a las que genéricamente llamamos chinches y que tradicionalmente se han dividido en dos grandes grupos: homopteros y heteropteros. Los heterópteros se subdividen a su vez en siete infraórdenes:

    Infraorden Enicocephalomorpha
    Infraorden Dipsocomorpha
    Infraorden Gerromorpha
    Infraorden Nepomorpha
    Infraorden Leptopomorpha
    Infraorden Pentatomomorpha   
    Infraorden Cimicomorpha

Cada uno de estos infraórdenes contiene muchas familias, llenas de géneros y especies diferentes.

Hasta hoy he hablado de muchas especies pertenecientes al infraorden Pentatomorfa y alguna que otra del infraorden Cimicomorpha. Hoy le toca al  Infraorden Gerromorpha Popov, 1971

Los guerromorfos o Gerromorpha son un infraorden de insectos hemipteros semiacuáticos comúnmente llamados zapateros o patinadores de agua. Los clasificamos en 4 superfamilias que comprenden 8 familias:

    Superfamilia Mesovelioidea

        Familia Madeoveliidae
        Familia Mesoveliidae

    Superfamilia Hebroidea

        Familia Hebridae

    Superfamilia Hydrometroidea

        Familia Paraphrynoveliidae
        Familia Hydrometridae
        Familia Macroveliidae

    Superfamilia Gerroidea

        Familia Hermatobatidae
        Familia Gerridae
        Familia Veliidae

Voy a centrarme ahora en dos especies diferentes de dos de estas cuatro superfamilias en las que dividimos a los guerromorfos, que son fáciles de ver en la península ibérica y que a mi de niño me fascinaban.



Superfamilia Gerroidea
Familia Gerridae (Leach, 1815)

Los guérridos (Gerridae) son conocidos popularmente como zapateros, patinadores de agua o simplemente patinadores. Sus piezas bucales son de tipo perforador-succionador, y es característica su habilidad para deslizarse sobre el agua, distribuyendo su peso para aprovechar la tensión superficial. Son cosmopolitas y se les puede ver en estanques, charcas, arroyos, rios, lagos y océanos cálidos.

La familia Gerridae se caracteriza por unos minúsculos pelos hidrófobos que contienen más de mil micropelos por milímetro y recubren todo su cuerpo y por sus garras retráctiles preapicales.

Los Zapateros o patinadores utilizan la "comunicación por ondas" para atraer a sus parejas. Ponen las masas de huevos sobre plantas sumergidas o los insertan en tallos de platas.

Se han identificado más de 1700 especies de guérridos, de los cuales solomun 10% son especies marinas.

Reconocemos 8 Subfamilias

    Rhadadotarsinae
    Trepobatinae
    Halobatinae
    Ptilomerinae
    Cylindrostethinae
    Charmatometrinae
    Eotrechinae
    Gerrinae

que contienen 9 Géneros

    Aquarius (Schellenberg, 1800).
    Gerris (Fabricius, 1794).
    Halobates (Eschscholtz, 1822).
    Limnogonus (Stal, 1868).
    Limnoporus (Stal, 1868).
    Metrobates (Uhler, 1878).
    Neogerris (Matsumara, 1913).
    Rheumatobates (Bergroth, 1892).
    Trepobates (Uhler, 1883).

Las Especies de estos géneros que podemos encontrar en Europa son

    Aquarius cinereus (Puton, 1869)
    Aquarius najas (De Geer, 1773)
    Aquarius paludum (Fabricius, 1794)
    Aquarius ventralis (Fieber, 1860)
    Gerris argentatus (Schummel, 1832)
    Gerris brasili (Poisson, 1941)
    Gerris costae (Herrich-Schaeffer, 1850)
    Gerris gibbifer (Schummel, 1832)
    Gerris lacustris (Linnaeus, 1758)
    Gerris maculatus (Tamanini, 1946)
    Gerris odontogaster (Zetterstedt, 1828)
    Gerris sphagnetorum (Gaunitz, 1947)
    Gerris thoracicus (Schummel, 1832)
    Gerris asper (Fieber, 1860)
    Gerris lateralis (Schummel, 1832)
    Limnoporus rufoscutellatus (Latreille, 1807)

Quizás la mas conocida popularmente sea

Gerris lacustris (Linnaeus, 1758)

El término Gerris deriva del griego "gerron" que era un escudo de mimbre cubierto de cuero. Tambien hay quien dice que deriva del latín “gerres” nombre de un pececillo no identificado citado por el autor romano Plinio. Sería pues una alusión a las costumbres acuáticas de este insecto. Lacustris deriva del latín "lacustris, -e" que quiere decir relacionado con el lago (lacus, -us).
A este zapatero también se le ha llamado Cimex lacustris y es fácil de encontrar en la península Ibérica entre abril y noviembre sobre  la superficie de aguas dulces, normalmente estancadas de riachuelos, ríos, estanques, presas y balsas. También se le puede encontrar sobre árboles y arbustos  o bajo la vegetación próxima a estas masas de agua, donde pasan el invierno.
Mide entre dos y tres centímetros de longitud y tienen una cabeza con largas antenas y grandes ojos. El macho tiene el vientre de color negro y la hembra amarillento, lo que la hace menos visible a los depredadores acuáticos que el macho. Tienen seis patas siendo el par medio mas largo y el que utilizan para deslizarse sobre el agua. El par de patas trasero son mas cortas y las utilizan a modo de timón. Las patas anteriores son las que utiliza para cazar. Todas las patas tienen una almohadilla apical formada por pelos recubiertos por una sustancia hidrófoba producida por una glándula próxima a la boca, con los que forman una minúscula bolsa de aire sobre la superficie del agua. Parece ser que las patas mediales crean un minitorbellino en U bajo el agua que actuaría como un propulsador. De esta manera el zapatero se mueve por encima del agua como si fuese un aerodeslizador (hovercraft).
Gerris lacustris se alimenta de insectos y otros pequeños invertebrados que caen al agua, muertos o vivos.Sus patas, muy sensibles a las vibraciones, le permiten localizar su presa a cierta distancia. Entonces se lanza sobre ella, la sujeta con sus patas anteriores, la atraviesa con su rostro y succiona su contenido. De vez en cuando también practica el canibalismo.

En primavera, se reproducen los adultos que han invernado. El apareamiento es un tanto brutal: el macho, mas pequeño, penetra a la hembra por cualquier lugar: el abdomen, el tórax ... ¡o incluso la cabeza!. De hecho, el cuerpo de la hembra es capaz de concentrar el semen del macho para después conducirlo hacia sus órganos genitales. Para evitar que otro macho ocupe su lugar, permanece “clavado” en la hembra y, durante cierto tiempo, es transportado por ella.

La hembra fecundada pone los huevos en forma de racimo en la vegetación acuática, donde permanecen adheridos gracias a una secreción gelatinosa.

Para abrir el envoltorio del huevo, la larva utiliza una especie de hoja cortante situada entre los dos ojos. A continuación, asciende a la superficie nadando. Las crías se parecen a los adultos, pero son mas pequeñas, rechonchas y no tienen alas. Los adultos, en general, son alados, pero siempre existe cierta proporción de individuos sin alas.

A comienzos del verano, estos adultos de segunda generación a su vez se aparean. Su progenie, una vez adulta, vuela a cierta distancia del agua (por lo menos los que pueden volar) para invernar en la tierra, bajo la vegetación.

Superfamilia Hydrometroidea
Familia Hydrometridae (Billberg, 1820)

Hydrometridae es una familia de insectos semiacuáticos conocidos también como zapateros. Suelen encontrarse en las riveras de los lagos, estanques y humedales, la mayoría de las veces donde no hay peces. Habitualmente lentos sobre estas aguas tranquilas, se moverán rápidamente si son molestados.

Son de un color grisáceo o marrón claro y tienen una característica cabeza y cuerpo alargados, midiendo alrededor de 8 mm (aunque algunos pueden exceder los 15 mm). Sus ojos están situados un poco detrás de la mitad de la cabeza y suelen ser abombadas. Sus antenas, situadas al final de la cabeza, están divididas en cuatro segmentos.  Sus patas son largas y esbeltas y sus tarsos están divididos en tres segmentos. La mayoría de las especies son ápteras pero también los hay con alas. 

Son depredadores aunque también se alimentan de víctimas que hayan caído accidentalmente al agua, como por ejemplo insectos de colmenas cercanas. También son grandes escaladores y subirán plantas para encontrar insectos que depredar y para poner sus huevos.

Pasan por cinco estados inmaduros antes de convertirse en adultos, proceso en el que tardan unas cuatro a seis semanas.

La familia está compuesta por tres subfamilias con siete géneros y actualmente se reconocen más de 110 especies.

    Subfamilia Heterocleptinae

        Género Heterocleptes
        Género  eliometra

    Subfamilia Hydrometrinae

        Género Baciliometra
        Género Chaetometra
        Género Dolichocephalometra
        Género Hydrometra

    Subfamilia Limnobatodinae

        Género Limnobatodes

Los mas conocidos o difundidos posiblemente sean los Hydrometrinae con al menos 80 especies en todo el mundo y todas las especies norteamericanas. Poseen micro y macro pelos cubriendo todo su cuerpo y la longitud del pronotum es mucho más corta que la porción de la cabeza anterior a los ojos.   

El género Hydrometra Latreille, 1796 comprende las siguientes especies:

Hydrometra acapulcana Drake, 1952
Hydrometra adnexa Tirske, 1956
Hydrometra aemula Drake, 1956
Hydrometra alloiona Drake & Lauck, 1959
Hydrometra argenitna Berg, 1879
Hydrometra australis Say, 1832
Hydrometra barei Hungerford, 1927
Hydrometra caraiba Guérin & Méneville, 1852
Hydrometra ciliosa Drake & Lauck, 1959
Hydrometra comata Torre-Bueno, 1926
Hydrometra consimilis Barber, 1934
Hydrometra crossa Drake & Lauck, 1959
Hydrometra cyprina Torre-Bueno, 1926
Hydrometra exalla Drake & Lauck, 1959
Hydrometra exilis Torre-Bueno, 1926
Hydrometra fruhstorferi Hungerford & Evans, 1934
Hydrometra fuanicana Drake, 1954
Hydrometra gibara Torre-Bueno, 1926
Hydrometra gracilenta Horváth, 1899
Hydrometra grassei Poisson
Hydrometra greeni Kirkaldy, 1898
Hydrometra guianana Hungerford & Evans, 1934
Hydrometra huallagana Drake, 1954
Hydrometra hungerfordi Torre-Bueno, 1926
Hydrometra intonsa Drake & Hottes, 1952
Hydrometra jaczewskii Lundblad, 1933
Hydrometra lentipes Champion, 1898
Hydrometra lillianis Torre-Bueno, 1926
Hydrometra maidli Hungerford & Evans, 1934
Hydrometra marani Hoberlandt, 1942
Hydrometra martini Kirkaldy, 1900
Hydrometra metator Buchanan-White, 1879
Hydrometra naiades Kirkaldy, 1902
Hydrometra panamensis Drake, 1953
Hydrometra placita Drake, 1953
Hydrometra priscillae Torre-Bueno, 1926
Hydrometra somaliensis Poisson
Hydrometra stagnorum (Linnaeus, 1758)
Hydrometra sztolcmani Jaczewiski, 1928
Hydrometra taxcana Drake & Hottes, 1952
Hydrometra wileyi Hungerford, 1923
Hydrometra williamsi Hungerford & Evans, 1934
Hydrometra zeteki Drake, 1952

La mas conocida para nosotros en la península Ibérica sea

Hydrometra stagnorum. Linnaeus, 1758


La palabra Hydrometra deriva del griego "hydr" que significa agua  y "metrein" que significa medir.  La palabra stagnorum es el genitivo plural de la palabra del latín "stagnum, i" que significa de las aguas estancadas. Por eso vulgarmente le llamamos Medidor de los estanques.
Lo encontramos con facilidad en toda Europa excepto en el norte. En dirección sur llega incluso hasta el norte de África. Se encuentran prácticamente en todas las aguas, siendo más abundantes en aguas calmadas y poco profundas.
De 10 a 13 mm de longitud, esbelto con la cabeza muy alargada, patas largas y antenas de 4 artejos.
Debajo del abdomen está dotado de finos pelos hidrófugos que evitan que se moje.
La mayoría de las poblaciones tienen las alas muy reducidas (micrópteras), mientras que en unas pocas, las alas son grandes (macrópteras).

Suele mantenerse oculto en las orillas debajo de piedras o cojines de hierva. Se alimentan de larvas de mosquito, pequeños crustáceos y cualquier otro pequeño animalillo que se aventure en la superficie del agua. Los sujeta con sus piezas bucales y absorbe su contenido corporal. Detecta a las presas por las vibraciones del agua, para lo que mantiene las antenas en el interior de la misma. Para descansar se retiran a tierra firme.

Las hembras depositan sus largos huevos uno a uno, enganchándolos a la vegetación o en los bordes del estanque, por encima del agua. Las ninfas completaran su desarrollo a adultos en tres semanas. Los adultos invernan.

martes, 11 de julio de 2017

Chorthippus jucundus y Chorthippus brunneus

Hace poco conté como el Orden Orthoptera se subdivide en dos subordenes (Ensifera y Caelifera) y como el suborden Caelifera se divide a su vez en dos infraórdenes: Acrididae y Tridactylidae.

Vimos un ejemplo de especie del género Calliptamus (Calliptamus bárbarus, Costa, 1863) que nos sirvió para introducirnos en el mundo de los acrídidos (Familia Acrididae pertenciente a la Superfamilia Acridoidea).

Si hacemos memoria, el Infraorden Acridiidea contiene a la Superfamilia Acridoidea que contiene a su vez 11 familias de las que una es la Familia Acrididae MacLeay, 1821.

La Familia Acrididae tiene las siguientes subfamilias

    Subfamilia Acridinae
    Subfamilia Calliptaminae
    Subfamilia Catantopinae
    Subfamilia Copiocerinae
    Subfamilia Coptacrinae
    Subfamilia Cyrtacanthacridinae
    Subfamilia Egnatiinae
    Subfamilia Eremogryllinae
    Subfamilia Euryphyminae
    Subfamilia Eyprepocnemidinae
    Subfamilia Gomphocerinae
    Subfamilia Habrocneminae
    Subfamilia Hemiacridinae
    Subfamilia Leptysminae
    Subfamilia Marelliinae
    Subfamilia Melanoplinae
    Subfamilia Oedipodinae
    Subfamilia Ommatolampinae
    Subfamilia Oxyinae
    Subfamilia Pauliniinae
    Subfamilia Proctolabinae
    Subfamilia Rhytidochrotinae
    Subfamilia Spathosterninae
    Subfamilia Teratodinae
    Subfamilia Tropidopolinae

Hoy hablaré algo de uno de los géneros de la Subfamilia Gomphocerinae, a la que los ingleses conocen vulgarmente como "slant-faced grasshoppers" (o en Castellano, saltamontes de cara inclinada).

Esta subfamilia engloba los siguientes géneros

Género Achurum (situados en ocasiones en Acridinae)
Género Chorthippus
Género Cibolacris (situados en ocasiones en Oedipodinae)
Género Dociostaurus
Género Mermiria (situados en ocasiones en Acridinae)
Género Omocestus
Género Paragonista

El que a nosotros nos interesa hoy es el Género Chorthippus.

La palabra Chorthippus deriva del griego "chortos, -ou" que significa lugar cercado, parque o forraje y de "hippos" que significa caballo.

Los saltamontes de este género son muy frecuentes en la mayoría de los prados de toda la Europa meridional y se ven entre julio y noviembre.

Su canto consiste en un zumbido que dura unos tres segundos en los que va subiendo rápidamente de tono.

Los machos de las especies de este género de saltamontes alcanzan apenas el centímetro de longitud, mientras que las hembras, mucho mayores, pueden alcanzar los dos y medio. Sin embargo, sus alas delanteras son más pequeñas que las de los machos. Su coloración puede tener cualquier combinación de verde, marrón, rosado y rojo. Se caracterizan por una protuberancia cerca de la base de las alas.

Chorthippus jucundus (Fischer, 1853)

La palabra jucundus deriva del latín “iucundus” que viene de iocus, que significa juego.

Esta especie presenta una marcada preferencia por los lugares cercanos a cursos de agua o capaces de retener un alto grado de humedad ambiental.

Se distribuye por Europa meridional y Norte de Africa. Se ha dicho que dentro de la península Ibérica, queda restringida a la mitad oriental de ésta y, particularmente, a las zonas de clara influencia mediterránea y se la considera un elemento mediterráneo Occidental, pero en años recientes se ha documentado su presencia en Galicia. A mi no me ha costado verlo en Pontevedra.


Ejemplar adulto de Chorthippus jucundus

Su presencia queda reducida a pastizales altos de juncos, salvo en una de las localidades , donde se le ha encontrado sobre matorrales espinosos del género Onopordon, cercanos a zonas de encharcamientos. La distribución superficial de esta especie, típicamente higrífola, es lógico que venga condicionada por la existencia de biotopos adecuados para su presencia. No obstante parece preferir las zonas de cierta altitud, concretamente las establecidas entre el rango 1.100 m - 1.600 m, donde se pone de manifiesto el retraso en la emergencia de adultos conforme ésta aumenta.


Ninfa de Chorthippus jucundus

En los estudios que se han hecho en la Sierra del Taiblilla, Albacete (Estudio Faunístico y Ecológico de los Caelifera (Orthoptera, Insecta) de la Sierra del Taibilla (Albacete), escrito por Ricardo Gómez Ladrón de Guevara, Juan José Presa Asensio y María Dolores García García)  se han encontrado individuos adultos desde Junio a Octubre, con máximos poblacionales para machos y hembras en Julio y Agosto, respectivamente. Las primeras ninfas de la especie han sido observadas durante los primeros días de Junio, siempre sobre la rala vegetación herbácea que rodea a las formaciones de juncos.

El tipo fisonómico de vegetación sobre la cual se establecen las poblaciones es el pastizal no agostante bajo de Scirpus sp y Juncus sp. Las comunidades vegetales preferidas son Lysimachio - Holoschoenetum vulgaris y Cirsio - Juncetum inflexi.


Chorthippus brunneus (Thunberg, 1815)

A este saltamontes hay quien lo conoce con el nombre de Gryllus brunneus.
   
La palabra brunneus parece ser una deformación de la palabra del latín "prunum, -i" que significa ciruelo. Probablemente se utilizó para nombrar a este saltamontes por el color oscuro o negro del fruto.

Esta especie habita en Europa, gran parte de Asia y norte de África. Es más común en el norte de su área de distribución. Habita de manera frecuente, sobre prados secos, linderos, confines de bosques y sobre superficies cultivadas y campiñas abiertas. Estos saltamontes son fitófagos y polífagos, alimentándose principalmente de hierbas con preferencia en pastos con alturas de 100 a 200 mm y especies de hierba de hoja fina. De hecho, existe una correlación positiva entre C. brunneus y las especies Agrostis y Festuca. Algunos expertos sugieren sin embargo que esta especie prospera en tierras baldías. La agricultura humana y el pastoreo influyen en la densidad de población de este saltamontes al modificar la altura del pasto. Se cree que el pastoreo de los vertebrados interviene de dos maneras: alterando las hormonas de las plantas, dos de las cuales intervienen en la fecundidad de la especie (el ácido abscísico y las giberelinas) y produciendo inhibidores de la proteinasa en las plantas y alterando los niveles de nitrógeno.


Ninfa de Chorthippus brunneus


Este es, probablemente, el saltamontes visto con mayor frecuencia, mide casi dos centímetros de longitud y es muy vigoroso. Fundamentalmente es de color marrón, aunque puede encontrarse en una amplia gama de colores, incluyendo verde, blanco y púrpura, por lo general con una cantidad variable de negro, marrón o gris abigarrado. Los de color verde o purpura suelen tener un patrón de coloración uniforme, mientras que los negros suelen tener un patrón moteado.



Los de color marrón tiene un patrón de coloración moteado bastante variable. La mayoría de los individuos tienen un matiz naranja en la punta del abdomen. Tiene los órganos del oído situados en los laterales del segmento anterior del abdomen y pocas espigas en el aparato estridulador y las patas que utiliza para producir el canto. Aunque puede volar bien, tiene hábitos terrestres y se camufla perfectamente en el terreno con su coloración variegada de ocre y gris.

La canción de llamada normal del macho de esta especie consta de 5-12 notas que oscilan entre 0,25 y 0,50 segundos de longitud y se producen cada 1.5-2 segundos, siendo seguidas de una pausa de 3 segundos de duración para repetirse a intervalos. Cuando un macho entra en contacto con otro macho rival, se produce una canción de duelo, en la que las notas se producen tres a cuatro veces más rápido cada 0.35-0.57 segundos. La hembra interesada por un macho, responderá con una canción igual a la suya y este volverá a responderla cantándola de nuevo. Este juego de cánticos durará hasta el momento de la cópula o hasta que la hembra se desinterese. Los machos una vez han copulado con la hembra, producen un sonido “tic-tac” frotando las patas traseras contra las venas de las alas anteriores.

Las hembras fecundadas pondrán sus huevos durante un periodo de 10 semanas en el verano en la tierra seca justo debajo de la superficie o en ocasiones en los hormigueros, en una gran vaina que contiene hasta 15 huevos. Los huevos, que son la fase de hibernación, debido a su obligada diapausia, eclosionan en abril o mayo y las ninfas pasan por cuatro estadios de crecimiento hasta hacerse adultos. En ocasiones, en las localizaciones en las que el verano es mas largo, las hembras de esta especie presentan un estadio mas de desarrollo, es el denominado instar IIa, puesto que aparece entre los instar II y III. Los saltamontes adultos de esta especie aparecen en junio, pudiendo verse desde principios del verano hasta octubre o incluso en ocasiones más, puesto que los adultos de esta especie son más capaces de sobrevivir al frío que muchas otras especies de saltamontes y en ocasiones pueden sobrevivir hasta diciembre.






En el norte de España C. brunneus y C. jacobsi se híbridan. Las dos especies son dominantes durante diferentes meses: C. brunneus son dominantes en agosto, mientras que C. jacobsi son dominantes en junio y julio. Además, C. brunneus sólo se encuentran en los hábitats del valle, mientras que C. jacobsi se encuentran tanto en el valle como en la montaña, lo que sugiere el aislamiento estacional y temporal entre las dos especies.


domingo, 9 de julio de 2017

Calliptamus bárbarus (segunda parte de los de las alas rectas)

Los caelíferos o celíferos son los conocidos como saltamontes, chapulines o langostas.

Ya dije en la entrada anterior en la que introducía el género ortóptera y comentaba sobre Tettigonia viridíssima que los Caelíferos se diferencian  de Ensifera porque las antenas son cortas y tienen casi siempre menos de 30 artejos. Se trata de insectos herbívoros, algunos de los cuales son graves plagas para la agricultura.

Las hembras son de mayor tamaño que los machos. Tienen unas patas traseras que son típicamente largas y fuertes, apropiadas para saltar. Generalmente cuentan con alas, pero sólo las traseras son membranosas y les permiten volar, mientras que las delanteras son coriáceas y no son útiles en el vuelo.

Algunas especies producen ruidos audibles, usualmente frotando los fémures contra las alas o el abdomen o con el golpeteo de las alas en el vuelo. Si cuentan con órganos de audición, este se encuentra los costados del primer segmento abdominal.

Los huevos se colocan generalmente en una sustancia espumosa que los protege durante la incubación. Típicamente el número de huevos que pone una hembra ronda entre los 1000 y 10.000.

Los caelíferos toman el aire para respirar a través de los espiráculos que se encuentran en los costados del abdomen y el tórax. Estos son la entrada a un sistema de tubos conocidos como tráquea y traqueolas, que llevan el aire a las células del cuerpo y extraen anhídrido carbónico.

Algunas especies realizan grandes migraciones, circunstancia que se da cuando se concentran demasiados individuos en una misma zona. Ante la escasez de alimento, su organismo libera una serie de feromonas que fomentan la movilidad alar para que los individuos puedan desplazarse volando a otros lugares y evitar así la competencia intraespecífica por el alimento.

Su desarrollo consta de seis etapas, desde recién nacidos hasta que llegan a adulto maduro con alas.

Se distinguen dos infraórdenes (Acrididae y Trydactilidae) con las siguientes Superfamilias y familias

Infraorden Acrididae

       
Superfamilia Acridoidea

            Familia Acrididae
            Familia Charilaidae
            Familia Dericorythidae
            Familia Lathiceridae
            Familia Lentulidae
            Familia Lithidiidae
            Familia Ommexechidae
            Familia Pamphagidae
            Familia Pyrgacrididae
            Familia Romaleidae
            Familia Tristiridae

       Superfamilia Eumastacoidea

            Familia Chorotypidae
            Familia Episactidae
            Familia Eumastacidae
            Familia Euschmidtiidae
            Familia Mastacideidae
            Familia Morabidae
            Familia Promastacidae†
            Familia Proscopiidae
            Familia Thericleidae

        Superfamilia Locustopsoidea†

            Familia Araripelocustidae†
            Familia Bouretidae†
            Familia Eolocustopsidae†
            Familia Locustavidae†
            Familia Locustopsidae†

        Superfamilia Pneumoroidea

            Familia Pneumoridae

        Superfamilia Pyrgomorphoidea

            Familia Pyrgomorphidae

        Superfamilia Tanaoceroidea

            Familia Tanaoceridae

        Superfamilia Tetrigoidea

            Familia Tetrigidae

        Superfamilia Trigonopterygoidea

            Trigonopterygidae
            Xyronotidae


 Infraorden Tridactylidae
 

        Superfamilia Dzhajloutshelloidea†

            Familia Dzhajloutshellidae†

        Superfamilia Regiatoidea†

            Familia Regiatidae†
       
       Superfamilia Tridactyloidea

            Familia Cylindrachetidae
            Familia Ripipterygidae
            Familia Tridactylidae


Los acrídidos (Infraorden Acrididae, Superfamilia Acridoidea y Familia Acrididae) son una familia que se caracteriza por su gran facilidad para migrar y rápida reproducción, llegando a formar devastadoras plagas capaces de acabar con la vegetación de grandes extensiones de terreno.

Poseen largas patas posteriores para saltar y un aparato bucal para masticar y comer hojas. Su actividad es principalmente nocturna y utilizan sus antenas y ojos para explorar el terreno. Los músculos de sus patas son mil veces más potentes que un peso igual de músculo humano, por lo que las langostas al saltar pueden llegar a una altura de 50 cm, que equivale a diez veces la longitud de su cuerpo; además, pueden saltar veinte veces su longitud.

Tienen dos pares de alas, aunque algunas especies son incapaces de volar. Las alas posteriores pueden tener colores brillantes para producir un destello de color cuando el insecto salta en el aire; esta demostración los ayuda a confundir a los depredadores. Generalmente no vuelan mucho a pesar de que disponen de alas. Sólo cuando se juntan grandes grupos de individuos de la misma especie liberan las feromonas apropiadas para activar la conducta migratoria y un crecimiento mayor de las alas y de esa manera poder dispersarse por otros territorios, evitando la competencia intraespecífica por el alimento. Algunas langostas pueden cerrar sus alas en pleno vuelo y hacer un picado para escapar de sus enemigos. En el aire la langosta mueve sus alas a velocidad de 20 golpes de ala por segundo, alcanzando una velocidad de 3,7 km/h (depende de la velocidad del viento, y llegan a recorrer más de 90 km por día).

Las langostas jóvenes son incapaces de volar hasta que se convierten en adultos. Cambian de color cuando se agrupan, adquiriendo una tonalidad naranja, amarillenta brillante y negra.
Por lo general, las langostas producen solo una generación nueva por año. Cuando éstos eclosionan, las ninfas tienen el aspecto de insectos adultos en miniatura para después mudar la cutícula entre 5 y 15 veces antes de alcanzar la madurez temprana.

Calliptaminae Tinkham, 1940 es una subfamilia de la familia Acrididae que contiene los siguientes géneros:

    Acorypha Krauss, 1877
    Bosumia Ramme, 1929
    Brachyxenia Kirby, 1914
    Calliptamus Serville, 1831
    Damaracris Brown, 1972
    Indomerus Dirsh, 1951
    Palaciosa Bolívar, 1930
    Paracaloptenus Bolívar, 1876
    Peripolus Martínez y Fernández-Castillo, 1898
    Sphodromerus Stål, 1873
    Sphodronotus Uvarov, 1943
    Stobbea Ramme, 1929

Y el género Calliptamus, originario de Europa, África y Asia, contiene las siguientes especies

    Calliptamus abbreviatus Ikonnikov, 1913
    Calliptamus balucha Uvarov, 1938
    Calliptamus barbarus (Costa, 1836)
    Calliptamus cicatricosus Bolívar, 1889
    Calliptamus coelesyriensis Giglio-Tos, 1893
    Calliptamus cyrenaicus Jago, 1963
    Calliptamus doii Lee & Lee, 1985
    Calliptamus italicus (Linnaeus, 1758)
    Calliptamus madeirae Uvarov, 1937
    Calliptamus mus Bolívar, 1936
    Calliptamus plebeius (Walker, 1870)
    Calliptamus siciliae Ramme, 1927
    Calliptamus tenuicercis Tarbinsky, 1930
    Calliptamus turanicus Tarbinsky, 1930
    Calliptamus wattenwylianus Pantel, 1896
    †Calliptamus strausi Harz, 1973


Hablaré ahora por fin de una especie,

Calliptamus bárbarus, Costa, 1863

La palabra Calliptamus deriva del griego "kallos, kallis" que significa bello  y "ptamenos, ptenos, ptanos, e, on" que significa que vuela o alado. El término barbarus deriva del latín "barbarus, -a, -um" que significa extranjero.

Calliptamus barbarus se distribuye por la Europa mediterránea y el norte de África.  Es un saltamontes de algo más de 2 centímetros de tamaño que posee una alta variabilidad de diseños. En general es pardo rojizo, con marcas negras y blancas en las alas anteriores y manchas negras en los fémures. Pero también pueden presentar una forma oscura, con la cabeza y el cuerpo prácticamente negros, con líneas blancas que parten de las antenas, continúan por los bordes del pronoto y se extienden por las alas anteriores.
Ejemplar joven de Calliptamus bárbarus con las alas aún sin desarrollar completamente

El abdomen es corto, con las alas igualmente cortas que apenas llegan a cubrirlo por completo. Tiene las alas posteriores de color rojo intenso en la región basal, y transparentes en el resto.

Forma poblaciones numerosas, en terrenos de escasa humedad. A veces se concentran sobre determinados cultivos: parrales, ciruelos, olivos y almendros, sobre los que pueden constituir verdaderas plagas. Se la suele ver desde finales de verano hasta entrado el otoño.

La especie se divide en las siguientes subespecies:

    C. b. cephalotes
    C. b. barbarus
    C. b. palaestinensis

Mismo ejemplar que la fotografía anteriores
Se puede apreciar su gran capacidad de mimetismo
Ninfa de Calliptamus bárbarus, de minúsculo tamaño y sin alas.

Los de las alas rectas y verde que te quiero verde

En esta entrada hablaré de un Orden del reino animal que no he tocado hasta ahora: el Orden Ortóptera y de uno de sus dos subordenes (Ensífera), dejando el otro (Caelifera) para otra entrada. Después ahondaremos hasta llegar a una especie.

Pertenecen al orden ortóptera los saltamontes, grillos, langostas, y el alacrán cebollero. Son un orden de insectos hemimetábolos, es decir que sufren metamorfosis incompleta y paurometábolos (las formas jóvenes tienen la misma alimentación que las adultas), con aparato bucal masticador.

La palabra Orthoptera, deriva del griego "orthós" que significa recto, derecho, y "pteron" que como ya sabemos de sobra significa alas.

El orden Ortóptera tiene unas 19 000 especie distribuidas por todo el planeta, la mayoría tropicales y como avance al inicio, se subdivide en dos subordenes fundamentales:

Ensífera: presenta antenas normalmente mucho más largas que el cuerpo, si son más cortas entonces están formadas por más de 30 artejos. Órganos auditivos (si están presentes) situados cerca de la base de las tibias anteriores y los órganos estridulatorios (si están presentes) se sitúan en la base de las tegminas. Miden unos 6,5 cm de largo y son de color verde y con alas anchas.

Caelíferra: se caracteriza por presentar las antenas comúnmente no más largas que la cabeza y el pronoto juntos, a veces con menos de 30 artejos; los órganos auditivos, si están presentes, se encuentran a cada lado de la base del abdomen; la estridulación (si son capaces de realizarla) se produce al frotar el fémur posterior contra la tegmina o el abdomen. Comúnmente conocidos como saltamontes, chapulines o langostas.

Los ortópteros se caracterzan anatómicamente por:

1) cabeza por lo general grande y redonda, a veces cónica (Acrida), bastante móvil en el protórax, hipognata. Con un robusto aparato masticador formado por los palpos maxilares, constituidos por cinco segmentos y los labiales, constituidos por tres. Con ojos compuestos, hemisféricos o hemiovoidales y a menudo tres ocelos. Tienen antenas que son filiformes, rara vez pectinadas.

2) protórax siempre más grande que los demás segmentos y con un pronoto bastante desarrollado y que puede extenderse, en casos excepcionales, hasta alcanzar el final del cuerpo (Tetrigidae); dorsalmente está formado por el disco del pronoto (divido en prozona y metazona por el surco típico o posterior) y lateralmente, definido por las quillas laterales, por los paranotos o lóbulos laterales. Lóbulos esternales bien esclerificados: la conformación y estructuras del prosterno, mesosterno y metasterno suele tener importancia taxonómica. Mesotórax, metatórax y primer segmento del abdomen soldados entre sí.

3) dos pares de alas más o menos desarrolladas: tegminas (anteriores) estrechas, alargadas, del mismo color que el resto del cuerpo y con las nervaduras onduladas y alas propiamente dichas (posteriores),  membranosas, transparentes o coloreadas y amplias debido al desarrollo de la región anal. Suelen estar claramente presentes en la mayor parte de las especies, aunque existen bastantes variaciones. 

4) abdomen alargado, cilíndrico y con 11 segmentos. Gracias a la presencia de una membrana intersegmental estos segmentos son móviles. Los tergitos se encuentran más desarrollados que los esternitos. El noveno y décimo segmento forman los genitales externos. El undécimo rodea la apertura anal y con el tergito modificadoforma la lámina supranal (Epiprocto) mientras que el décimo esternito constituye dos lóbulos laterales (paraproctos). El último esternito visible, el noveno en machos y el octavo en hembras, es desarrollado y constituye la placa subgenital.

5) aparato reproductor masculino con dos testículos formados por una vasta cantidad de folículos tubulares que se fusionan en un ducto eyaculador, en cuyo tramo inicial desembocan unos canales con función de vesículas seminales y glándulas accesorias. El aparato copulador (aedagus) se encuentra constituido por dos pares de lóbulos membranosos, sobre los cuales se insertan uno o más pares de escleritos estrechos y alargados (titiladores). Aparato reproductor femenino con dos ovarios implantados sobre dos oviductos. Un ovipositor desarrollado y formado por tres pares de valvas: ventrales, internas y dorsales.

6) patas formadas por coxa, trocánter, fémur, tibia y tarsos (en número variable según la familia de que se trate). Primer y segundo par de patas mas o menos iguales, excepto en especies excavadoras (Gryllotalpidae) con un órgano timpánico situado en la base de las tibias anteriores (en la mayoría de los Ensifera). Tercer par de patas adaptado para el salto, con tibias y fémures alargados. Patas posteriores con espolones y superficie interna de los fémures posteriores con aparato estridulador (mayoría de las especies de Caelifera). Tarsos constituidos por 1-4 segmentos, cada uno de ellos con un par de cojincillos inferiores (pulvilos) y un pequeño pretarso en el ápice con dos uñas y frecuentemente un lóbulo (ariola).
Los ortóperos se reproducen sexualmente aunque raramente se ha descrito la partenogénesis. Los machos atraen a la hembra a través de sonidos o con feromonas. El macho elabora un espermatóforo de forma, estructura y dimensiones variables: globosa (Ensifera) o tubular (Caelifera).

En la mayoría de las especies la ovoposición está limitada a un breve periodo, situado a finales del verano. Algunas especies ovopositan en primavera, mientras que las formas antropófilas pueden ovopositar cualquier época del año. Los huevos son llevados a lugares protegidos: debajo de la corteza de los árboles, el interior de tejidos vegetales o debajo del suelo. Los huevos son depositados en montones y sumergidos en una secreción espumosa que solidifica con el aire, formando así una ooteca. El periodo de incubación de los huevos es variable, según las especies, una vez que se produce la eclosión la mayoría de los ortópteros inmediatamente después de salir del huevo, y abandonar el suelo o los tejidos vegetales donde fue puesto éste, realizan su primera muda. Las fases juveniles (ninfas) son muy semejantes al estado adulto, pero con menos artejos en las antenas, sin alas o solo con esbozos y sin estructuras genitales externas maduras. El número de mudas ninfales necesarias para alcanzar el estado adulto oscila entre 4 a 10.

Una de las características más notables de los ortópteros es la estridulación. El sonido puede producirse por frotamiento recíproco de las dos tegminas, donde algunas partes están especializadas para formar el órgano estridulador (arquito, plectro y espejo o tambor), como ocurre en los ensífera o mediante diferentes adaptaciones que dan origen a variados órganos estriduladores, como ocurre en los caelífera.

Se alimentan normalmente de vegetales (herbívoros y granívoros), aunque no es raro encontrar especies de régimen omnívoro e incluso algunas que son casi exclusivamente carnívoras, alimentándose de presas que capturan activamente e incluso, ocasionalmente, de carroña.

Los ortópteros no presentan especies sociales, aunque en determinadas condiciones ambientales pueden presentarse explosiones poblacionales y algunas especies pueden desarrollar fases gregarias que pueden desplazarse coordinadamente y causar tremendos daños a la vegetación y cultivos.

Muchos ortópteros cuando se les captura expulsan gotas de una sustancia oscura por la boca y en algunos casos de hemolinfa (autohemorrea) a través de las articulaciones de las patas. También pueden desprenderse voluntariamente de alguno de sus miembros (autotomía), normalmente de las patas, por ruptura de la articulación existente entre el trocánter y el fémur.

Unas de las características más destacadas de los ortópteros es su homocromía o capacidad adaptar su color corporal al del medio en el que se encuentran y el mimetismo o capacidad de parecerse estructuralmente a su medio ambiente, mediante la alteración de su anatomía externa.

Los ortópteros son presas de vertebrados (mamíferos, aves, reptiles) e invertebrados (himenópteros esfécidos, arácnidos, mántidos, etc), y se encuentran claramente en la base de las cadenas tróficas de casi todos los ecosistemas en los que se desarrollan. Las ootecas de los acrídidos son depredadas por numerosos dípteros (sarcofágidos, antómidos, léptidos y bombílidos), coleópteros (cléridos y meloidos), himenópteros (esceliónidos); algunos grupos de ácaros (trombídidos y eritreidos) y nematodos, parasitan a los adultos y, por último, también pueden resultar infectados por hongos entomopatógenos.


Suborden Ensifera


Este suborden contiene las siguientes superfamilias

    Superfamilia Grylloidea
    Superfamilia Hagloidea
    Superfamilia Phasmomimoidea
    Superfamilia Rhaphidophoroidea
    Superfamilia Schizodactyloidea
    Superfamilia Stenopelmatoidea
    Superfamilia Tettigonioidea
       
Y la Superfamilia Tettigonioidea las siguientes familias

Familia Haglotettigoniidae
Familia Tettigoniidae .

El nombre científico "Tettigoniidae" se deriva del género Tettigonia, primero descrito por Carl Linnaeus en 1748. Tettigonia en latín significa saltahojas y esta palabra deriva a su vez del termino griego "tettigonion" palabra compuesta de "tettix" que significa cigarra y "genos" que significa raza.

Los Tetigonios son los llamados saltamontes longicornios, por sus largas antenas, característica que los diferencia de los verdaderos saltamontes. Tienen un tamaño muy variable que va desde los 5 mm a los 130 mm. Son insectos que viven en los árboles y que se escuchan con frecuencia durante la noche del verano y principios del otoño.

Tienen una vida media de  aproximadamente un año. Las hembras suelen poner sus huevos al final del verano en filas, bajo el suelo o en los agujeros del tallo de una planta. Los huevos son típicamente de forma ovalada. La forma de su ovipositor se relaciona con las áreas donde deposita huevos. Tienen ovipositores en forma de hoz si ponen los huevos en materia vegetal o alargados si los ponen en tallos de césped. Las ninfas a menudo parecen versiones más pequeñas de los adultos, pero en algunas especies imitan a arañas, otros insectos o flores, para prevenir la depredación. Una vez que terminan su última muda se preparan para aparearse.

Se encuentran en todos los continentes, excepto en la Antártida. La selva tropical de la cuenca amazónica es el hogar de más de 2000 especies y Norteamérica de unas 255.

Su dieta incluye hojas, flores, corteza y semillas, pero muchas especies son exclusivamente depredadoras, alimentándose de otros insectos, caracoles o incluso de pequeños vertebrados como serpientes y lagartos. Algunas son consideradas plagas por los cultivadores comerciales.

Los machos tienen órganos estriduladores situados en los ángulos traseros de sus alas delanteras. En algunas especies, las hembras también son capaces de estridulación. Los machos utilizan el sonido para el cortejo, que ocurre a finales del verano. Muchas especies estridulan según la temperatura ambiente por lo que el número de trinos en un período definido de tiempo puede indicar una lectura de temperatura bastante precisa. Para las especies americanas, el número de trinos en 15 segundos más 37 da la temperatura en grados Fahrenheit.

Algunas especies tienen espinas en diferentes partes del cuerpo que utilizan para enjaular a su presa o limitar su movilidad. Las espinas en las tibias y los fémures suelen ser más afiladas y no articuladas.

Son polígamos y los machos tienen un curioso comportamiento reproductivo efectuando un cortejo en el que proporcionan un regalo nupcial para las hembras en la forma de un espermatophylax. Las relaciones polígamas conducen a altos niveles de competencia entre los machos debido a la disminución de la disponibilidad de machos capaces de suministrar espermatoforos nutritivos a las hembras. Las hembras producirán más huevos en una dieta de alta calidad; Por lo tanto, la hembra busca machos más saludables con un espermatóforo más nutritivo. Las hembras utilizarán el sonido creado por el varón para juzgar la aptitud del macho. Cuanto más fuerte y más fluido sea el trino, mayor será la aptitud del macho.

La Familia Tettigoniidae incluye las siguientes subfamilias:

    Acridoxeninae Zeuner, 1936
    Austrosaginae Rentz, 1993
    Bradyporinae Burmeister, 1838
    Conocephalinae Burmeister, 1838
    Hetrodinae Brunner von Wattenwyl, 1878
    Hexacentrinae Karny, 1925
    Lipotactinae Ingrisch, 1995
    Listroscelidinae Redtenbacher, 1891
    Meconematinae Burmeister, 1838
    Mecopodinae Walker, 1871
    Microtettigoniinae Rentz, 1979
    Phaneropterinae Burmeister, 1838
    Phasmodinae Caudell, 1912
    Phyllophorinae Stål, 1874
    Pseudophyllinae Burmeister, 1838
    Saginae Brunner von Wattenwyl, 1878
    Tettigoniinae Krauss, 1902
    Tympanophorinae Brunner von Wattenwyl, 1893
    Zaprochilinae Handlirsch, 1925
    †Pseudotettigoniinae Sharov, 1962

y dentro de  Tettigoniinae Krauss, 1902 nos encontramos con

Tettigonia viridissima, Saltamontes verde común o langosta verde 
 
La etimología de la palabra tettigonia ya la expliqué antes. Viridissima es el superlativo "viridis, -e" palabra del latín que significa verde.

Esta especie se distribuye por toda Europa, Asia Menor y norte de África, aunque su presencia ha disminuido a causa de la presión ejercida por el hombre. Aparece en bosques de ribera, landas, zarzales, bojedales, bordes herbosos de bosques húmedos, prados, pastizales húmedos y subhúmedos, prados de siega, cañaverales, juncales, cultivos y herbazales de ribera desde el nivel del mar hasta los 1830 m
 Ejemplar joven con las alas aún no bien desarrolladas

Llaman la atención por su tamaño, superior a los tres centímetros (28 - 42 mm de longitud) y por su coloración verde brillante (ocasionalmente marrón), con una línea marrón muy visible en la parte superior de la cabeza, que se extiende por la base de las alas anteriores. Además las alas posteriores son de una transparencia cristalina, posee unos enormes ojos de color rojizo y unas largas antenas compuestas por muchos artejos.

Los tegminas o alas delanteras son mucho más largos que los fémures posteriores, con un área de estridulación de 1/6 de la longitud total en los machos. A pesar del gran desarrollo de sus alas, su vuelo es bastante débil. Tienen el órgano auditivo en las tibias anteriores, y su finura es increíble, pudiendo alcanzar los ultrasonidos. Se comunican mediante estridulación rozando las alas anteriores. 

El macho tiene al final del abdomen unos cercos que presentan un diente interno cerca de la base.

La hembra tiene una placa subgenital el doble de larga que ancha, con dos quillas laterales muy marcadas y paralelas en todo su recorrido y con una incisión profunda, pero no estrecha en el margen apical que forma dos lóbulos que prácticamente se tocan en la base. Su oviscapto es casi tan largo como el cuerpo, ligeramente curvado hacia arriba.
Ejemplar joven con las alas aún no bien desarrolladas

Los adultos aparecen entre julio y septiembre. Las hembras depositan la puesta dentro de la tierra y, en la primavera siguiente, de los huevos salen ninfas bastante parecidas a los adultos.

Se trata de una especie principalmente carnívora cuya actividad se desarrolla mayoritariamente en las últimas horas de la tarde y por la noche.
 Ninfa de Tettigonia viridissima en la que ya se aprecian sus larguísimas antenas
 Misma ninfa de Tettigonis viridissima 
en la que se puede apreciar bien el aparato bucal masticador



viernes, 7 de julio de 2017

Misumena vatia: cuando hace falta canibal, cuando hace falta estreñida

El canibalismo sexual, la captura y el consumo de congéneres del sexo opuesto (generalmente por la hembra), es algo relativamente frecuente entre todos los arácnidos, es decir, entre arañas, escorpiones y mantis. El macho canibalizado se convierte así en una fuente de energía, nutrientes y gametos.

La decisión de copular o devorar al macho ante la que se encuentra la hembra está probablemente influenciada por múltiples variables, entre las que podemos incluir la etapa reproductiva de la hembra, las condiciones energéticas de la misma, el tamaño y la edad. No es nada fácil obtener información sobre la influencia de todas estas variables. La información puede variar según las especies; por ejemplo, se ha demostrado con estudios que las circunstancias, el hambre, las condiciones reproductivas (que la hembra sea virgen o no), así como la probabilidad de apareamiento, puede afectar a la predisposición a canibalizar al macho en algunas especies, pero no en otras. Pero además los resultados de varios estudios no son congruentes: varios investigadores han encontrado que las diferencias de tamaño dentro de una especie afectan a la vulnerabilidad al canibalismo, lo que puede deberse a la perspectiva de que los machos grandes proporcionen recompensas mayores que los mas pequeños y a que sean más móviles y, por lo tanto, menos vulnerables (los machos pequeños no parecen tan valiosos o visibles como los más grandes), sin embargo otros estudios no encuentran diferencias en el tamaño de los machos en este asunto del canibalismo sexual, planteando la posibilidad de que este factor no siempre juegue un papel significativo.

Respecto a la edad, variable menos estudiada, los estudios publicados hasta hace poco demostraban que afecta a las tendencias caníbales en algunas situaciones, pero no en otras. Se ha sugerido que los machos de mas edad probablemente por tener un menor valor reproductivo residual tienden a correr mayor riesgo a ser devorados por la hembra, pero no hay nada que haya demostrado esta hipótesis.
En el 2004 DOUGLASS H. MORSE' AND HELEN H. HU publicaron un estudio en el The American Midland Naturalist, Vol. 151, No. 2 (Apr., 2004), pp. 318-325 sobre como afecta la edad en el riego de ser canibalizado para el macho de Misumena vatia. Los machos de esta especie son minúsculos y pueden pesar tan poco como la décima parte de lo que pesa la hembra adulta o la centésima de lo que pesa la hembra grávida, de tal manera que las hembras pueden convertirse fácilmente en caníbales. Los autores hicieron un curioso experimento utilizando machos adultos de Misumena vatia de diferentes edades, definiendo la edad como el tiempo transcurrido desde la muda en la etapa adulta. Controlaron las condiciones energéticas, el estado reproductivo y el tamaño, lo que les permitió evaluar directamente la importancia de la variable edad. Vieron que los machos de mas edad eran mas frecuentemente atacados y canibalizados por la hembra teniendo significación estadística aplicando el test de Probablilidad de Fisher y que además eran menos capaces de escapar del ataque de la hembra canibal. No encontraron ningún signo de que los machos mayores presentasen ningún comportamiento que significase un aumento de riesgo para ser canibalizados por la hembra, como parecían mostrar los estudios previos y también confirmaron que el tamaño del macho o que la hembra fuese virgen o no, no afectaba para nada al canibalismo. Sin embargo si que vieron que los ataques y canibalismo al macho eran mas frecuentes en la ultima parte de la temporada reproductiva (finales de Julio) e independientemente de las variables que afectaban a los machos como el tamaño y la edad, lo que sugería que era la mayor edad de la hembra lo que podía ser un factor favorecedor del canibalismo, como ya había sugerido en un estudio de 1958 Bristowe.
Pero hay otro tipo de canibalismo interesante que se puede estudiar en estos arácnidos y es el de las crías recién salidas del huevo, lo que se denomina canibalismo en el nido y que se olvida frecuentemente por lo fácil que es que pase desapercibido para los observadores. Las víctimas de este tipo de canibalismo servirían como huevos tróficos, mejorando la fortuna de algunos hermanos de nido a expensas de otros. Los canibales suelen ser arañas en su primer instar o en el segundo.
No hace mucho sin embrago, en una nota breve en The Journal of Arachnology 39:168-170, Douglass H. Morse mostró como alrededor del 1% de los nidos de una población de Misumena vatia de la Costa de Maine (EEUU) contenía individuos aparentemente caníbales. Estos ejemplares permanecieron en sus nidos un periodo de tiempo el triple de largo de lo habitual  y cuando  abandonaban tenían un tamaño cuatro veces mayor que el de sus hermanos no caníbales. Este comportamiento caníbal en el nido parece ser generalizado y relativamente estable, aunque poco frecuente.

Y ya que hemos visto una curiosidad en el comportamiento alimenticio de Misumena vatia (el canibalismo), veamos ahora para compensar otra en el excretor: el estreñimiento controlado de la hembra de Misumena vatia en cautividad.

Cualquier animal puede experimentar riesgos por la evacuación de sus excretas, ya que estas pueden alertar a los depredadores y parásitos de su presencia y aumentar el peligro de la enfermedad. Además, la presencia de estas excretas podría prevenir a las presas de la presencia de un depredador disminuyendo sus posibilidades de caza. Considerando la importancia de estos factores, es sorprendente la poca atención que se ha puesto en el estudio del tema. Puede que el primer estudio sobre este punto en arácnidos sea el de Curtis & Carrel (2000) sobre el comportamiento de defecación de las arañas de jardín Argiope Aurantia Lucas 1833 (Araneidae). No obstante Tietjen en 1980 ya informó sobre la distribución no aleatoria de excretas en condiciones de laboratorio de Mallos gregalis, Simon 1909 (Dictynidae). Se sabe que en respuesta al riesgo de que las excretas proporcionen señales de su presencia a presas potenciales o anfitriones, algunos animales pueden desarrollar respuestas conductuales que minimicen esta amenaza, como excretar lejos de su entorno habitual o retener los excrementos indefinidamente hasta que puedan deshacerse con seguridad de ellos. Las especies que muestren alta fidelidad a una localización deberían experimentar modificaciones del comportamiento particularmente importantes para desarrollar tales tácticas, como demostró Weiss (2003, 2006) en las orugas.
Las arañas de cangrejo Misumena vatia (Clerck 1757) (Thomisidae) típicamente ocupan las flores para sentarse y esperar a los insectos que cazan pudiendo permanecer en los sitios de caza durante varios días seguidos. La excreción en este lugar podría atraer a un gran número de depredadores y parásitos (otras arañas, avispas depredadoras y avispas y moscas parasitoides) a través de señales visuales u olfativas proporcionadas por este material.
En el año 2008, de nuevo  Douglass H. Morse, publica en The Journal of Arachnology 36:612-61 una nota sobre el comportamiento defecatorio de hembras de Misumena vatia. Cuantifica la frecuencia de deposición y el tamaño de la excreción en el espacio que ocupan cuando son capturadas e inmediatamente después de su liberación, sobre la vegetación y las flores. La observación de esto junto con la observación de los patrones de excreción de hembras adultas en el campo le permiten comprobar si la araña se aleja de sus lugares habituales de caza para eliminar las excretas y si el tamaño del sitio afecta a la forma y cantidad de la excreción. Este hombre aprecia que las hembras adultas de Misumena vatia suelen retener sus excretas durante largos periodos de tiempo bajo condiciones experimentales. Esto se ve anatómicamente facilitado por la existencia de un gran aparato excretor (Cámara cloacal) con un esfínter muscular que les permite a estas arañas almacenar grandes cantidades de excretas (Seitz 1987). Encuentra una relación directa entre la cantidad de las excretas y el tiempo de confinamiento de la araña, haciendo que esta defeque con mas regularidad en su ambiente natural que en confinamiento, donde tiene menos espacio.

Como se puede ver, Misumena vatia no deja de darnos sorpresas.