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viernes, 5 de enero de 2018

El geco leopardo

Como en la ultima ocasión, repito con otro animal reptil lepidosaurio escamoso y exótico del Suborden Lacertilia e Infraorden Gekkota, es decir, otro Gecko.

Reino Animalia
Filo Chordata
Clase Reptilia
Orden Squamata
Suborden Lacertilia
Infraorden Gekkota

El que desee leer generalidades sobre este infraorden, bien puede consultar lo que dije cuando introduje al geco diurno de Standing. Ahora simplemente recordaré que actualmente se distinguen siete familias dentro del Infraorden Gekkota:

•Familia Carphodactylidae Kluge, 1987
•Familia Diplodactylidae Underwood, 1954
•Familia Eublepharidae Boulenger, 1883
•Familia Gekkonidae Oppel, 1811
•Familia Phyllodactylidae Gamble, Bauer, Greenbaum & Jackman, 2008
•Familia Pygopodidae Boulenger, 1884
•Familia Sphaerodactylidae Underwood, 1954

Los eublefáridos (Eublepharidae) también se denominan geckos párpados porque tienen móviles los párpados y también se caracterizan porque sus pies carecen de las modificaciones que permiten a la mayoría de los geckos escalar superficies escarpadas. Son lagartos nocturnos, se alimentan de insectos y son ovíparos. El sexo de los jóvenes de algunas de estas especies está determinado por la temperatura de incubación, como en los cocodrilos. Conocemos 36 especies agrupadas géneros siguientes:

Género Aeluroscalabotes Boulenger, 1885
Género Coleonyx Gray, 1845
Género Eublepharis Gray, 1827
Género Goniurosaurus Barbour, 1908
Género Hemitheconyx Stejneger, 1893
Género Holodactylus Boettger, 1893

Eublepharis es un género que incluye a las siguientes seis especies:

Eublepharis angramainyu Anderson & Leviton, 1966.
Eublepharis fuscus Börner, 1974.
Eublepharis hardwickii Gray, 1827.
Eublepharis macularius (Blyth, 1854) - gecko leopardo.
Eublepharis satpuraensis Mirza, Sanap, Raju, Gawai & Ghadekar, 2014.
Eublepharis turcmenicus Darevsky, 1977.


Eublepharis macularius (Blyth, 1854)

La palabra Eublepharis deriva del griego “eu” que significa bien o normal + “blepharon” que significa pestaña. Macularis deriva del latín “macula, ae” que significa tara o mancha.

A este gecko se le conoce con el nombre vulgar de geco leopardo.

Se reconocen las siguientes subespecies de Eublepharis macularius

  • Eublepharis macularius afghanicus Börner, 197
  • Eublepharis macularius fasciolatus Günther, 1864
  • Eublepharis macularius macularius Blyth, 1854
  • Eublepharis macularius montanus Börner, 1976
  • Eublepharis macularius smithi Börner, 1981

Viven en las zonas desérticas y semidesérticas de Asia Menor, desde el noroeste de India hasta el este de Afganistán y el este de Irán, así como en la mayor parte de Pakistán. Eublepharis macularius habita en zonas rocosas con vegetación rala y bosques secos, en cotas que van desde el nivel del mar hasta los 2.500m de altitud.

Viven principalmente regiones calurosas y con grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche. Es un reptil de actividad principalmente crepuscular y nocturna. Comienzan su actividad al atardecer, con el inicio del crepúsculo. De día descansan bajo grandes piedras, en muros semiderruidos, tuberías enterradas bajo tierra, etc. siempre a una profundidad adecuada para pasar el exceso de calor y en el sustrato ligeramente humedecido. Su mayor actividad se concentra en las noches más cálidas y húmedas. Suelen vivir en colonias. Los machos mantienen en cautividad los grupos de cría conformados por un solo macho y varias hembras.

Su tamaño total es de unos 18-24 cm, siendo la cola un tercio de la longitud total. Presentan una cabeza triangular, alargada hacia el morro, con la zona de las sienes más ancha. A los lados se aprecian con claridad los tímpanos de los oídos, que son casi transparentes. Los grandes ojos tienen la pupila vertical y suelen ser verdes. Tienen párpados completos. Tienen un cuerpo robusto, alargado, con extremidades fuertes y adaptadas a la vida terrestre, terminadas en 5 dedos. Carecen de las clásicas lamellas o almohadillas adhesivas de los dedos que otros geckos tienen para subir por superficies lisas e incluso andar boca abajo por un cristal. Eublepharis macularius tiene también los denominados bolsillos o huecos axilares, unas curiosas y pequeñas cavidades tras la axila de las patas delanteras. Ambos sexos tienen de 10 a 14 poros femorales, muy bien marcados en los machos. Otra característica típica es el patrón de máculas (manchas) oscuras sobre un fondo amarillo anaranjado (sus fases patrones son infinitos y únicos en el mundo). La fase común o salvaje es la que se encuentra normalmente en la naturaleza y es un fondo blanco amarillento o de color crema, con numerosas manchas pardas o negruzcas y aspecto verrugoso. Su piel es lisa salpicada irregularmente de escamas tuberculares. No así en los geckos recién nacidos, cuyo patrón de color consta de un bandeado como el de una avispa; si bien con el crecimiento enseguida las bandas negras se diseminan en forma de los característicos puntos de los adultos. Tienen una cola fuerte y musculosa, en la que almacenan grasas para su descanso invernal, durante el que permanecen unos dos meses sin ingerir alimento. La cola aparte de deposito de reservas tiene capacidad de autotomía. Con el tiempo la cola perdida vuelve a formarse aunque adquiere unos tonos oscuros teniendo poco o nada que ver con los colores de la original incluso siendo su forma menos estilizada pasando a ser algo atrofiada pero con las mismas cualidades que la original. Los machos adultos tienen unos marcados poros femorales y un abultamiento visible en la base de la cola, además, éstos son generalmente algo más grandes que las hembras.

Los morphos o fases de color mas conocidas conseguidas a partir de cruces son:

  • Normal: La fase primitiva u original que es de la que parten todas las demás siendo su color base un amarillo más o menos intenso con puntos negros distribuidos a lo largo del cuerpo.

  • High yellow: Predominio del amarillo como su nombre indica.

  • Pastel: Total desaparición del negro en su coloración sustituyéndola por tonos mas claros o pasteles.

  • Selva (Jungle): Una fase con rayas y líneas quebradas. Al tener unos diseños poco claros no aseguran que los progenitores obtengan una descendencia clara de la fase “selva”.

  • Nieve (Snow): Nos encontramos, haciendo gala de su nombre a la coloración más selectiva o extrema de los geckos predominando el blanco en todo el ejemplar, no obstante en la etapa adulta es posible que desarrollen un tono amarillento.


  • Ventisca (Blizzard): Es el verdadero Eublepharis macularius “leucistico” puro, hay quien lo denomina también “plátano”.

El gecko leopardo es un animal prácticamente insectívoro dando buena cuenta de los grillos, langostas, gusanos de seda, saltamontes, arañas, coleópteros, así como de otros saurios que puedan dominar y comer. En cautividad algunos geckos leopardo también pueden aceptar ocasionalmente la fruta madura (raramente), huevos o crías de roedores o pájaros, aunque no hay constancia de que estos formen parte de su dieta en estado salvaje.

Los gecko leopardo alcanzan la madurez sexual antes del año de vida los machos y las hembras en torno a los dos años.

Tanto los machos como las hembras, son capaces de excretar señales quimicas que utilizan para identificarse sexualmente entre si, y que se cree son una respuesta que evoluciono inicialmente como un mecanismo para evitar la perdida de líquidos en ambientes áridos (Mason y Gutzke, 1990)

Tres o cuatro semanas después del apareamiento las hembras estarán listas para desovar dos huevos en un ponedero húmedo y algo profundo (3-5cm). Estos huevos son ovalados y de cascara blanda y muy permeables, grandes, con una longitud media de 33mm. En condiciones ideales pueden llegar a hacer hasta diez puestas de dos o tres huevos de cáscara relativamente blanda a lo largo del año, tras un único apareamiento (amphigonia retardata). En esta especie, la temperatura de incubación determina el sexo de las crías.

-Los huevos incubados a 30º C producen una proporción de 25% machos y 75% hembras.

-Los huevos incubados a 32.5º C producen una proporción de 25% hembras y 75% machos.

A temperaturas mayores hay que tener mucho cuidado porque podemos dar lugar a “hembras calientes”. Las hembras incubadas a altas temperaturas, suelen mostrar comportamientos mas agresivos, y su respuesta a la testosterona es diferente a la de hembras incubadas a bajas temperaturas. Algunas de estas hembras pueden, incluso, mostrar un comportamiento agresivo con los machos, y viceversa.